- Códice
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Se denomina códice (del latín codex, -icis, 'tablilla de madera encerada para escribir' y posteriormente 'libro') a un documento con el formato de los libros modernos, de páginas separadas, unidas juntas por una costura y encuadernadas. Aunque técnicamente cualquier libro moderno es un códice, este secundario término latino se utiliza comúnmente para libros escritos a mano, manuscritos, manufacturados en el periodo que abarca desde finales de la Antigüedad preclásica hasta el fin de la Edad Media.
Etimológicamente, procede del caldeo caudex ('tabla') y de este al latín caudex, -icis ('tronco') que contrajo el diptongo en codex, nombre que dieron los romanos a la tablilla de cera para escribir y por desplazamiento semántico metafórico en los inicios del cristianismo designó al libro en su formato actual, distinto al de los rollos empleado hasta entonces.[1]
Contenido
Formato y materiales utilizados
El códice está conformado por un conjunto de hojas rectangulares de pergamino o de papiro (o alternando ambos materiales) que se doblan formando cuadernillos para escribir sobre ellos, los cuales se protegen mediante una encuadernación. Dichos cuadernillos, al unirse a través de la costura, llegan a constituir el códice completo. Los cuadernillos se denominaban por los romanos duerniones, terniones, cuaterniones o quinterniones según el número de hojas contenidas antes de doblarlas. Como lo regular es que se formaran cuatro (ocho dobladas) ha quedado el nombre de cuadernos (quaterni) para designar los ejemplares pequeños aunque dispongan hoy de mayor número de páginas.
El Papiro se utilizó desde el siglo IV a.C, siendo Egipto el productor de este material por alrededor de tres mil años. Sin embargo empezó a perder importancia a partir del siglo II d. C. debido a la competencia del pergamino. No obstante se continuó usando como "material venerable" para algunos documentos oficiales durante la Edad Media. Estos documentos de papiro fueron siempre menos comunes y necesitaban reforzarse por el dorso para evitar su fácil ruptura; los documentos en papiro sólo se escribían en una de sus caras y por lo que se les llama anapistógrafos.
El pergamino se conocía ya desde tiempo de Eúmenes II (195-158 a.C) y se cree que se originó en la ciudad de Pérgamo, de ahí su nombre. El pergamino no era más barato que el papiro, debido a que para hacer un solo documento debían sacrificarse un gran número de animales. Sin embargo, el pergamino era menos quebradizo y resistía mejor los embates del tiempo, por lo que fue ganando en popularidad. Los códices de pergamino se escribían con frecuencia por ambas caras de sus hojas (opistógrafas). En los ejemplares más lujosos, al pergamino se aplicaban hojas de oro o se teñía de púrpura; las encuadernaciones podían tener incrustaciones de materiales preciosos, como joyas engarzadas, laminas repujadas en oro o plata o incrustaciones de marfil.
Historia
Desde el siglo IV, los códices comenzaron a sustituir a los rollos, aunque estos últimos todavía se utilizaron de manera aislada durante la edad media. El formato de libro tiene su antecedente en los dípticos de la antigua roma, los cuales estaban conformados por un par de tablillas de madera unidas por una bisagra; el interior de estas tablillas tenía una capa de cera en la que se podían hacer anotaciones con ayuda de un estilo.
La sustitución de los rollos por códices se debió en parte a que era más fácil buscar un pasaje específico en un códice, ya que estos se conforman de varias hojas dobladas y atadas, a diferencia del rollo, el cual se tenía que desenvolver por completo.Además, el códice ofrecía otras ventajas técnicas y de conservación, como la facilidad de guardar los documentos en una biblioteca y las posibilidades para decorar las páginas por medio de miniaturas sin el peligro de que estas se craquelaran, como sucedía con los rollos.
Existe evidencia de que en el siglo II, el formato del códice era el preferido por los Cristianos, al contrario que otras religiones que seguían utilizando el rollo; estos primeros códices se manufacturaron en papiro, ya que era más ligero y fácil de transportar que los volúmenes de pergamino.
A partir del siglo VI el códice fue ganando aceptación hasta culminar en el renacimiento carolingio del siglo VIII, cuando muchos documentos en rollos que no fueron transcritos al pergamino se perdieron para siempre.
Códices precolombinos
Los códices precolombinos difieren notablemente de las normas antes descritas para los códices occidentales. Los documentos americanos de procedencia indígena, también llamados códices, se manufacturaban con tiras de piel de ciervo o de papel amate . Estos últimos se crearon a finales del siglo XVI.
Aunque los códices precolombinos tiene básicamente la misma forma que los códices europeos, las páginas no estaban dispuestas como un libro sino pegadas entre sí de tal modo que el conjunto se plegaba como un acordeón. Las páginas se preparaban con una base de estuco o yeso y posteriormente se pintaban. Los códices americanos se dividen principalmente en tres grupos:
- mexicas, hechos de piel y correspondientes a la cultura mexica del centro de México.
- mayas, fabricados en papel ágave y procedentes de Yucatán y América Central.
- mixtecas, hechos en piel y pertenecientes a la cultura mixteca, ubicada principalmente en el estado mexicano de Oaxaca.
Estos códices presentan una escritura pictográfica que al contrario que en la escritura occidental, se lee empezando por la derecha. Estos documentos normalmente se escribían por ambas caras, como en el caso de los códices occidentales. Hay, también, algunos códices posteriores a la conquista española, aunque ,en estos casos, la calidad de las imágenes es menor debido a la pérdida de los modelos y técnicas propios de las culturas americanas y a un intento de adaptación a los estilos europeos.
Algunos códices
Los códices son usualmente llamados según el más famoso lugar en que han estado, ya sea una ciudad o una biblioteca. Un ejemplo de un códice algo más tardío que estos, pudo ser el Libro de Kells. Entre los ejemplos de códices, encontramos:
- Codex Abrogans
- Códex Aleppo
- Codex Alexandrinus. Para saber más acerca del Códice Alejandrino véase Cirilo Lukaris.
- Codex Alimentarius
- Codex Alimentarius Austriacus
- Codex Amiatinus
- Codex Argenteus
- Codex Astensis
- Codex Aureus de St. Emmeram
- Codex Aureus de Lorsch
- Codex Batres
- Codex Berolinensis
- Codex Bezae
- Codex biblicus legionensis. Biblia mozárabe del siglo X de León.
- Codex Calixtinus
- Codex Claromontanus
- Codex Cumanicus
- Codex Ephraemi Rescriptus
- Codex Euricianus
- Codex Exoniensis
- Codex Flatoiensis
- Codex Gigas
- Codex Hammer
- Codex Hierosolymitanus
- Codex Iustinianus
- Codex Leicester
- Codex Manesse
- Codex Maximilianeus bavaricus civilis
- Codex Pisanus
- Codex Regius
- Codex Runicus
- Codex Sinaiticus
- Codex Theodosianus
- Codex Usserianus Primus
- Codex Wallerstein
- Codex Zamoscianus
- Codex ms. 3227a
- Leningrad Codex
- Rohonczi Codex
- Códice de Albacete
- Cantigas de Santa María. Cuatro códices de cantigas de Alfonso X el Sabio.
- Codex Vaticanus. Véase también, en la página el artículo ¿Por qué estuvo tanto tiempo en el olvido?.
Entre los códices americanos:
- Codex Bonensis mexicanus
- Códice Colombino
- Codex Fejérváry-Mayer
- Codex Borgia
- Codex Nuttall
- Codex Selden
- Codex Bodley
- Codex Dresden
- Codex Vindobonensis
- Codex Mendoza
- Códice de Quetzalcóatl (leyenda urbana)
- Codice florentino
- Codice osuna
- Códice Borgia, un manuscrito precolombino con muchas imágenes policromáticas.
- Códice Ramírez, por un azteca anónimo, después de la conquista, con caracteres europeos.
- Códice Florentino, una historia de la Nueva España, por Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590).
- Códice Borbón, del siglo XVI
- Códice Ríos.
- Códice Cuauhximalpan.
Referencias
Notas
Bibliografía
- Ingo F. Walter y Norbert Wolf. Obras maestras de la iluminación. Los manuscritos más bellos del mundo desde el año 400 al 1600. Taschen. Madrid 2003
Enlaces externos
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