- Yongle
-
Yǒnglè (永樂, «Eterna felicidad» (2 de mayo de 1360 en Nankín - 12 de agosto de 1424 en Yumuchuan, Mongolia Interior), cuyo nombre personal era Zhu Di (朱棣, Chu Ti), cuarto hijo del emperador Hongwu, fue el tercer emperador de la Dinastía Ming, y gobernó desde el 17 de julio de 1402 del Imperio Chino.
Su reinado se considera el cénit de la dinastía Ming, ya que durante él se alcanzó la máxima extensión territorial, se mantuvo la economía estabilizada y se emprendió una dinámica política exterior que extendió la influencia de China por gran parte de Asia y África. Sin embargo, la mitad posterior de su reinado comenzó ya a mostrar signos de decadencia, que se acentuarían en los siguientes emperadores.
Entre sus mayores hitos cabe destacar que durante su reinado se realizaron la mayor parte de los viajes exploratorios marítimos del almirante Zheng He, fue terminada la extensa enciclopedia que lleva su nombre y se transfirió la capital de Nankín a Pekín.
Contenido
Orígenes
Su familia era del norte de China y de orígenes humildes (concretamente campesinos). Su padre, Zhu Yuanzhong, fue entregado por sus padres a unos monjes budistas ya que carecían de medios para mantenerlo. Cuando la dinastía mongola o Huan estaba sofocando la rebelión de los Turbantes Rojos se incendió su monasterio. Entonces Zhu Yuanzhong comenzó a reclutar soldados para derrocar la dinastía mongola. Zhu Yuanzhong proclamó la dinastía Ming en 1368, adoptando el nombre de Emperador Hongwu. Poco después caía la capital mongola (Padu, futura Pekín).
Fue el cuarto hijo de los 26 que tuvo Zhu Yuanzhong. Su madre fue la Princesa Ma (1332-82), también madre de los 3 primeros hijos de Zhu Yuanzhong. Otros historiadores afirman que la madre de Zhu Di fue una concubina mongola o coreana de nombre Gong tomada a la fuerza, pero esta hipótesis se considera poco creíble. Zhu Di recibió su nombre a los 7 años.
Zhu Di estaba muy orgulloso de sus padres. Consideró que su padre era enérgico, rápido, nunca perdía una batalla y respetaba a los civiles vencidos. De su madre destacó que era fuerte y trabajadora. Vivieron con humildad (por ejemplo se remendaba la ropa), cosa que el exhaltó.
Los orígenes de la dinastía, humildes y del norte de China, hicieron que Hongwu desconfiara mucho de los literados (pues estos eran cultos y, en general, procedían del sur de China). Yǒnglè heredó parte de esta desconfianza, pues mostró cierta antipatía por las enseñanzas confucionistas, mientras que favoreció a sus rivales en la Corte, en especial a los eunucos.
Carácter
Yǒnglè es descrito de forma ambigua. Para algunos, fue uno de los mejores emperadores de China y destacan su carácter emprendedor y su expansión hacia el exterior. Otros, en cambio, destacan su carácter megalomaníaco (tal vez debido a que fue un usurpador y que así esperaba ganar legitimidad) y el derroche que conllevaron proyectos como los viajes de la Flota del Tesoro, el traslado de la capital a Pekín y las campañas militares. Esa megalomanía, sin embargo, está combinada a veces con una profunda resignación ante las adversidades divinas.
Yǒnglè es descrito varias veces como una persona inteligente, fría y calculadora, aunque en otras ocasiones muestra un carácter mucho más irritable. Se ha especulado con la posibilidad de que sufriera episodios depresivos.
El Principado
En 1370 los primeros diez hijos de Zhu Yuanzhong recibieron un principado (salvo el noveno, ya fallecido, y el primero, heredero al trono). A Zhu Di le correspondió Pekín y fue nombrado Príncipe Yan. Allí, siguiendo las enseñanzas de su tío, el general Fu Younde, comandó la guarnición y apreció la vida de soldado (como uno más, según cuentan sus defensores).
En 1376 se casó por motivos políticos con la princesa Xu.
En 1385 murió el general Xu Da y el general Fu Younde fue a Pekín a cubrir su vacante. Fue entonces cuando Fu Younde entregó a Zhu Di el prisionero de guerra castrado Zheng He, que jugaría un importante papel al servicio de Zhu Di.
Los años de conspiración
En 1398 murió su padre, el Emperador Hongwu. Siguiendo la costumbre china, Zhu Di guardó tres años de luto.
Hongwu había designado a Zhu Biao (1355-1392) como heredero; la muerte de éste hizo que se planteara un problema sucesorio. Existía la opción de nombrar a otro de sus hijos o bien al hijo de Zhu Biao. Se sabe que desde 1390 Zhu Di anhelaba el trono (en ese año cumplió los 30 y, según los confucionistas, a esa edad se debe tener carrera e ideas propias). Sin embargo, a pesar de sus claras aspiraciones al trono, Zhu Di procuró no despertar recelos en su padre. Éste, siguiendo el consejo de los escolásticos, nombró sucesor a Zhu Yunwen (1377-1402), hijo de Zhu Biao. Una vez nombrado emperador, Zhu Yunwen adoptó el nombre de Emperador Jianwen.
Pero el problema sucesorio seguía latente y podía estallar en cualquier momento una rebelión. Para prevenirlo se tomaron diversas medidas:
- El emperador fallecido solía dejar por escrito sus últimas voluntades. En el caso de Hongwu se materializaron bajo las Instrucciones de sus Antepasados, que fue reescribiendo con el tiempo para adaptarlas a las circunstancias.
- La mayor parte de las tropas estaban bajo control directo del Emperador, en el centro del país.
- Los jefes militares tenían la obligación de dejar a sus familias en la capital, Nankín.
Las Instrucciones de sus Antepasados permitían a Zhu Di un poder casi absoluto en Pekín (sólo superado por el del Emperador), pero le dejaban con poco poder fuera de ella, hasta el punto de tener prohibida la visita a sus hermanos o tener que pagarse su estancia en Nankín en caso de viajar a la ciudad.
En 1388 hubo guerra contra los mongoles. A pesar de las victorias, el general Feng Sheng es castigado por su crueldad. El respeto por los vencidos del que hizo gala logró que pudiera atraerse para sí los restos del ejército mongol.
En 1395 murió el segundo hijo de Hongwu, Zhu Shuang (Príncipe Qin).
El joven emperador Jianwen conocía el peligro que corría su trono pero, asesorado por los no muy juiciosos Qi Tai y Huang Zicheng, sus medidas no lograron evitar la rebelión. Jianwen pretendía copiar la estrategia seguida por el Emperador Jindi (de la Dinastía Han) que consistió en ir retirando las competencias de sus rivales yendo del más débil al más fuerte, de tal modo que sólo les quedaran dos opciones: doblegarse o rebelarse en circunstancias desfavorables. Sin embargo no tuvieron en cuenta que en esta ocasión las circunstancias eran diferentes.
Jianwen prohibió a Zhu Di acudir al funeral de su padre, aunque éste pudo enviar a sus hijos en su representación, que se quedaron como "invitados" en Nankín. Además Jianwen cercó Pekín con fuerzas leales a él.
Zhu Di también movió sus fichas. Hizo correr el rumor de que el padre de Jianwen, Zhu Biao, era hijo de una concubina. Sin embargo, a principios de 1399 parecía que no tenía ninguna opción de rebelarse contra Jianwen y en breve sería destituido de su cargo como comandante de las fuerzas de Pekín.
La guerra civil
Estallido
Como último recurso, Zhu Di hizo creer que había enloquecido. Creyendo que ya no era un peligro y siguiendo a sus consejeros, Jianwen liberó a sus hijos en Nankín, lo cual fue un grave error ya que a partir de entonces Zhu Di ya no tuvo ningún motivo para ocultar sus intenciones.
Se ha discutido si Zhu Di buscó la guerra o fue obligado a ella. En todo caso, el intento de arresto de gente de su corte en Pekín por mensajeros de Jianwen fue la excusa para el estallido de la rebelión. Era el 6 de agosto de 1399.
Estrategia inicial de ambos bandos
El ejército rebelde de Zhu Di contaba con unos efectivos muy inferiores al del ejército lealista de Jianwen. Sin embargo, contaba con tropas experimentadas en el combate contra los mongoles, por no decir que también había mongoles entre sus filas. El propio Zhu Di había contado con un buen adiestramiento en el arte de la guerra y con sus dotes de mando, que le llevaron a conducir personalmente las tropas, se había asegurado la lealtad de sus soldados. Los rebeldes tomaron rápidamente la iniciativa. Para paliar su inferioridad numérica, el ejército rebelde utilizó maniobras de distracción: aparentaban dirigirse hacia un sitio para después, en un rápido movimiento, aparecer en otro. Así lograron enfrentarse con ejércitos lealistas inferiores, mientras eludían los más poderosos.
En cambio los lealistas -dirigidos inicialmente por Li Jinglong- pensaban que, dada su superioridad en recursos, el tiempo jugaba a su favor, por lo que prefirieron esperar y acumular un enorme ejército con el que aplastar a los rebeldes.
Cronología de la guerra
Los lealistas esperaban terminar rápidamente con la rebelión atacando directamente Pekín. Tras ser rechazados, fueron los rebeldes los que tomaron la iniciativa. Un año después (1400) los lealistas lanzaron una gran ofensiva contra los rebeldes, que fracasó. A pesar de todo los lealistas lograron retomar la iniciativa un año después (1401), gracias al nuevo jefe militar Sheng Yong, aunque su ofensiva no logró doblegar a los rebeldes. En 1402 los rebeldes lanzaron un ataque directamente contra la capital, que cayó sin mucha resistencia.
La secuencia detallada de acontecimientos es:
- 06-08-1399 Zhu Di ordena a las tropas bajo su mando no acatar las órdenes de Jianwen. El nuevo ejército recibe le nombre de Ejército Supresor de Problemas.
- 09-08-1399 Las tropas de Zhu Di toman Jizhou.
- 17-08-1399 El general lealista Song Zhong muere en Huailai y sus tropas se pasan al bando de Zhu Di. El general lealista Guo Liang se rinde en Lulong.
- 1399 Mientras Zhu Di está reclutando mongoles, las fuerzas lealistas atacan Pekín. Esta fue defendida con éxito por el primogénito de Zhu Di, Zhu Gaozhi (futuro emperador Hongxi), que sorprendió a todos por su buena defensa, ya que era un joven gordo y sin interés por la actividad física) y el eunuco Zheng He.
- 05-1400 Los lealistas contraatacan, pero pierden la batalla y, con ella, sus provisiones en Hebei. Sólo el buen hacer del gobernador de Shandong, Tie Xuan, y del nuevo jefe del ejército, Sheng Yong, contuvieron a los rebeldes.
- 01-01-1401 Sheng Yong vence a los rebeldes en Dongchang.
- 04-1401 Sheng Yong vence a los rebeldes en Baoding.
- 06-04-1401 Sheng Yong se ve obligado a retroceder a Dezhou debido a una fuerte tormenta.
- 06-1401 Los rebeldes destruyen los almacenes de grano de Jiangsu.
- 1401 Los rebeldes atacan Datong y Yongping. Aunque el ejército lealista sigue siendo más numeroso, los rebeldes están en condiciones de lanzar su gran ofensiva.
- 15-01-1402 Los rebeldes inician una ofensiva por sorpresa sobre Nankín. Cruzan el río Huanghe y hasta llegar al Yangtsé no encuentran resistencia.
- 09-06-1402 Los ejércitos lealistas, concentrados en el Yangtsé bajo el mando de Sheng Yong, son derrotados por los rebeldes.
- 03-07-1402 El jefe lealista Chen Xuan se rinde y proporciona una flota a los rebeldes con la que cruzar el Yangtsé. Los rebeldes, en vez de asaltar Nankín (defendida aún por 200.000 soldados) marchan sobre Zhengjiang, donde consiguen abundantes provisiones.
- 13-07-1402 Los rebeldes marchan sobre Nankín. A pesar de sus grandes defensas, logran que el jefe lealista Li Jinglong abra las puertas de la capital. No se conoce con seguridad el paradero de Jianwen, pero se supone que ha muerto quemado.
- 17-07-1402 Tras haber visitado la tumba de su padre, Zhu Di asume el trono y toma el nombre de Emperador Yǒnglè.
Primeras medidas como Emperador
Como emperador, Yǒnglè tomó una serie de medidas encaminadas a aliviar los sufrimientos de la población, pues el país estaba devastado tras la guerra civil. Eso se traduce especialmente en menores impuestos, que quedan reducidos hasta la mitad en algunas zonas.
Yǒnglè también dio órdenes de no vengarse de los enemigos, concedió una amplia amnistía e incluso recolocó a algunos oficiales. A pesar de todo, hubo purgas. Como ejemplo, unos 1000 oficiales fueron ejecutados.
Características generales del reinado de Yǒnglè
Yǒnglè cambió la organización del Estado, formando así el germen de lo que sería el absolutismo Ming. Creó un Gran Secretariado, una policía secreta y concedió gran importancia a los eunucos. Esto último deriva del hecho de que el Emperador Jianwen había limitado el poder de los eunucos, por lo que estos vieron con buenos ojos a Yǒnglè y se pusieron a su servicio.
Yǒnglè no se repuso nunca de la dudosa forma con la que había accedido al trono. Como todo usurpador quería disipar las dudas sobre quién era el legítimo soberano. Es probable que eso influyera en su política, que fue muy dada a las empresas faraónicas (expediciones navales de Zheng He, traslado de la capital a Pekín, intento de construcción de un enorme monolito en memoria de su padre, etc.).
Economía
Tras la guerra la situación económica del Imperio era desastrosa. Sin embargo, tras unos pocos años, la economía mejoró notablemente.
El sistema fiscal era muy rígido. Dividió a la población en campesinos, soldados y artesanos, cuya categoría tenía carácter hereditario. Cada una de estas clases tenía una fiscalidad diferente. Con el tiempo, la gente que intentaba salir de su clase social intentó eludir o mentir en el censo, motivo por el cual se considera a los censos Ming de los peores de la historia de China.
La piedra angular del sistema fiscal era el lijin, que se aplicaba a los campesinos. Consistía en que la unidad fiscal eran 10 familias, que se suponía debían vigilarse entre sí ya que la responsabilidad ante el Estado era conjunta. El sistema estaba supervisado por los propietarios ancianos (lilao), que ejercían como líderes locales, por lo que se precisaba el apoyo de éstos. Se estableció que un tercio de la producción debía ir al Estado (a eso se lo llamaba choufen: "extraer y dividir").
Los mejores artesanos tenían la obligación de trabajar una temporada al año en los talleres imperiales como forma de tributo (de hecho, incluso se les compensaba económicamente por su trabajo). No obstante, poco a poco, los artesanos fueron prefiriendo pagar impuestos en vez de pagar con su trabajo.
El comercio se articulaba de dos formas:
- Tributo: intercambio de regalos con el Emperador. Generalmente, este intercambio resultaba deficitario para China ya que se pretendía, a cambio, que los reinos extranjeros aceptaran a China como legítima soberana.
- Comercio: en el comercio propiamente dicho el mercader pagaba el 6% del valor de su mercancía al superintendente del puerto (un eunuco) y el 60% al Emperador, mientras que el resto podía venderlo a mercaderes con licencia. Yǒnglè consideraba muy ventajosa esta forma de conseguir ingresos, pues no producía cargas fiscales sobre los campesinos.
La recaudación total fue de unos 32 millones de "pículos" al año. No obstante, al final de su reinado la producción empezaba a decaer a pesar de los intentos por elaborar mejores censos y repoblar las tierras.
Ejército
El ejército contaba con 1'8 millones de soldados. Estaban organizados en:
- Baihusuo (compañía): 112 soldados.
- Qianhusuo (batallón): 1120 soldados.
- Weisuo (unidad de combate): 5600 soldados.
Para asegurar que estos elevados efectivos no supusieran una onerosa carga para las arcas del Imperio se establecieron colonias militares (tuntian), en las que los soldados trabajaban la tierra para asegurarse su sustento. En las fronteras los soldados ocupaban el 30-40% del tiempo en tareas militares, mientras que el resto lo dedicaban a procurarse alimento. En el interior el tiempo dedicado a faenas militares era ún más bajo, sólo un 10-20%. Este sistema funcionó muy bien al principio, produciendo unos 10 millones de pículos al año, con lo que el ejército no sólo no necesitaba alimentos sino que era excedentario. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del reinado de Yǒnglè, la producción cayó a la mitad, por lo que se hizo preciso que el Estado enviara suministros al ejército.
Poder Judicial
Yǒnglè promovió medidas para evitar las falsas acusaciones. A la quinta acusación que se demostrara falsa, el delator era castigado con cien latigazos. A la séptima era condenado otra vez a cien latigazos y el exilio. El sistema funcionó bastante bien y se mantuvo sin cambios substanciales durante toda la dinastía.
Gran parte de la labor de información la realizaban los eunucos y su Guardia de Uniforme. Las sentencias debían ser revisadas por la Dalisi (Corte de Revisión Judicial).
Cultura
Tal vez por el temor a ser recordado como un bárbaro usurpador, Yǒnglè promovió las recopilaciones culturales (fruto de lo cual nació la Enciclopedia Yǒnglè) y revitalizó el confucionismo. La Emperatriz Xu colaboró en ese florecimiento cultural, dinamismo inusual en una mujer china.
Durante su reinado se construyó la Torre de Porcelana en Nankín, con materiales conseguidos gracias a los viajes de Zheng He. La torre fue destruida durante la rebelión de los Dai Ping.
Yǒnglè intentó construir un inmenso monolito en memoria de su padre. Sin embargo, resultó tan grande que fue imposible moverlo de la cantera.
Religión
No mantuvo una política religiosa clara. En general intentó contentar a las religiones mayoritarias de China (confucionistas, taoístas, budistas y musulmanes). Aunque hizo simpatías con algunos monjes budistas e intentó extender el budismo en las fronteras -pues es una religión que fomenta el pacifismo- lo combatió en el interior del país ya que no le gustaban las fiestas budistas y prohibió a los hombres menores de 40 años ingresar en los monasterios budistas. Censuró los actos cometidos contra el Islam (provocados por el hecho de que en la anterior dinastía los recaudadores de impuestos habían sido musulmanes) y situó a uno de ellos, el eunuco Zheng He, entre sus más fieles lugartenientes.
Es difícil saber si Yǒnglè fue realmente una personal espiritual o sólo utilizó la religión para sus propios fines.
A partir de su entronización Yǒnglè fue más consciente de su "divinidad". Para evitar perder el Mandato del Cielo se sometió a ritos de abstinencia sexual y ayuno. También evaluaba los desastres naturales como un indicio de que había perdido el Mandato del Cielo.
Política exterior
Diplomacia
Yǒnglè inició una gran actividad diplomática con el extranjero. Creó un gran cuerpo de diplomáticos, que fueron enviados al extranjero en 1408. Se enviaron delegaciones a muchos reinos, entre ellos Tíbet, Nepal, la corte de Tamerlán, Japón, Siam, Arabia, etc. En total se cuentan hasta 65 expediciones diplomáticas. Esta política chocó con la oposición de los confucianistas, que predicaban el aislacionismo, por lo que fue confiada en gran medida a los eunucos. Los sucesores de Yǒnglè, salvo Xuande, no mantuvieron esta política de apertura.
Las Flotas del Tesoro
Yǒnglè había heredado una importante flota de su padre. Además, la organización de grandes armadas o de expediciones navales no era algo extraño en la historia china. Sin embargo en esta ocasión las flotas enviadas destacaron por su enorme tamaño y por la extensión de sus viajes. Algunas expediciones llegaron a contar con 300 navíos y los barcos más grandes (Bao suchuan, "Barcos del Tesoro") alcanzaban 150 metros de largo. Se realizaron 6 expediciones mayores, de las cuales 5 fueron comandadas por el eunuco musulmán Zheng He como máximo comandante naval. Buques chinos visitaron Indochina, Indonesia, Sri Lanka, la India, Arabia y África oriental, trayendo de retorno objetos, maderas, metales preciosos, maderas exóticas y animales raros. Gracias a ello, China dominó esos mares durante el reinado de Yǒnglè, eliminando la piratería del Mar de China y estableciendo intensas relaciones diplomáticas, tributarias y comerciales.
Sin embargo, los sucesores de Yǒnglè no mostraron interés en proseguir esa política de grandes expedisionaes navales, que consideraron despilfarradora por cuanto el costo de enviar las flotas no era compensado por el valor de los objetos traídos en el viaje de vuelta; la última expedición se organizó bajo el reinado del emperador Xuande. A partir de allí la armada china se redujo tanto que a finales del siglo XV las costas chinas eran una presa apetecible para los woukou (piratas, mayoritariamente japoneses).
Anam
Anam (actual norte de Vietnam) había sido anexionado por la dinastía Han y permaneció intermitentemente bajo dominio chino hasta la dinastía Tang. Los anameses repelieron diversas invasiones de la dinastía mongol china en el siglo XIII, por lo que dieron la bienvenida a la nueva dinastía Ming.
Los anameses intentaron expandirse hacia el sur, donde se hallaba el reino de Cham. Sin embargo, tras la guerra (1377-1383), fueron los chamenses quienes vencieron a los anamenses e instauraron su régimen. El rey de Cham, Le Qui-ly quería proseguir su expansión hacia el norte, donde se encontraba China. Debido a eso en 1407 anameses y chinos aunaron fuerzas y expulsaron a los invasores. Los chinos llamaron a su nueva provincia Jiaozhi.
No obstante, los anameses no resultaron tan fáciles de asimilar como esperaban los chinos. Llevaban cuatro siglos de independencia y algunas medidas chinas (que afectaban incluso al peinado y vestimenta) les soliviantaron. Ya durante el reinado de Yǒnglè hubo rebeliones, combinadas con tácticas de guerrilla.
Yǒnglè pasó a sus sucesores el problema de Anam. Tras su muerte y la de su breve sucesor, Hongxi, el nuevo Emperador Xuande decidió abandonar la provincia en 1426.
Mongoles
Tras la caída de la dinastía Yuan, los mongoles estaban divididos. No obstante, su ejército aún se componía de decenas o centenares de miles de soldados y conservaban el sello imperial de la primera dinastía China.
Yǒnglè utilizó la estrategia Han de yizi zhiyi (usar bárbaros contra bárbaros). Además consideraba que, al contrario de otras razas, se podía sinizar a los mongoles. Para ello incorporó mongoles en el ejército, se atrajo a algunas tribus y casó princesas chinas con líderes mongoles.
Para aquellas tribus que no pudieran asimilarse o convertir en amigables, optó por emplear la fuerza militar. Emprendió cuatro expediciones militares (1410, 1414, 1421 y 1423) en las que participó personalmente. La primera resultó un éxito, pues se realizó en invierno y los chinos lograron caer sobre los tártaros por sorpresa. Sin embargo, paulatinamente, los mongoles aprendieron a esquivar los ejércitos chinos y las otras tres expediciones punitivas no lograron eliminar el poder de los Oirat. Yǒnglè murió aproximadamente el 12 de agosto de 1423 en la cuarta campaña, mientras estaba volviendo a Pekín.
Yǒnglè dejó el problema mongol sin resolver. Sus sucesores no mostraron interés en proseguir las expediciones punitivas y el poder mongol creció hasta el punto de capturar al Emperador Zhengtong en 1449.
Tamerlán
Yǒnglè intentó establecer relaciones diplomáticas con Tamerlán. Sus delegaciones, que contaban con cientos de personas, fueron recibidas con desprecio, hasta el punto de que se llegó a ejecutar a algunos delegados. Los Ming permanecieron impasibles y siguieron enviando delegaciones. Por su parte Tamerlán inició preparativos para una invasión a gran escala de China, algo de lo que los chinos no llegaron a tener constancia. Sin embargo Tamerlán murió en 1405, cuando ya se encontraba de camino a China, y sus sucesores fueron incapaces de culminar el plan.
Japón
Los japoneses se mostraron muy interesados en mantener comercio con China, hasta el punto de que se tuvo que autorizar a los japoneses el envío de más expediciones comerciales. Los piratas japoneses fueron mantenidos a raya mediante la poderosa flota naval. El shōgun Ashikaga Yoshimitsu (1358-1408) envió desde 1401 expediciones tributarias a China, pero su hijo dejó de hacerlo a partir de 1410. Tras la muerte de Yǒnglè el poder de los piratas japoneses aumentó considerablemente, hasta suponer un problema de primer orden a finales del siglo XV.
Otros
Los coreanos mantuvieron muy buenas relaciones, enviando hasta 4 o 5 delegaciones diplomáticas al año a China e imitando la organización del estado Ming. Es también notorio el envío de concubinas coreanas a la Corte Ming.
Con Tíbet hubo buenas relaciones. Intercambio de té chino por caballos tibetanos.
Traslado de la capital
Una de las decisiones más importantes de Yǒnglè se tomó en 1403, cuando ordenó el traslado de la capital de Nankín a Pekín. Existen diversos motivos por los que tomó esta decisión:
- Él había sido Príncipe Yan en esa ciudad y cabe suponer que le tenía cierto cariño.
- Pekín ya había sido capital durante la dinastía Yuan.
- Yǒnglè quería tener el centro político del Imperio en el norte para mantener a raya a los mongoles.
- El sur de China había sido tradicionalmente más culto, algo que Yǒnglè repudiaba en parte debido a los humildes orígenes de la dinastía.
El traslado tenía, no obstante, dos graves inconvenientes. El primero era que era preciso construir nuevas instalaciones para la Corte en Pekín, lo que conllevaba un gasto considerable. Además, para alimentar a la gran capital iba a ser preciso que se trajeran víveres del sur. Al principio eso se consiguió mediante cargueros marítimos. Sin embargo el ministro de obras públicas Song Li abogó por la reapertura del Gran Canal, lo que salía mucho más económico (según él unas cuatro veces más).
Los trabajos de construcción de la Ciudad Prohibida comenzaron en 1406 y se completaron en 1421. Cuatro meses después un incendio destruyó cuatro de los nuevos edificios. Yǒnglè interpretó eso como que estaba perdiendo el Mandato del Cielo y dio marcha atrás en algunas medidas que había adoptado recientemente, además de cancelar algunas celebraciones.
La sucesión
Los tres primeros hijos de Yǒnglè nacieron de la Emperatriz Xu:
- Gaozhi: Por ser el primogénito, fue el "heredero designado" desde 1404. Era muy humano e interesado en la literatura. Su primer hijo era el nieto favorito de Yǒnglè.
- Gaoxu: Era alto, fuerte y atlético y distinguido militar, motivos por los cuales Yǒnglè lo veía como el más capacitado para sucederle en el trono.
- Gaosui: Considerado mediocre.
Algunos, como el general Qiu Fu (fallecido en 1409) intentaron que el heredero fuera Gaoxu, pues lo consideraban más competente. Sin embargo Yǒnglè, aconsejado por los confucionistas de que era mejor seguir la línea sucesoria por primogenitura, nombró heredero a Gaozhi.
Yǒnglè siguió la misma política que su padre y despachó a sus hijos a regiones militares pero Gaoxu, viendo que se esfumaban sus aspiraciones al trono, no quiso marchar a su región (Yunnan). En 1416 Yǒnglè le ofreció entonces la región de Shandong, que Gaoxu tampoco aceptó. Ante esta nueva negativa Yǒnglè reprendió severamente a su hijo y llegó a encerrarle en prisión.
Mausoleo
Yǒnglè fue enterrado en un gran mausoleo en Chang-Ling, al noroeste de Pekín. De este mausoleo destacan una avenida con estatuas de animales y la gran escultura de Yǒnglè.
Fuentes
- "Perpetual Happiness (The Ming Emperor Yǒnglè)" Shih Shan Tsai, Washington University Press, ISBN 978-0-295-98124-6
- "Science and Civilization in China", Volume 4 Part III (Civil engineering and nautics), Joseph NEEDHAM, Wang LING & Lu GWEI-DJEN, Cambridge University Press, Cambridge, 1971, ISBN 978-0-521-07060-7
- "When China ruled the seas", Louise LEVATHES, Oxford University Press, Nueva York, 1994, ISBN 0-19-511207-5
- "Zheng He and the Treasure Fleet", Paul ROZARIO, SNP International, 2005, ISBN 981-248-090-0
Véase también
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre YongleCommons.
Categorías:- Emperadores de China
- Dinastía Ming
- Nacidos en 1360
- Fallecidos en 1424
Wikimedia foundation. 2010.