Heinrich Von Mazapán

Heinrich Von Mazapán es un personaje de ficción de KND: Los Chicos del Barrio. Él habla con un acento alemán y quiere controlar todas las variedades dulces y azúcar. Número 5 lo llama "Heiney". Su voz en inglés es interpretada por Dee Bradley Baker y su voz en español es interpretada por Enzo Fortuny.

Amor por los Dulces

Dulces

Después de haber sido castigado por un mes por un incidente en Guatemala en donde él anteriormente había conocido a Número 5, Heinrich fue por ella al desierto, él quería robar un dulce de chocolomo para poder acceder a a la pirámide del Rey Tutankamote y robar todos sus dulces. Cuando logró acceder, él fue a robar todos los dulces, ignorando las advertencias que estaban escritas en las paredes (y de Número 5, quien lo estaba siguiendo) que decían que los dulces sabrán a espárragos sí no los compartes. Él se transformó en un momia gigante hecha de dulces y fue a comerse los dulces, los cuales, obiamente, sabían a espárragos porque no quisó compartirlos. Número 5 peleó con él y lo vencío, tomó el chocolomo, causando que Heinrich volviera a la normalidad, y lo dejó en la pirámide.

Chocolates

En Operación: C.O.N.E.J.O., Heinrich robó el conejo mascota del primer año de la Escuela Primaria Gallagher, el Sr. Dientes Chuecos, y intentó convertirlo en un conejo de chocolate sumerjiendolo en un volcán de chocolate, pero cayó en dentro del volcán de chocolate por sí mismo (este hecho es similar al de el niño glotón Alemán Augusto Gloop de Charlie y la Fábrica de Chocolate). Número 2 reclamó que hizo esto para poder ir a comer a la cafetería, y terminó siendo perseguido por Número 5 por decir el peor chiste que había dicho. Este episodio demostró ser una parodia de Indiana Jones y el Templo de la Perdición. En Operación: C.H.O.C.O.L.A.T.E., Heinrich salío del volcán de chocolate y se convirtío en un monstruo de chocolate, y atacó a Número 5 en su situación. Él intentó convertirla en una estatua de chocolate, pero Número 5 era más inteligente que él y usó los malvaviscos para derrotarlo y lo derritió con el calor del sol. Sus restos de chocolate fueron enviados a la prisión de Los Chicos del Barrio, en donde los científicos fueron capaces de regresar a Heinrich a la normalidad. Cuando Heinrich volvió a la normalidad, Número 5 fue a visitarlo y le dio una hamburgesa de queso (algo que él quería comer cuando era un monstruo de chocolate, pero todo lo que tocaba se convertía en chocolate), aunque descubrió que esta tenía pepinillos, los cuales odia. Después, él dijo que la comida en la prisión era horrible.

Bastones de Caramelo

Después, Heinrich fue capturado de la prisión por el Negro John y los Piratas de Azúcar por robar su semilla de bastones de caramelo, pero fue rescatado por Número 5 y regresado a la prisión.

Caramelos

En su primera aparición, Heinrich mencionó que en Guatemala Número 5 le dio una balsa de dulces dorados y llegaron las autoridades. En Operación: C.A.R.A.M.E.L.O. se explicó el incidente.

En Operación: C.A.R.A.M.E.L.O. lo que le pasó a Heinrich en Guatemala hace 5 años fue revelado. Él estaba buscando el tesoro de caramelos dulces junto con Número 5, pero para producir este dulce, se había que hacer un sacrificio. La cualidad más valiosa de la/las víctima/víctimas es tomada y convertida en un grupo de deliciosos dulces, el sabor dependiendo de la cualidad de la víctima, la cual queda atrapada en los dulces, hasta que la víctima comparta uno de ellos.

Número 5 dejó a Heinrich solo, sabiendo muy bien que él no sería capaz de controlar su apetito. Entonces, supuestamente, Heinrich se comió todos sus dulces sin compartirlos, lo cual hizo que él perdiera su verdadero yo para siempre, y por esto él siente que Número 5 es responsable.

5 años después, él intentó vengarse de Número 5 al usarla (y a los otros sectores de Los Chicos del Barrio incluyendo a los agentes del Sector V) en el ritual. Entonces, él se burló de ella, hechándole la culpa de su desgracia y la amenazó con comerse su último dulce, el cual era su cualidad más valiosa (su popularidad) y nunca se la regresaría. Entonces, Número 5 le reveló que ella había estado guardando el último de sus dulces durante todos esos años, esperando que para entonces él ya hubiera aprendido a compartir. Enojado al principio, Heinrich tomó su último dulce, pero calló en lágrimas cuando recordó quien solía ser. Al final, él compartió su dulce con Número 5, y lo curó.

Al final del episodio fue revelado que él en realidad es una hermosa niña quien es amiga de Número 5, llamada Heinrietta Von Mazapán, y ella y Número 5 se despidieron como las buenas amigas que son (esta revelación les dio asco a los otros miembros del Sector V).

Historia

Heinrich alguna vez fue el grumete de Barba Pegajosa, lo cual explicaría su amor por los dulces, pero lo dejó por desconocidas razones. En Guatemala, Número 5 le dio una bolsa robada de dulces dorados y llegaron las autoridades, porque ella tenía algo importante de que ocuparse. Al final, Heinrich fue castigado por un mes.

Abigail

Heinrich tiene una fuerte rivalidad con Número 5 de Los Chicos del Barrio, y normalmente pierde todos sus encuentros. Número 5 normalmente se refiere a Heinrich como "Heiney". Heinrich, al no ser miembro de Los Chicos del Barrio, se refiere a Número 5 como "Abigail" y, a veces, "Froenlain" (en Alemán significa "Cariño"). A pesar de su rivalidad, Número 5 demuestra que se preocupa por él, ya que lo salvó en Operación: A.Z.U.C.A.R.. Ellos tienen una misteriosa historia juntos, y Heinrich normalmente explica que él nunca perdonará a Número 5 por lo que hizo en Guatemala. Heinrich casi le agradeció a Número 5 por salvarlo en Operación: A.Z.U.C.A.R., y le agradeció a Número 5 por nunca darse por vencida con él/ella en Operación: C.A.R.A.M.E.L.O..

Curiosidades

• Heinrich alguna vez fue el grumete de Barba Pegajosa, lo cual explicaría su obsesión por los dulces.
• El apellido de Heinrich, Mazapán, viene del almendro dulce de azúcar producido en Austria, Alemania, Italia, y México.
• En Alemania, "Heiney" es el término para un zopenco o tonto y considerado muy insultante, entonces, este no es un apodo con el que Heinrich esté contento.