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Debate de cocina
El histórico debate de cocina (en inglés kitchen debate y en ruso Кухонные дебаты, transliterado como kujonnye debaty o kukhonnye debaty) fue una discusión improvisada (a través de intérpretes), el 24 de julio de 1959, entre el entonces vicepresidente estadounidense Richard Nixon y el premier soviético Nikita Jrushchov. Tuvo lugar durante la apertura de la Exhibición Nacional Norteamericana instalada en el Parque Sokolniki de la capital soviética de Moscú. Para ese evento en especial, se montó una casa prefabricada, de la que sus promotores dijeron que cualquier persona (con un salario digno) en los Estados Unidos podía costearse. Esta vivienda fue provista para la ocasión, con varios aparatos de cocina de la actualmente denominada “línea blanca” (white appliances), que aliviaban el trabajo de las amas de casa, a la vez que representaban los frutos del floreciente mercado norteamericano de bienes de consumo, virtualmente inexistente en la URSS de aquellos años.
Contenido
Historia
El debate de cocina fue la primera reunión de alto nivel entre un líder soviético y otro estadounidense desde la cumbre de Ginebra (Genève) de 1955 (aunque no se tratase estrictamente de un jefe de Estado en este último caso). Sería denominado así porque parte del mismo ocurrió dentro de la cocina de un modelo de casa suburbana norteamericana en exposición, la cual estaba seccionada por la mitad, para que pudiese ser fácilmente observada desde el exterior.
También se la denominó jocosamente splitnik, un juego de palabras entre el verbo inglés to split (“separar, dividir”) y el pequeño Sputnik 1, el primer satélite artificial de la Tierra, que había sido recientemente lanzado al espacio por los soviéticos, el 4 de octubre de 1957. Allí Richard Nixon y Nikita Jrushchov discutieron sobre los méritos de sus respectivos sistemas económicos, el capitalismo de las democracias occidentales y el (necesariamente dictatorial) comunismo. Este debate tuvo lugar poco antes de la escalada de la guerra fría, que tendría lugar a partir de 1960, con el incidente del avión espía U-2. La mayoría de los estadounidenses que vieron el debate por televisión dijeron que Nixon lo había hecho mejor, lo que, a su vez, contribuyó a realzar la imagen interna de éste como anticomunista. El evento fue grabado en color, una por entonces nueva tecnología disponible en los EE.UU desde 1954, que Nixon presentó a su contraparte como uno de varios avances norteamericanos.
Asimismo, Richard Nixon mencionó otros típicos productos disponibles en un típica sociedad de consumo diversificada, como los lavavajillas, las podadoras de césped, los automóviles Cadillacs convertibles, diferentes colores de maquillaje, lápices labiales, tacos o tacones aguja, equipos estéreo de alta fidelidad (hi-fi -high fidelity- recién disponibles desde 1958), batidoras y gaseosas cola. Además, tocando el tema sensible de la natural tendencia de la URSS al desabastecimiento, mencionó que los supermercados estadounidenses estaban repletos de comestibles. Fue el énfasis que hizo Nixon de los electrodomésticos que hicieron que el evento en cuestión sea recordado como el “debate de cocina”. El vicepresidente norteamericano, mientras defendía su alegato, hasta llegaría a poner su dedo índice sobre la solapa del líder soviético, en una actitud que ciertamente lo alejaba de las usualmente rígidas formalidades de la diplomacia.
Ambos hombres argumentaron sobre los logros industriales de sus respectivos países, con un Jrushchov haciendo hincapié en que la URSS se enfocaba en “cosas que realmente importaban”, en lugar de (“perder el tiempo”) y fabricar artículos que le parecían “superfluos”. De hecho, diría que “no creía que los obreros norteamericanos pudiesen permitirse el lujo de tales aparatos inútiles”, además de menospreciarlos, comentando que “evocaban la actitud capitalista hacia la mujer”[1]
Inclusive, y a propósito de los aparatos domésticos “que hacían la vida más fácil”, el líder soviético preguntó sarcásticamente si en los EE.UU. ya se había fabricado una máquina que “pusiese la comida en la boca y la empujase hacia la garganta”. Nixon respondió diciendo que, por lo menos la competencia era tecnológica (civil), más que militar. Al final, los dos líderes acordaron que ambas grandes naciones, los Estados Unidos y la Unión Soviética serían más abiertas la una a la otra, lo cual, a decir verdad, no sería cierto en los lustros y décadas por venir. De hecho, recién durante la glásnost (“transparencia”) y la perestroika (“reestructuración”), lanzadas por Mijaíl Gorbachov en 1986, la URSS se abriría a un diálogo más abierto con Occidente. No obstante, Jrushchov era escéptico acerca de la promesa de Nixon de que sus comentarios serían traducidos al inglés y difundidos en los EE.UU. La cocina en cuestión fue diseñada por la empresa All-State properties, cita en el estado de la Florida. Luego del debate, que contribuyó a darle cierta popularidad a la compañía, ésta decidió lanzar al mercado hogares alternativos baratos y asequibles.
Transmisión televisiva
En los Estados Unidos, las tres mayores cadenas televisivas (ABC, CBS y NBC) transmitieron el “debate de cocina” el 25 de julio. Los soviéticos protestaron en consecuencia, ya que Nixon y Jrushchov habían acordado que se lo transmitiría simultáneamente en ambos países. Incluso los soviéticos amenazaron con retener momentáneamente la cinta (tape) de la grabación hasta que ellos mismos estuviesen listos para realizar su propia emisión. Las cadenas estadounidenses, no obstante, lógicamente habían especulado que, de demorar la transmisión, se hubiese perdido la inmediatez de la noticia, la cual, justamente por eso, hubiese dejado de serlo. [2] . Dos días después, el 27 de julio, el debate fue transmitido en la televisión de Moscú, pero, como era de esperarse por parte de un cerrado régimen comunista, sólo se tradujeron parcialmente los por momentos agudos e incisivos comentarios de Nixon, a la vez que se lo emitió tarde en la noche. [3]
Reacción estadounidense
Dentro de los EE.UU., la reacción al debate fue inicialmente mixta. El diario The New York Times la llamó un “intercambio [de palabras] que enfatizaba la [creciente] brecha entre el entonces bloque del Este y Occidente, pero que tenía poca sustancia”, y lo retrató como una suerte de maniobra política [4] Asimismo, al día siguiente, el tradicional periódico neoyorquino agregó que la opinión pública (estadounidense, ya que la soviética virtualmente no existía) parecía dividida tras los debates.[5] Por su lado, la revista de actualidad política Time, que también cubría la exhibición, elogió a Nixon, al decir que “se las arregló de una una manera única para personificar un carácter nacional orgulloso de sus logros, seguro de su modo de vida, confiado de su poder bajo amenaza”.[6]
A pesar de la naturaleza informal y no estrictamente diplomática del intercambio, Nixon vería crecer su popularidad a su regreso de Moscú. Después de lo que hasta ese momento había sido una relación más bien tibia con el público. [7] [8] Inmediatamente después del viaje, su perfil como hombre de Estado sobresalió por encima del que usualmente tienen los vicepresidentes, lo que en parte contribuyó a incrementar sus posibilidades de obtener la candidatura republicana a la presidencia, lo que finalmente lograría. No obstante, todavía no lograría acceder a la máxima magistratura del país, ya que, en las elecciones presidenciales del 4 de noviembre de 1960 perdería a favor de su rival demócrata, John Fitzgerald Kennedy.[9]
Transcripción parcial del debate
[Ambos dirigentes ingresan a la cocina de una casa prefabricada estadounidense en exhibición]
Richard Nixon: “Quiero mostrarle esta cocina. Es como la de [algunas de] nuestras casas en California” [Nixon apunta hacia el lavavajillas, mostrándoselo al líder soviético.]
Nikita Jrushchov: “Nosotros tenemos esas cosas”
Nixon: “Este es nuestro modelo más nuevo. Es es el tipo que es construido de a miles para ser instalado directamente en las casas. En los Estados Unidos, nos gusta hacerles la vida más fácil a las mujeres”
Jruchchov: “Su actitud capitalista hacia las mujeres no sucede bajo el comunismo”
Nixon: “Creo que esta actitud hacia las mujeres es universal. Lo que queremos hacer es hacer la vida más fácil para nuestras amas de casa...”
Nixon: “Se puede comprar esta casa por 14.000 dólares. Y la mayoría de los estadounidenses [veteranos de la Segunda Guerra Mundial] pueden adquirir una por un precio en el rango de 10.000 a 15.000 dólares. Déjeme darle un ejemplo que usted puede apreciar. Nuestros trabajadores del acero, como usted sabe, están de huelga. Pero cualquiera de ellos puede comprar esta casa. [Ya que] ganan tres dólares por hora. Esta casa cuesta 100 dólares por mes, a ser pagados mediante un contrato [a largo plazo] de 25 a 30 años”
Jrushchov: “Nosotros tenemos trabajadores del acero y campesinos que pueden costear un gasto de 14.000 dólares en una casa. Sus casas estadounidenses son construidas para durar sólo 20 años, para que los constructores puedan vender nuevas casas al final. [Por el contrario] Nosotros construimos firmemente. Construimos para nuestros hijos y nietos”
Nixon: “Las casas norteamericanas duran más de 20 años pero, aún así, después de 20 años muchos estadounidenses quieren una nueva casa o cocina. Su cocina ya es obsoleta para ese tiempo... El sistema norteamericano está diseñado para tomar ventaja de las nuevas invenciones y técnicas.”
Jrushchov: “En esta teoría hay ‘gato encerrado’. Algunas cosas nunca se desactualizan. Las casas, por ejemplo. El mobiliario o muebles tal vez sí, pero no las casas. He leído bastante acerca de los Estados Unidos y de las casas estadounidenses, y no creo que esta exhibición y lo que usted dice sea estrictamente preciso”
Nixon: “Bien, hum...”
Jrushchov: “Espero no haberlo insultado”
Nixon: “He sido insultado por expertos. [Por otro lado] todo lo que nosotros [dos] decimos, lo hacemos de buen humor”
Jrushchov: “Los estadounidenses han creado su propia imagen del hombre soviético. Pero él no es como usted(es) piensan. Usted piensa que la gente rusa quedará atónita al ver estas cosas, pero de hecho las casas rusas recientemente construidas ya tienen todo este equipamiento”
Nixon: “Sí, pero...”
Jrushchov: “En Rusia, todo lo que tienes que hacer para tener una casa es nacer en la Unión Soviética. [Así] ya estas habilitado para tener vivienda. En los Estados Unidos, si no tienes dólares, tienes el derecho a elegir entre dormir en una casa o en la acera. Pero aún así usted dice que nosotros somos esclavos del comunismo”
Nixon: “Aprecio que usted es muy articulado y tiene mucha energía (energetic)”
Jrushchov: “Enérgico no es la misma cosa que sabio”
Nixon: “Si usted estuviese en el Senado [estadounidense], lo denominaríamos filibusterer[10] Usted [Jrushchov intenta interrumpirlo] habla mucho y no deja a los otros hablar. Esta exhibición no fue diseñada para asombrarlo, sino para [despertar] su interés. La diversidad, el derecho a elegir, el hecho de que tengamos a 1.000 constructores construyendo 1.000 casas diferentes es la cosa más importante. Nosotros no tenemos una decisión hecha desde arriba por un funcionario gubernamental. Esta es la diferencia”
Jrushchov: “En la política, nunca estaremos de acuerdo con ustedes. Por ejemplo, a Mikoyán le gusta la sopa con mucha pimienta. A mí no. Pero eso no significa que no nos llevemos bien”
Nixon: “Ustedes pueden aprender de nosotros, y nosotros de ustedes. Que exista un libre intercambio. Que la gente elija la clase de casa, el tipo de sopa, la clase de ideas que quieran”
[Se pierde el hilo de la traducción a medida que ambos dirigentes ingresan al estudio de grabación televisivo.]
Jrushchov [En chiste]: “Usted se ve muy enojado, como si quisiese pelearse conmigo ¿Aún está enfadado?”
Nixon [Jocosamente]: “¡Eso es correcto!”
Jrushchov: “... Y Nixon alguna vez fue abogado. Ahora está nervioso”
Nixon [sonriendo y hablando en tercera persona]: “Y todavía lo es” [un abogado]
Otro soviético [le pregunta al líder de la URSS]: “Díganos, por favor, cuáles son sus impresiones generales [acerca] de la exhibición”
Jrushchov: “Está claro para mí que los trabajadores de la construcción no pudieron terminar su trabajo y que la exhibición todavía no está en orden... Esto es lo que son capaces los Estados Unidos, y ¿durante cuánto tiempo han existido? ¿Trescientos años? Ciento cincuenta años de independencia y este es su nivel [de desarrollo]. Nosotros aún no hemos alcanzado 42 años [[[1917]]-1959], y en otro siete años [más] habremos alcanzado a los EE.UU., y después de eso iremos más lejos. Mientras los estemos pasando [superando] les diremos “Hola”, y entonces si ustedes quieren, nos detendremos y les diremos. “Por favor, vengan con nosotros”. Si ustedes quieren vivir bajo el capitalismo, adelante, es su problema, un asunto interno, [que] no nos concierne. Nos lamentaríamos por ustedes, pero realmente no lo entenderían. Ya hemos visto cómo ustedes entienden las cosas”
Otro estadounidense: “Señor vicepresidente, a partir de la que ha visto de nuestra exhibición, ¿cómo cree que va a impresionar a la gente de la Unión Soviética?”
Nixon: “Es una exhibición muy efectiva, y es una que causará una gran cantidad de interés. Yo diría que esta mañana, muy temprano esta mañana, fui a visitar un mercado, donde los granjeros de las afueras de la ciudad traen sus productos para vender. Sólo puedo decir que había gran interés por parte de esta gente, trabajadores, campesinos, etc. Me imagino que, desde ese punto de vista, la exhibición, por lo tanto, ha sido un éxito considerable. Como el señor Jrushchov comenta ahora, [la misma] se encuentra en la tradición que aprendimos a esperar de él de hablar espontánea y francamente cuando se le presenta la oportunidad. Sólo puedo decir que esta es la [clase de] competencia que usted ha descripto tan bien, en la cual usted planean superarnos [a los estadounidenses], particularmente en la producción de bienes de consumo... Si esta competencia es para para brindar lo mejor a nuestros dos pueblos y para la gente de todos lados, que exista un libre intercambio de ideas. Hay algunos casos en los que ustedes [los soviéticos] pueden estar por delante de nosotro, por ejemplo, en el desarrollo del empuje de sus cohetes para la exploración del espacio exterior. En otros casos, como por ejemplo la televisión a color, estamos por delante de ustedes. Pero para que ambos nos beneficiemos...”
Jrushchov [Interrumpiendo a Nixon]: “No, en cohetes los hemos superado, y en tecnología...”
Nixon [Retomando la conversación]: “Usted ve, nunca reconoce nada”
Jrushchov: “Siempre supimos que los estadounidenses son gente inteligente. Gente estúpida no se hubiese elevado al nivel económico que han alcanzado. Pero, como usted sabe, no papamos moscas [literalmente: 'matamos moscas con las fosas nasales']. En 42 años [1917-59] hemos hecho progresos”
Nixon: “No debes temerle a las ideas”
Jrushchov: “Nosotros decimos que son ustedes quienes no deben temerle a las ideas. Nosotros no les tememos a nada....”
Nixon: “Bien, entonces tengamos más intercambio de ellas. Estamos de acuerdo en eso, ¿Correcto?”
Jruchchov [Se voltea hacia un intérprete o traductor y le pregunta]: “¿Ahora, en qué estuve de acuerdo?”
Nixon [Interrumpiendo]: “Ahora veamos nuestras fotografías”
Jrushchov: “Sí, estoy de acuerdo. Pero primero quiero dejar en claro sobre qué estoy de acuerdo. ¿Tengo ese derecho? Sé que estoy tratando con un muy buen abogado. Por lo tanto, quiero ser firme en mi cintura [posición] de minero, para que nuestros mineros digan: ‘Es de los nuestros y no se rinde!’ ”
Nixon: “No hay dudas acerca de eso”
Jrushchov: “Usted es un abogado del capitalismo. Yo soy un abogado del comunismo. Besémosos”
Nixon: “Todo lo que puedo decir, por la manera en que usted habla y domina la conversación usted también sería un buen abogado. Lo que quiero decir es: Aquí podemos mirar la cinta que transmitirá esta misma conversación inmediatamente, y esto indica las posibilidades del incremento de la comunicación [entre los EE.UU. y la URSS] Y este aumento en la comunicación nos enseñará algunas cosas, y a usted(es) también. Porque, después de todo, usted no [lo] sabe todo”
Jrushchov: “Si yo no sé nada, entonces usted no sabe nada acerca del comunismo, excepto por el miedo [a él]. Pero ahora la disputa estará en un terreno desigual. El aparato es de ustedes, y usted habla inglés, mientras que yo hablo ruso. Sus palabras son grabadas en cinta [de video]. Y serán mostradas y escuchadas. [En cambio] Lo que yo le comento acerca de la ciencia no será traducido, y entonces su pueblo no lo escuchará. Esas no son condiciones igualitarias”
Nixon: “No pasa un solo día en los Estados Unidos en que no podamos leer todo lo que usted dice en la Unión Soviética. Y puedo asegurarle: Nunca haga una declaración aquí diciendo que piensa que nosotros no leemos en los EE.UU”
Jrushchov: “Si eso es así, lo vinculo a usted a eso [que acaba de decir]. Deme su palabra... quiero, señor vicepresidente, que me dé su palabra de que mi discurso también será grabado en [doblado al] inglés. ¿Lo será?”
Nixon: “Ciertamente lo será. Y de la misma manera, todo lo que yo digo será grabado y traducido, y será llevado a toda la Unión Soviética. Eso es un trato justo”
[Ambos líderes estrechan sus manos y abandonan la escena, aún hablando entre ellos por medio de sus intérpretes o traductores.]
Fuente: Traducido de Kitchen Debate, citado en el sitio web TeachingAmericanHistory.org.
Referencias
- Todo o parte de este artículo fue creado a partir de la traducción del artículo Kitchen debate de la Wikipedia en inglés, bajo licencia Creative Commons Compartir Igual 3.0. y GFDL.
- ↑ Our Times (“Nuestros tiempos”), Turner Publishing Group, Inc. y Century Books, Inc., Atlanta, 1995 (Versión castellana por parte de Editorial Blume, Barcelona, 1997; edición argentina bajo el título de “El gran libro del siglo”, Grupo Clarín, Buenos Aires, 1998, página 431).
- ↑ Richard H. Shepard, Debate goes on TV over Soviet protest (“El debate sobre la protesta soviética llega a la TV”), The New York Times, 26 de julio de 1959.
- ↑ Agencia Associated Press, Soviet TV shows tape of debate (“La TV soviética muestra la cinta del debate”), publicado por The New York Times, 28 de julio de 1959.
- ↑ News of the week in review (“Revista de las notas de la semana”), The New York Times, 26 de julio de 1959.
- ↑ Moscow sebate stirs U.S. public (“El debate revuelve al público estadounidense”), The New York Times, 27 de julio de 1959.
- ↑ Better to see once (“Es mejor ver una vez“”), Revista Time, edición del 3 de agosto de 1959.
- ↑ Paul Kengor The Vice President, Secretary of State, and Foreign Policy (“El vicepresidente, el secretario de Estado [canciller o ministro de Relaciones Exteriores] y la política exterior”), Political Science Quarterly, Volumen 115, Número 2, verano boreal de 2000, 174-199, página 184
- ↑ Bruce Mazlish. Toward a psycho-historical inquiry: The real Richard Nixon (“Hacia una pesquisa psico-histórica: El verdadero Richard Nixon”, Journal of Interdisciplinary History, volumen 1, número 1, 1970, páginas 49-105.
- ↑ Now the Summit (“Ahora la cumbre”), The New York Times, 3 de agosto de 1959.
- ↑ En la jerga política estadounidense, ese término se refiere a un congresista (diputado -representative- o senador) obstruccionista, durante los debates de los proyectos de ley (bills en inglés).
Enlaces externos
- The Cold War's hot kitchen (“La cocina caliente de la Guerra Fría”), The New York Times, 24 de julio de 1959 (Artículo con motivo del 50 aniversario del debate de cocina).
- Jim Lindner The loss of early video recordings: The Nixon-Khrushchev “Kitchen Debate” (“La pérdida de las grabaciones tempranas: El debate de cocina Nixon-Jrushchov”).
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