- Alastor (Mundo de Tinieblas)
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Alastor (Mundo de Tinieblas)
En el juego de rol Vampiro: La Mascarada, de la saga Mundo de Tinieblas, Alastor, es un cargo político y militar que puede ejercer un vampiro.Contenido
¿Quiénes son los Alastores?
Alastor es el cargo que poseen ciertos miembros de la Camarilla, la organización vampírica que apoya la "Mascarada", una de las Tradiciones (leyes vampíricas), que prohíbe a cualquier humano conocer de la existencia de los vástagos (como los vampiros se denominan a sí mismos).
Los Alastor forman un grupo militar de agentes secretos, cuyo deber es encontrar a las más terribles criaturas que han causado problemas a la secta (alianza entre Clanes o linajes vampíricos; actualmente existen dos grandes sectas: la Camarilla, y su enemiga, el Sabbat, ambas fundadas a finales de la Edad media).
La Camarilla recluta como Alastores a astutos, decididos y eficaces cainitas (los vampiros se llaman a sí mismos vástagos o cainitas, entre otros muchos nombres), siempre de forma secreta, y una vez comprobadas sus aptitudes enormemente capaces, se les acoge anónimamente como protegidos por los altos mandatarios de la secta, los Jústicar (cada trece años los siete clanes de la Camarilla nombran a los siete Júsitcar). Los Alastores actúan con gran libertad y poseen inmunidad política ante la palabra de un Príncipe (gobernante de una gran ciudad o zona urbana, que hace cumplir las leyes y protege el territorio del Sabbat y otros enemigos). A diferencia de los Arcontes (subordinados de los Justicar), que son muy numerosos y atienden todo tipo de tareas, los Alastor solo conocen una obligación, encontrar y destruir aquellos nombrados en la Lista Roja.
Para ser un Alastor no es necesaria una anciana edad como no-vivo, y tampoco un gran poder sobrenatural, pero se les exige una infinita lealtad, acatando y cumpliendo las órdenes de los Jústicar, quienes reciben órdenes del propio Círculo Interior (los siete antiguos cainitas que gobiernan la secta, sin que absolutamente nadie conozca sus identidades, a parte de, quizás, los Jústicar). Un Alastor debe comprender que no se le dotará con mayores poderes políticos o sociales, ni se le ascenderá. Su deber es el de dar caza a las abominaciones que acechan a la seguridad e integridad de la secta, y no se les permitirá subir más escalones, sus recompensas y bendiciones son suficientes, y no se entregará más poder a quien ya posee "suficiente" para ser un soldado.
La Lista Roja: Historia
El Truco de Kemintri (1937)
Durante el año 1937, se desveló que la hipotética Justicar del clan Ventrue, en realidad era Kemintri, una matusalén (cainita con miles de años) del clan de los Seguidores de Set, ambiciosos enemigos de la Camarilla. Tras este engaño bochornoso que pudo poner en peligro la integridad de toda la secta, se nombró a Kemintri como la vampira (en Mundo de Tinieblas, bajo ningún concepto se utiliza la palabra "vampiresa", considerada muy ofensiva) más buscada por la Camarilla.
Dada esta situación, la Camarilla se encontró muy desorientada. Constaban de defensas territoriales, partidas de guerra, y armamento de asedio, así como las más esquisitas y despiadadas armas políticas, económicas y sociales, para combatir al Sabbat y a las grandes masas enemigas, pero carecían de agentes especiales capaces de dar caza a esta vampira, que se movía a su antojo y a solas, traspasando fronteras políticas y con total impunidad, sin que nadie pudiera impedírselo
Creación de la Lista Roja (1941)
Prevenidos del peligro que representaban muchos de los cainitas que pretendían derribar los valores y estructura de la Camarilla, el Círculo Interior creó así la Lista Roja (motivados por el incidente de Keminitri), que constaba de trece nombres, y el nuevo cargo de Alastor, ambos en secreto durante los próximos años.
Los siete Jústicar de aquel entonces eligieron a sus Arcontes más aptos, puesto que los Arcontes, numerosos subordinados de los Justicar, viajan y patrullan por todo el territorio de la secta, solucionando problemas y asegurando la victoria de la Camarilla, ya sea como espías, políticos, mediadores o participando en conflictos abiertos, por lo que solo algunos presentaban las adecuadas aptitudes. En secreto, fueron nombrados Alastores, un nuevo grupo paramilitar que permitía por primera vez a la secta, tomar una posición ofensiva dando caza a los trece seres más peligrosos, la Lista Roja, llamados los Anatema, actuando de manera eficaz, discreta y efectiva.
Conflicto de Londres (1950)
Durante la persecución de los Anatema por parte de los Alastor, con la ayuda de los Jústicar, hubo muchas víctimas colaterales.
Como incidentes registrados, se conoce el asesinato por error de una Senescal (segundo cargo más alto después del Príncipe en una ciudad) del clan Tremere en Alaska a manos de un Alastor confuso, lo que puso a toda la jerarquía Tremere en posición defensiva, ya que no supieron encontrar al culpable, y los Justicar les impidieron investigar.
También el asesinato de un miembro de la Primogenitura (grupo de antiguos que hacen la función de aconsejar al príncipe) de la ciudad neutral, Barcelona (considerada una paraíso fiscal en al subsociedad vampírica, ya que es la única ciudad orientada únicamente a la comrpa-venta de arte, y se considera un santuario donde Camarilla y Sabbat tienen prohibido entrar en conflicto). En este caso, la Primogénita, también mujer, del clan Malkavian, fue torturada y ejecutada a manos de un Alastor, que erróneamente*, pensó que la vampira aristócrata trataba con uno de los Anatema. La comunidad de la Camarilla de la zona pensó que se trataba de un ataque del Sabbat, y realizó incursiones sobre Zaragoza (territorio Sabbat), lo que dio lugar a una crisis diplomática.
Finalmente, en el 1950, en Londres, resultó herido el Príncipe de uno de los distritos de la ciudad en un incendio en el que murieron miembros de la Primogenitura y el Senescal, que se encontraban en el Elíseo (centro de reunión vampírico), dónde estalló un combate entre un Alastor y, en efecto, Kemintri, que se había ocultado entre la corte de la ciudad. Este suceso y los anteriores hicieron replantear el asunto de mantener la Lista Roja en secreto.
- En otras ediciones y novelas, se confirmó que la Primogénita Malkavian realmente si era aliada de un Anatema, y además trataba con el Sabbat y los Giovanni.
Reunión de Venecia (1951)
El secreto solo duró diez años, los Jústicar relizaron una reunión de emergencia (Reunión de Venecia) tras lo cual los nombres de los trece Anatemas se hicieron públicos para toda la población vampírica, dando a conocer la "Lista Roja", con Kemintri en primer lugar, donde ha sobrevivido hasta la actualidad. Con este decreto dado a conocer, cualquier vástago de la Camarilla podía cazar a un Anatema, capturarlo y llevarlo ante el Justicar de su clan, obteniendo prestigio y fama dentro de la secta, así la secta incitaba a muchos a perseguir a los Anatemas.
Muchos murieron inútilmente con falsas expectativas. La captura de un Anatema es una tarea ardua, complicada y difícil, nunca al alcance de novatos y oportunistas. Los trece Anatemas de la Lista Roja son criaturas que representan una amenaza mayor para la Camarilla, la mayor secta vampírica, y son capaces de ocultarse de los numerosos ojos de la Camarilla y sus largas garras, por lo que muchos se ilusionaron con convertirse en héroes, pero terminaron anquilados al acercarse a cualquier Anatema.
El fin del encubrimiento de la Lista Roja tiene otro objetivo: lograr que los jóvenes chiquillos, alborotados y rebeldes, sepan que deben obedecer a sus mayores, porque existen trece seres terribles que escapan al control de la secta, capaces de las peores atrocidades. El mensaje quedó claro en su momento: lo más inteligente es obedecer las leyes y las tradiciones, y permanecer en el regazo de los antiguos, porque existe algo mucho peor que el hombre del saco que amenaza a la Camarilla.
De este modo, a pesar de la publicación, la búsqueda, caza y captura de los nombrados en la Lista Roja, quedó reducida, salvo algún arriesgado vampiro, a los Alastores, y algún que otro de sus aliados.
La Lista Roja: Leyes
El Trofeo
No era suficiente con ofrecer reconocimiento. La idea original de los Alastores debía reforzarse y fortalecerse para que la Lista Roja fuese eficaz. Durante la década de los setenta fue instituido el Trofeo, una marca de distinción, lealtad y honor, que solo lograrían aquellos que capturaran un Anatema. El Trofeo se representa como un tatuaje en forma de rosa roja y negra en la palma de la mano, que nunca desaparece (lo que sugiere que es tatuado con tinta hechizada por taumaturgos del clan Tremere). Con este símbolo, también llamado Marca Roja, el vástago puede lograr fácilmente hospitalidad (una de las Tradiciones cainitas) por parte de un Príncipe, y una gran consideración, con privilegios a la hora de alimentarse, pudiendo infringir la Tradición del Dominio, violando un territorio de caza ajeno, o alimentándose de un humano propiedad de otro vástago. Los Justicar también pueden otorgar otros favores cuando marcan la mano con el Trofeo, recompensando con inmunidad frente a la Caza de Sangre (suceso extraordinario convocado solo por un Príncipe, que obliga a todos los vampiros de la zona a perseguir y destruir como castigo a quien haya infringido la ley), permiso para crear progenie, librarse de la muerte a cambio de otra sanción al cometer un delito grave como matar a otro vástago, ser perdonado de ofensas y errores del pasado, e incluso ser adiestrado e instruido en el uso de una Disciplina (poder sobrenatural vampírico) exótica, desconocida, o de difícil acceso. También se estableció como costumbre la propiedad de todos los bienes materiales de los que dispusiera el vampiro capturado, así como la decisión de apropiarse también de sus siervos, Ghouls, o rebaño (termino para referirse a los humanos de los que un vampiro se alimenta a menudo).
A su vez, el trofeo, no como bendiciones concedidas por la aportación a la Camarilla, sino como símbolo mágico en la piel, permite tener un control sobre los Alastores, que gozan de gran libertad y pocas restricciones, suelen viajar y trabajar de incógnito, lo que hace muy difícil un control riguroso de sus actos y movimientos. Mediante este sello en la palma de la mano, los Justicar pueden reconocerlos y notar su presencia, así como los Arcontes capaces con la Taumaturgia(la magia de la sangre de los Tremere).Cuando algún que otro Arconte que no había jurado total lealtad a la secta, cuando fue creada en secreto la Lista Roja, logró el cargo de Alastor, con acceso a mucha información poco conocida, como el peligro real que representan cada uno de los enemigos de la secta, dio lugar a unas pocas traiciones de notable gravedad. Con el tatuaje, la secta pretende prevenir el chasco de Lucita de Aragón, del clan Lasombra, neutral a la Camarilla en un principio, luego Arconte, una de las primeras Alastors, y actualmente Arzobispo (nombrada en el 2001) de Zaragoza y general del Sabbat en toda Europa. Con esta marca identificativa, la libertad frente a las leyes y tradiciones y la inmunidad a los Príncipes, no daba una verdadera impunidad a los Alastores: con esta marca, los Justicar pueden saber que están haciendo en cada momento.
Derecho de Caza
Cuando se nombra un nuevo Anatema y éste es incluido en la Lista Roja, cualquier clan puede solicitar el Derecho de Caza o Derecho de Captura. Los Antiguos(vampiro con siglos de edad) y miembros más importantes de ese clan deben presentar la petición y explicar todos sus motivos a uno de los Justicar, usualmente al de su propio clan. Si el Justicar acepta la petición la expondrá, junto a los motivos, al Cónclave de Justicars, donde los siete (o seis a partir de 1996), decidirán si conceder o no el Derecho. Los motivos suelen ser muy claros, la mayoría de veces se trata de una ofensa descarada hacia el clan, usualmente se trata de traición, también una ofensa contra un antiguo de gran importancia, haber causado un grave daño al prestigio del clan, asesinato o tortura contra uno o varios miembros, haber causado un terrible contratiempo en un importante plan o incordiar y causar malestar en la organización del linaje, aunque no siempre se trata de venganza o rencor, a veces los motivos son políticos, pero siempre de gran trascendencia (realmente es muy difícil poner de acuerdo a la mayoría de un linaje, porque los Clanes no son fraternidades, si todo un clan odia un individuo, es que ha hecho algo realmente grave). Finalmente, para conseguir el Derecho, los antiguos y miembros de posición e influencias del clan deben garantizar una eficaz estrategia para capturar al Anatema, y que se hará todo lo posible para atraparle.
El Derecho de Captura suele expirar pasados unos diez años, si el Anatema continua libre, el clan perderá su oportunidad, y cualquier otro linaje podrá reclamar la captura. A veces un clan puede convencer a los Justicar y conseguir una prorroga del periodo de validez del Derecho de Caza, dando más tiempo para poder limpiar el honor del Clan. Éste es el caso de los Ventrue, que han mantenido durante más de cincuenta años su Derecho de captura de la Setita Kemintri.Decreto de Diablerie
Está explícitamente prohibido cometer diablerie sobre cualquiera de los trece enemigos nombrados en la Lista Roja, aunque su asesinato en lugar de captura será tratado rápidamente de calumnia (los vampiros no dejan cadáver), y será necesario aportar pruebas, aunque la recompensa será menor, o incluso no habrá ninguna, aunque el vástago que aniquile a un Anatema obtendrá renombre, fama y prestigio una vez quede demostrado. Si un cainita cometiera amaranto (diablerie en lenguaje refinado o culto) sobre un Anatema de la Lista Roja, el nombre del asesino sustituiría automáticamente el de su víctima, convertido en Anatema.
Una de las características más notables de la Camarilla es que aborrece la diablerie, y conoce muy bien las consecuencias del amaranto. Con la diablerie, un cainita rechaza gran parte de la moral del bien y del mal, y se aleja de la humanidad (en Mundo de Tinieblas, el concepto humanidad representa el grado en que un vampiro se aferra a sus vestigios de ética: poca humanidad es propia de un sádico, y mucha de un altruista incapaz de tener pensamientos egoístas). La Camarilla no esta dispuesta a que sus agentes Alastores se muevan por ambición de poder, y no permite a los Alastores destruir el alma de los proscritos para darse un festín con su sangre anciana y poderosa (el amaranto entrega parte de los poderes de la víctima al asesino, algunos de forma momentánea y otros permanente).
Hay otra razón por la que se prohíbe esta práctica. Muchas leyendas cuentan como jóvenes vampiros han intentado cometer diablerie sobre antiguos, y aunque algunos han podido conseguirlo, extrañamente, su comportamiento cambia, parece una nueva persona, a veces con delirios o doble personalidad, otras con un nuevo carácter sospechosamente parecido al del vástago que teóricamente había muerto, y a veces la víctima posee por completo el cuerpo del asesino, destruye su mente, y comienza de nuevo en un nuevo cuerpo. En definitiva, el amaranto enfrenta las almas de víctima y asesino, aquel más fuerte de espíritu y con mayor fuerza de voluntad, vence, devora la mente de su adversario, y se queda con el cuerpo del asesino. La Lista Roja sería muy poco útil si los Alastores cometieran amaranto sobre los Anatemas, y estos dominaran su mente y continuaran vivos con el aspecto de un agente de confianza de la Camarilla, sería prácticamente imposible saber con certeza quién venció el duelo de la diablerie, y quién murió realmente.
La Lista de Espera
"La Lista Roja" posee los nombres de los diez vástagos más buscados por la camarilla en un orden de prioridad no reconocido, cuando uno de ellos es capturado, condenado a muerte y destruido (algunos han corrido esta suerte), su nombre es retirado, los Justicar remodelan el orden de la lista según su propio criterio, y añaden un nuevo nombre en sustitución del Anatema eliminado. "La Lista Roja" consta realmente de diez nombres, y por ello existe la Lista de Espera, enemigos menos prioritarios que los diez primeros. Aquellos nombres de la Lista de Espera son constantemente examinados, valorados sus actos, y comparados entre sí para calcular las prioridades, pero los Justicar hacen públicos los tres primeros nombres de esta lista. De este modo existen los diez Anatemas de la "Lista Roja", y los tres enemigos de la lista de espera de mayor prioridad, sumando un total de trece proscritos. La publicación de los tres primeros nombres de la Lista de Espera es utilizada para satisfacer todas las facciones y todos los linajes de la Camarilla, de este modo si un grupo débil y de menos influencia reclama que un enemigo menos valorado de la Camarilla sea nombrado en la Lista Roja, se le añade junto a los tres últimos.
Tan solo son públicos y oficiales los trece más buscados, por lo que al morir un Anatema y añadir un nuevo nombre de la Lista de Espera (tan solo conocido por los Justicar), el propio vástago que ha sido declarado enemigo de la secta lo desconoce hasta que es demasiado tarde, aunque difícilmente un Anatema puede ser derrotado fácilmente a pesar del factor sorpresa.Detalles de Interés para Narradores y Jugadores
Datos técnicos sobre el juego de rol en relación a la información de los Alastores y la Lista Roja:
El Trofeo
- Taumaturgia, Senda de la Sangre, nivel 2: si se fija en el tatuaje puede reconocerlo.
- Taumaturgia, Senda de la Sangre, nivel 3: puede notar el tatuaje sin verlo directamente.
- Auspex, nivel 2: con percepción del aura pueden aparecer características mágicas y extrañas.
Hacer el Tatuaje: solo los Justicars conocen el ritual Taumatúrgico, y se necesitan dos para realizarlo. Un Justicar con gran maestría en Taumaturgia puede hacerlo solo.
En la tercera edición de Vampiro: La Mascarada no aparece la Lista Roja, aunque si se menciona la muerte definitiva de varios de los Anatemas.
Al parecer, tras la tercera edición y su posterior revisión (año 1996), la saga toma un cambio de rumbo nuevo en este punto concreto, y la Lista Roja apenas vuelve a ser mencionada. Mundo de Tinieblas decidió que estos eran seres demasiado poderosos, en su mayoría, como para plantearlos como un enemigo plausible, no obstante algunos si aparecen en novelas posteriores a la tercer edición, per oen la mayoría de casos surgen como personajes secundarios que son aniquilados por criaturas mucho más poderosas, con el objetivo de demostrar lo tremendamente peligrosos que son otros seres de la saga (como la temida Baba Yaga que destruye en no más de dos segundos a Genina-11).
Categoría: Vampiro: La Mascarada
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