Golpe de Estado de Kornilov

El golpe de Estado de Kornilov fue un intento de golpe de Estado contrarrevolucionario fallido llevado a cabo por el comandante en jefe del Ejército ruso, el general Lavr Kornilov en septiembre de 1917. El Gobierno Provisional Ruso y los sóviets recibieron el apoyo mayoritario de la población haciendo fracasar el golpe a los pocos días del alzamiento militar.^[1]

Antecedentes

Fracaso de la ofensiva de julio

Aleksandr Kérenski, ministro de Defensa del Gobierno Provisional Ruso, arengando a las tropas en el verano de 1917.

El gobierno se encontraba cada vez más acosado por las exigencias del sóviet de Petrogrado.^[2]

Tras la derrota de la Ofensiva de Kérenski en julio de 1917, este, recién nombrado primer ministro del gobierno provisional, atribuyó a las proclamas del sóviet la desmoralización que había llevado a la derrota.^[3] Kornilov, que no pudo acudir el 16 de julio^jul./ 29 de julio de 1917^greg. a la reunión del primer ministro con los mandos militares, solicitó la restricción de los poderes de los consejos de soldados, la restauración de la pena de muerte y de los tribunales militares en la zona del frente y la prohibición de las reuniones política y la propaganda antipatriota entre las tropas.^[3] Solicitó, sin embargo, el reforzamiento de los comisarios políticos y la reorganización del Alto Mando, insinuando que la razón de la derrota no se encontraba únicamente en las tropas, sino también en la dirección de las operaciones.^[3]

Pareciendo el hombre adecuado para realizar las reformas militares necesarias y más moderado que sus colegas, fue nombrado comandante en jefe el 19 de julio^jul./ 1 de agosto de 1917^greg.,^{[4] [5]} relevando a Brusilov,^[6] aunque Kérenski pronto se planteó relevarlo al exigir el general unas condiciones para aceptar el nombramiento que podían conllevar su independencia frente al gobierno.^[3] El gabinete, sin embargo, decidió respaldar a Kornilov a pesar de las dudas de Kérenski.^[3] Para entonces era plenamente conocida su escasa simpatía por la revolución y sus tratos con elementos conservadores.^[7]

Los apoyos de Kornilov

Ya en abril algunos conservadores se habían reunido con oficiales del Estado Mayor para sopesar la posibilidad de formar un nuevo gobierno militar, optando los presentes por Kornilov como jefe de este futuro gobierno.^[8] Poco después Kornilov comunicó a estos grupos conservadores su disposición a cooperar con ellos.^[9] Las sospechas y rivalidades mutuas hicieron, sin embargo, que no surgiese una coordinación completa entre las diversas organizaciones de la derecha, a pesar de el apoyo de todas a Kornilov.^[10] Junto a las organizaciones de industriales, banqueros y militares conservadores, los terratenientes también respaldaban la candidatura de Kornilov al gobierno.^{[10] [11]} Este se convirtió en la apuesta de todos aquellos grupos que cada vez más se oponían a los cambios que se habían producido tras la revolución: la influencia de los consejos, la existencia de consejos de soldados en el Ejército, la política agraria del socialrevolucionario Víctor Chernov o la política laboral del menchevique Mijail Skobelev.^[11]

Kornilov contó también con las simpatías de los representantes de la Entente, que le consideraban el único hombre capaz de devolver el orden al país y devolverlo a la lucha contra los Imperios Centrales, su principal objetivo en Rusia.^[12]

Tras las Jornadas de Julio Aleksandr Kérenski trató de lograr el apoyo de industriales y kadetes, que impusieron a Kornilov como ministro de un futuro gobierno de coalición autoritario.^[13] Su nombramiento como comandante en jefe del Ejército se debió en parte al deseo del primer ministro de ganar el respaldo de estas facciones.^[13]

Plan de reformas de Kornilov

Kornilov y sus edecanes.

A propuesta de Savinkov, nuevo viceministro de Defensa y figura clave en el nombramiento de Kornilov como comandante en jefe,^[5] este visitó al primer ministro el 3 de agosto^jul./ 16 de agosto de 1917^greg. en la capital, llevando un plan para restaurar la disciplina en las fuerzas armadas que no gustó a Kérenski.^{[14] [15] [5]} El plan original, prácticamente limitado a medidas relativas al frente, fue pronto extendido para incluir medidas que, en la práctica, suponían la proclamación de una dictadura militar.^[16]

Tras el rápido regreso del general al frente comenzaron a circular rumores sobre su inminente relevo, que organizaciones de derecha aprovecharon para pedir que siguiese en su puesto.^[17]

Kornilov, aclamado por los conservadores a su llegada a Moscú para la conferencia nacional.

Días después y temiendo ser destituido y arrestado, Kornilov se negó a volver a acudir a la capital para informar el gobierno de sus planes de reforma militar.^[17] El 12 de agosto^jul./ 25 de agosto de 1917^greg., convencido por Savinkov de la necesidad de viajar a la capital para lograr la aprobación de su plan de reformas, Kornilov se trasladó a Petrogrado rodeado de guardaespaldas y volvió a entrevistarse con Kérenski.^{[18] [19] [20]} Kérenski, que no permitió que el general expusiese sus propuestas ante el gabinete en pleno, las rechazó en una tensa entrevista con Kornilov que acabó a gritos.^[20] Ambos se acusaron de llevar al país al desastre.^[20] Al día siguiente ordenó al III Cuerpo de Caballería trasladarse a una posición que le permitiría marchar fácilmente sobre la capital.^[20] Confiaba aún, sin embargo, en poder imponer su plan de reformas con la cooperación del gobierno, mostrándose dispuesto, no obstante, a hacerlo contra la oposición del mismo.^[20]

Consciente de que la aplicación de las medidas propuestas por Kornilov le llevarían a un enfrentamiento con el sóviet,^{[21] [22]} Kérenski pretendía reforzar su posición en la conferencia nacional de Moscú^[22] (12 de agosto^jul./ 25 de agosto de 1917^greg. - 14 de agosto^jul./ 27 de agosto de 1917^greg.) antes de tener que discutir con el general mientras que este comenzó a tratar de recabar apoyos que le permitiesen poner en marcha sus planes incluso ante la oposición del gobierno.^[18]

En la conferencia Kornilov fue aclamado por los representantes de la derecha.^{[18] [23]} La conferencia, en vez de convertirse en la fuente para reforzar el poder del gobierno, simplemente mostró la ruptura irreconciliable entre derecha e izquierda en el país.^{[24] [25] [22]} Los bolcheviques se opusieron a la conferencia y no acudieron, proclamando una huelga en la ciudad.^[23] Para el primer ministro fue una derrota política y su posición quedó muy debilitada.^[23] Kornilov regresó al cuartel general convencido de la imposibilidad de lograr la cooperación del primer ministro en su plan de reformas defendidas por las fuerzas de derecha.^[26]

A finales de agosto una conferencia de destacadas figuras de la derecha, principalmente kadetes y empresarios, animó a Kornilov a dar un golpe de Estado y acabar con el gobierno provisional.^[16]

El 17 de agosto^jul./ 30 de agosto de 1917^greg. Kérenski, cada vez bajo mayor presión,^[27] indicó a Savinkov su disposición a aceptar en principio los planes de reforma del general, que entendió que contaba con el respaldo del gobierno.^{[24] [25] [20]} El gobierno, sin embargo, desconocía la acción del primer ministro.^[24]

Acuerdo Kornilov-Kérenski

Tras intensas negociaciones entre Savinkov y Kornilov se llegó a un acuerdo sobre las medidas a adoptar.^[24] Una de ellas estipulaba que la capital quedaría fuera de la jurisdicción militar del comandante, mientras que otra indicaba el deseo del primer ministro de recibir las tropas del III Cuerpo de Ejército en la capital.^{[24] [28]} Kornilov interpretó esta solicitud como la intención de Kérenski de utilizarlas contra los bolcheviques y demás organizaciones radicales.^{[24] [20]} El primer ministro debía de tener esa intención ya que las tropas no podían utilizarse para aplastar un posible golpe de Estado de la derecha.^[29] Kérenski temía que la publicación de la aprobación de los planes militares de Kornilov podrían llevar a un alzamiento de los bolcheviques, para lo que podría necesitar las tropas del frente.^{[29] [22]}

Actividades de Lvov

Vladimir Lvov, antiguo diputado octobrista y procurador del Sínodo Sagrado, llevó a cabo negociaciones entre Kornilov y Kérenski, confundiendo a ambos.

Mientras, Vladimir Lvov, antiguo procurador del Sínodo Sagrado llevaba a cabo ciertas reuniones con el primer ministro y el comandante en jefe con el fin de acercar posturas,^[27] confundiendo en realidad a ambos.^[29] Tras reunirse con un representante de uno de los grupos de derecha que le informó de los planes de golpe de Kornilov, el 22 de agosto^jul./ 4 de septiembre de 1917^greg. se reunió con Kérenski, ofreciéndole el apoyo de fuerzas de derecha y algunos socialistas para remodelar el gobierno y evitar el uso de la fuerza.^{[30] [29] [28] [27]} El primer ministro aceptó seguir las conversaciones para descubrir lo que creyó era una conspiración de la derecha para acabar con el gobierno.^{[29] [31]}

Tres días más tarde Lvov se entrevistaba con Kornilov</ref>^[27] tras hacerlo con representantes de la derecha en Moscú, favorables a un acuerdo pacífico con Kérenski, que les hubiese evitado el uso de la fuerza,^[32] y le comunicaba la disposición de Kérenski a dimitir y traspasar el poder a sus manos como dictador militar.^{[33] [31]} Kornilov, creyendo que Lvov en efecto hablaba en nombre del primer ministro, se mostró dispuesto a aceptar el puesto^[31] e incluir a Savinkov y Kérenski en su futuro gobierno,^[27] indicando la necesidad de que este se trasladase al cuartel general del Alto Mando para evitar ser capturado por los bolcheviques en el golpe que suponía tramaban para la celebración de la Revolución de Febrero el 28 de agosto^jul./ 10 de septiembre de 1917^greg. y que era seguro cuando se anunciasen las cesiones a Kornilov.^{[33] [34] [35]}

De vuelta en la capital, el 26 de agosto^jul./ 8 de septiembre de 1917^greg. Lvov planteó, sin embargo, a Kérenski la renuncia y la implantación de un gobierno militar y la proclamación de la ley marcial.^[33] Lvov había planteado las propuestas de Kornilov como un ultimátum.^[35] Kérenski solicitó confirmación de la propuesta de Kornilov por una especie de teletipo y convocó a Lvov al ministerio de Defensa para ponerse en contacto con el general y confirmar sus condiciones, tomando la propuesta de Lvov en realidad como un ultimátum para acabar con el gobierno y deseando confirmar si el comandante en jefe estaba verdaderamente implicado.^{[33] [31]}

Ante la ausencia de Lvov, Kérenski conversó con Kornilov en su nombre, fingiendo ser el propio Lvov, de manera ambigua,^[31] entendiendo cada uno algo diferente.^{[36] [35]} Kérenski entendió que Kornilov no deseaba ya ayudarle a aplastar a los radicales de izquierda, sino desplazarle del poder.^[37] Decidió utilizar la conversación con el general para denunciarle como rebelde.^[37]

Preparativos de Kornilov

La "división salvaje" de Kornilov, una de las unidades que marcharon sobre Petrogrado.

Kornilov pretendía, creyendo tener el apoyo del gobierno,^[2] a los elementos más radicales de la revolución mediante un golpe militar.^[2] El 24 de agosto^jul./ 6 de septiembre de 1917^greg. había ordenado el traslado a cerca de la capital de las 3 divisiones del III Cuerpo y convocó a dirigentes de la derecha al cuartel general para el 10, con intención de incluirlos en las conversaciones sobre el nuevo gobierno dictatorial.^{[38] [35]}

Denuncia de Kérenski

Una vez que Kérenski se enteró de que se encontraba entre las futuras víctimas del golpe, decidió relevar al general^[39] y, al negarse este, denunciarle públicamente y solicitar la ayuda de la población contra sus planes.^[2]

El primer ministro convocó al gabinete a media noche para exponer su conversación con el comandante en jefe y las exigencias tal cual las había transmitido Lvov, presentándolas como una conspiración contrarrevolucionaria.^[35] Kérenski, que solicitó poderes ilimitados al gabinete para enfrentarse a lo que consideraba revuelta del general, obtuvo la dimisión de todo el gabinete, actuando desde entonces con poderes dictatoriales.^[40]

Kornilov, que no pretendía alzarse contra el gobierno sino acabar con los bolcheviques y los elementos más extremistas de entre los revolucionarios, reaccionó con sorpresa ante la actitud de Kérenski,^[34] entendiendo que su acción se debía a la presión del sóviet.^{[2] [41]} Kérenski no se oponía en realidad al programa del general, sino a no dirigirlo y correr el riesgo de convertirse en una víctima del mismo.^[39]

El 24 de agosto^jul./ 6 de septiembre de 1917^greg., antes de recibir su destitución, solicitó a Savinkov que se proclamase la ley marcial en la capital el 11, aún convencido de la cooperación del gobierno.^{[38] [40]} Ante el telegrama enviado por Kérenski, Kornilov, sorprendido por la medida y creyendo a Kérenski bajo el control del sóviet, se negó a aceptar su destitución.^[40] Ordenó entonces el avance de las tropas sobre la capital con la intención de rescatar al gobierno de los bolcheviques, en cuyas manos entendía que se encontraban ya.^[41]

Hasta la noche Kérenski se mostró dispuesto a negociar con el general.^[42] La madrugada del 10, Kérenski trató de impedir la publicación de la acusación de rebeldía de Kornilov ordenada, sin permiso del primer ministro, por Nekrasov.^[42] Al fracasar en el intento las negociaciones entre las partes cesaron y el país recibió la noticia de que Kornilov se había alzado contra el gobierno y marchaba sobre la capital la mañana del día 11.^{[42] [41]}

Desarrollo

Guardias rojos ante el Palacio de Invierno.

El 27 de agosto^jul./ 9 de septiembre de 1917^greg. el presidente del gobierno provisional, Aleksandr Kérenski, solicitaba el apoyo popular contra un supuesto golpe de Estado del comandante en jefe del Ejército ruso, el general Lavr Kornilov.^[1] El gobierno declaró estar defendiéndose a sí mismo y a la revolución de la reacción.^[1] Kérenski se nombró a sí mismo comandante en jefe del Ejército con el general Alexeyev, que le despreciaba, como jefe del Estado Mayor.^[41]

El anuncio en la mañana del 11 obligó a Kornilov a declarar abiertamente su rebeldía contra el gobierno.^{[42] [43] [41]} Tras creer que contaba con el apoyo del gobierno para la toma del poder, simplemente volvió a su plan original de hacerse con él por la fuerza, sin la cooperación de Kérenski.^[44]

El gobierno comenzó a armar a los trabajadores para oponerse al avance de las tropas de Kornilov, armas que en la Revolución de Octubre se usaron contra el propio gobierno.^[43] El sóviet, tras dudar en su apoyo al primer ministro, se decidió a respaldarle tras recibir la noticia del avance de las tropas hacia la capital.^[45] Mientras la guarnición comenzaba a desmontar las líneas férreas que las unidades de Kornilov debían usar para marchar sobre la capital el sóviet enviaba agitadores al III Cuerpo de Caballería para tratar de detener su avance.^[43] El sóviet formó un comité para coordinar la defensa de Petrogrado.^{[43] [45]} Los bolcheviques, relegados tras las Jornadas de Julio, pudieron enviar 3 delegados al comité como el resto de los grandes partidos socialistas, quedando políticamente rehabilitados.^[45] La fuerza armada del comité dependía en realidad de las formaciones controladas por los bolcheviques.^[45] El sindicato de ferrocariles, movilizado como muchas otras organizaciones a favor de la revolución, estorbó el avance de las tropas de Kornilov hacia Petrogrado.^[45]

Las tropas de Kornilov, al recibir la noticia de que no se había producido ningún alzamiento bolchevique en la capital, detuvieron su avance y recibieron a los agitadores enviados por el sóviet.^[46] Informados de que el alzamiento contra el que se suponía que marchaban no existía, depusieron las armas.^[45]

La "división salvaje" recibió a una delegación del Cáucaso que se encontraba en Petrogrado y que les explicó la situación. Las tropas de caballería alzaron banderas rojas, detuvieron a sus comandantes y enviaron unos delegados a la capital a comunicar su lealtad al gobierno.^[45] La I división cosaca también se pasó a los enviados del sóviet, aislando al comandante del cuerpo de ejército, general Krymov, en su tren.^[47] Trasladado a Petrogrado para explicar la situación al primer ministro, este rechazó sus explicaciones. Poco después se suicidó.^[47]

El 1 de septiembre^jul./ 14 de septiembre de 1917^greg. Alexeyev se hizo con el control del cuartel general del Ejército y Kornilov fue detenido e internado en el monasterio de Bijov, cerca de Mogilev.^[47]

Fin y consecuencias

El 1 de septiembre^jul./ 14 de septiembre de 1917^greg. Kornilov se rendía y acababa el levantamiento.^[1] Internado en el monasterio de Bijov en condiciones muy favorables junto otros oficiales, el grupo formó el núcleo del futuro Ejército de Voluntarios.^[47]

Kérenski, que había tratado de recuperar fuerza aplastando el golpe, quedó completamente debilitado y en manos de las fuerzas militares de los bolcheviques.^[47] Supuestamente dictador, su autoridad era nula.^[48] La izquierda creía que había estado implicado de alguna manera en los planes del general, mientras que la derecha no le perdonaba haber hecho fracasar el intento.^[49] El 31 de agosto^jul./ 13 de septiembre de 1917^greg. los bolcheviques lograban la mayoría en el sóviet de Petrogrado, síntoma de la radicalización política en la capital.^[48]

Por otro lado la disciplina en el Ejército se hundió tras el golpe.^[49] Recelosos de la postura de muchos oficiales, numerosos soldados detuvieron a sus mandos, ejecutándolos o torturándolos en ocasiones.^[49] Las deserciones se multiplicaron, marchando muchos soldados, campesinos, a participar en la recogida de las cosechas y atacar haciendas de los terratenientes.^[49]

Las principales consecuencias del golpe fueron:^[1]

• La pérdida de confianza de las masas con la derecha, muy implicada en el golpe.
• El reforzamiento de los Guardia Roja (Rusia) como principal defensa de la revolución, armada además por el gobierno.
• El adelantamiento de los planes de Lenin para tomar el poder.

Notas y referencias

Bibliografía

• Harvey Asher (1970). «The Kornilov Affair: A Reinterpretation». Russian Review 29 (3):  pp. 286-300. http://www.jstor.org/stable/127537. 
• Figes, Orlando (1998) (en inglés). A people's tragedy: the Russian Revolution, 1891-1924. Penguin Books. pp. 923. ISBN 9780140243642. 
• Strakhosky, Leonid I. (1955). «Was there a Kornilov Rebellion? - A Re-appraisal of the Evidence». Slavonic and East European Review 33 (81):  pp. 372-395. http://www.jstor.org/stable/4204662. 
• James D. White (1968). «The Kornilov Affair. A Study in Counter-Revolution». Soviet Studies 20 (2):  pp. 187-205. http://www.jstor.org/stable/150017.