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Guerra civil de Angola
Guerra civil de Angola Parte de Guerra Fría
Guerra de la frontera de SudáfricaFecha 1974-2003 Lugar Angola Resultado Victoria del MPLA. Desaparición de los demás movimientos guerrilleros y comienzos de un régimen democrático. Beligerantes Angola (MPLA)
Cuba
SWAPOUNITA
Sudáfrica
Zaire
FNLAComandantes Agostinho Neto†
José Eduardo Dos Santos
Arnaldo Ochoa(1975-89)
Leopoldo Cintra(1989-91)
Sam NujomaJonas Savimbi†
Magnus de Merindol (1976-80)
Constand Viljoen (1980-85)
Johannes Geldenhuys (1985-89)
Mobutu Sese Seko
Holden RobertoFuerzas en combate 200.000[1]
40-52.000 (1988)
1.000 tanques
50 aviones
¿?
5.000 mercenarios[2]90.000
20.000 (1988)
5-6.000Bajas 500.000-1.550.000 muertos aprox.
2.077 muertos
11.000 muertos
2300 muertos
600 muertosLa Guerra civil de Angola (1975 - 2002) fue el conflicto más largo de África y uno de los más largos de la Guerra Fría. Se libró como una escalada de la guerra de liberación de Angola del colonialismo portugués, que enfrentó a varios movimientos angolanos antagonistas, y a sus aliados respectivos.
El conflicto de Angola enfrentó al gobierno del MPLA y sus aliados de Cuba y la SWAPO, que luchaba por la independencia de Namibia, contra UNITA, el FNLA, Sudáfrica y Zaire. Además los primeros recibieron apoyo de asesores y material soviético y los segundos asesores y material de Estados Unidos, China; además de mercenarios occidentales.
La contienda comenzó por el rechazo del FNLA a compartir el poder con el MPLA, pero se perpetuó por el apoyo internacional a cada uno de los bandos: y luego por la negación de Jonás Savimbi de aceptar los resultados electorales. La guerra terminó sólo tras la muerte de éste, dejando 500 000 muertos, cuatro millones de refugiados y unos 100 000 mutilados, especialmente por las minas antipersonal.[3]
Contenido
La codiciada Angola
El país africano comenzó a ser una posesión valiosa para los europeos cuando los portugueses se asentaron en sus costas para utilizarlas como bases en su circunvalación de África hacia la India y sus especies. Especialmente cuando los holandeses comenzaron a poblar su colonia comercial de El Cabo.
Aquellos asentamientos de navegantes portugueses fueron esgrimidos por Lisboa durante la Conferencia de Berlín para obtener las colonias de Angola y Mozambique más otras posesiones menores. Inicialmente la pretensión lusitana consistía en unir las dos colonias por tierra; intención nada novedosa porque lo mismo trataban de realizar Gran Bretaña con su ferrocarril de El Cairo - El Cabo, o Francia con su línea Dakar - Djibouti. Pero todos estas iniciativas lograron ser impedidas por el canciller alemán Otto von Bismarck que perseguía, como segunda meta de la Conferencia, dividir lo más posible las colonias para hacerlas más difíciles de defender. De este modo obligaría a las potencias a movilizar más soldados desde Europa, especialmente a países que después serían enemigos suyos en la llamada Gran Guerra.[4]
Antes incluso de comenzar la Primera Guerra Mundial alemanes y británicos tenían un plan secreto para repartirse Angola y otras posesiones Portuguesas y Belgas sin recurrir a la fuerza. De este modo ambas naciones saldrían beneficiadas y no sería necesario llevar la Guerra al Continente y que los negros pudieran darse cuenta de que los blancos estaban tan desunidos y se mataban con la misma saña que cualquier otra raza.[5]
Pero Portugal entró en el conflicto del lado de la Triple Entente y conservó sus posiciones en África. Al contrario que Alemania, despojada de todas tras el Tratado de Versalles. Entre ellas el África del Sudoeste Alemana ocupada por la Unión Sudafricana de forma temporal, pero que siempre intentaron que fuese permanente y a la larga una de las causas de la Guerra.
Los movimientos independentistas
Terminada la contienda europea los conatos independentistas comenzaron a provocar rebeliones, destacan la de 1922 y 1935. Pero fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando esos brotes anticolonialistas se organizaron para formar movimientos. Portugal durante mucho tiempo fue una metrópoli pobre necesitada de sus colonias por lo que trató de mantenerlas dividiendo a la población y tratando de ganarse a sus élites. Fueron esas élites las que crearon esos movimientos; pero también, y esta es una de las características de por qué duró tanto el conflicto, crearon organizaciones que muchas veces estuvieron del lado de los portugueses y lucharon contra los demás angoleños.
En 1956 se fundó el Movimiento Popular de Liberación de Angola o MPLA en torno a Agostinho Neto de tendencias izquierdista.
En 1957 Holden Roberto dirige la Uniäo das Populaçoes de Angola o UPA que más adelante se convertiría en el Frente Nacional para la Liberación de Angola o FNLA también nacionalista, pero de derecha. En sus filas estaba Jonás Savimbi.
Además existían otras organizaciones de menor tamaño, como el Frente para la Liberación de Enclave de Cabinda o FLEC de 1963. El FLEC esta integrado por congoleños del noreste del país entre la Congo - Kinshasa y el Congo-Brazzaville, un enclave rico en petróleo.
Aunque estos grupos se calificaban como panangoleños lo cierto es que basaban su apoyo en tribus determinadas o a lo sumo regiones. Algo menos el MPLA integrado por una importante minoría de mestizos con apellido y educación portuguesa y los demás querían la independencia de su región.
La Guerra de la Independencia
En febrero de 1961 el ataca la prisión de Luanda y libera cientos de presos. Ese día se considera el comienzo de la guerra que independizaría el país.
En marzo la UPA se levanta en el norte del país matando a 6.000 angoleños pro lusitanos y a 2.000 portugueses.
Lisboa reacciona enviando un contingente de 60.000 soldados para sofocar la rebelión de su productiva colonia. Lo que lograron tras matar a 50.000 personas. En esta reacción y en estas revueltas estaba el germen de las luchas por la independencia que comenzarían pronto en la Guinéa Portuguesa y Mozambique; pero también está el origen de la guerra civil.
Con la Guerra Fría en un momento de pugna cada uno los movimientos independentistas buscó sus aliados:
- El MPLA encontró apoyo en el antiguo Bloque del Este y Países No Alinéados. Posteriormente también de la Organización para la Unidad Africana.
- El FNLA (antigua UPA) obtuvo recursos de Estados Unidos, Europa Occidental, Zaire, España y Sudáfrica.
Desde sus bases en el Congo-Brazzaville la primera y en la zona de Congo-Kinshasa la segunda lanzan ofensivas y obligaron a la metrópoli a enviar miles de soldados y realizar una gasto sangrante para la dictadura lusitana.
En 1966 hace su aparición el tercer protagonista del futuro conflicto: UNITA o Unión Nacional para la Independencia Total de Angola creada por Savimbi tras abandonar el FNLA. Uno de los más duraderos y sanguinarios[6] opositores a cualquier poder angoleño que no fuese el suyo.
El comienzo del conflicto
Después de la Revolución de los Claveles la dictadura portuguesa fue derrocada el 25 de abril de 1974. En aquel momento los oficiales del ejército colonial, cansados de aquella guerra, no desearon seguir con la lucha y Angola y Mozambique pronto seguirían la senda de sus posesiones en la India.
Las negociaciones abiertas del gobierno portugués con los tres movimientos principales de la guerrillas (MPLA, FNLA y la UNITA), establecieron un período del transición y el comienzo de un proceso para la implantación de un sistema democrático en Angola, Acuerdos de Alvor, Enero de 1975.
Desgraciadamente la independencia no supuso para los angoleños un periodo de paz; sino la guerra más larga de su continente. Mucho antes del día de la independencia del 11 de noviembre de 1975, el FNLA desató la guerra civil atacando al MPLA. Los tres grupos nacionalistas que habían luchado contra el colonialismo portugués lucharon entre sí para el control del país, y particularmente de la capital, Luanda.
Cada uno de ellos recibió cierto apoyo extranjero, dando al conflicto una dimensión internacional. El MPLA simpatizante con los países del Este tenía las mayores posibilidades de ganar la guerra, y Estados Unidos deseaba impedirlo apoyando al FNLA. China igualmente apoyó al FNLA inicialmente como parte de la lucha anticolonialista contra los portugueses. La URSS no apoyó inicialmente al MPLA y Neto tuvo que buscar apoyo en países como Yugoslavia, Argelia y luego Cuba. A pesar de esto, Sudáfrica intervino temiendo que la victoria del MPLA significara tener gobiernos comunistas estables junto a sus fronteras; pero también quería evitar que la guerrilla de SWAPO pudiera asentarse en Angola desde la que podría atacar con mucha más rapidez y profundidad las posesiones de Pretoria en Namibia. Mientras el gobierno portugués mantuvo el control de la colonia sus buenas relaciones con el gobierno racista del sur impedían las infiltraciones de SWAPO.
Así la UNITA recibió ayuda de Sudáfrica para ocupar la máxima cantidad de terreno fronterizo con Namibia que pudiera. Las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica inicialmente contaban con un poder que no lo podía igualar ninguna nación vecina, pero la aparición del contingente militar cubano a fines de 1975 igualó las fuerzas. Esto obligó a Pretoria a limitar sus acciones a incursiones rápidas a zonas sin tropas cubanas, contra los asentamientos de SWAPO y contra las tropas del MPLA. La invasión comenzó el 9 de agosto de 1975 y las incursiones sudafricanas pronto llegaron casi a la mitad del país sin mostrar ningún indicio de pararse allí.
El Zaire, apoyó al FNLA, y también invadió este país por el norte en julio de 1975. El FNLA contó además con la ayuda de China, de mercenarios Portugueses e ingleses y nuevamente de Sudáfrica.
Cuba desde agosto envió asesores al MPLA. La invasión de Sudáfrica significaba el sacrificio de estos asesores, algo que La Habana no estaba dispuesta a aceptar. Para evitarlo, en noviembre de 1975 Cuba comienza el envío de tropas a Angola, a pesar de la oposición de la URSS a apoyar una intervención en el conflicto. Moscú nunca estuvo interesada en Angola, y al inicio incluso se negó en apoyar con armas y transportes a los cubanos, actitud esta que cambió sólo cuando la URSS vio que las tropas cubanas tenían éxito moderado en el campo de combate frente a las sudafricanas. No fue hasta diciembre de 1975 en que la URSS comenzó a enviar armas.
La intervención de los regimenes socialistas logró detener el avance de los pro-occidentales, no sólo por el número de soldados sino también por el gran armamento desplazado. El MPLA controlaba la ciudad de Luanda y las regiones de la costa, llamadas el Lobito y el Benguela. SWAPO logró establecerse allí y comenzar sus incursiones dentro del que luego sería su país; incursiones que no pararían hasta después de la firma de la paz.
Estados Unidos había apoyado inicialmente al FNLA solamente, pero no se demoró en hacerlo también con UNITA cuando se produjo la escisión. En este caso la ayuda fue mantenida hasta 1993.
Las tropas cubanas continuaron sus ofensivas arrinconando y casi destruyendo a los grupos rivales del MPLA. Este movimiento se auto-proclamo partido único elevando como presidente del regimen a Agostinho Neto
Comienza la mayor guerra de África Subsahariana
Las relaciones diplomáticas del Brasil fueron establecidas rápidamente con la nueva república que se instalaba. La decisión de reconocer como legítimo el gobierno de Nieto de Augustín fue tomada por Geisel el 6 de noviembre de 1975, antes de la fecha oficial de la independencia de Angola.
Ya en 1976 las Naciones Unidas reconocieron el gobierno del MPLA como el representante legítimo de Angola, pero no fue seguida ni por Estados Unidos ni por Sudáfrica.
Cerca de 300 mil portugueses habían abandonado el país entre 1974 y 1976, lo que agravó de forma dramática la situación económica.
En mayo de 1977, un segmento del MPLA dirigido por Nito Alves, lanzó un golpe de estado con el apoyo de la URSS, que fue derrotado por el gobierno de Cuba que no veia con buenos ojos la perdida de influencia en el regimen Angoleño . En el final de ese año, el MPLA a través de su I Congreso, se proclamó como un partido Marxista-Leninista.
La guerra terminó en 1976. El FNLA se refugió en Zaire y la UNITA en Zambia y Namibia, con el apoyo de Sudáfrica. La UNITA contaba en ese momento con menos de 100 hombres. Más adelante, sin embargo, gracias al apoyo occidental, el partido se reagrupó, iniciando una guerra larga y devastadora contra el gobierno del MPLA. En 1985 el apoyo estadounidenses y sudafricano llegó a uno de sus más altos niveles al recibir Ronald Reagan a Sabimbi en la capital de Estados Unidos con honores de jefe de estado. UNITA fue presentado como contra-marxista y pro-occidental, pero también tenía raíces regionales, principalmente en la población de Ovimbundu del sur y centro de Angola.
Agostinho Neto murió en Moscú el 10 de septiembre de 1979, pasando a ser presidente del gobierno uno de sus ministros, el ingeniero José Eduardo Dos Santos.
Contra Sudáfrica y UNITA
Al principio de los años 80, el número de muertos y refugiados no paró de aumentar. Las infraestructuras del país fueron destruidas consecutivamente. Los ataques de Sudáfrica no pararon. En agosto de 1981, habían lanzado la operación “Smokeshell” que usaba 15.000 soldados, tanques y aviones, avanzando más de 200 kilómetros en la provincia del Cunene (sur del país). El gobierno de Sudáfrica justificó sus invasiones como intentos para destruir las bases de SWAPO en la región, el movimiento independentista de Namibia. Lo que resultaba verdad en parte, pero también formaba parte del apoyo a UNITA para crear de una “zona liberada” bajo su administración.
Estos conflictos solamente terminaron con la derrota de las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica y de la UNITA en Cuito Cuanavale ante las fuerzas de Cuba y Angola y con la llegada de de un ejército cubano a la frontera con Namibia en junio de 1988, dispuesto a cruzar la frontera y derrotar a las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica en sus bases de Namibia. Como confirmación de estos planes, El 27 de junio de 1988 una escuadrilla de MiG-23 cubanos destruye una base sudafricana en la frontera, causando numerosas bajas a las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica. El 27 de junio de 1988, un escuadrón de aviones MIG-23ML atacan la reguladora de agua situada en Calueque (territorio angolano cercano a la frontera con Namibia). En esa posición se encontraba un destacamento de las SADF. Al día siguiente Sudáfrica pide a Cuba la tregua, y se reanudan las conversaciones de paz.[8]
En diciembre de 1988 se firma el Acuerdo Trilateral de Nueva York entre (Angola, Sudáfrica y Cuba, donde se pactó entre otros la independencia de Namibia y la aceptación por Sudáfrica a no apoyar más a la UNITA. Por su parte Angola y Cuba firman un acuerdo bilateral para la retirada de las tropas cubanas, que en ese momento contaban con 52 000 hombres.
En 1989, antes de la caída del bloque de la Unión Soviética, del régimen del Apartheid en Sudáfrica y la liberación de Namibia; los acuerdos de la paz entre el UNITA y el MPLA parecían tener más éxitos que los intentos anteriores. Después de todo el aislamiento de las guerrillas era cada vez mayor cuando hasta Estados Unidos había reconocido como gobierno legítimo al del MPLA de Dos Santos. En junio de 1989, en Gbadolite (Zaire), UNITA y el MPLA establecen una tregua. La paz duró solamente dos meses. El FNLA terminó por disolverse tras pasarse paulatinamente muchos de sus miembros al partido gubernamental y reducir este sus recelos hacia ellos.
A finales de abril de 1990, el gobierno de Angola anunció el reinicio de las conversaciones directas con el movimiento UNITA, mientras que se daba un cese al fuego. En el mes siguiente, el UNITA reconoció a José Eduardo Dos Santos como el jefe de estado. Al final del año, el MPLA anunció la introducción de reformas democráticas en el país. El 11 de mayo de 1991, el gobierno publicó una ley que autorizó la creación de nuevos partidos, para poner fin al monopartidarismo, y la descentralización de parte de la administración.
UNITA reanuda la guerra unilateralmente
En 31 de mayo de 1991, con la mediación de Portugal, Estados Unidos, la Unión Soviética y las Naciones Unidas, se firmaron los Acuerdos de Estoril, en opinión de Carlos Caranci parecía el final de la guerra civil y la llegada de la democrácia.[3]
Las elecciones de septiembre de 1992, habían dado la victoria al MPLA (el cerca de 50% de los votos). UNITA (con cerca de 40% de los votos) no reconoció los resultados electorales, pese a considerarla los observadores europeos como un éxito y notablemente limpias. Un baño de sangre tuvo lugar casi inmediatamente, reiniciando el conflicto armado, primero en Luanda, y dispersándose rápidamente al restante territorio.
UNITA primero estableció su capital en mesetas centrales con las jefaturas en el Huambo (vieja Lisboa nueva), en el este y el norte del diamantífero. Desde allí propuso dividir el país en dos, cosa no descabellada al ser Angola un país artificial creado por el colonialismo,[3] pero la propuesta no fue aceptada.
En 1993, una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas embargó las transferencias de armas y combustibles para UNITA lo que obligaba a Savimbi a negociar un nuevo acuerdo.
En noviembre de 1994, finalizaron los Acuerdos de Lusaka, Zambia, entre el UNITA y el gobierno de Angola (MPLA). UNITA utilizó el acuerdo de la paz de Lusaka para obstaculizar más pérdidas territoriales y para fortificar sus fuerzas militares. Savimbi afirmó su descontento con las condiciones y comenzó nuevamente la guerra. La razón de esta vuelta a un conflicto que cada vez se veía más interminable, según Caranci, era la imposibilidad de Savimbi de vivir dentro de un país en paz. Se produjeron masivas deserciones y cambios de bando; mermando los efectivos de que disponía el líder guerrillero. Además entre 1996 y 1997 el gobierno adquirió grandes cantidades de armamentos y de combustible para poder enfrentar una escalada militar mayor, y luego comenzó a recibir el apoyo de Occidente, con el reconocimiento de Estados Unidos incluido, qué con éste hecho marcó claramente una tendencia contínua en el conflicto: el constante desconocimiento internacional y la declinación en el apoyo de las acciones políticas y militares del UNITA.
Sin embargo la intervención de Angola en la Segunda Guerra del Congo le concedió a Savimbi un respiro para reoganizarse. Esta reorganización fue sumamente una total masacre, y muy cruel como han denunciado varios testigos.[6] Se realizaron movimientos forzosos de poblaciones, ejecuciones masivas (especialmente por UNITA), violaciones de mujeres tanto por soldados de unidades aisladas del ejército oficialista angoleño (cosa extraña en las anteriores etapas de la guerra) como por los hombres de UNITA.
Durante cuatro años se volvió una guerra cada vez más cruel y sanguinaria. En 1999 la ONU retiró a los cascos azules dejando abandonada a su suerte al país africano. En 1999 el gobierno de Dos Santos lanzó una ofensiva para recuperar las zonas más productivas, y en el 2000 proclamó una amnistía para los seguidores de UNITA.
En la capital se decía que la única solución para la guerra pasaba por capturar o matar a Savimbi, pues la situación, pese a todo, parecía haber llegado a una situación de tablas. Pero el 22 de febrero de 2002 Savimbi cayó abatido en un tiroteo con las tropas gubernamentales y su cadáver fue exhibido a los periodistas.
Menos de dos meses después ya se entablaban conversaciones para llegar a la paz en un país minado, arrasado, pero muy rico en recursos naturales.
Conclusiones de la Guerra
Según Historia de la Guerra el conflicto de Angola estuvo salpicado por multitud de anécdotas propias de la Guerra Fría:
- A pedido del gobierno angoleño y de las compañías petrolíferas norteamericanas, las tropas cubanas ayudaron a defender los yacimientos petrolíferos de Cabinda de las guerrillas de la UNITA que amenazaban estas explotaciones y estaban financiadas por la CIA.
- La URSS no financió la expedición cubana y siempre se mostró apática en ayudar a Angola. A pesar de ciertas creencias en occidente, los gastos de las tropas cubanas los pagaba íntegramente Cuba con sus intercambios comerciales con la URSS, incluyendo azúcar y níquel. Por su parte Angola también tenía que pagarle a la URSS toda la ayuda militar, en divisa convertible y a precios mundiales.
- Estados Unidos apoyó a la UNITA, un movimiento que tuvo amplias influencias maoistas.
Esta lucha, y posteriormente prolongación de la lucha, entre facciones teóricamente mantenidas por los dos bloques enfrentados se mantuvo por poseer el país recursos suficientes para pagar los envíos de armas, al menos en parte. Pese a que no fue Angola quien inventó la formula de diamantes por armas, tan explotada en conflictos como el de Liberia o Sierra Leona[9] sí se convirtió en una de las naciones que más explotó esta fórmula; lo mismo que el uso de intermediarios para blanquear sus diamantes y así evitar los embargos.[10]
La participación cubana demostró la capacitación de su ejército. Posteriormente esta fuerza se vería envuelta en varios conflictos internacionales más.
Pese a lo que en ocasiones se ha comentado sobre el ejército sudafricano. Este estaba compuesto en una parta muy pequeña por soldados negros y no fue hasta la caída del régimen racista cuando se ennegreció (en frase de Defensa (Revista) en el apartado de Nuestro hombre en Sudáfrica). Algunas de las fuerzas más destacadas, como los Recces sudafricanos, sólo estaban formados por blancos y en algunas ocasiones dejaban entrar a desertores de la SWAPO,[7] útiles por la información y experiencia que podían aportar.
Sudáfrica perdió la guerra. Su poder armamentístico era inferior al cubano, y desde la derrota de 1976 siempre evitó enfrentarse en el futuro a tropas cubanas. La aparición de nuevas tropas cubanas en 1988 con equipo pesado, la incapacidad de Sudáfrica de detenerlas en el campo de batalla y evitar así la sublevación de la población negra en apoyo de los cubanos, la creciente cantidad de bajas blancas sudafricanas, fueron el factor decisivo en obligarla a firmar. La presión internacional a Sudáfrica también influenció, pero no fue el factor decisivo, ya que esta presión existía desde antes del inicio de la guerra en 1975, incluyendo a condenas de la ONU en 1978, pero nada de esto impidió a Sudáfrica seguir escalando la guerra durante los años 70 y 80. A la larga, esta derrota sudafricana de 1988 implicó el fin del régimen del Apartheid, rechazado ya por más de la mitad de la población blanca.
Como afirmó Nelson Mandela en julio de 1991: "Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid".
Según los calculos más alcistas entre 1.300.000 a 1.550.000 muertos.[11]
Bibliografía
- ↑ [1]
- ↑ [ http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1996/05/22/mundo/111864.html]
- ↑ a b c Caranci, Carlos, Angola: termina la guerra de Sabimbi el irreductible, nº 44 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, junio de 2002, ISSN 1579-427X
- ↑ Vilar, Juan, Berlín, 1884 el reparto, nº 73 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, noviembre de 2004, ISSN 1579-427X
- ↑ Caranci, Carlos, La guerra del amo blanco, epopeya alemana en Camerún, nº 99 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, enero de 2007, ISSN 1579-427X
- ↑ a b staff writer, Angola: una población abandonada, http://www.afrol.com/es/especiales/13265, Afrol News, Kroederen, última visita 11 de febrero de 2007
- ↑ a b Varios, Luchadores de la sabana, nº 21 de Cuerpos de Elite, Editorial Delta, Barcelona, 1986, ISBN 84-7598-184-4
- ↑ Los MiG-23 cubanos en la guerra de Angola http://www.geocities.com/urrib2000/EqMiG23a.html
- ↑ Martín, Julio, Balas por diamantes - Cine con historia, nº 91 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, mayo 2006, ISSN 1579-427X
- ↑ Guerra Civil en Sierra Leona, http://www.afrol.com/es/Paises/Sierra_Leona/esp_guerracivil.htm#up, Afrol News, Kroederen, última visita 14 de febrero de 2007
- ↑ «De re Militari: muertos en Guerras, Dictaduras y Genocidios».
Enlaces externos
- Sitio no oficial de las Fuerzas Armadas cubanas con artículos sobre esta guerra.
- Tanques cubanos en la guerra de Angola
- Los cazas MiG-23 cubanos en la guerra de Angola. Misiones de apoyo aéreo
- Los cazas MiG-23 cubanos en la guerra de Angola. Misiones aire-aire
- Los cazas MiG-21 cubanos en la guerra de Angola
- Tanques sudafricanos en la guerra de Angola
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