- Batalla de Nanawa
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Batalla de Nanawa
Nanawa Parte de Guerra del Chaco Fecha 1ª fase: 20 de enero de 1933
2ª fase: 4-6 de julio de 1933Lugar Chaco Boreal Resultado Victoria paraguaya Beligerantes Bolivia Paraguay Comandantes Hans Kundt José Félix Estigarribia Fuerzas en combate Ejército de Bolivia Ejército de Paraguay Bajas 2000 soldados (segundo ataque) 200 muertos y 400 heridos (segundo ataque) La Batalla de Nanawa fue una batalla de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.
Esta batalla se llevó a cabo en 2 fases: el 20 de enero de 1933 tuvo lugar la primera, y del 4 al 6 de julio, la segunda. El ataque por la parte boliviana presionó especialmente los flancos con una aparente intención envolvente de la posición paraguaya.
Contenido
Antecedentes
En una reunión del presidente boliviano Daniel Salamanca Urey y el General Hans Kundt en el Palacio de Gobierno en La Paz se dijo lo siguiente:
Bolivia debe ganar esta guerra, señor general-dijo el Presidente-me aterra pensar en las consecuencias de una derrota.
-Si hay justicia divina y todavía hay justicia humana,la victoria será nuestra-declaró el militar.Solo necesito 25.000 bolivianos.
Hasta entonces, las operaciones, tanto del lado boliviano como del paraguayo, se habían realizado con movimientos tácticos de radio reducido, con maniobras encomendadas a destacamentos o divisiones. El general Kundt eligió como primer objetivo de su estrategia el fortín paraguayo de Isla Poi, centro de donde irradiaba toda la actividad paraguaya, resolviendo conquistarlo mediante una ofensiva de los dos cuerpos del ejército bajo sus órdenes. Su directiva, fechada en Villamontes el 27 de diciembre, determinó lo siguiente:
el objetivo de nuestras operaciones debe ser un ataque concéntrico de ambos cuerpos del ejército.
El Primer Cuerpo del ejército con el centro de gravedad en el ala derecha y el Segundo Cuerpo en el ala izquierda ,en lo posible con la tendencia a cortar las comunicacicones del enemigo que conducen al río Paraguay. Los dos brazos de la maniobra deberían converger hacia Isla Poi tomando el Segundo Cuerpo los fortínes Corrales,Toledo y Fernández, y el Primer Cuerpo debía tomar el fortín Nanawa.
Primer ataque boliviano a Nanawa
Hans Kundt asumió personalmente la dirección de la batalla y anunció con solemne seguridad que Nanawa caería en manos bolivianas en el medio día del 20 de enero.
El combate comenzó a las 6 de la madrugada del 20 de enero con intenso bombardeo de la artillería y aviación boliviana, seguida por el avance de la infantería en busca de sus correspondientes objetivos. Al atardecer,los atacantes formaban un semicírculo delante de Nanawa.
El tercer destacamento boliviano, que tenía la misión más difícil (salir de la retaguardia enemiga), se retrasó en su marcha a la batalla por causa de una fuerte lluvia y del posterior enlodamiento de los caminos, este destacamento chocó contra el flanco derecho paraguayo bien fortificado, en una isla del bosque.
Durante los días 20, 21, 22 y 23 (todos de enero), los tres destacamentos bolivianos ejercieron una fuerte presión desde los puntos que habían alcanzado pero sin hacer mellas importantes en al defensa paraguaya. La batalla siguió intermitentemente en las jornadas siguientes sin alterar la situación en la que se encontraban los bolivianos. Kundt al no querer reconocer ese fracaso preparaba un segundo ataque al fortín Nanawa.
Estrategia de defensa paraguaya durante el primer ataque
Las líneas de defensa paraguayas habían sido bien planificadas por ex oficiales bielorrusos, veteranos de la Primera Guerra Mundial, que se habían establecido en Paraguay y ahora fungían en calidad de oficiales paraguayos.
Aunque los bolivianos emplearon su fuerza aérea en el papel de apoyo aéreo cercano y contaban con un apoyo fuerte de la artillería, los métodos de ataque frontal del General Kundt no fueron tan exitosos como lo fueron durante la Gran Guerra. Esas tácticas por estos años eran aún muy usadas ya que lo sucedido en la Primera Guerra Mundial era aún novedoso.
En un punto crítico del ataque, los defensores paraguayos sufrieron una severa escasez de municiones a medida que las fuertes lluvias tornaban los caminos en lodazales intransitables.
El general Estigarribia movilizó todos sus aviones, bombarderos, de combate y de transporte, para llevar municiones hacia una pista de aterrizaje escabrosa en Nanawa. Esa pista fue hecha improvisadamente, pero el apoyo aéreo paraguayo fue eficaz y vasto para permitir que los soldados paraguayos mantuvieran sus posiciones ante la ofensiva boliviana.
Segundo ataque boliviano a Nanawa
El segundo ataque boliviano al fortín Nanawa fue uno de los ataques más sangrientos de la Guerra del Chaco,se la compara con la Batalla de Stalingrado porque después de esta derrota, los bolivianos no dejaron de retroceder durante toda la guerra. En el momento de el segundo asalto, Bolivia estaba en su máxima expansión sobre el Chaco.
Por la porfía del general Kundt por Nanawa, Bolivia perdió la guerra.
Antes del asalto
El general Hans Kundt mantuvo al ejército boliviano en actitud ofensiva, con ataques demostrativos de fuerza y de distracción contra los fortines Arce, Fernández y Bullo, a fin de desorientar y ditraer al enemigo, mientras acumulaba recursos para un segundo intento de conquista del fortín Nanawa.
A raíz del fracaso del primer ataque, para Kundt el segundo asalto era una cuestión personal.
Las intenciones de Kundt no se llevaron con el secreto y discreción correctas, siendo conocidas por el comando paraguayo. Estigaribia relata en sus memorias:
Nuestras informaciones del mes de junio nos permitieron ver que el enemigo nos había movido su centro de gravedad al sur. Esto me obligó a tomar las contramedidas necesarias y reunir en Nanawa a 9000 hombres.
Otro jefe paraguayo,el general Jenaro Espíndola dice en un libro:
Las primeras trincheras se ahondaron convenientemente. Frente a las posiciones se colocó una red de alambradas rastreras, reforzadas por minas antipersona de alto poder explosivo. Se contruyeron obstáculos antitanques, consistentes en anchas y profundas zanjas. Tramos de trincheras, aisladas inicialmente, se transformaron en una formidable obre de fortificación de 20 km de extensión.
Después del primer ataque,los bolivianos quedaron formando un semicírculo o herraje delante de Nanawa, en el nuevo ataque se contemplaba una presión decisiva por ambos flancos o extremos, con otro ataque por el centro.
Ataque boliviano
A la hora señalada,los cañones y ametralladoras pesadas iniciaron el fuego contra Nanawa. Una hora más tarde, al mismo tiempo que los aviones de la fuerza aérea boliviana lanzaban bombas sobre el fortín, los infantes iniciaron su avance en los tres sectores. El esfuerzo era extenuante para los bolivianos en un frente tan extenso.
Los paraguayos, protegidos por sus obras de fortificación, alambradas, estacadas, fosos de lobo, etc... ; resistieron impertérritos, haciendo disparos de mampuesta. No obstante, varias unidades bolivianas lograron llegar hasta la 1ª línea de defensa y desalojar a sus ocupantes.
En el sector sur, las unidades que portaban lanzallamas (entre otras armas como fusiles y ametralladoras) del ejército boliviano no lograron penetrar causando daños con poca importancia. Uno de los tanques (de este sector) avanzó orilleando el bosque y llegó resueltamente hasta el parapeto de una trinchera paraguaya (infligiendo daños a los paraguayos), pero al sentirse aislado por el retraso de la infantería volvió a su punto de partida y no apareció más durante el ataque. Otro tanque (del mismo sector) incursionó un poco más al este hasta detenerse en un lugar (al parecer empantanado o por una avería mecánica) de donde regresó a retaguardia para ser revisado por los mecánicos.
La parte más sangrienta se desarrolló en el sector norte, en los alrededores de la llamada Isla Fortificada en una extensión lineal de 2 km aproximadamente. La mina subterránea, colocada por los soldados bolivianos (a través de una red de túneles estilo Primera Guerra Mundial) y que debía detonarse debajo de los defensores de la denominada isla, explotó 30 m delante produciendo daños poco importantes. Sobre dos de los tanques de este sector se relata lo siguiente:
Uno de los tanques Vickers llegó a 60 m de las trincheras paraguayas produciendo daños a los defensores pero fue paralizado por una granada que le penetró por la torre, que la tenía abierta debido al extenuante calor dentro del blindado. Otro tanque "evolucionó" en el campo de batalla porque se desorientó ante el caos producido y por varias averías o agotamiento de la munición retrocedió para ser revisado y no actuó más en la batalla.
Los regimientos bolivianos, avanzaron decididamente sobre terreno descubierto. Con derroche de heroísmo lograron conquistar las trincheras paraguayas de ambos costados de la Isla Fortificada y una segunda línea (de trincheras) detrás. En el último extremo de la zanja, uno de los lanzallamas que precedían el asalto se enfrentó a un nido de ametralladoras pesadas paraguayas. Se relata lo siguiente:
El chorro de fuego cubrió el nido, penetró por la tronera y chamuscó a sus ocupantes, que abandonaron la posición dejando su arma intacta, cargada y lista para disparar.
La incursión boliviana en ese sector norte, llegó hasta los bordes del cementerio del Regimiento 24 de Mayo y amenazó la estabilidad del fortín. Una compañía de este regimiento paraguayo, se mantuvo valerosamente en la Isla Fortificada, a pesar de que las defensas de sus costados y de atrás habían caído en poder de los soldados bolivianos, y sirvió de puntal para una reacción.
A las 14, el comando paraguayo movilizó sus reservas para rescatar el terreno perdido. En las tropas bolivianas que ocupaban las trincheras conquistadas reinaba un gran estado de euforia que se manifestaba en el patriótico grito de ¡Viva Bolivia!, repetido sin cesar. Las tropas bolivianas recibieron también para consolidar lo ganado.
Los paraguayos, concentraron sobre los bolivianos, fuego de artillería, morteros, ametralladoras y fusiles. Los soldados bolivianos apretujados en zanjas, fueron sometidos a una lluvia letal de hierro y luego tuvieron que defenderse de resueltos contraataques de la infantería paraguaya. La lucha se mantuvo fiera hasta las 17, a esa hora los bolivianos sobrevivientes de tan cruento contraataque, se vieron obligados a ceder el terreno conquistado. Terminó la jornada con las tropas bolivianas todavía en posesión de las zanjas del costado izquierdo de la Isla Fortificada.
La noche transcurrió con intenso hostigamiento de ambos campos. Al amanecer del 5 de julio,las unidades paraguayas encargadas de reconquistar las posiciones que todavía mantenían los bolivianos, se lanzaron al asalto después de que su artillería hiciera explosionar más de 100 obuses sobre el lugar. Se trabó una feroz y sangrienta lucha cuerpo a cuerpo. El entrevero concluyó cuando los bolivianos quedaron reducidos al teniente Félix Reyes Laguna y 25 soldados bolivianos, que fueron hechos prisioneros por las tropas paraguayas.
El general paraguayo José Félix Estigarribia narró lo siguiente sobre ésta cruenta y sangrienta batalla:
El 14 inspeccioné personalmente el campo de batalla y fui testigo del espectáculo más macabro que he visto en mi vida. En el sector en el que los bolivianos habían roto nuestra línea e hicieron su más profunda penetración en nuestro sistema defensivo, fragmentos de piernas y brazos cercenados por la artillería colgaban todavía de los árboles. En un lugar, habían caído abrazados un soldado paraguayo y uno boliviano luchando furiosamente cuerpo a cuerpo, hasta que la granada que el paraguayo llevaba en su morral explotó matando a ambos. Eso era evidente por el hecho de que la cadera del paraguayo estaba destrozada al lado en que tenía el bolsillo de explosivos. Lo que seguía era peor: como el campo estaba sembrado de cadáveres bolivianos, tuvieron que quemarse. En vez de colocar leña entre los cuerpos para alimentar el fuego hasta su completa desintegración, fueron amontonados y rociados con kerosén. Mientras había kerosén, el fuego se mantenía, pero cuando el combustible se concluyó, quedó un espantoso apiñamiento de carne a medio quemar que despedía un olor insoportable. El soldado boliviano peleó valerosamente, pero no podía alcanzar lo imposible. Y lo imposible era lo que Kundt quería alcanzar con sus ataques frontales contra los fuertes parapetos paraguayos en Nanawa.
La artillería paraguaya colaboró activamente en la defensa del fortín. Varios tanques bolivianos fueron inmovilizados, mientras que la infantería guaraní se impuso también decididamente en la guerra con bombas de mano y armas blancas ante la falta de municiones. La defensa paraguaya contaba con dos núcleos de reserva: los fusileros y el escuadrón Escolta, con los cuales fueron reestablecidas las líneas quebrantadas.
Kundt tardó en reponerse de esta derrota porque el había planificado muy bien la organización antes del ataque y planifico bien los recursos. El error que tuvo fue usar tanto sus ataques frontales al estilo de la Primera Guerra Mundial.
Esta es una de las batallas más cruentas y sangrientas de la historia militar global,no solo de América. El segundo asalto fue llamado correctamente Verdún del Chaco.
Bibliografía
- La Guerra del Chaco, escrito por Roberto Querejazu Clavo, edición bolsilibros del periódico El Deber.
Categoría: Batallas de la Guerra del Chaco
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