- Cultura de Marruecos
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Cultura de Marruecos
Marruecos es un país de grupos multiétnicos con una rica cultura y civilización. A lo largo de su historia, ha recibido visitantes tanto del este (fenicios, judíos y árabes), del sur (Moros y habitantes de África Subsahariana) y del norte (romanos y vándalos), quienes han impactado la estructura social de Marruecos. En el país conviven, además, distintos tipos de religiones, tales como el paganismo, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo.
Cada región posee sus propias características, contribuyendo a la cultura nacional. Marruecos ha establecido entre sus principales prioridades la protección de su diversidad y la preservación de su patrimonio cultural.
Políticamente, Marruecos es denominado en ocasiones como un estado árabe y en otras como un estado africano. La mayor parte de la población marroquí tiene origen Bereber. Al menos la tercera parte de la población habla en lengua bereber. Durante la expansión islámica, algunos árabes se establecieron en las regiones marroquíes de Tadla y Doukkala. Por ejemplo, existen grupos llamados Charkawa y Arbawa que llegaron al país desde Arabia. Los Charkawa dicen descender de Omar Ibn Al Khatab.
Contenido
Datos generales
- Población: 33.757.175 habitantes (estimación de julio de 2007)
- Grupos étnicos: Bereber-Negro-Árabe 98.1%, otros 0.7%, Judíos 0.2%
- Idiomas: Árabe (oficial, aunque no se utiliza en el habla cotidiana) Darija-Árabe (hablado por el 70% de la población), Bereber (utilizado por el 30%), Francés.
- Alfabetismo: (definición: personas de 15 años o más que pueden leer y escribir) población total: 52.3% (hombres: 64.7% / mujeres: 40.6%) (censo de 2004)
- Sistema legal: basado en la ley islámica y en el sistema de leyes civiles de Francia y España.
Arte
El arte en Marruecos puede apreciarse, principalmente, en los museos locales. Ejemplos más modernos pueden encontrarse en galerías de arte.
Hay distintas maneras en que se expresa el arte marroquí: en alfombras, prendas de vestir, joyas, cerámica, escultura, pintura y caligrafía. En el país se celebra un festival de arte una vez al año para exhibir el talento de sus habitantes.
Cultura
En Marruecos es muy común el regateo. La mayor parte de los marroquíes tienen mucha experiencia al desempeñarlo, por lo que habitualmente acaban sacando provecho de los compradores extranjeros en lugar de beneficiarlos. Debido a esto, suele ser preferible pagar el precio estipulado.
Por lo general, los habitantes son personas hospitalarias, y suelen invitar a cenar como señal de cortesía a los desconocidos. Al igual que en Japón y en otros países orientales, los marroquíes suelen quitarse los zapatos al entrar en su casa. Además, los huéspedes suelen otorgarle un obsequio a sus anfitriones si son invitados a cenar, tales como un postre tradicional del país, o una gallina viva. La mayor parte de los marroquíes consumen sus alimentos sin utilizar cubiertos, directamente con sus manos; siempre lo realizan con la mano derecha, ya que se considera incorrecto utilizar la izquierda.
Las mezquitas en Marruecos son lugares muy particulares, ya que sólo se les permite ingresar en las mismas a los que practican la religión Musulmana. Aunque se permite el ingreso a las mezquitas a los extranjeros en otras partes del mundo, en Marruecos sólo se les permite visitar las ruinas de las mezquitas que ya no se utilizan, tales como Tin Mal y Smara. La mayor parte de los monumentos del país pueden ser apreciados por el público y, por un valor extra, pueden verse celebraciones como bodas Imichal.
Para tomar fotografías de los locales, se les debe pedir permiso, ya que tomar una fotografía sin el mismo puede ser ofensivo, especialmente en las zonas rurales. En contraste, sí se permite tomar fotos de personas con las que se ha obtenido cierta confianza. Tradicionalmente, los hombres pueden verse caminando libremente por las calles, mientras que las mujeres se encargan del control de sus casas. Esto significa que no suelen verse mujeres en cafés o restaurantes.
Grupos étnicos e idiomas
Marruecos es considerado un país árabe-bereber, aunque algunas personas lo consideran con una identidad mayormente bereber-africana. Aproximadamente el 42% de la población poseen una identidad bereber, pese a que más tienen ancestros bereberes. Éstos se identifican principalmente por el idioma, por su forma de vestir tradicional y por su cultura, además de su distintiva música y danza. Los bereberes no se identifican a sí mismos por lazos de sangre. Su idioma aún no ha sido oficialmente reconocido en Marruecos, aunque el francés, por ejemplo, si se considera lengua oficial por haber sido el idioma colonial. El árabe clásico continúa siendo la principal lengua oficial de Marruecos y se suele utilizar en las actividades culturales y socio económicas, además de en los medios impresos, pero nunca se utiliza entre los marroquíes.
Lingüísticamente, el Bereber pertenece al grupo afro-asiático, y tiene muchos acentos y variantes. Los tres acentos más utilizados en Marruecos son el Tachelhit, Tamazight y el Tarifit (también llamado Thamazight por sus hablantes). En forma colectiva, dichos dialectos son conocidos como «Chelha» en árabe marroquí y como «Barbaria» en el árabe tradicional utilizado en Oriente Medio. Los términos «Barbar» y «Chelha» con considerados por la mayor parte de los activistas bereberes como extremadamente ofensivos y humillantes. Prefieren la palabra Amazigh.
El Tachelhit (también conocido como «Soussia») es hablado en el suroeste del país, en el área rodeada por Sidi Ifni en el sur, Agadir en el norte y Marrakech en los valles Draa/Sous del este. El Tamazight se habla en el Atlas Medio, entre Taza, Khemisset, Azilal y Errachidia. Por último, el Tarifit se utiliza en el área del Rif, al norte de Marruecos, en ciudades como Nador, Al Hoceima, Ajdir, Tánger, Taourirt, Larache y Taza.
Aunque los bereberes suelen practicar el Islamismo, su etnia y su idioma han permanecido a lo largo del tiempo. En los últimos años fueron creadas cientas de asociaciones bereberes. Los puestos de periódicos y las librerías de las principales ciudades del país ofrecen a la venta revistas bereberes y otras publicaciones basadas en su arte y cultura. La estación de televisión RTM (actualmente TVM) emitió un boletín de noticias de diez minutos de duración en los tres acentos durante la década de 1990. Los activistas exigen repetidamente que la mitad de los programas emitidos tengan su lengua, pero el Estado ha rechazado o ignorado sus demandas.
Vestimenta tradicional
La ropa tradicional de los hombres se denomina chilaba; se trata de una túnica holgada con capucha. Para las ocasiones especiales, los hombres también visten un sombrero rojo llamado tarbush más conocido como Fez. Casi todos los hombres babuchas, zapatos blandos sin suelas, por lo general amarillos. Las mujeres suelen llevar sandalias, a menudo con aseguradores dorados o plateados.
La diferencia entre una chilaba y un caftán es que la chilaba tiene una capucha, mientras que el caftán no la tiene. Las chilabas para mujeres son mayormente de colores brillantes con estampados, costuras o adornos, mientras que las de los hombres son más sencillas y de colores neutros. Las mujeres marroquíes ponen mucho cuidado en su vestimenta, y gastan mucho dinero en ella por lo general. La producción de tales prendas es relativamente de alto precio, como la mayor parte del trabajo hecho a mano. Como debido a los costos las mujeres pueden adquirir sólo un caftán al año, normalmente los utilizan para eventos especiales, tales como bodas.
Cine en Marruecos
Muchos directores extranjeros se han visto seducidos por la belleza y la magia de Marruecos. Luego de Louis Lumière, Orson Welles filmó su versión de «Otelo». La película ganó un premio Palma Dorada en el Festival de Cannes. En 1955, Alfred Hitchcock dirigió la película The Man Who Knew Too Much mientras que David Lean realizó Lawrence de Arabia en 1962. Especialmente, Aït Benhaddou ha sido utilizado como escenario de las películas.
Arquitectura doméstica
Dar, el nombre otorgado a las estructuras domésticas más comunes en Marruecos, son hogares hallados en una medina, o un área urbana de una ciudad. La mayor parte de las casas en Marruecos se adhieren tradicionalmente al Dar al-Islam, una serie de reglas de la vida cotidiana del Islamismo.[1] Los exteriores de los Dar son típicamente sin ventanas, excepto pequeñas aberturas ocasionales en lugares secundarios, tales como escaleras y áreas de servicio. Estos orificios proveen luz y ventilación.[2] Los Dar están formados por lo general con paredes altas y gruesas que protegen a sus habitantes de robos, animales u otros peligros similares; sin embargo, tienen un valor mucho más simbólico desde la óptica árabe. En esta cultura, el exterior representa un lugar de trabajo, mientras que el interior simboliza el refugio.[3] Por esta razón, los interiores de los hogares marroquíes están a menudo muy decorativos y trabajados.
Al igual que la mayor parte de la arquitectura islámica, los Dar están rodeados en patios pequeños al aire libre, bordeados por paredes altas y gruesas, las cuales tienen la finalidad de bloquear la luz directa y minimizar el intenso calor.[4] Las habitaciones suelen estar divididas por dos o cuatro puertas entre cada una. Son largas pero estrechas, por lo que generan espacios verticales, debido a que los recursos regionales y la tecnología aplicada a la construcción no permite hogares de mayor longitud que trece pies.[5]
Referencias
- Verner, Corince. (2004). The villas and riads of Morocco. Nueva York: Harry N. Abrams, Inc.
Enlaces externos
- Información sobre Marruecos para viajeros
- Música tradicional marroquí del Ministerio de Comunicación de Marruecos
- Fantastic Morocco Guía de viajes sobre la cultura de Marruecos
- Cultura de Marruecos
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