Armas de la Casa de Urrea, a la que Pedro Manuel perteneció. Ricohombre de Aragón, desde 1488 su linaje ostentó el título de conde de Aranda.Siendo el Señor de Trasmoz.

Pedro Manuel Jiménez de Urrea (1485 Épila - 1524), señor de Trasmoz, poeta, prosista y dramaturgo español del Renacimiento.

Aragonés, fue hijo segundo del primer conde de Aranda Lope Ximénez, quien sirvió en las guerras de Cataluña contra Juan II de Aragón, lo que le valió dicho título, otorgado por Fernando el Católico. Su madre, Catalina de Híjar y Beaumont, era hermana de Luis de Híjar, duque de Híjar y descendía de la casa real de Navarra. Se casó con doña María de Sessé, hija de D. Manuel, bayle general de Aragón, y de doña Blanca de Agramonte, camarera de la reina Isabel I de Castilla.

Los datos que conocemos de su vida proceden tanto de la documentación notarial conservada por haber sido Señor de Trasmoz como por lo que nos cuenta en sus poemas y, sobre todo, en su última obra, la Peregrinación de las tres casas sanctas de Jherusalem, Roma y Santiago, de carácter autobiográfico y redescubierto recientemente por el historiador Enrique Galé, que lo publica en la editorial de la Fundación Fernando El Católico. Como segundo hijo del primer conde de Aranda y hermano del segundo y primogénito Miguel Ximénez de Urrea. Tuvo que pelear contra él, a la muerte de su padre para que le dejarán el título de señor de Trasmoz. En esta disputa nobiliaria se alío con él su madre, por la que tenía preferencia. Su arte literario se veía en su tiempo como un reflejo de la educación recibida y su condición de noble. Pues el ser capaz de crear un poema o de contestar una prosa de un rival, que con esta treta intentara desprestigiarte, era de gran importancia en los círculos de poder. Toda su obra giro alrededor de su familia y en especial de su madre, de la que recibió educación y cariño al tenerse que ir de su villa natal, Épila. Al castillo de Trasmoz al desterrarlos su hermano a él y a su madre por las disputas y pleitos sucesorios a la muerte de su padre. Pues como primogénito y conde de Aranda su hermano Miguel reclamaba para él todos los títulos del linaje, dejando a su hermano de 6 años sin nada. En este afán de mantener la familia unida, contenta y de acuerdo con él ante posibles pleitos. Fue por lo que dedico poemas a gran parte de sus parientes.

Fue el principal foco de ignición de una disputa entre las dos grandes casas del Reino de Aragón en un conato de guerra civil del reino en el año 1512. En la época de lucha del rey Fernando II, por la corona de Navarra y la contienda que esta empresa aconteció para el reino. Unos problemas del Señor de Trasmoz con el Monasterio de Veruela que estaba encomendado al hospital de Añon. Lo enfrento al Castellán de Amposta, Duque de Luna, de la Casa Aragón que protegía a esta orden ; al ser el prelado de esta orden. Ante tal figura, no podía hacer nada salvo recurrir a otra de gran peso político y militar de la época como su hermano el Conde Aranda - Miguel Ximénez de Urrea-, trasladando las disputas al valle del Jalón. Pues este con sus huestes sitio al Conde de Pedrola sobrino del Castellán y de nombre Alfonso de Aragón, que para darle más poder diplomático lo nombro señor de Ribagorza. Indefenso por la sorpresa del ataque, vio furioso como le talaban los árboles de sus jardines. Una vez este se rearmo con sus tropas como contestación a la ofensa arraso la villa que da nombre a su apellido Urrea de Jalón, que no pudo hacer otra cosa que dejarla arder. La disputa fue creciendo a tales niveles que las dos partes empiezan a buscar y llamar a sus valedores ante una posible lucha armada. De modo que empiezan a listar todos los condes de Aragón que se van situando a uno u otro lado de la balanza de la disputa. Llegando incluso a recurrir al Justicia de Aragón. Esta escalada armamentística pues se armaban de acuerdo con un bando. Llevo incluso a que la parte valenciana de la familia Urrea, el Conde de oliva. Entro por Teruel con sus propias tropas al auxilio de sus familiares. Lo que fue tomado como una invasión por parte de tropas extranjeras al entrar sin consentimiento al reino de Aragón, unos caballeros armados de Valencia. De modo que en las Cortes de Monzón las dos casas en disputa sacaron sus rencillas y este hecho a relucir en las actas. Tal era la tensión militar entre las casas que ni tan siquiera la Diputación del Reino pudo hacer nada por apaciguar la disputa.

Los nombres que se sumaban a los bandos subían de escalafón y si por parte de los Aranda se unía a su favor Luis de Híjar Conde de Belchite y Juan de Lanuza, Justicia de Aragón.Por parte de los Aragón se unía a su causa Francisco de Luna, Señor de Ricla y Juan de Aragón, Arzobispo de Zaragoza. Así la disputa se zanjo cuando en 1513 el propio Fernando II, hace valer su poder y condición de Rey de la Corona, tras la victoria de la guerra para conseguir el Reino Navarra. Para acordar con ambas partes el destierro de Juan de Aragón a Tudela y Pedro de Urrea a Alagón.Perdonando a su vez a a la rama familiar de los Urrea y a sus caballeros y valencianos la entrada sin permiso y armados al Reino de Aragón.

Muy pronto empezó su afición a la literatura, como se puede ver en su Cancionero; por lo que queda de sus trabajos literarios es muy posible que tuviera algún preceptor humanista, o se educase junto con otros nobles aragoneses en el círculo de Alfonso de Aragón, aunque se sabe que la mayor parte de su infancia la pasó en los castillos de Almonacid de la Sierra y de Jarque, junto a su madre.

Como poeta imitó a Francesco Petrarca y en algunas de sus composiciones se advierten reminiscencias de Juan del Encina, cuyos villancicos y disparates remeda en versos ágiles y graciosos. Publicó en 1513 en Logroño un Cancionero (reeditado por Vilar en Zaragoza, 1878); también es suya la Peregrinación a Jerusalén, Roma y Santiago (Burgos, 1523). El Cancionero incluye una muy hábil versificación del primer acto de La Celestina, obra de Fernando de Rojas que imitó también en Penitencia de amor (Burgos, 1514), de escasa enjundia pero que obtuvo algún éxito, ya que fue vertida al francés por Gabriel de Gramond, secretario del Arzobispo de Toledo.

la Peregrinación de las tres casas sanctas de Jherusalem, Roma y Santiago

La más importante de sus obras, la Peregrinación de las tres casas sanctas de Jherusalem, Roma y Santiago, acaba de ser redescubierta tras su prohibición por la Inquisición en 1551, que parecía haberla hecho desaparecer. En ella reconstruye un largo peregrinaje real llevado a cabo entre agosto de 1517 y mayo de 1519 en el que visitó entre otros muchos lugares Roma, Jerusalén y Santiago. Junto con la relación en prosa del viaje, la "Peregrinación" incluye todo un "Cancionero del peregrino" en verso, decenas de narraciones de todo tipo, informaciones de tipo enciclopédico sobre los más variados temas, cartas al Papa, el Gran Turco y el Emperador, la versificación de varios textos evangélicos, oraciones litúrgicas griegas... Es tal la sabiduría de este edurito que en una de las correspondencias al emperador otomano, le hizo saber una anécdota que le paso al gran Alejandro Magno en su ansias por conquistar el mundo. Y la contó así...

De modo que con este curioso relato que intrigo a Enrique Galé, investigador que ha recuperado la obra de los viajes de peregrinación e investigo coincide con un relato del Tamut. Así que como es posible que un personaje de esta época conociera y comprendiera el tamut. Nos hace ver la inteligencia y sabiduría de un genio, tamizado en la bruma del olvido.

En resumen, en estos momentos Pedro Manuel de Urrea puede ser considerado no sólo el mejor escritor aragonés anterior a los hermanos Argensola sino una de las cumbres de la literatura española del primer Renacimiento.Es tal su importancia que pudo ser influencia del mismísimo Miguel de Cervantes quien lo respetaba como escritor culto y de calidad.

Wikisource

• Wikisource en español contiene obras originales de Pedro Manuel Jiménez de Urrea.

Enlaces externos

• http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/Penitencia/Index.htm
• http://faculty-staff.ou.edu/L/A-Robert.R.Lauer-1/XimenezDeUrrea.html