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Aśoka
Aśoka el Grande Alianza: Imperio magadha Cargo: emperador Sucedido por: Dasaratha Maurya Reinó: 269 – 232 a. C. Lugar de nacimiento: Pataliputra (India) Batallas/Guerras Guerra de Kalinga Aśoka (en letra devánagari: अशोक) o Aśoka Vardhana, 304 a. C. – 232 a. C., fue el tercer emperador maurya.
Aśoka reinó sobre la mayor parte del subcontinente indio, del actual Afganistán hasta Bengala y también hacia el sur, hasta la actual Mysore. Está considerado el fundador de la India. Era hijo del rey Bindusara.
Contenido
El redescubrimiento de Asoka en el siglo XIX
Hasta el siglo XIX, Aśoka era simplemente un nombre más en las geneologías inventadas de los reyes indios del periodo budista. Varios eruditos europeos de la época también tradujeron relatos budistas de la literatura india. Estos relatos mostraban la religión y filosofía budistas, así como las historias y biografías legendarias de la religión. En estas fuentes budistas —procedentes de Ceilán, Tíbet y China— presentes en relatos como el Divia avadana, el Ashoka avadana, el Majá vamsha y otros, aparecía la figura de un gran rey Aśoka. A causa de la existencia de varias historias de este tipo consideradas de poco rigor histórico, ya que se creían procedentes de la cultura popular, se tomó a la figura de Aśoka como legendaria y no se le dio credibilidad. La historia habitualmente lo describía como a un príncipe cruel que asesinó a sus hermanos para ascender al trono, pero que tras su sangrienta conquista de Kalinga (en la costa este de la India, actualmente en el estado de Orissa), Aśoka se convirtió en un budista pacifista, y contribuyó a la difusión del budismo, reinando desde ese momento de una manera justa y pacífica.
Primeras evidencias historicas
En el año 1837, el arqueólogo y filólogo James Prinsep tradujo una antigua inscripcion de un gran pilar de piedra situado en la ciudad de Delhi (en el norte de la India). La escritura de la inscripción era el brahmi, la escritura más antigua de la India, que se utilizaba para escribir el sánscrito y el prákrita. Se trataba de una versión ancestral del brahmi, que durante los siglos había evolucionado de tal manera que estas primeras inscripciones eran ilegibles. La inscripción reveló una serie de edictos proclamados por un rey que se autoproclamaba Devanampiya Piyadasi (‘el amado de los dioses, rey Piyadasi’). Inicialmente, debido a las referencias budistas que encontró, el investigador creyó que Devanampiya Piyadassi era un rey de Sri Lanka. Pero en el mismo año James Prinsep tuvo oportunidad de leer dos de las crónicas más antiguas de la historia de Sri Lanka, el Dipa vamsa y el Maha vamsa, compuestas por monjes budistas. En las crónicas se deducía que el título de Piyadassi se le atribuía al famoso rey Ashoka.
Se conocen otros pilares y rocas con inscripciones y durante las siguientes décadas se iran descubriendo y traduciendo más edictos del monarca. La fuente de la mayoría de nuestros conocimientos sobre Aśoka son estas numerosas inscripciones que hizo grabar en pilares y rocas por todo su imperio, mayoritariamente en idioma magadhi (una lengua prácrita) en escritura brahmi (y a veces en caracteres kharosthi), pero también en griego y en arameo.
Además de que estas inscripciones representan las primeras muestras de la notación escrita de una lengua india y que esta misma escritura originó todas las lenguas semisilábicas presentes actualmente en suelo indio (como la escritura devánagari), favorecieron la propagación de la ética budista y fomentaron la no violencia y la adhesión a la doctrina del dharma, el deber o comportamiento justo. Se observa también la importancia dada a una lengua vulgar y vernácula, el prácrito, en detrimento de la lengua «noble» y literaria, el sánscrito, demostrando así una preocupación por ser comprendido por el pueblo.
Fue en el 1915, cuando se tradujo un edicto que mencionaba el nombre de Aśoka y así se confirmó definitivamente su identidad.
Mito y realidad
Tal fue Ashoka, el más grande de los reyes. Él fue de lejos un avanzado a su época. No dejó ni un príncipe ni una organización de hombres para continuar su trabajo, y a un siglo de su muerte los grandes días de su reino se habían convertido en un recuerdo glorioso en una India descompuesta y decadente.
H. G. Wells, A short history of the worldLa interpretación que se hizo en un primer momento es precisamente la que H. G. Wells muestra en este fragmento: que Aśoka había sido un avanzado a su tiempo y un gran devoto del budismo, y por eso habían fracasado sus sucesores. Se aceptó la historia que se empieza con Aśoka descrito como un guerrero sanguinario, ya que muchas fuentes budistas lo describen así. Según el Ashoka avadana, Ashoka construyó una prisión donde se dedicaba a torturar a los presos. En el mismo texto se nos cuenta cómo intentó torturar a un monje budista que parecía inmune al sufrimiento. Aśoka, impresionado, se convirtió al budismo, destruyó la prisión y se propuso construir 84.000 stupas budistas por todo el imperio.
Otras fuentes afirman que fue después de las devastadoras consecuencias de su guerra en Kalinga, durante el octavo año de su reinado, se sintió tan culpable que estó lo llevó a convertirse al budismo, influido según las fuentes por su esposa o concubina Deví. Desde ese momento se dedicó a propagar la política del dhamma budista por su imperio y envió misioneros a lugares lejanos, tales como la isla de Ceilán, convertida por su hija Sanghamita y su hijo (o hermano) Mahinda, citados solamente en las crónicas cingalesas, e ignorados en las inscripciones indias que no mencionan más que a tres de sus hijos: Tuara, Kunala y Yalauka. Desde entonces, defendió una política pacífica emitiendo una serie de edictos dirigidos al pueblo. Un reinado que conoció una política oficial de a-jimsá (‘no violencia’), llegando a construir hospitales para animales y restaurar las carreteras principales de la India, convirtiéndose también Aśoka probablemente en el gran difusor del vegetarianismo en el país.
Así pues, los estudios de los siglos XIX y primera mitad del XX y otros posteriores basándose en estas fuentes, describen su conversón al budismo como una «iluminación». Pasó de ser Chanda Aśoka (Ashoka el Cruel) a ser Dhamma Aśoka (Ashoka el Piadoso). El monarca que amplió la capital, Pataliputra (la actual Patna), hizo construir un palacio al estilo persa y convocó el Tercer Concilio Budista (233 a. C. o 243 a. C.).
Ashoka, históricamente, fue un ferviente propagandista del budismo, pero no necesariamente por motivos píos. Hay toda una linea de historiadores, como la especialista Romila Thapar o Edward D'Cruz que consideran el dhamma de Ashoka como una religión para ser utilizada como símbolo de una nueva unidad imperial y una fuerza cohesionadora para unir los variados y heterogéneos elementos de un imperio. O sea, que Ashoka utilizó el budismo para la consolidación política y económica de su gobierno. Y es que los edictos de Ashoka y los textos budistas no terminan de coincidir con la imagen proyectada. El budismo permitía a Ashoka una nueva política social bien definida, acorde al mismo tiempo con los intereses de la sociedad de la época, ya que la población no se oponía a las nuevas ideas budistas y las nuevas clases comerciales (interesadas en las nuevas tendencias) le apoyarían, beneficiando a Ashoka ya que no tuvo el apoyo de los ortodoxos al inicio de su reinado. Así, el budismo dejó de estar perseguido.
Tras el reino «iluminado» de Aśoka, la reforma del imperio Maurya fue aprovechada por los invasores, y pronto cayó en declive y se fragmentó en multitud de principados. Hasta la colonización británica (cerca de 2000 años más tarde), nunca una parte tan grande de un subcontinente estuvo unida bajo un mismo gobierno.
Ashoka en la historia y la cultura popular India
Reconociendo el papel sin precedentes de Ashoka en la historia del país, India hizo del capitel de las columnas de Aśoka (o lat) uno de los símbolos de la República India. Su simbología, también la podemos encontrar en la propia bandera de la India, ya que en el centro de ésta se encuentra el ashoka chakrá (la ‘rueda de Aśoka’). Igualmente Ashoka aparece en monedas, e incluso protagoniza una superproducción del cine de Bollywood o se convierte en uno de les personajes principales de un famoso videojuego de estrategia (Civilization IV).
Los edictos de Aśoka
Antiguamente, en las cocinas del rey Piyadassi (otro nombre de Aśoka), el Bienamado de los dioses, se mataba diariamente a centenares de miles de animales por su carne. En adelante, [?], sólo se matarán tres animales; dos pavos y un ciervo, y el ciervo no siempre. Incluso en el futuro ya no se matará a estos tres animales.
Primer decretoLos ashoka stambha (‘pilares de Aśoka’), son la serie de columnas distribuidas por el Norte del subcontinente indio, en los que Aśoka escribió una serie de edictos. El primero se encontró entre las ruinas de la antigua Delhi en el siglo XVI. Pero también se encuentran edictos en las rocas. Hay mayores y menores en función del tamaño. De los edictos de Ashoka podemos encontrar dos categorías:
- Los pronunciamentos públicos (pilares y rocas)
- Las epistolas personales dirigidas al samgha, la comunidad de monjes budistas.
Estas inscripciones estaban ubicadas en enclaves importantes como cerca de las ciudades, rutas comerciales o centros religiosos. Con lo que Aśoka se aseguraba de llegar al máximo número de gente posible. Eran preceptos morales, religiosos y prestaciones sociales en relación a hombres y animales.
Bibliografía
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- Williams, Paul: Buddhism: buddhist origins and the early history of buddhism in South and Southeast Asia. Taylor & Francis, 2005.
Enlaces externos
- Bartleby.com (Breve historia del mundo, texto de H. G. Wells; en inglés).
- Boloji.com («El Asoka desconocido»; en inglés).
- HRSolidarity.net («Exposing the asian values debate»; en inglés).
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