Pío Moa

Pío Moa

Pío Moa

Pío Moa
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Pío Moa en 2008
Nombre Pío Moa
Nacimiento 1948
Vigo (España)
Seudónimo Pío Moa
Ocupación Periodista e historiador.
Nacionalidad Bandera de España España
Período Siglo XX
Género Ensayo
Sitio web oficial

Luis Pío Moa Rodríguez (Vigo, 1948) es un articulista e historiador español, especializado en temas relacionados con la República, la Guerra Civil Española, el Franquismo y los movimientos políticos de ese periodo.

Fue un antiguo activista antifranquista, que durante su juventud militó en el PCE y más tarde en el Partido Comunista de España (reconstituido) y en el grupo terrorista GRAPO. Una vez iniciada la democracia en España, se reinsertó y se dedicó al estudio de la historia española contemporánea, evolucionando progresivamente hacia posiciones políticas muy conservadoras.

Contrario a condenar a Franco y defensor de muchos aspectos de su dictadura,[1] Moa considera que la actual democracia es heredera del Régimen franquista y no de las izquierdas del Frente Popular, según él totalitarias y antidemocráticas y que dejaron un legado de «devastación intelectual, moral y política».[1] [2] Su obra ha generado una gran controversia y suscitado la atención de un numeroso público, que ha situado a varios de sus libros en las listas de los más vendidos en España: su libro Los mitos de la Guerra Civil fue, con 150.000 ejemplares vendidos, número uno de ventas durante seis meses consecutivos.[3]

Contenido

Biografía

Nacido en Vigo (Pontevedra), fue miembro fundador de la organización terrorista de tendencia marxista-leninista y maoísta Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), el brazo armado del Partido Comunista de España (reconstituido) (PCE-r). Formando parte de ella participó en asaltos a locales falangistas y a la sede de la revista Gentleman, a la que llamaban «oposición domesticada». Asimismo tomó parte en uno de los asesinatos del 1 de octubre de 1975, perpetrados en represalia por las últimas cinco ejecuciones del franquismo de dos miembros de ETA y tres del FRAP el 27 de septiembre.[4] Enrique Cerdán Calixto, Abelardo Collazo Araújo y Pío Moa penetraron en la sucursal y se dirigieron hacia el policía de servicio. Cerdán le disparó y Moa, que portaba un martillo, le arrebató el arma al policía ya muerto. Según el informe policial de los asesinatos, algunos testigos afirmaron que le habían visto golpear con un martillo al policía tiroteado, extremo que Moa siempre ha negado, manifestando que no fue necesario.[5] Fue expulsado del GRAPO en 1977 y se acogió a medidas de reinserción en 1983. Ha dejado un relato de sus experiencias de entonces en el libro autobiográfico De un tiempo y de un país.

Ha dirigido las revistas Tanteos (1988–1990), de pensamiento, y Ayeres (1991–1993), de historia. Ha sido bibliotecario del Ateneo de Madrid, a cuya Junta directiva perteneció durante tres años. Es colaborador en diversas revistas, periódicos y medios de Internet, como Libertad Digital, Chesterton, El Economista o Época, de clara orientación derechista.

Evolución intelectual

Tras su reinserción, su pensamiento fue evolucionando hacia posiciones políticas conservadoras, diametralmente opuestas a las mantenidas durante su juventud. La base de su producción intelectual es una trilogía sobre la Segunda República y la Guerra Civil Española en la que invirtió nueve años de investigación. Sus obras más vendidas, auténticos best sellers[3]Los mitos de la guerra civil y Franco, un balance histórico—, son ensayos no historiográficos pero que aprovechan el trabajo realizado en la trilogía mencionada.

Moa afirma que sus tesis se sustentan en el análisis, entre otras fuentes, de los numerosos testimonios dejados por los protagonistas de aquellos hechos (Azaña, Araquistáin, Prieto, Largo Caballero, Madariaga y Gil Robles). También asegura haber consultado para algunas de sus obras los archivos de la Fundación Pablo Iglesias, en especial el de Largo Caballero, el Archivo General de la Guerra Civil Española, el Archivo Histórico Nacional, la prensa de la época y los diarios de las Cortes.

Su línea de pensamiento se resume en lo siguiente:[6]

  1. Una parte sustancial de la izquierda (los anarquistas, PCE, ERC y el sector del PSOE liderado por Largo Caballero) tenía un carácter marcadamente antidemocrático, ya que consideraba la República como un mero paso intermedio en el camino hacia su objetivo último de la Revolución Social.
  2. Este sector de la izquierda española organizó la insurrección de octubre de 1934.
  3. En una República que ya no era democrática se produjeron las elecciones de 1936, que ganó por estrecho margen de votos (y mucho más amplio en escaños) el Frente Popular gracias a ciertos arreglos oscuros, como los denunciados por el entonces Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y corroborados, según Moa, por las memorias de Azaña, Alcalá-Zamora o Madariaga.
  4. La situación de violencia callejera y auténtico fervor revolucionario generó una respuesta simétrica en los sectores más radicales de la derecha, a la que se sumó un sector de la oficialidad del ejército, desembocando toda esta escalada de violencia en la sublevación del 18 de julio. Ésta habría sido una reacción desesperada de una derecha que no esperaba cuartel alguno.

En 2007 hizo unas declaraciones al diario Público, publicadas bajo el titular apócrifo de Pío Moa: «Franco no aniquiló a los rojos, los escarmentó»,[7] en que sostenía que muchas víctimas del franquismo, como las Trece Rosas o Lluís Companys, no eran en absoluto inocentes y que «aquellos que hoy defienden la Ley de la Memoria Histórica se identifican con los criminales, los de las checas». En su blog ratificó estas opiniones,[8] desmintiendo además el titular del artículo. Estas polémicas declaraciones fueron denunciadas por catorce ciudadanos que llegaron a recoger firmas en un Manifiesto de apoyo a su denuncia por injurias contra Pío Moa. El 6 de mayo de 2008 el juez sobreseyó la denuncia por entender que no había delito.[9]

Moa se ha negado repetidamente a condenar la dictadura franquista, e incluso la ha alabado: «el franquismo no destruyó a la democracia, sino a la revolución del Frente Popular. Libró a España de la II Guerra Mundial y de una nueva guerra civil, y dejó un país próspero y reconciliado, libre de los odios que acabaron con la II República»; «[los logros de Franco] lo convierten en el personaje político de mayor envergadura en la historia de España de los dos últimos siglos, en rivalidad, si acaso, con Cánovas».[10] [11] [12] [13]

Pío Moa ha hecho reiteradas declaraciones contra la homosexualidad y matrimonio entre homosexuales: «parece bastante claro que la homosexualidad es una tara, es decir, una desviación de la sexualidad normal, demasiado evidente para precisar muchas explicaciones. (...) Pero ocurre que no sólo la quieren presentar como una “opción”, sino como un motivo de orgullo. (...) Una tentación de la persona tarada —es decir, de todas, en mayor o menor medida— consiste en no admitir su defecto, y presentarlo como la normalidad o como algo tan bueno como la ausencia de él»;[14] «nadie en su sano juicio “opta” por la homosexualidad, como no opta por la cojera, o por la miopía o por una inteligencia escasa. Admitamos que el problema no está completamente resuelto y debe seguir discutiéndose, pero, en todo caso, no me identifico como antiliberal por sostener que la homosexualidad y la sexualidad normal no son equiparables, y que el “matrimonio gay” solo puede ser una parodia».[15]

Controversias

La obra de Moa ha sido descalificada por numerosos autores e historiadores (entre los que se encuentran Javier Tusell,[16] Paul Preston,[17] Alberto Reig Tapia,[18] Enrique Moradiellos,[19] Francisco Espinosa Maestre,[20] Justo Serna,[21] [22] Mercedes Yusta,[23] Carlos Rilova Jericó,[24] Helen Graham,[25] Santos Juliá,[26] Gabriel Cardona,[27] etcétera) que han señalado que las conclusiones de Moa contradicen la investigación historiográfica académica realizada desde la muerte de Franco y que ignoran las fuentes primarias a las que se tuvo acceso una vez terminada la dictadura. Estos historiadores opinan que la argumentación y conclusiones de Moa coinciden en lo esencial con las de los historiadores franquistas de la inmediata posguerra, en especial Joaquín Arrarás, así como con las de Ricardo de la Cierva.[23] y que los aspectos formales y metodológicos de su obra, tales como la ausencia de notas, uso de acusaciones genéricas y empleo dudoso de las fuentes y de los testimonios, impedirían el debate científico que el propio autor siempre reclama.

Alberto Reig Tapia ha sido uno de los pocos autores que se han ocupado de su obra de manera extensa, señalando que «la obra de Moa ha suscitado el rechazo firme y unánime de la comunidad historiográfica nacional e internacional», calificando a Moa de «simple comentarista», acusándolo de no haber «hecho investigación de primera mano» y de ignorar «toda la bibliografía académica de los últimos años». No considera que Moa sea ni tan siquiera un revisionista sino que considera que se ha limitado a reproducir «la misma cantinela de siempre». Según su juicio, a Moa se le explicaría desde un punto de vista sociológico, no literario o historiográfico, y sería «la versión española, a la baja naturalmente, del revisionismo que ya se manifestó en Francia, Alemania o Italia hace unos años respecto a su propia historia». Según sus propias palabras: «Supone, salvadas las distancias, una especie de negacionismo». Concluyendo que «es una auténtica pérdida de tiempo abordar científicamente lo que por sí mismo se sitúa al margen de la historia».[28]

Por su parte, Moa rechaza estas opiniones y acusa a sus críticos de ignorar deliberadamente, por motivos ideológicos, las fuentes por él empleadas, acusándoles de limitarse a defender dogmáticamente la versión izquierdista difundida hace décadas por Manuel Tuñón de Lara. En su opinión, antes que intentar rebatir sus tesis, han centrado sus esfuerzos en intentar censurarle:

...no pongo en duda el derecho a sostener otras ideas, y acepto en principio que puedan ser más acertadas que las mías. Lo que no admito son esos modos y métodos, degradantes para la vida intelectual, y puedo permitirme denunciarlos y calificarlos como merecen porque, afortunadamente, nuestra democracia todavía resiste el arbitrio de tales personajes. Queda en el balance su fracaso tanto en refutar mis tesis como —y eso les habría interesado mucho más— en silenciarlas o desprestigiarlas con malas artes.
El Catoblepas nº 64; junio de 2007

Además, Moa reprocha a sus detractores que apenas han hojeado sus libros, y los han interpretado mal: «lejos de copiar a Arrarás o Ricardo de la Cierva (...) contienen miles de notas, y referencias en el texto, a partir de fuentes primarias». Afirma que sus maestros son más bien los hermanos Salas Larrazábal, Martínez Bande y Burnett Bolloten, y que a De La Cierva comenzó a leerlo mucho después.[29] Frente a las críticas sobre el aparato bibliográfico y las fuentes primarias de Los mitos de la guerra civil y Franco, un balance histórico, Moa afirma que son «ensayos de síntesis» que aprovechan el trabajo de investigación realizado en su trilogía sobre la Segunda República y la Guerra Civil Española. Moa opina que «a nadie se le ocurriría atacar con tales argumentos los libros de síntesis de Pierre Vilar sobre historia de España o la guerra civil».[29]

Moa también tiene defensores en el gremio académico. Historiadores como José Manuel Cuenca Toribio,[30] César Vidal[31] o Carlos Seco Serrano[32] han elogiado la obra de Moa. El historiador Henry Kamen se lamenta de que, según su opinión, no se haya estudiado la represión ejercida por la República, a excepción de Pío Moa, marginado por los historiadores del establishment[cita requerida]. El historiador Julius Ruiz, por su parte, afirma que «la represión republicana todavía aguarda a su historiador».[33] El historiador e hispanista Stanley G. Payne también ha elogiado en repetidas ocasiones los trabajos de Pío Moa, sobre todo sus investigaciones sobre el periodo que va de 1933 a 1936: «Cada una de las tesis de Moa aparece defendida seriamente en términos de las pruebas disponibles y se basa en la investigación directa o, más habitualmente, en una cuidadosa relectura de las fuentes y la historiografía disponibles», destacando la originalidad de su trabajo: «ha efectuado un análisis realmente original y ha llegado a conclusiones que no han sido todavía refutadas. Lo han denunciado, lo han vetado pero no han logrado rebatir con pruebas las tesis de Moa sobre la República» incidiendo en que las tesis de Moa no han sido refutadas: «lo más reseñable es que, aparentemente, no hay una sola de las numerosas denuncias de la obra de Moa que realice un esfuerzo intelectualmente serio por refutar cualquiera de sus interpretaciones. Los críticos adoptan una actitud hierática de custodios del fuego sagrado de los dogmas de una suerte de religión política que deben aceptarse puramente con la fe y que son inmunes a la más mínima pesquisa o crítica».[34] [35]

Obras

  • Reflexiones sobre el terrorismo. Autor, Madrid, 1985. ISBN 84-398-4781-5
  • El erótico crimen del Ateneo de Madrid. Mosand, Madrid, 1995. ISBN 84-89616-00-0
  • Los orígenes de la Guerra Civil española. Encuentro, Madrid, 1999. ISBN 84-7490-526-5
  • Los personajes de la República vistos por ellos mismos. Encuentro, Madrid, 2000. ISBN 84-7490-579-6
  • El derrumbe de la II República y la guerra civil. Encuentro, Madrid, 2001. ISBN 84-7490-625-3
  • De un tiempo y de un país. Encuentro, Madrid, 2002. ISBN 84-7490-657-1
  • La sociedad homosexual y otros ensayos, Editorial Criterio Libros, Madrid, 2001. ISBN 84-95437-08-2
  • Contra la mentira : guerra civil, izquierda nacionalista y jacobinismo. Libroslibres, Madrid, 2003. ISBN 84-96088-06-5
  • Los mitos de la Guerra Civil. La Esfera de los Libros, Madrid, 2003. ISBN 84-9734-093-0
  • De un tiempo y un país: la izquierda violenta (1968-1978). Encuentro, Madrid, 2003. ISBN 84-7490-657-1
  • Los libros fundamentales sobre la guerra civil. Encuentro, Madrid, 2004. ISBN 84-7490-724-1
  • Una historia chocante: los nacionalismos catalán y vasco en la historia contemporánea de España. Encuentro, Madrid, 2004. ISBN 84-7490-747-0
  • Los crímenes de la Guerra Civil y otras polémicas. La Esfera de los Libros, Madrid, 2004. ISBN 84-9734-156-2
  • 1934, comienza la guerra civil : el PSOE y la Esquerra emprenden la contienda (en colaboración con Javier Ruiz Portella). Áltera, Barcelona, 2004. ISBN 84-89779-59-7
  • Federica Montseny o las dificultades del anarquismo, (en colaboración con Antonina Rodrigo García). Ediciones B, Barcelona, 2004
  • 1936, el asalto final a la República. Áltera, Barcelona, 2005. ISBN 84-89779-72-4
  • Franco: un balance histórico. Planeta, Barcelona, 2005. ISBN 84-08-06235-2
  • Contra la balcanización de España. La Esfera de los Libros, Madrid, 2005. ISBN 84-9734-323-9
  • El iluminado de La Moncloa y otras plagas. Libros Libres, Madrid, 2006. ISBN 84-96088-48-0
  • La República que acabó en guerra civil. Áltera, Barcelona, 2006. ISBN 84-89779-94-5
  • La quiebra de la historia progresista . Ediciones Encuentro, 2007. ISBN 84-7490-853-1
  • Años de hierro. España en la posguerra. 1939-1945. La Esfera de los Libros, Madrid, 2007. ISBN 978-84-9734-663-4
  • Falacias de la izquierda, silencios de la derecha. Claves para entender el deterioro de la política española actual. Libroslibres, Madrid, 2008. ISBN 978-84-96088-77-1
  • Viajes por Vía de la Plata. Libroslibres, Madrid, 2008. ISBN 84-96088-82-0
  • Franco para antifranquistas: en 36 preguntas clave. Altera, Barcelona, 2009. ISBN 978-84-96840-42-3

Citas sobre Pío Moa

Contrarias

Asimismo, ha habido una reciente reacción franquista con la publicación de un libro popular muy difundido, Los mitos de la guerra civil de Pío Moa, aparecido en 2003. Su contenido de anacrónica propaganda franquista no se sostiene en absoluto frente al cuarto de siglo pasado de investigación histórica nacional e internacional. Pero a diferencia de la mayoría de las obras especializadas derivadas de esta investigación y escritas por historiadores profesionales españoles, el libro de Moa tiene una prosa muy amena que se dirige al público en general (...). La pobreza de la obra de Moa, su incapacidad para transmitir la complejidad de la historia de aquellos años que muchos lectores están buscando, hace que resulte anacrónica en un momento en que la recuperación de la memoria republicana indica que la democracia española ya ha llegado a su madurez.
Helen Graham, catedrática del Departamento de Historia en la Royal Holloway University de Londres
Conozco el trabajo de Pío Moa. A mí me parece que lo que hace es ignorar a las investigaciones de la gran mayoría de la profesión histórica, sea de izquierdas o de derechas, para repetir de una forma un poco más suave la propaganda franquista de la Guerra Civil y de la inmediata posguerra. Evidentemente, siempre caben matizaciones, discrepancias de interpretación y de opinión. Sin embargo, cuando hay discrepancias, por ejemplo, respecto a lo que hicieron las columnas de Franco en su avance hacia Madrid —muy bien investigadas por Francisco Espinosa y luego denegadas por Pío Moa— la única explicación de las discrepancias es la intencionalidad política de los discrepantes.
Paul Preston, hispanista, doctor en Historia por la Universidad de Oxford
Pío Moa es también autor prolífico y alejado de los medios académicos con los que mantiene vanamente la pretensión de polemizar. Claro está que es muy difícil hacerlo. Puede, como en su último libro, tomar una parte de la verdad y montar una tesis por completo desmesurada y que nos devuelve a los años cuarenta. Empieza, por ejemplo, por considerar que la CEDA no era nazi, para llegar a la conclusión de que la Guerra Civil comenzó por culpa de la izquierda en octubre de 1934. Pero, además, presume una conspiración desde comienzos de siglo de izquierdistas y nacionalistas y dice descubrir su capacidad destructiva... ¡en una sociedad secreta!.
Javier Tusell, fue historiador y político español, catedrático de Historia Contemporánea en la UNED
Lo que hacen historiadores como Pío Moa o César Vidal es intoxicación interpretativa, es forzar el significado de los hechos, es aplicar sobre las fuentes una clave conspirativa. El modo de argumentar que tiene entraña un empleo dudoso de las fuentes y de los testimonios. Cuando éstos se atienen a la tesis previa que se desgrana en el libro, cuando aquéllas se ciñen a lo que quiere sostener, entonces se cita al adversario, incluso al enemigo, de quien se podrá tomar una u otra frase que se acomode al esquema interpretativo. Cuando así ocurre, Moa no se pregunta por la verdad de ese testimonio. Sin más admite la certeza o el acierto, justamente porque confirman lo que él ya sabía de antemano. Cuando, por el contrario, el documento (del mismo testimonio, por ejemplo) contradice el hilo argumental, entonces lo atribuye a la falsedad o a la doblez o a la ceguera o a la ignorancia del testigo. Es decir, el expediente del ensayo (género nobilísimo donde los haya) le sirve para justificar su pereza documental o para legitimar sus temeridades interpretativas con frases sacadas de texto o de contexto.
Justo Serna, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia

Favorables

El asunto principal no es que Moa sea correcto en todos los temas que aborda. Eso no puede predicarse de ningún historiador y, por lo que a mí respecta, discrepo de varias de sus tesis. Lo fundamental es más bien que su obra es crítica, innovadora e introduce un chorro de aire fresco en una zona vital de la historiografía contemporánea española, anquilosada desde hace mucho tiempo en angostas monografías formulistas, vetustos estereotipos y una corrección política determinante desde hace mucho tiempo. Quienes discrepen de Moa necesitan enfrentarse a su obra seriamente y demostrar su desacuerdo en términos de una investigación histórica y un análisis serio que retome los temas cruciales en vez de dedicarse a eliminar su obra por medio de censura de silencio o de diatribas denunciatorias más propias de la Italia fascista o la Unión Soviética que de la España democrática.
Stanley G. Payne, hispanista, doctor en Historia por la Universidad de Columbia y miembro de la Real Academia Española de la Historia.[36]
Pío Moa sí que es un historiador serio y riguroso como ha habido muchos otros en la investigación española, Sánchez Barba, Candell, nos permite ver que la historia española sigue viva, siendo magníficamente estudiada y vendiendo mucho.
Ricardo de la Cierva, catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Alcalá de Henares (hasta 1997) y Ministro de Cultura en 1980
En medio del políticamente correctísimo panorama literario español descuella desde hace unos años la obra de Pío Moa. Antiguo militante de formaciones de izquierdas, incluido el GRAPO, pocas personas hubieran podido pensar que alguien tan extraviado hace años alcanzara cumbres de lucidez y sentido común como las transitadas por él en sus libros. (...) La lectura de Moa es sabrosa, interesante y luminosa. No requiere -salvo la excepción ya señalada- de grandes conocimientos previos para poder entenderlo y aprovecharlo. En realidad, este libro [La sociedad homosexual y otros ensayos, Editorial Criterio Libros, Madrid, 2001. ISBN 84-95437-08-2], como otros de Moa, tan sólo requiere para leerlo el despojarse de anteojeras y prejuicios y el deseo de conocer la verdad por encima de propagandas. Cuando se dan esos requisitos previos, el resultado merece innegablemente la pena.
César Vidal, historiador, escritor y periodista
¿Por qué los eruditos españoles (con la única excepción de un escritor que no es profesor universitario y que ha sido deliberadamente marginado por los historiadores del establishment) no han estudiado la represión? ¿Hay alguna barrera ideológica que les prohíbe hacerlo?
Henry Kamen, historiador, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Barcelona

Referencias

  1. a b «Franco debe (...) recibir la gratitud y el reconocimiento de la mayoría de los españoles.» —Tremlett, Giles (14 de noviembre de 2005). «Pro-Franco history tops bestseller list» (en inglés). The Guardian.
  2. «No condeno el franquismo porque de él, y no del antifranquismo —totalitario y terrorista en su mayoría—, de la paz y prosperidad legadas por el franquismo, han nacido la democracia y la monarquía constitucional que estos antifranquistas retrospectivos están echando abajo.» —Moa, Pío (30 de noviembre de 2007). «¿Condena usted el franquismo?».
  3. a b Europa Press (25 de octubre de 2004). «Pío Moa acusa al PSOE de comenzar la Guerra Civil en 1934» El Mundo.
  4. nodo50.org. «Las últimas ejecuciones del franquismo».
  5. Moa, Pío (18 de enero de 2004). «El crimen que no ejecuté» El Mundo, suplemento Crónica.
  6. Moa, Pío (25 de enero de 2007). «En cuanto a mis tesis...» Libertad Digital.
  7. Romero, Juanma (29 de octubre de 2007). «Pío Moa: “Franco no aniquiló a los rojos, los escarmentó”» Público.
  8. Moa, Pío (30 de octubre de 2007). «Gracias a Público».
  9. Público (16 de mayo de 2008). «Marlaska archiva la denuncia contra Pío Moa».
  10. Moa, Pío (20 de noviembre de 2008). «20 de noviembre».
  11. Moa, Pío (30 de noviembre de 2007). «¿Condena usted el franquismo?».
  12. Tremlett, Giles (22 de abril de 2003). «Pro-Franco book a bestseller in Spain» (en inglés). The Guardian.
  13. Tremlett, Giles (14 de noviembre de 2005). «Pro-Franco history tops bestseller list» (en inglés). The Guardian.
  14. Moa, Pío (30 de junio de 2002). «Orgullo de tara» Libertad Digital.
  15. Moa, Pío (3 de marzo de 2008). «¿Como liberal...?» Libertad Digital.
  16. Tusell, Javier (8 de julio de 2004). «El revisionismo histórico español» El País.
  17. Preston, Paul (24 de junio de 2003). «Encuentro digital» El Mundo.
  18. Reig Tapia, Alberto (29 de julio de 2003). «Quosque tandem Pío Moa?».
  19. Moradiellos García, Enrique (mayo de 2003). Las razones de una crítica histórica: Pío Moa y la intervención extranjera en la Guerra Civil española (vol. 15), p. 11.
  20. Espinosa Maestre, Francisco «Desmontando a Pío Moa» Diario de Sevilla.
  21. Serna, Justo. «Las ficciones de Pío Moa».
  22. Serna, Justo. «Pío Moa».
  23. a b Yusta, Mercedes (3 de diciembre de 2003). «Las “guerras civiles” de Ruedo ibérico».
  24. Rilova Jericó, Carlos (2007). «“¿Qué te parece Pío Moa?” Dos notas sobre el revisionismo y la guerra civil española» Hispania Nova. n.º 7.
  25. El propio Pío Moa incluye a Helen Graham entre sus críticos: «Si uno atiende a las críticas hechas por Juliá, Tusell, Preston, Helen Graham o Reig Tapia, salta a la vista su bajo nivel intelectual». —Moa, Pío (9 de enero de 2004). «Errores en Los mitos de la Guerra Civil» Libertad Digital.
  26. «Viejos mitos, que repite hoy Pío Moa en su Franco. Un balance histórico. Convertido en el más correoso y pelmazo propagandista del régimen y de la persona de Franco, lo que escribe no es más que reiteración actualizada de lo que desde siempre han dicho los servidores de Franco y de su política.» —Juliá, Santos (12 de noviembre de 2005). «Entre tirano y padre de la patria» El País.com.
  27. Gabriel Cardona: «La historia ya ha desvelado los mitos de la Guerra Civil y existe al respecto un notable consenso académico. Ajeno a los panfletistas que resuciten las viejas falacias como si fueran hallazgos personales. Los verdaderos estudios históricos no pueden evitar que existan semejantes embaucadores, dedicados a engañar a quienes lo desean.» —Paul Preston en el prólogo de Reig Tapia, Alberto (2006). Anti-Moa. Barcelona: Ediciones B, p. 118. ISBN 84-666-2809-6.
  28. Reig Tapia, Alberto (2006). Anti-Moa. Barcelona: Ediciones B, pp. 168, 458, 172, 460 y 481. ISBN 84-666-2809-6.
  29. a b Moa, Pío (9 de enero de 2007). «Réplica al Anti Moa» Libertad Digital.
  30. Cuenca Toribio, José Manuel «Revisión de la guerra civil» Razón Española. n.º 109.
  31. Vidal, César (13 de diciembre de 2001). «Verdades como puños» La libertad digital.
  32. Reig Tapia, Alberto (2006). Anti-Moa. Barcelona: Ediciones B, p. 131. ISBN 84-666-2809-6.
  33. Kamen, Henry (17 de abril de 2007). «Lo que (no) se quiere recuperar de la Segunda República» El Mundo. Comentario de Moa en Libertad Digital sobre este artículo.
  34. Díaz Villanueva, Fernando «Stanley G. Payne: “la izquierda española no acepta perder”» Libertad Digital.
  35. La esfera de los libros. «Stanley Payne elogia la obra de Moa».
  36. Página de la Real Academia de la Historia listando a Payne

Véase también

Bibliografía crítica con Moa

  • El fenómeno revisionista o los fantasmas de la derecha española, Francisco Espinosa Maestre, historiador, Del Oeste, Badajoz, 2005. ISBN 84-88956-68-1
  • Spanish Civil War, Helen Graham, historiadora, OUP, Oxford, 2005. ISBN 0-19-280377-8
  • Anti-Moa, Alberto Reig Tapia, politólogo, Ediciones B, Barcelona, 2006. ISBN 84-666-2809-6

Bibliografía crítica con los críticos de Moa

Enlaces externos

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  • El oro de Moscú — Para el artículo dedicado a la película, véase El oro de Moscú (película). Fachada norte de la sede del …   Wikipedia Español

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