- Monasterio de Kikkos
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El Monasterio del Real Santo y Stavropegic de la Oanayia de Kikkos, más conocido como el Monasterio de Kikkos, o Monasterio del Arcángel Miguel —debido a que a él se encuentra consagrado—, es el monasterio más grande de toda Chipre.
Contenido
Aspectos generales
El Monasterio se encuentra ubicado en la ruta principal que conduce desde Troodos a Nicosia, en la parte oeste de estas montañas, a 18 km del pico más alto de Chipre (el monte Olimpus) y en medio de un hermosos paisaje de montaña boscosa que llama permanentemente a la meditación.
Su nombre completo es Monasterio del Real Santo y Stavropegic de la Panayia de Kikkos. El término "Panayia" significa toda santidad y es empleado en reverencia de la Santa Virgen María. Es llamado real debido a que fue fundado a través de la contribución financiera del emperador bizantino Alejo I Comneno y Stavropegic debido a que una cruz fue emplazada en la piedra fundamental. Esto último, en lenguaje eclesiástico, significa que el monasterio tiene autogobierno en el marco de la Iglesia Ortodoxa Chipriota.
El origen del nombre Kikkos es desconocido. Según la postura más aceptada, se debería al nombre de un arbusto encontrado en el área denominado "kokkos"
La hermandad del Monasterio alcanza los 900 años. este se transformó en uno de los centros espirituales más importantes de la isla. también jugó un importante rol durante la guerra de la independencia. También ha contribuido a preservar la conciencia histórica y ortodoxa de los chipriotas durante los difíciles momentos que han debido vivir que, en algunos casos, se encontraron cerca de su destrucción ante tantas invasiones.
Su construcción original data del período bizantino pero fue reconstruido, inicialmente, en el siglo XVII y posteriormente en el XVIII.
Contiene la tumba de su fundador, el Arzobispo Nikiforos. En su interior existen numerosos frescos que junto con los íconos, son un fino ejemplo del estilo bizantino.
Espléndidos candelabros cuelgan de los techos. También son mantenidos antiguos manuscritos, antiguas esculturas en madera e importantes documentos relativos a la historia del Monasterio.
El Santo Ícono
El ícono más precioso es uno de la Virgen María, a través se rinde una popular devoción a la madre de Dios. Éste es obra del apóstol Lucas quién lo pintó habiendo conocido a María. Este Ícono también es llamado "Panayia Eleousa" (fuente de misericordia). En él, María sostiene a su Hijo en su brazo derecho. En 1576, fue cubierto con plata y oro aunque una nueva cubierta fue hecha en 1795.
La cara de Maria se encuentra cubierta y nunca es revelada debido a que fue la voluntad del emperador Alexios o a que, de esta manera, revelará mayor reverencia. Es recordado que en 1669, el Patriarca de Alejandría, Gerasimos, se atrevió a levantar la cubierta para ver la cara de la Theotokos (Madre de Dios) pero fue castigado por su impiedad y con lágrimas en los ojos pidió perdón a Dios.
El monje ruso Vasilios Barsky, quién visitó el Monasterio en 1735, escribió que los monjes descubrían la imagen solo en períodos de sequía y solo luego que ha sido trasladado al Throni (pequeño trono) donde ellos cantarían el "Paraklesis" (canto de petición a la Theotokos). Ellos lo transportaban sin atreverse a mirarlo por lo que se lo llevaba apuntando al cielo.
El Santo Ícono y el Trono
Sobre el pico de la montaña, en dirección norte del monasterio, se encuentra "To Throni tis Panayias" (el Trono de la Virgen María). En viejos tiempos, existió en el lugar un trono de madera en el cual se colocaba el Santo Icono y se ofrecían plegarias a Dios. En 1935, el trono de madera fue reemplazado por un cenotafio de cemento, el cual ha sido reemplazado recientemente por uno nuevo más grande y majestuoso.
La tumba del primer presidente de Chipre, el Arzobispo Makarios III (1913-1977) quién ha sido miembro de la hermandad del Monasterio, se encuentra próximo al Throni.
La Iglesia
La iglesia fue construida especialmente para albergar el Santo Icono. Originalmente fue de madera pero era muy vulnerable al fuego el que causó grandes daños a la estructura y a los frescos en 1365 y 1541. Luego de ese año, fue totalmente restaurado pasándose a usar piedra en vez de madera. Sin embargo se volvió a incendiar en 1751 y 1813.
La iglesia original era de una nave, luego de tres y actualmente es de tipo basílica con un domo.
De las tres naves, la del medio está dedicada a la Virgen María, el pasillo derecho a Ayiotis Pantes (Todos los Santos) y el izquierdo a Archangelous Gavreil ke Mihail (Arcángeles Gabriel y Miguel).
Historia
Primeros Tiempos
Según la tradición, aproximadamente en el año 1100, el gobernador bizantino de Chipre, el noble Manuel Voutomitis, un día se fue a cazar pero se perdió en el bosque de Troodos. Luego de andar un largo tiempo, encontró un viejo ermitaño llamado Isaías, a quién maltrató por su condición. Posteriormente, siguió el camino a Nicosia, dónde cayó muy enfermo.
Voutomitis atribuyó su enfermedad a la conducta que había tenido con el ermitaño, por lo que envió a sus sirvientes en su búsqueda. Cuando lo tuvo frente a él, le rogó perdón. La súplica del ermitaño hizo que se curase.
El gobernador bizantino le prometió a Isaías que le daría lo que deseare. Éste le solicitó que le traiga el Icono de la Virgen de Constantinopla, una de las tres creaciones del Apóstol Lucas. Consideró que sería imposible persuadir al Emperador de Bizancio, Alejo I Comneno. Sin embargo, se fue con Isaías a la capital. Allí encontraron al emperador apenado por la enfermedad de su amada hija, que era la misma que había sufrido Voutomitis. El ruego del ermitaño curó a la hija.
No fue hasta que el propo emperador cayó enfermo en que aceptó que el Icono viajase a Chipre, aportando el dinero para la construcción del Monasterio dónde alojarlo.
Isaías trasladó el Icono a la isla, donde la población lo recibió con gran alegría y lo acompaño en procesión desde la costa a las montañas. Al mismo tiempo, Voutomitis llegó a la isla, declaró al Monasterio Stravropegico y autorizó a que los gastos por su mantenimiento sería provisto por las villas de Peristerona, Milon y Mylikouri.
La evidencia más antigua de la existencia de Kikkos es la encontrada en un documento del 1136 y está relacionada a la compra de una Biblia por el entonces Abad Daniel. Otras antiguas referencias son de carácter indirecto pero dejan entrever la importancia e influencia espiritual que el Monasterio tenía en la isla. Un típico indicio son las pinturas de íconos de la Santísima Virgen María con el icono de Kikkos sirviendo como modelo.
Periodo latino (1191-1571)
Durante el periodo latino, la gente mantuvo el profundo amor a la Virgen de Kikkos. El Monasterio había tenido tal fama, que, luego del incendio de 1365, el Rey Pedro I (1359-1369) ofreció pagar la reconstrucción (hecho que fue llevado a cabo por su señora Eleonora).
Durante este período, el Monasterio continuó con su tarea de preservar la tradición, la lengua griega y la historia, fundamentalmente a través de sus trabajos. En el mismo, un taller realizaba copias y ornamentación de manuscritos continuando, de esta manera, con la herencia bizantina. Un manuscrito del Salmo, mantenido en la Biblioteca Patriarcal de Jerusalén es una de las piezas testigo más importantes de las actividades espirituales y culturales de Kikkos.
A pesar que muchos de los trabajos del Monasterio se han perdido por diversos motivos, su influencia cultural y espiritual se puede ver en los íconos pintados entre los siglos XIII y XV existentes tanto en Chipre como en otras partes del mundo. Son ejemplos de ello, los íconos de la iglesia de Panayia tis Kivotou (Santa Virgen del arca - s. XIII) en Ayio Theodoro tou Agrou (San Teodoro del Campo); Ayia Marina (Santa María - s. XV) en la villa de Kalopanayiotis, la cual se encuentra en el Museo Bizantino de la Fundación Arzobispo Makarios III, Nicosia y la Iglesia de Panayia tis Dexias (Santa Virgen de la Mano Derecha - s. XV), en Tesalónica.
Período del Dominio Turco (1571-1878)
El conquistador turco trajo una civilización y religión totalmente extraña para la comunidad griega. A los efectos de ser exitosos, los turcos instalaron un fuerte contingente militar y varias comunidades islámicas a lo largo de la isla.
Durante este período, todo tipo de poder anterior colapsó quedando solamente en pie la Iglesia Ortodoxa Chipriota cuando el Monasterio hará una gran contribución. Durante el dominio otomano, cuando la fe era equivalente a la identidad nacional, el Monasterio protegió la conciencia religiosa siendo el mascarón de proa contra la islamización. Miles de peregrinos, ignorando las dificultades y los peligros del viaje, se trasladaban por días para rezar y pedir al Santo Icono.
Asimismo, también se concedió refugio a los cristianos en muchas Metochia (dependencias) del Monasterio de Kikkos a lo largo de toda la isla siendo los más importantes el Archangelos en Lakatamia, Ayios Procopios en Engomi, Xeropatamia en Pentayia, Ayias Monis en Pafos.
La contribución del Monasterio no se limitó a ese rol. Promovió el arte, la iconografía, el grabado de madera, la educación básica y el estudio de la literatura. Testigos de ello son los códices, los manuscritos de música, los tesoros preciosos y los documentos, mantenidos en el Monasterio y en otros lugares de Chipre, tanto privados como en museos, o en bibliotecas de distintos países del mundo.
También es de destacar la escuela griega que operaba en el Monasterio desde el Siglo XVIII. En la misma, los estudiantes eran los novicios del Monasterio y otros jóvenes quienes, luego de su graduación, regresarían a sus lugares de origen, Allí, tanto como sacerdotes o como maestros, transmitirían sus conocimientos a la comunidad. Luego, la escuela de Kikkos pasaría a ser un gymnasium (secundario) de tres años de duración. Muchos de sus alumnos continuaron sus estudios en otras escuelas teológicas.
Se debe hacer especial atención a tres personalidades del Monasterio del siglo XVIII: Epherem el Ateniense, que escribió la historia del Monasterio que fue publicada en Venecia en 1751 por el Protosynkelos (vicario) de Kikkos, Sreaphim Pissidio y el Archimandrita Kiprianos que publicó su Historia de Chipre en 1788, la cual es la única fuente primaria de información relacionada al período del dominio turco. El Archimandrita Kiprianos es considerado por muchos como el primer historiador griego moderno.
El Monasterio fue también un gran contribuyente de la educación griega a través de la colocación de fondos para fundar escuelas en villas y ciudades de Chipre. Entre ellas, se destacan los aportes para la fundación de la Escuela Griega de Limassol en 1819; la reapertura de la Escuela Griega de Nicosia en 1830, la cual fue fundada por el Arzobispo Kyprianos en 1812 y cerrada luego de la Revolución Griega de 1821; la reapertura de las Escuelas Griegas de Limassol y Lárnaca en 1839; etc.
Un gran número de monjes del Monasterio sirvieron en la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Chipriota. Entre ellos están los Arzobispos Timotheos (1572/88) y Nikiforos (1641/74) y el Metropolitano de Kyrenia, Charalampos (1824/44) y Meletios (1872/78).
Monjes de Kikkos ocuparon lugares de liderazgo de la Iglesia Ortodoxa fuera de Chipre. Como ejemplo está el Arzobispo de Ankara, Serafín Pisidios que a mediados del siglo XVIII, publicó varios libros con contendido religioso a los efectos de promover la conciencia nacional entre los griegos turco-parlantes de Capadocia; el Metropolitano Lorkridos, Agathangelos Myrianthousis (1780/1852) que tomó parte en la Revolución Griega de 1821 ; el metropolitano de Petras del Patriarcado de Jerusalén Meletios Mateos (1785/1867) , un gran benefactor de la educación en Chipre y Palestina y el Metropolitano de Mesimvrias, Charitonas Euclidios (1836/1906) que luchó por la preservación de los griegos en Romilia Oriental durante la lucha de Macedonia. Monjes de Kikkos también dotaron las Metochias (dependencias) de los Monasterios de Esmirna, Amasia, Atalía, Constantinopla, Prousa y Georgia.
Estos personajes fueron un canal de conexión del Monasterio de Kikkos y Chipre con el resto de la fe ortodoxa y con los griegos de fuera de la isla. Detrás de todas estas actividades, estaba la hermandad del Monasterio, las cuales según varias fuentes, tenía unos 200 monjes en 1678, 400 en 1683, 70 en 1738, 60 en 1745 y 180 a inicios del siglo XIX.
La realización de estos logros presuponían ingresos financieros. Muchas veces se ha creído que las fuentes de recursos fueron obsequios y ofrendas. Estas aseveraciones han probado ser falsas. Se ha probado que mucho del mobiliario e instalaciones fueron adquiridos, durante la dominación turca, a través del duro trabajo de los monjes. Esto permitió, lentamente, adquirir tierras y cultivarlas, molinos, viñas, casas, frutales y animales.
La realización de los logros arriba enunciados, presupone un ingreso monetario. Hasta hace poco, se creía que esos ingresos se debían a regalos o donaciones. Esto es falso según lo prueban documentos recientemente estudiados. Los bienes, durante el período turco, fueron adquiridos a través del trabajo de los monjes. Poco a poco se adquirieron tierras que podían ser cultivadas, viñas, molinos, bodegas, árboles frutales, olivos y animales.
Las actividades económicas del Monasterio, algunas veces adquirió dimensiones nacionales debido a que el futuro de los chipriotas estaba relacionado con su fe religiosa, cuyo exponente era la Iglesia Ortodoxa. Un ejemplo revelador se relaciona al Arzobispo y la Monasterio de Archangelos, el que fue hipotecado por un prestamista turco. Cuando la fecha de pago expiró, los turcos creyeron que era el momento de apropiarse de ella. La jerarquía de la Iglesia no se podía imaginar que el Monasterio podía pasar a manos de los turcos. El Santo Monasterio de Kikkos pagó la deuda en nombre del Arzobispo sumando este establecimiento a sus propiedades. Otro ejemplo se relaciona con Nicosia que fue salvada de su ruina económica cuando en 1880, el abad de Kikkos, Sofronios (1861-1890), compró a las granjas turcas de Ayios Domenios, Engomi y Lakatamia.
Durante el período de dominación turca, el Monasterio de Kikkos fue, muchas veces, víctima de violencia, extorsión, robos, saqueos alcanzando su clímax durante la Revolución Griega. En este período, entre las víctimas de la gran masacre que incluyó al Arzobispo Kyprianos, a Metropolitanos y a otros, estuvo el Abad del Monasterio: (Josif). Los turcos no se contentaron con ello por lo que quitaron del Monasterio piezas de incalculable valor y lo dejaron en la total ruina.
Sin embargo, el Monasterio de Kikkos se las ingenió para reorganizarse y volver a su esplendor al fin del presente período y al inicio del Británico.
Período Británico (1878-1960)
La gran mayoría de los chipriotas aceptaron la instalación de la administración Británica con alegría, creyendo que sería un paso intermedio para el logro de su último objetivo que era la unión con Grecia (enosis).
Sin embargo, esos sentimientos cambiaron cuando comenzaron a experimentar que las leyes coloniales eran similares a las del antiguo colonizador.
Durante este período, el Monasterio de Kikkos continuó con sus actividades sociales, culturales, nacionales y espirituales. Para ello, los monjes encontraron varios métodos. Algunos miembros del Monasterio, tales como los abates Gerasimos (1890-1911) y Kleopas (1911-1937) representaron al pueblo y lucharon por la mejora de las condiciones de vida en el Consejo Legislativo, un cuerpo establecido en 1882 que funcionaba como un esquelético e inútil parlamento.
Al mismo tiempo, miembros de la hermandad fueron líderes de la Iglesia Ortodoxa. El Arzobispo Cyrillos III (1916-1933), que fue novicio en el Monasterio y mantuvo una unión espiritual con él . Otros monjes de Kikkos fueron los Metropolitanos de Pafos Epiphanios (1890-1933) y Kleopas (1848-1951), el abanderado del levantamiento de octubre de 1931, Metropolitano de Mareótidos, Dionisios Kykkotis (1939-1942) quién sirvió en el Patriarcado de Alejandría, los Metropolitanos de Kyrenia, Kyprianos (1948-1973) y Gregorios (1974-1994) y también los dos últimos Arzobispos de Chipre Makarios III y Chrysóstomos.
Una importante figura es el Arzobispo Makarios quién, luego de su elección en el Trono Arzobispal, jugó un importante rol liderando la lucha por la libertad de la Chipre moderna. Makarios fue un líder político y un líder de la EOKA (1955-1959) cuy objetivo era liberarse del yugo británico. En la lucha, el Monasterio fue uno de los principales financistas de los luchadores a los que les proveyó de refugio dentro del edificio mismo como en los escondites que fueron construidos en proximidades. Los ingleses castigaron al Monasterio cerrándolo al público desde junio de 1956 a marzo de 1959.
El Monasterio estuvo también presente en todas las luchas del Helenismo por la libertad y restauración de la nación en los siglos XIX y XX. Algunos de sus miembros integraron las fuerzas armadas Griegas. Doce monjes junto con otros chipriotas concurrieron a Creta en 1897 a luchar a favor de la unión de esa isla con Grecia, Monjes de Kikkos también participaron en las Guerras Balcánicas de 1912/13 cuando siete novicios encabezados por el que luego sería el abad Chrysóstomos se alistaron en el ejército Griego. Asimismo, aportó en colectas para el apoyo para la liberación de combatientes helenos que estaban en cautiverio.
Las actividades espirituales en este período del Santo Monasterio de Kikkos pueden ser expresadas de diversas formas. El mismo colegio griego que fue fundado en el período turco continuó existiendo y operando en el Monasterio donde se volcaron grandes sumas de dinero en la educación. Monjes de Kikkos construyeron escuelas en el campo tales como Makarios en Tsakistra (1917), Philotheos en Gálata (1919), Kleopas en Polemi (1923) y Epiphanios en Milikouri (1931).
Es también significante el hecho que gran cantidad de monjes, luego de su graduación, continuaran sus estudios en el exterior. Los adates Gerasimos (1890-1911), Kleopas (1911-1937) y Chisóstomos (1948-1979), quienes sirvieron en el Monasterio durante el período de dominación británica, poseían un título en teología.
En 1950, el Monasterio estableció, hecho que continúa hasta hoy, el único seminario en Chipre, el cual contribuye bastamente a la educación del clero.
Asimismo, el Monasterio jugó un importante rol en otras áreas de interés. Tal es el caso de la agricultura, dónde tanto en le Monasterio mismo como en la Metochia de Ayios Procopios se llevaron a cabo cultivos, jardinería, apicultura y establecimiento de viñedos. A tales efectos se probaron nuevos métodos que luego fueron extendidos al resto de la comunidad.
Período desde la Independencia (1960- )
El logro de la democracia en Chipre fue el resultado de una sacrificada lucha. La trágica consecuencia de este período fue la invasión turca de 1974 con la ocupación del 40% del territorio chipriota, el desplazamiento de 1/3 de la población y existencia de 1619 desaparecidos.
Durante estos eventos, la Iglesia Ortodoxa Chipriota continuó desempeñando el mismo rol de liderazgo socio-político que la había caracterizado en períodos anteriores. El Monasterio empleó gran cantidad de dinero para fundar escuelas tales como los antiguos Gimnasios de Kikkos para Jóvenes (1961) y para Señoritas (1964), actualmente denominados Kikkos Liceum A y Kikkos Liceum B respectivamente. En reconocimiento a su labor espiritual y cultural, el Monasterio recibió el premio de la Academia de Atenas de 1971.
El Monasterio también proveyó ayuda a aquellos que fueron expulsados por las fuerzas turcas en la invasión del año 1974 y buscaron refugio en las montañas de Kikkos. Esto incluyó alojamiento, educación, entrega de dinero al Estado y apoyo financiero a los refugiados. Asimismo, apoyó financieramente a las fuerzas militares de Chipre para mejorar sus condiciones de vida de su personal y le suministró tierras para la instalación de barracas.
Las acciones en servio de los ideales y valores del Helenismo y de preservación de la herencia ortodoxa en Chipre continúa de diversas maneras.
Actualmente, la comunidad monacal de Kikkos se ha enfocado a incrementar las actividades para el fortalecimiento de los valores espirituales de la gente y el correspondiente reverdecer de la conciencia histórica y cultural. El Monasterio ha donado una gran cantidad de tierras para la construcción de escuelas, centros culturales, financiado su construcción y funcionamiento tal como el hall de ceremonias del Liceo de Kikkos en Pafos.
Al mismo tiempo, el Monasterio continúa con sus actividades sociales y humanitarias. Lugares de asistencia de niños, centros de recreación juveniles y casas de ancianos fueron construidos con fondos provistos por el Monasterio al igual que gran cantidad de apoyo ha sido brindado a instituciones de caridad. Mayormente el esfuerzo ha ido a centros de salud como ser el hospital de Nicosia, y los centros asistenciales de las villas de Pedoulas y Panayia.
Una importante acción para el apoyo moral y material fue realizado con respecto a los Patriarcados Ortodoxos del Medio Oriente y Europa como para los equipos misioneros que llevan el mensaje ortodoxo a África y Asia.
Desde el fin de los 80, el Abad Nikiforos ha realizado un importante esfuerzo para renovar la parte central del Monasterio. Entre otras cosas, se han cubierto las paredes de los corredores, del la iglesia, del sector de bautismos y de la capilla con frescos. La entrada principal, el patio delantero y el patio interno han sido decorados con mosaicos. De esta firma, el Monasterio ha reintroducido el arte de los mosaicos. Asimismo, se han efectuado trabajos en Ayia Moni, Archangelos, en Sindi y en la villa de Polemi.
En 1986, por iniciativa del Abad Nikiforos, se inauguró el Centro de Estudios de Kykkos en la Metochia de Archangelos (Lakatamia) para el trabajo en el área científica, habiendo realizado publicaciones centradas en la historia del monasterio y de su material de archivo. En dicho centro se encuentra el Taller de Preservación de Manuscritos e Íconos con responsabilidad de preservación de tesoros eclesiásticos.
Véase también
- Website del Monasterio de Kikkos (en inglés)
- Ícono de la Virgen de Kikkos (en inglés)
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