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Folclore veleño
Una de las manifestaciones más autóctonas de la cultura campesina en Colombia se desarrolló en la provincia de Vélez Santander, conocida por los "bocadillos veleños" y por autodenominarse como: La Capital folclórica de Colombia.
Contenido
Baile
La guabina veleña se caracteriza por el canto a cappella a dos voces, alternando con trinares del tiple o requinto y tiene su origen en las tribus indígenas que habitaron la zona, chipataes, cocomés y agataes, que cantaban estribillos acompañados de melodías de flautas de caña de castilla e instrumentos de percusión: zambumbias, carracas de burro, cucharas, chuchos, alfandoques, etc. En la actualidad son populares cerca de 20 estribillos en la provincia, cultivados por familias "Guabineras" que son el soporte de esta tradición desde mucho antes que instituyeran festivales y apoyos departamentales.
A la llegada de los españoles se introdujeron instrumentos de cuerda. El torbellino tiene como base armónica la sucesión de tres notas musicales en el tiple acompañante y virtuosas digitaciones para la melodía en tiple y requinto.
Uno de los hechos más notables del folclore veleño, es la gran difusión en las escuelas de primaria y bachillerato de la provincia. Se han instituido academias públicas y privadas para el aprendizaje del tiple y el requinto, permitiendo a las nuevas generaciones adquirir destrezas en la ejecución de bambucos, pasillos fiesteros y otros géneros instrumentales.
Igualmente el baile del torbellino goza de gran popularidad en los diferentes festivales de la provincia, siendo esta danza un fino coqueteo que se caracteriza en algunas regiones por la elegancia, los pasos rápidos y cortos y la majestuosidad en los movimientos. Las coreografías más conocidas son: torbellino sencillo, el trés, el cuatro, la copa y el moño. Siendo este último muy popular por la picardía de las coplas, y tiene como característica especial, que es el único mano a mano de coplas a nivel nacional, donde participan un hombre y una mujer.
Vestuario
La "vestimenta" de la mujer se compone de una blusa bordada en el cuello, típicamente blanca, rosada o roja, un pañolón o "chal", y una falda negra de muchos prenses que llega hasta los tobillos. Para darle volumen a la prenda se usan enaguas blancas. Como accesorio, la mujer lleva una cinta negra que amarra a su cuello con un escapulario o una medalla.
El hombre acostumbra a llevar una camisa de una tela muy gruesa llamada "cotona", adornada con un pectoral bordado y el pantalón negro. Como accesorios lleva una pañoleta roja o "rabo e´gallo", una ruana y unos pantaloncillos largos que "remanga" con los pantalones. Lleva también una correa de cabuya, de donde cuelga un chucho para llevar el guarapo, y una vara de donde cuelga una cuerda de cuero torcido, llamada "perrero". Las alpargatas son de suela de fique y se amarran con unos cordones llamados "galones"; sin embargo los campesinos acostumbran a hacer sus labores descalzos.
Fiestas
En la región el festival más representativo es "El festival de la guabina y el tiple" siendo éste la continuación de las antiguas "fiestas riales" en honor de la Virgen de las Nieves, que se celebran en la primera semana de agosto. También hay festivales en municipios aledaños: Bolívar, Puente Nacional, Jesus María, Guavatá, Chipatá y La Paz.
En transcurso del festival se realiza el concurso "Nuevas generaciones del Tiple y el requinto", igualmente "la parranda veleña", donde las familias vestidas con sus trajes típicos desfilan con instrumentos de música y con "piquetes Veleños", que son canastos con yuca, bore, papa, malanga, güatila, arracacha y carne de res, cerdo o "jara". Para darle sabor al "piquete" todo se mantiene y se sirve en hojas de plátano y se acompaña con "ají", picante más fuerte que el chile Mexicano. Todo esto era usual en las "rozerias" y "Moliendas", donde se trabajaba la tierra para la siembra del maíz y se molía la caña de azúcar respectivamente. Tampoco puede faltar el guarapo y la chicha, bebidas que nos recuerdan el origen precolombino de esta gran tradición y que se siguen sirviendo en "totumas" de calabazo. Durante la "parranda veleña" la chicha y los piquetes se comparten entre familias amigas y turistas. También es muy popular el desfile de las flores, siendo uno de los más representativos del país por la calidad y trabajo de las carrozas.
El festival finaliza con la premiación a los grupos folclóricos ganadores, en una noche de gala donde los músicos más virtuosos del tiple y del requinto en colombia deleitan a más de 20.000 personas en el parque del folclore.
Un gran estudioso de este fenómeno cultural es el maestro Guillermo Abadía Morales, quien es de los folcloristas más reconocidos del país por su trabajo con etnias indígenas y campesinos.
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Categoría: Folclore de Colombia
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