- Gremialismo
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El gremialismo es una corriente de pensamiento que sostiene que todo recto ordenamiento social debe basarse en que las sociedades intermedias entre las personas y el estado, libremente generadas y conducidas por sus integrantes, cumplan los fines propios y específicos de cada una de ellas (y no otros).[1]
En Chile el gremialismo fue el sustento doctrinario del movimiento liberal-conservador que lideró la oposición a la reforma universitaria impulsada por grupos de izquierda y centro.
En algunos países hispanoamericanos también se emplea como sinónimo de sindicalismo.
Contenido
Doctrina y principios
El fundamento doctrinario del gremialismo se apoya en cuatro principios fundamentales:
- Reconoce al ser humano, poseedor de una dignidad inviolable y de un destino trascendente. Tanto su ser, como su fin son superiores al de cualquier sociedad de orden temporal. El hombre es capaz de agruparse para poder realizarse como persona. El estado, en consecuencia, debe estar al servicio de la persona humana y no al revés.
- Toda institución humana tiene una finalidad propia y específica. Cada agrupación humana puede determinarse objetivamente, sin necesidad de recurrir a ideología política alguna.
- Toda sociedad por definición, es apta para alcanzar por sí misma esa finalidad propia y objetiva: "autonomías sociales". Encaminarse libremente al propio fin específico.
- Tanto las ideologías como los partidos políticos han de situar su acción a nivel de la conducción del Estado.
Historia del movimiento gremial en Chile
Fue fundado como un movimiento universitario en 1967 por el intelectual liberal-conservador, Jaime Guzmán Errázuriz al interior de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en oposición a la reforma universitaria que se gestaba en dicha casa de estudios. Guzmán lideró la resistencia a la ocupación de la casa central por parte de grupos reformistas de izquierda y centro; y, a su vez, intentó tomar por su cuenta la universidad para revertir el inminente triunfo de los reformistas. Aunque fracasó, a raíz de estos hechos cobró existencia el movimiento gremial.
El fundador del movimiento gremial, Jaime Guzmán, fue formado por el Padre Osvaldo Lira en el tradicionalismo católico, el cual es un tipo de corporativismo horizontal. Si bien finalmente el gremialismo representa una ruptura con el tradicionalismo, es influenciado por éste a través de su fundador en el énfasis que se da a las sociedades intermedias, énfasis que proviene a su vez de la Doctrina Social de la Iglesia. En los textos doctrinarios del gremialismo es fácil reconocer la influencia de la filosofía aristotélico-tomista en el especial énfasis que se da al cumplimiento de los fines de las sociedades intermedias.
Los gremialistas ven una fuerte influencia de los partidos políticos (principalmente de la Democracia Cristiana) en el movimiento reformista y plantean que la FEUC, como cuerpo intermedio, debe ser autónomo, es decir mantenerse independiente de influencias políticas externas (entendiendo a la política sólo como la "conducción del estado"), puesto que éstas instrumentalizarían al estudiantado.
El gremialismo es el sustento de movimientos con más de cuarenta años de historia, como lo es el Movimiento Gremial de la Universidad Católica (MG UC), y sigue ejerciendo influencia en la vida universitaria, a tal punto, que junto con la consolidación de la organización original, se han creado símiles en otras universidades, como la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad de Chile ("La Chile Para Todos"), Universidad de Concepción, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad Austral de Chile, Universidad Alberto Hurtado ("Vive!"), Universidad Bernardo O'Higgins, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad Diego Portales (Crea UDP) y en la Universidad Adolfo Ibáñez (MG UAI).
Defensa de la acusación de Corporativismo
El movimiento gremial es la materialización del quiebre de Guzmán con la doctrina de su formador, el Padre Osvaldo Lira. Por otro lado es perfectamente posible que haya existido gremialistas que no hayan tenido un actuar doctrinariamente responsable y consecuente.
En el libro "El gremialismo y su Postura Universitaria",[2] el cual es utilizado para formar a las nuevas generaciones de gremialistas, se señala que el gremialismo se diferencia del corporativismo por tres razones:
- Radicar en las entidades regionales y gremiales la tarea de legislar o gobernar, conduciría por el contrario a que ésta fuera permanente compadrazgo entre intereses particulatres, donde los más poderosos pactarían siempre en desmedro de los más débiles.[3]
- Si el gremialismo busca la despolitización de las agrupaciones regionales y gremiales, mal podría aceptar un sistema que - como el corporativismo - incentivara su politización, porque es evidente que al ser transformadas dichas entidades intermedias en fuentes de generación de las autoridades políticas, resultaría explicable y hasta justo que sus integrantes procuraran orientar todo su funcionamiento y decisiones conforme a la doctrina pólítica de cada cual.[3]
- El corporativismo tiene siempre implícita la supresión de los movimientos o partidos políticos como únicas agrupaciones válidas para intervenir en la generación de las autoridades políticas.[3]
Para el gremialismo, los partidos políticos deben plantear sus ideas en torno a la conducción del estado, pero no intervenir contra la autonomía de los cuerpos intermedios. Si bien jamás ha buscado la desaparición de los partidos políticos, el que Guzmán haya fundado un partido político es evidencia de ello, si cree en la necesidad de limitar su campo de acción e intervención, lo cual le ha valido la crítica de tener una visión restringida de lo que implica la política.
Relación con la Unión Demócrata Independiente
Jaime Guzmán fundó en 1983 la Unión Demócrata Independiente:
Cada uno de los Movimientos Gremiales que existen en los diversos cuerpos intermedios son completamente autónomos de la Unión Demócrata Independiente y de cualquier otro partido o agrupación política. La UDI no pretende influir en ellos ni a través de sus dirigentes ni corporativamente, y los Movimientos Gremiales no tienen por objetivo formar dirigentes para que se integren a ése o a otro partido. Por lo tanto, quienes pertenecen a algún Movimiento Gremial son absolutamente libres de ingresar después a un partido específico o de permanecer como independientes. Si muchos gremialistas llegan a militar en la UDI, ello se debe a que ese partido contiene el gremialismo en su Declaración de Principios y a que Jaime Guzmán fundó ambas organizaciones, cada una con su fin propio. En este sentido, los militantes de la UDI están obligados por su doctrina a ser gremialistas en los cuerpos intermedios en los que participen, pero ningún gremialista está obligado a pertenecer a la UDI
Jaime GuzmánReferencias
Véase también
Enlaces externos
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