- Reality Bites
-
Reality Bites
Reality Bites, A comedy about love in the '90s es una comedia de1994, dirigida por Ben Stiller
Conjuga la comedia como el drama y la historia romántica. Sin embargo, como ocurre con todo conjunto heterogéneo, la totalidad termina trascendiendo la mera suma de sus partes.
Argumento
La base argumental de la película gira en torno a los conflictos y expectativas de la así llamada 'Generation X', vale decir, aquellos jóvenes de clase media que en los '90 estaban promediando los 20 años. Los límites de esta categoría, indudablemente, son bastante más vastos y difusos que los aquí propuestos.
Inmersos en este estado de cosas, nos encontramos con tópicos tales como las dificultades de los graduados universitarios para conseguir un empleo conforme a sus estudios que, por cierto, no son los típicamente rentables (esto, a la postre, cristalizará en la dicotomía yuppie-slacker). También tienen cabida aquí temas como el SIDA y la homosexualidad. Toda esta amalgama de elementos estaba ya de algún modo presente en el predecesor film canadiense Love and Human Remains de Denys Arcand (1993).
Por supuesto, en Reality Bites también tiene lugar la constante crítica al materialismo e hiperconsumismo propios de la sociedad norteamericana, el ataque sin ambages contra el American way of life, etc. De esta manera, los jóvenes de la generación X, en general, no se resignan a cambiar su libertad por un empleo bien remunerado y prefieren tratar de encontrar el placer en los fugaces instantes vividos y no en los objetos de consumo masivo destinados a los "empleados de 80 horas por semana". Puede decirse que estas ideas contienen, in nuce, algunos de los puntos centrales de lo que más tarde sería American Beauty (1999). Ateniéndonos sólo a esta perspectiva, podemos considerar que la gran diferencia entre ambos films reside en que, mientras que en American Beauty el cuestionamiento parte de los mismos que de algún modo fueron los encargados de la preservación tácita del statu quo (padeciendo, por tanto, el mundo que ellos mismos crearon), en Reality Bites la crítica es llevada a cabo por las víctimas "inocentes" del sistema: la joven generación X.
La película comienza y finaliza con un mensaje clave: la incapacidad de estos jóvenes tanto para desandar el camino transitado por sus padres como para darle un sentido a su propia existencia. Lo único que pueden dar como respuesta ante tales interrogantes es un lacónico I don't know.
Puede decirse que el film es pasible de ser entendido desde tres niveles de creciente complejidad.
En principio, si partimos del supuesto de que una autocrítica de la sociedad de consumo norteamericana es casi siempre recibida con cierta simpatía por ciertos sectores de las sociedad, la primera reacción que la película nos provoca es la de una complaciente aceptación. Con todo, esta primera impresión prevalece sólo en la medida en que nos atengamos a una lectura superficial y, acaso, ingenua.
En efecto, una mirada más atenta nos hace ostensible el constante recurso a los clichés a los que Hollywood nos tiene acostumbrados. Es así como salen a relucir cosas tales como la caracterización estereotipada de los personajes (v. gr., un Michael Grates entrepreneur aunque algo naive y vulgar frente a un Troy Dyer homeless pero inteligente e ilustrado), una historia de amor de predictible desenlace y la antinomia consumismo-anticonsumismo resuelta en un consumismo atenuado, pero consumismo al fin: "Mirá Lainy, esto es todo lo que necesitamos: un par de cigarros, una taza de café y un poquito de conversación. Vos, yo y cinco mangos [You and me and five bucks]". Y como si esto resultara aun insuficiente, Troy Dyer, nuestro antihéroe, es (como no podía ser de otro modo) un carilindo músico de rock.
Stiller termina apelando, en última instancia, a una suerte de inversión de valores en la que el loser deviene winner y viceversa. Las categorías se trocan, pero la fórmula sigue siendo la misma.
No obstante, un análisis un tanto más aguzado nos muestra que el film, considerado como un todo, supera sus aparentes contradicciones internas revelándosenos como un epítome de la ironía (palabra que es deliberadamente enfatizada) posmoderna. Todo parece adquirir coherencia en la medida en que llevamos a cabo, como diría Eco, una "relectura irónica" del sistema interpretándolo en términos de una macrometáfora de los '90.
En cuanto emergentes de una sociedad masificada y consumista, los jóvenes X no ocultan el rechazo que les produce saberse tales, ni tampoco se preocupan por disimular lo mucho que abominan de la mediocridad de la que son parte.
En el deslucido escenario de un bar, se lo oye a Troy vociferar las estrofas de I'm Nuthin': "Soy una versión ultramoderna del hombre americano. No me siento bien, pero tampoco me siento mal. Porque yo, ya ves, no soy nada". Huelga todo intento de explicar el profundo sentimiento nihilista que brota de estas palabras. Ocurre que, cuando niño, Troy escuchó esta misma revelación de la boca de su propio padre quien, mostrándole un enorme caracol rosado, le dijo que la respuesta a todos los interrogantes residía en su interior: no hay ningún sentido, sólo un sordo vacío existencial.
Abandonada ya la lucha por la búsqueda de sentido en un Universo que no lo tiene, Troy se resigna a deleitarse con los pequeños placeres de la vida: "Es todo tan sólo una... una azarosa lotería de tragedia sin sentido y una serie de breves evasiones. Así que obtengo placer en los detalles."
De hecho, se trata simplemente de eso: de disfrutar esos reality bites, esos bocados de una realidad fragmentada que la videocámara de Lelaina, una y otra vez, se obstina en capturar.
Personajes
- Winona Ryder: Lelaina Pierce.
- Ethan Hawke: Troy Dyer.
- Ben Stiller: Michael Grates.
Enlaces externos
Categoría: Películas románticas
Wikimedia foundation. 2010.