- Libro de Mosíah
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El Libro de Mosíah es uno de los libros que conforma el Libro de Mormón, publicado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y otras denominaciones del movimiento de los Santos de los Últimos Días. El título se refiere a Mosíah II, uno de los reyes nefitas de la ciudad de Zarahemla. En secuencia con la cronología del Libro de Mormón, el libro de Mosíah cubre el período entre el año 130 a. C. y el año 91 a. C., exceptuando cuando el libro hace un paréntesis retrógrado al incluir el registro de Zeniff, el cual empieza el 200 a. C.[1]
De acuerdo al relato en el Libro de Mormón, el libro de Mosíah toma como fuente para su texto al discurso del rey Benjamín (124 a. C.), el registro de Zeniff (c. 200-120 a. C.) y los anales de Mosíah (124-91 a. C.).[2]
Contenido
Contenido
Sucesor del Rey Benjamín
Para el comienzo del libro de Mosiah los nefitas, descendientes de Nefi, vivían junto con los habitantes del pueblo de Zarahemla, todos bajo el reinado del Rey Benjamín, en la tierra llamada también Zarahemla. El Rey Benjamín, ya entrado en años, otorga el trono a su hijo Mosíah. La coronación de Mosíah ocurre en un modo similar a las asambleas tradicionales israelitas, con el pueblo reunido alrededor del templo de la región, ofreciendo ofrendas y sacrificios, renovando convenios eclesiásticos, y con el rey Benjamín pronunciando un discurso desde lo alto de una torre en relación a la sangre expiatoria del Mesías y exhortando a su pueblo a servir a Dios y uno al otro.
Muchos lectores del Libro de Mormón consideran los primeros capítulos del libro de Mosíah como una sección significativamente espiritual. El discurso del rey Benjamín comienza en el capítulo 2 hasta el 9, inclusive. Se habla sobre los principios por el cual el rey Benjamín fundamentó su liderazgo, enfatizando que ha trabajado con sus manos con el fin de no sobrecargar a su pueblo con impuestos, y que las leyes que ha legislado estaban basadas en las leyes de Dios. Afirma que servir el uno al otro es equivalente a servir a Dios. Hace referencia a las visitas angelicales y profecías de Jesucristo, su nacimiento, identificando a su madre con el nombre de María, su ministerio y milagros, su sufrimiento, muerte y resurrección. Menciona a Jesús como el juez en el gran Juicio Final que continúa al fin del mundo, su expiación o medio para sobreponer el pecado y las tendencias del hombre natural con el fin de llegar a ser una persona santa. Enfatiza la importancia de tener fe en Jesús y del arrepentimiento con el fin de llegar a ser hijos de Jesucristo a través de su expiación.
También decreta que su hijo Mosíah es el nuevo rey. Es el segundo rey Mosíah, ya que su abuelo Mosíah también fue Rey. Para el final del libro, el rey Mosíah reinaba sobre un pueblo que constaba de cuatro grupos:
- el pueblo de Limhi, descendientes de Zeniff,
- el pueblo de Alma, aquellos que se desprendieron del rey Noé, también descendientes de Zeniff,
- los nefitas que habían permanecido en Zarahemla bajo el reinado del rey Benjamín,
- los mulekitas, quienes eran los residentes originales de Zarahemla.
Todos estos pueblos reunidos en uno, siguiendo la tradición de sus ancestros, se llamaban nefitas.
Expedición a la tierra de Nefi y la historia de Zeniff
El libro cambia su narrativa a medida que refleja ciertos eventos desplegados en el pasado y que en la narrativa del libro vuelven a cobrar relevancia. Los Nefitas procuraban por medio del nuevo rey, Mosíah II, saber del paradero de algunos de su propia gente quienes se habrían ido de vuelta a la tierra de Nefi con el fin de reclamarlo. Mosíah, en el capítulo 7, envía un pequeño grupo en una expedición para explorar el paradero de sus compatriotas. En su expedición se topan con guardias, son encarcelados y llevados ante un rey llamado Limhi. Este relata al grupo su historia y les muestra por primera vez el registro de Zeniff, quien fuera líder de aquel grupo que intentó reclamar la tierra de Nefi. Esta historia es relatada en los capítulos 9 - 22 del libro de Mosíah.
Zeniff, cuya misión original era espiar a los Lamanitas, empezó a gustarle la tierra y decidió reclamarla. Ello llevó a un conflicto entre los de su grupo que acabó sangrienta, pero al final obtuvo lo que quería. Hizo un acuerdo con el rey de los Lamanitas para apoderarse de una porción de la tierra de Nefi. Es hecho rey de su colonia Nefita. Tuvieron ciertos altercados con los Lamanitas, pero en ese entonces, prevalecieron.
Zeniff muere y pasa su reinado a su hijo Noé, un rey malvado. El es uno de los villanos más reconocido entre lectores del Libro de Mormón. Recoge impuestos exorbitantes de su pueblo para construir palacios y el, como sus ministros viven una vida de comodidades, ocio y desenfreno. Sus vidas malas llevó a la colonia entera a la perdición.
El malvado Rey Noé y la predicación de Abinadí
Aparece en la historia un hombre llamado Abinadí, un hombre santo, y profeta quien predica el arrepentimiento. Habla en oposición al Rey Noé y profetiza que moriría de no arrepentirse. Abinadí es arrestado y llevado ante el Rey Noé donde da lo que se considera uno de los más importantes discursos del Libro de Mormón (capítulos 12-16). Abinadí pide a los ministros un reporte de sus enseñanzas a lo que responden que enseñan de la ley de Moisés. Abinadí les informa que bien es que así hagan, pero les amonesta por no obedecerla ellos, incluyendo los diez mandamientos, los cuales cita. Abinadí luego continúa explicando que la ley de Moisés es un método para preparar al pueblo para la venida de Cristo. Les habla sobre la expiación, la fe, arrepentimiento y la redención por medio de Jesús. Cita a Isaías 53 y explica sobre la descendencia de Cristo, su resurrección y que los niños pequeños que mueren son salvos en Cristo. El Rey Noé y sus sacerdotes se enojan y le sentencian a muerte.
Uno de los sacerdotes del Rey Noé llamado Alma es conmovido por las palabras de Abinadí y apela por su bien. El es también acusado y huye, escondiéndose y escribe las palabras de Abinadí. Después de un período de agrio arrepentimiento, Alma comienza a predicarle al pueblo en secreto, las palabras de Abinadí y la doctrina de Cristo. Logra una cuantiosa congregación, y luego en el capítulo 18, Alma comienza a bautizar a aquellos que han aceptado a Cristo. El Señor dice a Alma que el Rey Noé les ha descubierto y vendría por ellos, por lo que Alma y sus seguidores huyen de la región.
Los Lamanitas atacan al Rey Noé y a su pueblo quienes retroceden. Cuando Noé pide a sus hombres a abandonar a sus esposas e hijos para que la huida fuese más veloz, estos se enojan en su contra y lo ejecutan quemado. Su hijo Limhi reina, pero como monarca tributario al rey de los Lamanitas.
La Iglesia es organizada entre todos los Nefitas
A pesar de que esta no es una explicación exhaustiva, es más o menos la condición que hayan la pequeña expedición enviada por el Rey Mosíah. A fines del capítulo 25, tanto el pueblo del Rey Limhi, y la gente de Alma han sido alejados por el Señor de entre los Lamanitas, en dirección de la tierra de Zarahemla. El Rey Mosíah asigna a Alma que organizara la Iglesia. El Rey Limhi y su pueblos son bautizados y se unen a la Iglesia.
Además, el Rey Mosíah, bajo la dirección de Dios, traduce un grupo de registros encontrados por la gente de Limhi. Relatan de un pueblo comúnmente llamados Jareditas. Una porción del registro está incluido en el Libro de Mormón con el nombre de Libro de Éter. Mosíah, el abuelo del Rey Mosíah, también tradujo algunos escritos hallados en una gran roca los cuales refieren sobre este pueblo.
Conversión de Alma, hijo, y de los hijos de Mosíah (Amon, Aaron, Omner e Himni)
Hay problemas en la iglesia como un grupo de jóvenes de la nueva generación, los cuales no creen en las enseñanzas de la Iglesia. Persuaden a otros para seguirles y no creen en Jesús ni en las enseñanzas de la iglesia. Alma recibe guía y dirección divina sobre el asunto y se le dice que la pena mayor que la Iglesia puede otorgar es la de la excomunión de aquellos que no están dispuestos a arrepentirse. El gobierno secular se encargará de las ramificaciones legales. El Rey Mosíah prohíbe legalmente perseguir a los creyentes.
Entre éstos incrédulos se encuentra un hijo de Alma que también se llama Alma (pero para diferenciarle se le llama "Alma, hijo"), así como los hijos mismos del Rey Mosíah. Un día, en medio de su destructivo trabajo, un ángel llega a ellos y les amonesta a no continuar destruyendo la iglesia. Esta aparición les causa gran terror y Alma, hijo, se desmaya. Permanece inconsciente durante dos días y su padre ora por él. Cuando vuelve en sí, cuenta que ha deambulado por medio de mucha tribulación y, el haber hallado redención por medio de Cristo. Dedica considerable detalle en el relato de su experiencia en el Libro de Alma, capítulo 36. El evento causa que él y los hijos de Mosíah se conviertan al Señor y se dediquen al establecimiento de la Iglesia.
Los hijos de Mosíah le dicen a su padre que quieren salir para Zarahemla, ente los lamanitas y predicarles. Ello preocupa a Mosíah, pero consulta con el Señor, quien le asegura que serían protegidos y que harían mucho bien en el lugar. Sus experiencias y predicaciones se describen luego en el Libro de Alma, comenzando con el capítulo 17.
Un nuevo gobierno
El Rey Mosíah tiene el deseo de poner en orden los asuntos del reino al llegar a su vejez. Debido a que sus hijos han ido a la tierra de los Lamanitas a predicar, no tiene a quien reciba el trono. Por ello propone a su pueblo abolir la monarquía y organizar en su lugar una república. Es posible que el cambio gubernamental haya sido también influenciado por las experiencias relatadas en los anales de Zeniff y que Mosíah traduciría para su pueblo. Explica que los reyes que son justos son deseables, pero una vez que un rey corrupto obtiene el poder, esparce la maldad a sus súbditos, resultando difícil remover del poder a tal rey. Cualquiera que haya sido su motivación, Mosíah delinea e implementa un sistema de gobierno que responde al voto del pueblo—no una democracia pura, sino una forma de gobierno similar a una república—fundamentado en una jerarquía de jueces, elegidos popularmente a cargos de diferente nivel. Su pueblo acepta el sistema unánimemente y se hacen elecciones, donde Alma, hijo, es elegido como el primer Juez Superior, un cargo designado para la cabecera política del gobierno. Recibe también el oficio de Sumo Sacerdote de la Iglesia, haciéndolo también líder máximo de la Iglesia.
Al final del Libro de Mosíah, fallecen Alma, padre, y Mosíah.
Críticas sobre el Libro de Mosíah
Un elemento de crítica que ha sido propuesto como evidencia que el Libro de Mormón no puede ser de origen divino proviene del Libro de Mosíah. Fundamentado en las correcciones que ha recibido el Libro de Mormón desde su primera publicación en 1830, en el capítulo 21, versículo 28, Ammón le reporta al rey Limhi que quien puede traducir el libro de Zeniff al idioma de los nefitas es el rey Mosíah. En la primera edición de 1830, el mismo versículo decía que quien ejercía el derecho traductor era el rey Benamin, antecesor de Mosíah. El cambio se refleja incluso en las ediciones del libro de la Comunidad de Cristo, sin embargo no existen copias del manuscrito original del puño del escriba de Joseph Smith, traductor del Libro de Mormón.[3] Ninguna de las iglesias que utilizan al Libro de Mormón como texto conónico ha presentado una explicación oficial del cambio, por lo que se debate entre críticos y apologéticos, la razón del cambio, en especial, por razón de que era probable que para cuando Ammón se entrevistó con Limhi, el rey Benjamín ya habría fallecido.[4] [5] Esta discrepancia es publicada con frecuencia por autores opuestos a la divinidad del Libro de Mormón, posición que asumen las iglesias del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, argumentando que si el libro es de origen divino, no debería justificarse ese error.[6]
Referencias
- ↑ Las fechas provienen de las notas al pie de la página en el Libro de Mormón
- ↑ Encyclopedia of Mormonism, Vol.1, Book of Mormon (1992). Macmillan Publishing Company. Citado por Alan Goff, LightPlante.com (en inglés).
- ↑ Véase Book of Mormon Critical Text: A Tool for Scholarly Reference, Volume 2 (Provo, Utah: FARMS, 1987), 469.
- ↑ Walter Martin, The Kingdom of the Cults, (Minneapolis, Minnesota: Bethany House, 1985), 186.
- ↑ Jerald & Sandra Tanner, Mormonism: Shadow or Reality? (Salt Lake City: Modern Microfilm, 1972), 90.
- ↑ The Foundation for Apologetic Information and Research. King Benjamin or Mosiah: A Look at Mosiah 21:28 (en inglés).
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