Las once

En Chile, las once, también coloquialmente la once, es la comida servida a media tarde, al modo del afternoon tea o high tea ingleses,^[1] el goûter galo o la merienda española. En el País Vasco, esta misma comida recibe el nombre de hamaiketako, que significa literalmente «la de las once» (hamaika, «once»), un almuerzo que se sirve a media mañana y que constituye la segunda de las cinco comidas que se han de tomar cada día.

Se acostumbra tomar once entre las 17:00 y las 21:00 horas, sirviéndose café o té y pan, habitualmente marraqueta —llamado también pan batido o pan francés— con jamón, manjar, mantequilla, mermelada, palta o queso.

Unas onces completas, o coloquialmente una once completa, pueden incluir berlines, dulces chilenos, galletas, helados, jugo, kuchen, marraqueta, roscas, sopaipillas o torta.^[2] Si se toma once en un restaurante, el pan puede ser un sándwich elaborado, como un Barros Jarpa, un Barros Luco, un chacarero o un lomito. En algunos casos, sobre todo cuando se trata de niños, la once puede ser una taza de leche, cereales, o cualquier otro alimento común de un desayuno.

En muchas familias, esta comida ha pasado a reemplazar la cena, llamada «comida» en Chile, situación conocida, a veces, como once-comida. Esto se debe al ritmo de la vida moderna, que ha ido modificando esta costumbre e incluso eliminándola, como es el caso de algunas partes de Santiago. La extensión de las horas de trabajo ha provocado, a veces, que la última comida del día sea una once abundante, pasando a tomar el puesto de la cena; de ahí que se le llame once-comida. Sin embargo, en el resto del país, las once siguen siendo una de las comidas más importantes del día.

Etimología

El origen del término es discutido. Sin embargo, lo más probable es que se derive de una comida tomada a media mañana, a las 11:00, y esa es la interpretación que le da la Real Academia Española. Otra posibilidad es que el término sea una traducción literal de la comida inglesa elevenses.

Por último, lo que probablemente sea una etimología popular chilena, se dice que esta palabra proviene de la costumbre de los trabajadores de las salitreras, a finales del siglo XIX, quienes acompañaban la merienda con un trago de aguardiente. Por la existencia de restricciones para beber alcohol, llamaban once a tal comida, por la cantidad de letras (11) que posee la palabra aguardiente. Una variación de la última teoría dice que durante la colonia los caballeros que querían tomar aguardiente se referían a esta bebida como 11, para que las damas no se dieran cuenta.

Otra versión cuenta que un club de reunión de damas, formado por un total de 11 personas, se juntaba a mitad de tarde para compartir té y galletas.

Gramaticalmente, lo más correcto es decir «las once», «unas ricas once», pero popularmente se dice «la once», «una rica once» o «las onces», «unas ricas onces» por considerarse la palabra «once» como un objeto y, por ende, una palabra singular y por lo mismo, en caso del plural, «las onces».

Véase también

• Gorodischer, Angélica (1991). «El ojo ajeno: Entre onces y mediasnueves - Diario colombiano» (HTM). Boletín Cultural y Bibliográfico (Biblioteca Luis Ángel Arango) 28 (28). http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/boleti5/bol28/ojo.htm. Consultado el 24 de julio de 2011.  En este artículo se muestra que las onces es una expresión usada tanto en Colombia como en Chile con el mismo significado y con la misma etimología popular, o quizás real, del aguardiente.

Referencias

Bibliografía

• Tomar Once Chile.com
• ¿Tomó once la abuela? Bartolomé Leal
• Las onces, Zibernauta, lista de correo Apuntes, 22 de enero de 1999.