- Henri Charrière
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Henri Charrière (Saint-Étienne-de-Lugdarès, Ardèche, Francia, 16 de noviembre de 1906 - Madrid, España, 29 de julio de 1973). Acusado por un crimen que según él no cometió, Henri Charrière, conocido como "Papillon", fue sentenciado a trabajos forzados a perpetuidad en las colonias francesas. En su libro Papillon cuenta las memorias de su encarcelación en la colonia penal, sus aventuras tratando de evadirse, sus intentos fallidos, sus amistades y finalmente su libertad.
Contenido
Primeros años
Charrière nació en Ardèche, Francia. Tuvo dos hermanas mayores. Su madre murió en 1917, cuando Henri tenía casi 11 años, catorce años antes de su reclusión. En 1923, con 17 años, se alistó en la Armada Francesa, y sirvió durante dos años. Tras abandonar la marina, Charrière se convirtió en un miembro de los bajos fondos de París, y se casó con una mujer francesa, con la cual tuvo una hija.
Reclusión
Charrière era un integrante de los bajos fondos de París. Es condenado a trabajos forzados a perpetuidad el 26 de octubre de 1931 por el asesinato de un proxeneta, Roland le Petit. Tras una breve estancia como preso en Caen, es trasladado a las Islas de la Salvación, pertenecientes a la Guayana Francesa, donde verdaderamente da comienzo a su extraordinaria historia.
Primera fuga
En 1933, Charrière escapa con éxito de un hospital del interior junto a otros dos presos, Clousiot y André Maturette, con quienes navega a lo largo de la costa de Trinidad y Tobago hasta Riohacha, Colombia, travesía durante la que recibe ayuda, entre otros, de una comunidad de leprosos y de una compasiva familia británica; y a la que se unen otros tres fugitivos a los que posteriormente abandonan en Colombia.
Sin embargo, el mal tiempo les impide dejar la costa colombiana y son recapturados y hechos prisioneros. Charrière consigue escapar con la ayuda de otro preso y, tras distanciarse varios días de la prisión, se separan; Charrière llega al poco tiempo a la región de Guajira. Ahí permanece seis meses viviendo en un poblado de nativos buscadores de perlas, donde una joven y su hermana se enamoran de él y se convierten en sus esposas y madres de sus hijos. Allí experimenta la "forma más pura del amor y la belleza", pero llevado por sus deseos de justicia, abandona el poblado en dirección oeste.
La captura
Sin embargo, la fortuna da un nuevo giro y Charrière es capturado y encarcelado en Santa Marta, para ser transferido posteriormente a Barranquilla donde inesperadamente se reencuentra con Clousiot y Maturette. A pesar de numerosos e increíbles intentos de fuga (uno de las cuales tuvo como resultado la rotura de los arcos de sus pies; teniendo los pies planos el resto de su vida), Charrière fue incapaz de librarse de las prisiones y es extraditado de nuevo a la Guayana Francesa en 1934 junto a sus dos camaradas.
Isla de Saint-Joseph
La fuga le costó a Charrière dos años en aislamiento en la isla de Saint-Joseph tétricamente apodada por los convictos "la devoradora de hombres". Originalmente, los tres fueron sentenciados a cinco años, siendo tres de ellos añadidos por cargos de intento de asesinato a los guardias de los que se deshicieron al escapar del hospital; pero fueron capaces de probar que dichas acusaciones eran falsas, lo que acortó su pena a los mencionados dos años. Sus amigos Clousiot y Maturette corrieron con la misma suerte, que concluyó con la trágica muerte de Clousiot pocos días después de cumplir su pena.
A su salida, Charrière fue transferido a la isla de Royale, donde un informante hizo fracasar un nuevo intento de fuga. Charrière vuelve a ser condenado a ocho años de aislamiento, una pena a la que es casi imposible sobrevivir por su intento de fuga y el posterior asesinato del informador (del que fue exonerado por el atenuante de legítima defensa). Sin embargo fue liberado de su encarcelamiento en solitario después de sólo 19 meses, tras arriesgar su vida tratando de salvar a una pequeña niña de nombre Lissette, de ahogarse en aguas infestadas de tiburones. Se documentó que fue liberado por "razones médicas" considerando las condiciones extremadamente peligrosas del intento de rescate que emprendió.
Fingiendo demencia
Luego, Charrière fingió locura (teniendo algunos típicos síntomas mostrados por algunos locos reales), en un intento de fuga de la isla maniconio, que era muy poco resguardada. Fue un momento ideal para el escape del manicomio, porque después de iniciada la Segunda Guerra Mundial el castigo por intento de escape fue elevado a la pena de muerte, porque se consideró que además existían cargos de traición. El fundamento era que si alguien trataba de escapar seguramente estaba tratando de unirse al enemigo. Un loco estaba visto como alguien sin control de sus propias acciones, de ese modo hacía imposible castigarlo por algo - incluido el escape. Desafortunadamente, el intento de escape fallaría, Charrière y su compañero estuvieron cerca de estrellarse contra los acantilados y ahogarse.
Escape de la Isla del Diablo
Después de "recobrar la cordura", Charrière pide ser transferido a la Isla del Diablo. Las autoridades estuvieron felices de hacerlo porque de aquella isla se decía que era imposible de escapar. Durante su permanencia en la Isla del Diablo, él decide que todos sus intentos de escape fueron muy complicados. Su nuevo y simple plan sería arrojarse al mar desde los riscos usando una bolsa con cocos como balsa.
En las preparaciones preliminares del escape, Papillon observa que las olas repiten una particular sucesión. Cada séptima ola aparece más grande y fuerte que las otras y que la séptima sería lo suficiente para empujarlo muy lejos de la isla a alta mar. Después de muchos experimentos con sacos de su peso en cocos, él nombró a la séptima ola Lissette, como a la niña por la que arriesgó su vida para salvarla.
Charrière convence a Sylvain, un compañero convicto, de acompañarlo en el escape. Él y Sylvain pasan cuatro días y tres noches a la deriva en el mar, flotando en sus bolsas llenas de cocos y sobreviviendo gracias a la pulpa de coco. Por desgracia, Sylvain dejó prematuramente la balsa y se hundió en las fangosas arenas movedizas, desapareciendo cuando las olas mojaron su débil trampa. Estaba a menos de doscientos setenta y cinco metros de la tierra prometida. Charrière esperó hasta que las olas pusieron su balsa en la sólida costa.
En tierra firme
Habiendo alcanzado tierra firme, Charrière se puso en contacto con un chino mayor de nombre Cuic Cuic. Papillon le hizo saber que el hermano de Cuic Cuic llamado Chang lo ayudó a escapar de la Isla del Diablo. Charrière se escondió en el refugio de Cuic Cuic, y juntos (también con la compañía de un amigo armado), escaparon en un bote hacia Georgetown. Incluso cuando pudo haber vivido en libertad, él y otros cinco luego continuaron por tierra hacia Venezuela, donde fueron capturados y aprisionados en La Prisión del Dorado (una pequeña ciudad minera de oro que fue llamada así por el mito de la Ciudad del Dorado), donde se sorprendió del trato que recibían los prisioneros, como notó de una manera similar a la que los franceses trataban a los convictos en las galeras del siglo XVIII y XIX.
Charrière fue finalmente puesto en libertad el 18 de octubre de 1945. Se asentó en Venezuela. Siguió siendo un fugitivo de la justicia francesa hasta que su causa prescribió por el paso del tiempo, según él mismo lo cuenta en el libro Banco (la segunda parte de "Papillon"), un miembro del cuerpo de seguridad de De Gaulle le da la noticia en América antes de una visita del líder frencés a esas tierras, pudiendo con el tiempo retomar sus lazos familiares, volver a pisar suelo francés y conocer a muchos miembros más de su familia, ahora orgullosos del tío aventurero que todos los periodistas querían entrevistar.
Su muerte ocurrió en Madrid, debido a un cáncer de garganta en 1973.
Papillon, su éxito de ventas
Papillon detalla sus presuntos y numerosos escapes, intentos de escapes, aventuras y recapturas de su encarcelamiento en 1932 hasta su escape final hacia Venezuela, donde se convierte en residente en 1945, se casó y se cree que fue el fundador del restaurante "Gran Café", en el Boulevard de Sabana Grande, en Caracas, en cuyas mesas escribió sus memorias. No obstante, sí estableció un Café en la esquina de la Avenida Francisco Solano, cruce con la avenida Principal de Las Delicias. aun continua existiendo el referido cafe y fotos de papillon decoran sus paredes donde curiosos se deleitan al ver a este personaje sentado en las afuera del boulevard de sabana grande donde acostumbraba fumar un habano.
El título del libro es el sobrenombre de Charrière, debido a su tatuaje de mariposa en su pecho (papillon quiere decir mariposa en francés). La veracidad de lo acontecido ha sido cuestionada pero él siempre mantuvo que excepto por algunos huecos en su memoria era verdad. El gran crítico Morlans nos dice que la obra constituye uno de los mayores hitos de la literatura francesa.
Charles Brunier, un antiguo preso y amigo de Charrière confesó en el año 2005 que Charrière obtuvo muchas de sus historias de otros reclusos, incluso en el mismo Brunier y ven un trabajo más de ficción que una autobiografía.
Véase también
Banco, la secuela de Papillon. Aquí se relata el camino azaroso recorrido por el autor desde su liberación en América hasta su consagración en la literatura mundial, camino tanto o más peligroso que el presidio en el cual también se relatan muchos pasajes de la situación política en Sudamérica en esa época, y de como esto tuvo influencia en la vida de Charrière, una segunda parte muy digna de leer, escrita en el mismo estilo ameno y directo.
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