- Historia y desarrollo del Metro de Medellín
-
Contenido
Historia
La historia ferroviaria en Colombia y en Antioquia no es indiferente a los procesos de industrialización que comenzaron en el país hacia finales del siglo XIX y que solo han sido frenados por la enorme cantidad de conflictos sociopolíticos de esta nación suramericana.
El departamento de Antioquia y la región paisa en general, deben su progreso no sólo a las características culturales que conforman su territorio, sino precisamente a la construcción de las vías férreas que lo pusieron en contacto directo con el resto del país (especialmente con la capital, Cali y el Mar Caribe) sino también con el resto del mundo.
Aunque los famosos Ferrocarriles de Antioquia cayeron en una lamentable decadencia y olvido, apenas recordados con nostalgia por los llamados "pueblos del tren", el tren urbano acogió la atención de la región. Tal como hicieran los Ferrocarriles de Antioquia un siglo antes, el Metro de Medellín se constituyó en un importante eje socio, cultural y de desarrollo de una de las ciudades más importantes del país y del subcontinente suramericano.
El rápido crecimiento urbano de la ciudad, especialmente a partir de los años 60, que copó casi completamente el amplio Valle de Aburrá, integró pueblos y veredas que antes eran consideradas por fuera del perímetro urbano de la capital provincial como Bello, Copacabana, Girardota, Barbosa, Envigado, Itagüí, San Antonio de Prado, La Estrella, Sabaneta y Caldas, entre otros, y ubicó a la ciudad en el primer renglón de la economía nacional, y obligó a los tradicionales dirigentes a pensar no ya en un plan provincial de pueblo, sino en un sistema urbano complejo a la altura de cualquier ciudad industrializada. De la misma manera, Medellín y su Área Metropolitana se han enfrentado con el advenimiento de la mafia a partir de los años 70, problemas serios de violencia urbana producto justamente de ese rápido crecimiento, y la lenta respuesta a las necesidades de comunidades migrantes que a la vez buscan refugio en la joven ciudad, sea a causa del conflicto interno en los campos colombianos, sea a causa de la pobreza y la marginación del campesinado.
La ciudad, afrontando problemas de violencia urbana comparables a los de grandes megalópolis como Nueva York, México o Río de Janeiro, ha debido dar respuestas y crear proyectos visionarios que acompañen dicho proceso de crecimiento.
El Metro de Medellín se constituyó no sólo en un medio de transporte masivo al servicio de las clases obreras de la ciudad, sino en un eje cultural importante que contribuiría a sacar de la marginación a ciertos grupos y cambiaría el concepto de espacio urbano en una ciudad hecha para el comercio y la industria, pero que no había pensado en décadas pasadas en cosas como el espacio público, elemento indispensable en una cultura de la no-violencia.
Constitución y evolución de la empresa Metro
El Metro de Medellín, como empresa, se constituye con el fin de construir, administrar y operar el sistema de transporte masivo (Metro), destinado a generar desarrollo y mejorar la calidad de vida de los habitantes del Valle de Aburrá.
Para llevar a cabo el proyecto, se asociaron en partes iguales el Municipio de Medellín y el Departamento de Antioquia, posibilitando la creación de la empresa Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá - Metro de Medellín Ltda. En 1979 comienza la elaboración de los estudios de factibilidad técnica y económica, los cuales fueron realizados por la firma Mott, Hay & Anderson Ltda. y cuyo contrato se extendió hasta desarrollar los pliegos de la licitación internacional.
En 1980 el proyecto se somete a consideración del Gobierno Nacional y su Consejo Nacional de Política Económica y Social le da su aprobación en diciembre de 1982. Se le autoriza a la Empresa la contratación externa del 100% de los recursos necesarios para la obra y en 1984, se contrata la construcción con firmas alemanas, francesas y españolas.
El 30 de noviembre de 1995, a las 11:00 a.m., inicia su operación comercial en un primer tramo, entre las estaciones Niquía y Poblado. La red en sus dos Líneas queda concluida al año siguiente (1996).
Acogida ciudadana y crecimiento posterior
La acogida del nuevo sistema de transporte masivo en el Área Metropolitana de Medellín fue inmediata. Según observaciones de investigadores sociales, el impacto socio-cultural ha sido importante y vital. El Metro de Medellín fue lanzado ante todo como un símbolo de la ciudad y desde tal punto de vista los habitantes se sienten ligados de cualquier manera a él. Un punto central de fomento al turismo en una ciudad que, con vocación meramente comercial, no era atractiva en sí para grandes olas de turismo por carecer de los espacios apropiados para ello. Esa oleada de turismo nacional e internacional ha contribuido a que la ciudad sea vista poco a poco no como la ciudad violenta por excelencia, sino como un territorio que tiene muchas otras cosas que ofrecer y presentar. El Metro de Medellín generó otro fenómeno importante y fue el de dar a conocer de manera palpable los enormes contrastes entre la "ciudad pobre" y la "ciudad rica" al pasar de cara a extremos sociales abismales como El Poblado y Lovaina.
La concepción del tiempo de trabajo también se ha visto alterada de manera positiva para sus habitantes. Si antes un habitante de Bello que iba a trabajar a Envigado gastaba dos horas de tediosos viajes en autobuses, con el Metro dos municipios opuestas en el mapa regional como Bello y Envigado quedaron a tan solo 30 minutos de distancia.
En el año 2004 se inauguró además una nueva y particular línea del Metro de Medellín: la línea K-Metrocable, un sistema que, partiendo de la Estación Acevedo de la línea A (férrea), llega hasta la parte más alta del barrio Santo Domingo, un sector de bajísimos recursos. Ello significa una cosa importante: el sistema masivo está integrando a aquellos que desde los años 60 eran los desconocidos de la ciudad, los que estaban "más allá" de lo considerado "ciudad".
En 2008 entra en servicio la línea J-Metrocable. Esta nueva línea es la segunda experiencia en su tipo y se integra a la línea B (férrea).
Además del Metro
Además, el Metro de Medellín ha creado y ganado espacios públicos y culturales a lo largo y ancho de sus líneas: zonas verdes, restaurantes, parques recreativos, zonas culturales y comerciales que le han dado una nueva visión a la segunda ciudad colombiana.
Véase también
Categorías:- SITVA
- Metro de Medellín
Wikimedia foundation. 2010.