- Argumento
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Argumento
La palabra argumento: (del latín argumentum: prueba o razón para justificar algo como verdad o como acción razonable) es la expresión oral o escrita de un raciocinio[1] . Se aplica a un discurso con referencia a un contenido que se dirige al interlocutor con finalidades diferentes:
- Como discurso dirigido al entendimiento para la transmisión de un contenido cognoscitivo con sentido de verdad.
- Como discurso dirigido a la persuasión[2] de la voluntad como motivación para una determinada acción.
- También se usa para expresar el resumen del contenido de obras narrativas como una novela o un cuento o una película (ver Estructura argumental).
La cualidad fundamental de un argumento es la consistencia y coherencia, entendiendo por tal el hecho de que el contenido de la expresión, discurso u obra adquiera sentido o significación de alguna de las formas siguientes:
- Como contenido de verdad = consistencia y coherencia con otras verdades admitidas, o con referencia a un hecho o situación que haga verdadero o falso dicho contenido.
- Como esquema lógico-formal = consistencia y coherencia con un sistema que no admite contradicción.
- Como función lógico-matemática = consistencia y coherencia con el hecho de “ser algo real” frente a una mera posibilidad lógica que define un mundo o una situación posible en un determinado marco teórico que justifica la función.
- Como finalidad de acción = consistencia o coherencia con otros intereses o motivaciones del individuo o individuos receptores del contenido como motivación a actuar de determinada manera.
Contenido
Transmisión de un contenido cognoscitivo como verdadero
Transmisión y ampliación del conocimiento como verdadero a partir de otras verdades conocidas
Consiste en un discurso que ofrece tales «razones argumentativas» que el otro no tiene más remedio que reconocer dicho contenido como verdadero. Es por tanto un discurso dirigido al entendimiento, para «convencer» o generar una creencia nueva mediante el conocimiento de nuevas verdades, basándose en una racionalidad común.
El ejemplo más típico y puro es el discurso de la ciencia, y su lenguaje la oración enunciativa como descripción o definición; el discurso se estructura conforme a una teoría y un esquema de relaciones lógicas; el ideal de dichas relaciones lógicas son las relaciones lógico-matemáticas, cuando es posible. Casi nunca, por no decir nunca, el discurso científico incluye la estimación que supone la valoración subjetiva.
Transmisión de un contenido verdadero según esquema lógico-formal del discurso
Se trata de mostrar las relaciones lógicas que constituyen un todo coherente en el discurso como sistema que no admite en su seno contradicción alguna. Se llama también «razonamiento» y debería poder ser formalizable, al menos en teoría, como un cálculo lógico o matemático, reducidas sus expresiones lingüísticas a proposiciones simbolizadas en un sistema lógico o matemático.
Si el discurso pretende establecer como verdad una expresión determinada del sistema partiendo de verdades previas establecidas como axiomas o bien verdades admitidas como tales, se dice que dicho discurso es una prueba, que garantiza la verdad de una nueva proposición como afirmación dentro del sistema.
Tales discursos son deducciones[3] o aplicaciones de las demostraciones lógicas o matemáticas a un universo definido o condiciones de realidad determinadas.
El ejemplo de discurso más típico es el planteamiento y resolución de problemas.
Conocimiento verdadero como contenido de una función lógico-matemática
La función matemática f(x) o lógica P(x), representan una mera posibilidad, una forma vacía de contenido; pero dicha función adquiere entidad y por tanto consistencia cuando la x toma un valor de contenido lógico o numérico como argumento; de tal forma que la función pueda considerarse con respecto a un universo determinado como verdadera o falsa. Por eso x se denomina argumento de la función.
Ambas representan solamente la posibilidad de que exista o se produzca una realidad como afirmación o como predicación cuando la x tome un valor concreto relacionado con el mundo real.
Ejemplo de aplicación de una función matemática de cálculo algebraico a la resolución de una situación concreta como posible verdad Ejemplo de aplicación de una función lógica como verdad posible de una situación concreta Un caso particular de función lógica en las Ciencias de la computación La función no significa nada, es una mera posibilidad de ser algo. Pero cuando x toma como argumento el valor 75 € correspondiente al precio de un artículo que se vende en una tienda, esa función representa lo que el comprador tiene que pagar al incluir el impuesto sobre el valor añadido del 16%. Lo que concede a dicha función la posibilidad de ser verdadera o falsa en relación con el mundo real de la experiencia en una sociedad determinada. Cuando P representa el verbo ladrar, y x representa a mi perro Desko como argumento, entonces: P(x) = Desko ladra. (Puede haber otro tipo de argumentos posibles de x, como o ).[4] Es entonces cuando dicha función adquiere la condición de hecho o situación que puede ser verdadera o falsa en el mundo de la realidad de la experiencia. En Ciencias de la computación, un argumento (o parámetro) es una variable que puede ser recibida por una rutina. Una subrutina usa los valores asignados a sus argumentos o parámetros para alterar su comportamiento en tiempo de ejecución. La mayor parte de los lenguajes de programación pueden definir subrutinas que aceptan cero o más argumentos. El argumento de una función en programación equivale por ejemplo, a la lista que se da a un operario para que deposita el género en una estantería de un supermercado, siendo en este caso la función, la operación reponer género en las estanterías del supermercado. El argumento se entiende que sería la lista especificando que ártículos, cuántos, dónde y cuándo se han de depositar. El discurso como persuasión
Se trata de un discurso en el que, dadas las «razones argumentativas» que el discurso ofrece, el otro actúe de la forma que dicho discurso propone. Es por tanto un discurso dirigido fundamentalmente a la voluntad, para «persuadir» y mover a la acción en un determinado sentido en orden a alcanzar algunas finalidades.
El ejemplo más típico sería el discurso político, la predicación religiosa o el de la propaganda. En Derecho, el alegato del abogado defensor para mantener los argumentos a favor de su defendido.
Como resumen o presentación de una obra
En la presentación de los programas informativos el esquema del programa concreto considera cada unidad de información como un "argumento".
Bien sea una obra literaria o película, suele considerarse el "argumento" como "hilo conductor" o "estructura argumental", que revela el esquema de la obra y ofrece un resumen de la misma.
También se usa a modo de presentación de la obra con el fin de suscitar el deseo de leer la novela o ver la película.
Este último sentido apenas tiene interés si no es en las contraportadas de las novelas y en las presentaciones de las películas, donde suele jugarse con el lector omitiendo el final para suscitar la sensación de suspenso o de algo inacabado que haya que completarse con la lectura o la asistencia a la proyección, como recurso propagandístico, o bien como crítica de la obra.
Argumentaciones tipo prueba
Como hemos indicado tales argumentos son los argumentos lógico-matemáticos en cuanto formal y todos aquellos que siguen sus formas lógicas; es decir que el producto de todas sus afirmaciones como proposiciones lógico-matemáticas implican una conclusión como tautología.
A lo largo de la Historia ha habido varios argumentos considerados como pruebas y fuente de importantes discusiones:
Argumento hipotético-deductivo
Véase también
Notas y referencias
- ↑ Gutierrez, S. R. (1998) Introducción a la lógica. ed. esfinge
- ↑ Preferimos la acepción restringida del uso de este término como diferenciado de 'convencer', entendiendo que convencer se dirige al entendimiento por razones, mientras que 'persuadir' se dirige a la voluntad para motivar la acción, si bien dichas motivaciones no dejan de incluir las razones cognoscitivas en tanto que orientadas hacia el interés de la acción.
- ↑ El discurso típico de esta forma son las deducciones de Mr. Holmes
- ↑ Que se lee, algún x o Todo x'. Véase lógica cuantificacional
Bibliografía
- Perelman Ch. y Olbrechts-Tyteca L. (1988). Rhétorique et Philosophie. Bruxelles Éditions de l'Université de Bruxelles.
- Perelman Ch. y Olbrechts-Tyteca L. (1992). Traité de l’argumentation. La nouvelle rhetorique, 2 vols.. Bruxelles Éditions de l'Université de Bruxelles.
- HONDERICH, T. (Editor) (2001). Enciclopedia Oxford de Filosofía. Trd. Carmen García Trevijano. Madrid. Editorial Tecnos. 84-309-3699-8.
- Geach, P.T. (1976). Reason and Argument. Oxford.
- Kirwan C.A (1978). Logic and Argument. Londres.
- Hamblin, Ch. L. (1970). Fallacies. Londres.
- Ferrater Mora, J. (1979). Diccionario de Filosofía. Madrid. Alianza Editorial. 84-206-5299-7 (Obra completa 4 tomos).
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