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El Víbora
El Víbora fue una revista de historieta española, de periodicidad mensual, que comenzó a publicarse en diciembre de 1979 y desapareció en enero de 2005, tras un total de 300 números y varios especiales. Su lema fue Comix para supervivientes y ciertamente ha sido la más longeva de todas las revistas del denominado boom del cómic adulto en España, sólo superada por El Jueves. También fue una de las más influyentes, al encauzar "por las vías comerciales los cómics alternativos poniéndolos al alcance de todos".[1] Muchos de las historietas publicadas en El Víbora han sido recogidos en álbum por su empresa editora, Ediciones La Cúpula.
Contenido
Trayectoria
El Víbora nació en 1979, a instancias del editor Josep María Berenguer y con el respaldo económico de Josep Toutain, viniendo a satisfacer la demanda de los lectores de las antiguas publicaciones underground de mediados de los años 70, como El Rrollo enmascarado, Star, Ozono o el Equipo Butifarra, ya desaparecidas.[2] En un principio debía llamarse "Goma-3", incluso existe una prueba tipográfica, con ese título, encima de la famosa portada de Nazario. Las autoridades de la época no aceptaron ese nombre por su similitud con un explosivo[1].
En origen, aglutinó a una serie de autores que se habían iniciado en este mundo underground como Gallardo, Mediavilla; Max con Gustavo (nº 1 al , 1979) y Peter Pank (nº 42 al ..., 1983), Montesol/Roger con su serie bélica sobre Emili (nº 12 al 23, 1981); Martí con Taxista en 1980, Nazario con Anarcoma (nº 1 al ..., 1979); Alfredo Pons, y Sento, además de a Josep María Beà, quien abandonaría tras el segundo número debido a la diferencia generacional.[3] Publicó también la obra de autores clave de la historieta underground estadounidense como Robert Crumb o Gilbert Shelton y alternativos, como los hermanos Jaime y Beto Hernández o Peter Bagge; franceses como Martin Veyron o René Petillon e italianos como Tanino Liberatore, con Ranxerox en 1980.
La tirada del primer número, según el editor, fue de 24.000 ejemplares; en los meses sucesivos las ventas fueron creciendo y, en su mejor momento, la revista alcanzó –según algunos comentaristas– tiradas de unos 80.000 ejemplares.
Entre los numerosos especiales publicados por la revista, destaca el dedicado a la intentona golpista del 23-F (1981), en el que El Víbora se atrevió a hacer humor en una situación realmente difícil.
A mediados de los años ochenta se añadieron otros autores españoles, como Jaime Martín y, ya en los noventa, se incorporaron firmas como las de Mauro Entrialgo, Miguel Ángel Martín, Álvarez Rabo o Hernán Migoya.
En los años noventa fue de las pocas revistas que supo capear la crisis de las revistas de historieta, pero se calcula que las ventas habían caído en los últimos años hasta sólo 6.000 ejemplares mensuales, lo que terminó por hacer inviable su continuidad.
Referencias
- ↑ Vázquez de Parga, Salvador, con el seudónimo de Santi Valdés, en Los cómics gay, colección Biblioteca del Dr. Vértigo nº 17, Ediciones Glénat, S. L., mayo de 1998, p. 95.
- ↑ Esto es lo que afirma Juan Maldonado en el artículo Nido de víboras, publicado en Cómics clásicos y modernos, pág. 99. El País. 1987
- ↑ "Josep María Beà, libador neuronal", entrevista al autor realizada por el Señor Ausente, en Mondo Brutto nº 39, mayo de 2008, pp. 91.
Bibliografía recomendada
- Dopico, Pablo. El cómic underground español, 1970-1980. Ediciones Cátedra, 2005;
- Lladó Pol, Francesca. Los Comics de la Transición. Colección Viñetas, de Ediciones Glénat, 2001.
Veáse también
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