Euskal Sozialista Biltzarrea

Euskal Sozialista Biltzarrea (ESB) (expresión en euskera traducible como Asamblea Socialista Vasca o Junta Socialista Vasca) fue un partido político español de ámbito vasco con ideología socialista y nacionalista que participó en la creación de Herri Batasuna.

Historia

Origen

ESB nació el 6 de junio de 1976 en Arantzazu como resultado de la unión de varios grupos políticos preexistentes de carácter nacionalista y socialista. Entre los grupos que integraron ESB destacaban el Movimiento Socialista de Euskadi, una escisión del sindicato nacionalista Euskal Langileen Alkartasuna (ELA), por lo que recibían el apodo de eladios; y el grupo Aintzina, que estaba formado por algunos fundadores de la primitiva ETA escindidos de esta organización y agrupados en torno a José Luis Álvarez Enparantza (Txillardegi). También incluía algunos grupos de independientes.

Este partido político surgió con la idea de cubrir un espacio político dentro del nacionalismo vasco con un ideario socialista entre el nacionalismo conservador y moderado del Partido Nacionalista Vasco y la izquierda abertzale de carácter marxista-leninista del bloque KAS, "para dar una expresión políticamente organizada a los intereses de los trabajadores vascos". En su I Congreso de junio de 1976 se definieron como "partido político del sur de Euskal Herria, socialista, no revolucionario, abertzale y euskaldun (vascohablante)".

El programa político de su II Congreso

Tras ser legalizado en marzo de 1977, ESB celebró su II Congreso, en el que decidió participar en las elecciones legislativas de 1977, primeras de la democracia, oponiéndose a la abstención propugnada por el bloque KAS. Adoptaron en castellano el nombre de Partido Socialista Vasco (PSV) y establecieron su sede oficial en Pamplona (Navarra).

El partido se declaró defensor de un socialismo democrático y autogestionario, opuesto al marxismo al que asociaban con el estado totalitario y centralista. En lo referente a la cuestión vasca, ESB-PSV defendía la soberanía del País Vasco más que la independencia, entendiendo que como mínimo el Estado español debía devolver la autonomía de la Segunda República, además de los derechos forales arrebatados durante los siglos XIX y XX. Mantenía que el proceso autonómico vasco debía desvincularse del proceso constitucional español y entenderse como una negociación de igual a igual entre un poder autonómico vasco restaurado y el nuevo poder central constituido en España.

Para ESB, bajo la nueva constitución de un Estado Vasco, los territorios forales así como las municipalidades, comarcas o merindades deberían dotarse de un poder legislativo estructurado en sus respectivos parlamentos constituidos por tres cámaras: la Cámara Laboral, formada por las delegaciones que representan organizaciones o sindicatos de un mismo ramo del trabajo; la Cámara de Comunidades Locales, que a modo de Senado representaría los distritos electorales inferiores de los territorios forales, así como del resto de comunidades constitutivas; y la Cámara Socio-Política, elegida entre los miembros de los partidos de los diferentes territorios del País Vasco y Navarra. Así mismo, una asamblea o parlamento federal superior vasco que integrase las decisiones adoptadas por las cámaras de nivel inferior así como las decisiones que afectaran a la globalidad del nuevo Estado Vasco.

Las elecciones generales de 1977

ESB trató de formar un amplio frente abertzale que abarcara desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV) hasta el bloque KAS, pero esto solo se concretó parcialmente en Navarra donde se formó la coalición Unión Autonomista de Navarra, integrada por Acción Nacionalista Vasca (ANV), PNV y ESB.

En cuanto a sus relaciones con otros partidos, los comunistas del bloque KAS, que propugnaban un boicot electoral al proceso constituyente español, acusaban a los partidarios del ESB de socialdemócratas y autonomistas; mientras que otros grupos socialistas vascos como el Partido Socialista de Euskadi (federación vasco-navarra del PSOE, al que ESB consideraba una mera sucursal y un agente imperialista español) les calificaban como racistas.

En las elecciones a las cortes constituyentes de junio de 1977, ESB obtuvo unos resultados peores que los esperados, quedando sin representación parlamentaria. En el conjunto de las tres provincias vascongadas (Álava, Vizcaya y Guipúzcoa) ESB logró un total de 36.000 votos (3,56%), mientras que en Navarra la coalición Unión Autonomista de Navarra obtenía 18.000 votos (6,99%).

Como consecuencia inmediata ESB se encontró con una situación muy difícil, pues las elecciones le habían dejado sin presencia institucional, con fuertes deudas económicas y con su teórico espacio político ocupado en gran parte por la coalición Euskadiko Ezkerra, que sí había logrado representación parlamentaria.

La veterana dirección de ESB fue desplazada por los jóvenes eladios que estaban dirigidos por el secretario general del partido, Iñaki Aldekoa, antiguo militante de ELA. Éstos apostaron por la unidad de la izquierda abertzale y por la integración de ESB en la llamada Mesa de Alsasua, germen de la futura coalición electoral Herri Batasuna (HB), que nacerá en 1978; operación gestionada por su secretario general sin conocimiento ni aquiescencia de sus bases. Aunque esta coalición integraba algunos partidos declaradamente marxistas, los dirigentes de ESB pensaban que se podría moderar hacia el socialismo y convertirse en un gran partido socialista vasco.

Como paso previo, ESB decidió iniciar un proceso de fusión con el histórico partido nacionalista de izquierdas Acción Nacionalista Vasca (ANV), con el que ya había formado coalición en Navarra y que también se había integrado dentro de HB. ANV había sido la gran derrotada en las elecciones de 1977 al no llegar a cosechar ni 9.000 votos. El nuevo partido fruto de la fusión se llamaría Euskal Sozialista Ekintza (Acción Socialista Vasca), pero no llegó a prosperar.

El III Congreso y las pugnas dentro de HB

En el III Congreso Nacional de ESB, el partido abandonó su carácter socialista y soberanista y se declaró marxista e independendista. Este hecho, sumado a una crisis generalizada dentro del partido y a un relajamiento de la exigencia de euskaldunización interna, produjo una escisión de un importante número de militantes encabezados por Txillardegi, que sin embargo siguieron formando parte de Herri Batasuna (HB); lo que, además de echar al traste definitivamente la unificación con ANV, debilitó la posición de ESB en el seno de HB.

Dentro de HB se produjo desde su nacimiento una pugna entre tres de los partidos que la integraron (ANV, ESB y LAIA) por un lado y los grupos e independientes partidarios de KAS, por otro. Este enfrentamiento se debía básicamente a discrepancias en la organización interna de la coalición y a la participación o no de la misma en las instituciones políticas, y no había en principio grandes discrepancias sobre la paralela "lucha armada" de ETA.

En las elecciones forales y municipales de 1979 HB obtuvo un importante apoyo electoral y eso desató un enfrentamiento abierto en el seno de la coalición. HB era, a efectos legales, una coalición electoral de ANV y ESB, los dos únicos partidos políticos legales. LAIA y ESB trataron de obtener la adhesión de ANV a sus posiciones para quedarse con las siglas de HB y marginar a los partidarios de KAS, pero dentro de ANV se impuso una corriente favorable a KAS, de tal forma que el plan de ESB no pudo llevarse a cabo.

Paralelamente ESB recibió ofertas para integrarse en la coalición electoral Euskadiko Ezkerra (EE), pero renunció a esta posibilidad al rechazar el posibilismo de EE y su apoyo al Estatuto de Guernica, calificado despectivamente desde ESB como Estatuto Vascongado al no incluir a Navarra en su seno.

Abandono de Herri Batasuna y disolución

El IV Congreso de ESB, celebrado en enero de 1980, apostó por mantener al partido político dentro de la coalición Herri Batasuna, pero exigiendo a la misma que se mantuviera al margen de controles externos (KAS y ETA) y exigiendo a la Mesa Nacional de HB (controlada por afines a KAS) que se posicionara claramente sobre si la coalición participaría o no en el futuro Parlamento Autónomo Vasco que surgiera de las inminentes elecciones autonómicas.

Pero las exigencias de ESB no sólo no se materializaron, sino que además sus militantes quedaron marginados en la confección de las listas electorales al Parlamento Autónomo Vasco. Por su parte, LAIA abandonó la coalición; y esto llevó finalmente a ESB a desvincularse también de HB y a recomendar a sus militantes y simpatizantes que se abstuvieran en las elecciones autonómicas de febrero de 1980.^[1]

Para Herri Batasuna, sin embargo, el abandono de LAIA y de ESB tuvo un bajo coste electoral ya que solamente perdió 35.000 votos. ESB trató de organizar otra organización similar a Herri Batasuna pero con una estrategia diferente, aunque esta idea acabó siendo inviable y ESB desapareció poco después; no obstante, siguió figurando en el registro de partidos políticos.

Referencias

Enlaces externos

• Iñigo Imaz, Una aproximación al socialismo abertzale (I), en Euskonews&Media, núm. 58, diciembre de 1999.
• Gaizka Fernández Soldevilla, El compañero ausente y los aprendices de brujo: orígenes de Herri Batasuna (1974-1980), en Revista de estudios políticos, ISSN 0048-7694, núm. 148, 2010, pp. 71-103. Consultado: 08-3-2011