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Disturbios de Stonewall
Los disturbios de Stonewall consistieron en una serie de manifestaciones violentas espontáneas contra una redada policial que tuvo lugar en las horas de la madrugada del 28 de junio de 1969 en el pub conocido como el Stonewall Inn en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. Frecuentemente se cita a estos disturbios como la primera ocasión en la historia de Estados Unidos en la que la comunidad LGBT luchó contra un sistema que perseguía a los homosexuales con el beneplácito del gobierno, y son ampliamente reconocidos como el catalizador del movimiento por derechos LGBT moderno en Estados Unidos y alrededor del mundo.
Durante las décadas de 1950 y 1960 los gays y lesbianas estadounidenses debían enfrentarse a un sistema legal mucho más anti-homosexual que algunos países del telón de acero.[2] [nota 1] Los primeros grupos homófilos de EE. UU. intentaron demostrar que las personas homosexuales podían insertarse en la sociedad, y fomentaron la educación inofensiva para tanto homosexuales como heterosexuales. Sin embargo, los últimos años de la década de 1960 fueron muy controvertidos ya que había muchos movimientos sociales activos, tales como el movimiento afroamericano por los derechos civiles (1955-1968), la contracultura de los 60 y las manifestaciones contra la guerra. Estas influencias, junto al ambiente liberal de Greenwich Village, sirvieron como catalizadores para los disturbios de Stonewall.
Muy pocos establecimientos acogían a personas abiertamente homosexuales durante las décadas de 1950 y 1960. Los que sí lo hacían eran generalmente bares, aunque sus propietarios y mánagers raramente eran gays. El Stonewall Inn, en aquella época, era propiedad de la mafia.[3] [4] Servía a diversos clientes, pero era conocido por ser popular entre las personas más marginadas de la comunidad gay: drag queens, miembros de la comunidad transgénero recién autodefinida, jóvenes muchachos afeminados, hombres prostitutos y jóvenes sin techo. Las redadas policiales en los bares gays eran rutinarios durante los '60, pero los oficiales perdieron súbitamente el control de la situación en el Stonewall Inn, y atrajeron a una muchedumbre que fue incitada a rebelarse. Las tensiones entre la policía de Nueva York y los residentes gays de Greenwich Village produjeron más protestas la siguiente tarde, y de nuevo varias noches después. En cuestión de semanas, los residentes de Village rápidamente se organizaron en grupos activistas para concentrar esfuerzos en aras de establecer lugares para que gays y lesbianas pudieran manifestar abiertamente su orientación sexual sin miedo a ser arrestados.
Tras los disturbios de Stonewall, los gays y lesbianas de Nueva York se enfrentaron a obstáculos de índole generacional, de clase y de género de cara a formar una comunidad cohesiva. En seis meses, dos organizaciones activistas gays fueron creadas en Nueva York, centradas en tácticas de confrontación, y tres periódicos fueron creados para promover los derechos para gays y lesbianas. En pocos años, se fundaron organizaciones de derechos homosexuales a través de Estados Unidos y a nivel internacional. El 28 de junio de 1970 tuvieron lugar las primeras marchas del Orgullo Gay en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles, conmemorando el aniversario de los disturbios. Marchas similares fueron organizadas en otras ciudades. Hoy día se celebran actos del Orgullo Gay anualmente por todo el mundo hacia el final de junio para recordar los disturbios de Stonewall.[5]
Contenido
Contexto
La homosexualidad en el siglo XX
Tras la agitación social producida por la Segunda Guerra Mundial, mucha gente en los Estados Unidos sintió un ferviente deseo de "restaurar el orden social pre-guerra y mantener a raya las fuerzas del cambio", según el historiador Barry Adam.[6] Estimulado por el énfasis nacional anticomunista, el senador Joseph McCarthy condujo audiencias para localizar a comunistas en el gobierno estadounidense, el ejército de EE. UU., y otras instituciones subvencionadas por el gobierno, dando lugar a una paranoia nacional. Los comunistas, anarquistas y otras personas catalogadas como "anti-estadounidenses" y "subversivas" eran consideradas un riesgo para la seguridad. En 1950 los homosexuales fueron incluidos en esa lista por el Departamento de Estado de EE. UU., bajo la teoría de que estas personas eran frecuentemente sujetas a chantajes. El secretario de Estado James E. Webb señaló en un informe que, "se cree generalmente que aquellos que realizan actos abiertamente perversos carecen de la estabilidad emocional de las personas normales."[7] Entre 1947 y 1950, 1,700 solicitudes de trabajo federales fueron rechazadas, 4,380 personas fueron expulsadas del ejército, y 420 fueron despedidas de sus trabajos en el gobierno por la sospecha de que fueran homosexuales.[8]
Durante los 50 y 60, el FBI y los departamentos de policía mantuvieron listas de homosexuales conocidos, sus establecimientos favoritos y sus amistades; por otro lado, el Servicio Postal de los Estados Unidos mantenía un registro de los domicilios a los que se enviaba por correo material relacionado con la homosexualidad.[9] Los gobiernos locales y estatales siguieron ese ejemplo: los bares que servían a homosexuales fueron cerrados, y sus clientes arrestados y públicamente expuestos en los periódicos. Las ciudades realizaban campañas para librar a los vecindarios, parques, bares y playas de los gays. Se ilegalizó el uso de vestimenta del sexo contrario, y las universidades expulsaban a los profesores sospechosos de ser homosexuales.[10] Miles de gays y lesbianas fueron públicamente humillados, físicamente acosados, despedidos, encarcelados, o ingresados en clínicas mentales. Muchos vivían una doble vida, manteniendo sus vidas privadas en secreto de sus vidas profesionales.
En 1952, la Asociación Americana de Psiquiatría catalogó la homosexualidad en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual, DSM) como un trastorno sociopático de la personalidad. Un estudio detallado de 1962 de la homosexualidad justificaba la inclusión del trastorno como un miedo oculto del sexo opuesto causado por traumáticas relaciones padre-hijo. Esta perspectiva tuvo una amplia influencia en la profesión médica. Sin embargo, en 1956 Evelyn Hooker realizó un estudio que comparaba la felicidad y buena adaptación de los hombres que se autoidentificaban como homosexuales con los hombres heterosexuales, y no encontró ninguna diferencia.[11] Su estudio conmocionó a la comunidad médica y la convirtió en una heroína para muchos gays y lesbianas,[12] pero la homosexualidad permaneció en el DSM hasta 1973.
Activismo homófilo y disturbios anteriores
En respuesta a la tendencia antihomosexual, se formaron dos organizaciones independientes para avanzar la caua de los homosexuales y proporcionar oportunidades sociales para que los gays y lesbianas pudieran socializar sin miedo a ser arrestados. En 1950, un hombre gay llamado Harry Hay y un grupo de seguidores, cansados del tratamiento discriminatorio por su orientación sexual, lanzaron la Sociedad Mattachine.[13] Esta organización unificó a gays previamente aislados, y los animó a luchar por sus derechos, proporcionando además asistencia legal, liderazgo e información.[14] Al encontrar una gran oposición a su acercamiento radical, en 1953 la sociedad decidió orientarse hacia la respetabilidad y la aceptación. El razonamiento era que se podrían cambiar más mentalidades en lo relativo al tema de la homosexualidad probando que gays y lesbianas eran personas normales que no se diferenciaban de los heterosexuales.[15] [16] Al poco tiempo, varias mujeres de San Francisco se reunieron en los salones de sus casas para formar el grupo Daughters of Bilitis (DOB) para lesbianas.[17] Aunque las ocho mujeres que crearon DOB inicialmente se juntaron para poder tener un lugar seguro donde poder bailar, al crecer DOB desarrollaron objetivos similares a los de Mattachine, y animaron a sus miembros a implicarse en la sociedad.[18]
Uno de los primeros desafíos contra la represión gubernamental llegó en 1953. Una organización llamada ONE publicó la revista ONE, Inc., y el Servicio Postal se negó a enviarla por correo. El número de la revista, enviado en envolutura de papel ordinario, trataba sobre los homosexuales en matrimonios heterosexuales, y el Servicio Postal alegó que eso era algo obsceno. El caso llegó al Tribunal Supremo, que en 1958 sentenció que One, Inc. podía distribuir su material a través del Servicio Postal de los Estados Unidos.[19]
Las organizaciones homófilas, pues así eran conocidos los grupos gays, crecieron en número y se expandieron hasta la Costa Este. Gradualmente, los miembros de estas organizaciones fueron volviéndose más atrevidos. Frank Kameny fundó la Mattachine de Washington, D.C. Había sido despedido del Servicio de Mapas del ejército de Estados Unidos por ser homosexual, e interpuso demandas infructuosas para ser readmitido. Kameny escribió que los homosexuales no eran diferentes de los heterosexuales, frecuentemente dirigiendo sus esfuerzos a los profesionales de salud mental (algunos de los cuales atendían reuniones de las DOB y Mattachine diciendo a los asistentes que eran anormales).[20] En 1965, Kameny, inspirado por el Movimiento de Derechos Civiles Afroamericano,[21] organizó un piquete en la Casa Blanca y otros edificios gubernamentales para quejarse de la discriminación laboral. Los piquetes causaron una fuerte impresión a muchas personas homosexuales, y desagradaron a algunos de los líderes de Mattachine y DOB.[22] [23] Al mismo tiempo, las manifestaciones de los movimientos feministas y de derechos humanos, y la oposición a la guerra de Vietnam, fueron aumentando su prominencia, frecuencia y seriedad a lo largo de la década de 1960, a la par que los enfrentamientos con la policia.[24]
En los márgenes de las escasas y pequeñas comunidades gays existían personas que desafiaban las expectativas de género. Hombres afeminados y mujeres masculinas, u hombres que se vestían y vivían como mujeres y mujeres que se vestían como hombres, a tiempo completo o parcial. La nomenclatura actual los definiría como trasvestís, y eran los representantes más visibles de las minorías sexuales. Echaban por tierra la afirmación cuidadosamente diseñada por DOB y la Mattachine de que los homosexuales eran personas normales y respetables. [25] La Mattachine y DOB consideraban los juicios de los arreastados por llevar ropa del sexo opuesto como algo paralelo a las luchas de las organizaciones homófilas: similar, pero claramente separado. Las personas gays y transgénero efectuaron una pequeña revuelta en Los Angeles en 1959 como respuesta al acoso policial.[26] En 1966, drag queens, chaperos y travestis se encontraban en la Cafetería Compton's de San Francisco cuando llegó la policia a arrestar a los hombres vestidos de mujeres. Se formó un disturbio, con los clientes habituales lanzando tazas, platos y platillos, rompiendo la placa de cristal de la ventana en la puerta del restaurante, regresando varios días más tarde para romper las ventanas de nuevo tras haber sido éstas reemplazadas.[27] La catedrática Susan Stryker clasifica el disturbio de la Cafetería Compton's como un "acto de discriminación antitransgénero, más que un acto de discriminación contra la orientación sexual" y relaciona el levantamiento con los asuntos de género, raza y clase que esttaban siendo ignorados por las organizaciones homófilas.[25] Esto marcó el inicio del activismo transgénero en San Francisco.[27]
Greenwich Village
Los barrios neoyorquinos de Greenwich Village y Harlem se convirtieron en el lugar de residencia de una considerable parte de la población homosexual tras la Primera Guerra Mundial, cuando muchos hombres y mujeres que habían servido en el ejército aprovecharon la oportunidad de radicarse en las ciudades grandes. Los enclaves de gays y lesbianas, descritos en un periódico como "mujeres de pelo corto y hombres de pelo largo", desarrollaron una subcultura específica en las dos décadas posteriores.[28] La ley seca benefició sin querer a los establecimientos gays, ya que el beber alcohol se convirtió en una conducta clandestina junto a otras consideradas inmorales. La ciudad de Nueva York aprobó leyes contra la homosexualidad en negocios públicos y privados, pero al haber una alta demanda de alcohol, los speakeasies y bares improvisados eran tan numerosos y temporales que las autoridades eran incapaces de controlarlos todos.[29]
La represión social de la década de 1950 ocasionó una revolución cultural en Greenwich Village. Surgió un cohorte de poetas, después denominado la generación beat, que escribieron sobre anarquía, drogas, y placeres hedonísticos. Entre ellos, Allen Ginsberg y William S. Burroughs, ambos residentes de Greenwich Village, también escribieron sobre la homosexualidad. Sus escritos atrajeron personas compasivas de mentalidad liberal y homosexuales que buscaban una comunidad.[30]
Para principios de la década de 1960, se encontraba en pleno vigor una campaña de librar la Ciudad de Nueva York de bares gays, ordenada por el Alcalde Robert F. Wagner, Jr., quien se preparaba para a la Feria mundial Nueva York 1964 y se preocupaba por la imagen de la ciudad. La ciudad revocó las licencias para servir bebidas alcohólicas de los bares, y policías encubiertos intentaron arrestar cuantos más homosexuales posibles por delitos incitados por ellos mismos.[31] Para lograr esto, el agente encubierto normalmente entablaba una conversación con un hombre que había encontrado en un bar o parque público. Si la conversación indicaba la posibilidad de que se fueran juntos, o si el agente le compraba una bebida al hombre, el hombre sería arrestado por solicitación. Un artículo en el New York Post describió un arresto en el vestuario de un gimnasio en el que un agente se tocó la entrepierna y empezó a gritar, y cuando un hombre le preguntó si estaba bien, fue arrestado.[32] Pocos abogados defendían casos tan indeseables como éstos, y algunos abogados daban descuentos de honorario a los agentes encubiertos.[33]
La Sociedad Mattachine consiguió que el recién electo Alcalde John Lindsay pusiera fin a la campaña de incitación policial en Nueva York. No tuvieron tanto éxito con la State Liquor Authority (Autoridad Estatal de Bebidas Alcohólicas). Aunque ninguna ley prohibía que se siriviera a homosexuales, las cortes permitían a la Autoridad a ejercer discreción al aprobar y revocar licencias para establecimientos que podrían fomentar conducta desordenada.[34] A pesar de que había una gran población gay y lesbiana en Greenwich Village, existían muy pocos lugares, salvo bares, donde podían reunirse abiertamente sin ser acosados o arrestados. En 1966, el capítulo neoyorquino de Mattachine organizó una reunión de bebidas en un bar de Greenwich Village frecuentado por hombres gays para ilustrar la discriminación que enfrentaban los homosexuales.[35]
Ninguno de los bares frecuentados por gays y lesbianas tenía propietarios gays. Casi todos eran propiedad de la mafia italoestadounidense, la cual maltrataba a sus clientes regulares, aguaba el alcohol, y cobró un precio excesivo por las bebidas. Sin embargo, también sobornaba a la policía para prevenir redadas frecuentes.[36]
Stonewall Inn
El Stonewall Inn, ubicado en los números 51 y 53 de la Calle Christopher, entre otros establecimientos de la ciudad, era propiedad de la familia Genovese.[3]
En 1966, tres miembros de la Mafia invirtieron US$3.500 para convertir el Stonewall Inn en un bar gay, después de ser anteriormente un restaurante y un club nocturno para heterosexuales. Una vez a la semana un policía recogía un sobre de dinero como soborno ya que el Stonewall Inn no contaba con una licencia para vender bebidas alcohólicas.[37] [38] Tampoco contaba con agua corriente, por lo que los vasos sucios se enjuagaban en una bandeja de agua y se volvían a utilizar inmediatemente.[36] No había salidas de emergencia y constantemente había problemas con el drenaje en los baños[39] Aunque el bar no se usaba para la prostitución, se vendían drogas y se realizaban otras prácticas ilícitas. Era el único bar para hombres gays en la Ciudad de Nueva York donde se permitía bailar[40] y desde su reapertura como un lugar gay el baile era su atracción principal.[41]En 1969, los visitantes del Stonewall Inn eran recibidos por un portero que los inspeccionaba a través de una mirilla. La edad mínima legal para el consumo de bebidas alcohólicas era de 18 años y para prevenir la entrada de policías encubiertos (quienes eran apodados "Lily Law", "Alice Blue Gown", o "Betty Badge"),[42] los visitantes debían ser reconocidos por el portero o debían parecer gay para poder entrar. La entrada costaba $3 durante los fines de semana y esto incluía dos vales de bebida gratis. Se obligaba a los clientes a firmar sus nombres en un libro para mostrar que el bar era un "bottle club", pero raramente lo hacían con sus nombres verdaderos. Había dos pistas de baile en el Stonewall. El interior era de color negro para crear un ambiente muy oscuro que se acentuaba con luces de color y lámparas de luz negra. Si se detectaba la presencia policial, encendían las luces normales para indicar que todos debían dejar de bailar o de tocarse.[42] En la parte de atrás del bar había una sección más pequeña que frecuentaban los hombres con pluma. El Stonewall era uno de los dos únicos bares donde hombres afeminados que se maquillaban y se cardaban el pelo (aunque usaban vestimenta de hombre) podían acudir.[43] Los porteros sólo dejaban entrar a unos cuantos travestis o drag queens. La abrumadora mayoría de los clientes eran hombres, pero algunas lesbianas visitaban el bar de vez en cuando. Los jóvenes sin techo que dormían en el cercano parque Christopher Park solían intentar entrar para que los clientes les compraran bebidas.[44] La edad de los clientes iba desde menos de veinte hasta más de treinta y había una cantidad aproximadamente igual de blancos, negros, e hispanos.[43] [45] Debido a la diversidad demográfica, su ubicación, y la atracción del baile, el Stonewall Inn era el bar gay más popular de la ciudad.[46]
Las redadas de la policía eran comúnes. En promedio ocurrían una vez al mes en cada bar. Muchos bares almacenaban más bebidas en un compartimento secreto detrás del bar, o en un vehículo estacionado, para proseguir el negocio lo más pronto posible si se decomisaba el alcohol.[3] La gerencia del bar generalmente tenía conocimiento de las redadas de antemano gracias a avisos previos de la policía y las redadas ocurrían lo suficiente temprano como para permitir que siguiera el negocio después de que la policía terminara.[47] En una redada típica, se prendían las luces, los clientes formaban fila y se revisaban los documentos de identificación. Los que no tenían documentos de identificación o usaban ropa del sexo opuesto eran arrestados. Los demás eran dejados en libertad. Algunos de los hombres, incluso algunos vestidos de mujer, usaban sus cartillas militares como identificación. Las mujeres tenían que llevar un mínimo de tres prendas de ropa femeninas, o de lo contrario eran arrestadas. También se solía arrestar a los empleados y gerentes de los bares.[47] Durante el periodo justo antes del 28 de junio de 1969, se realizaban redadas en los bares locales de manera más frecuente. El Stonewall Inn fue sujeto de una redada policial el martes antes de los disturbios en el Stonewall Inn [48] y fueron clausurados otros dos clubs en Greenwich Village, el Checkerboar y el Tele-Star.[49] [50]
Los disturbios
La redada
A la 1:20 de la madrugada del sábado 28 de junio de 1969, cuatro policías vestidos con ropa civil, dos oficiales de patrulla en uniforme, el Detective Charles Smythe y el Subinspector Seymour Pine entraron por la puerta doble y anunciaron su presencia a gritos.[51] Cuatro agentes encubiertos habían entrado el bar más temprano para obtener evidencia visual mientras el Esquadrón de Morales Públicos esperaba la señal afuera. Una vez adentro, usaron el teléfono de pago del bar para llamar refuerzos del Sexto Distrito. Apagaron la música y encendieron las luces principales. Había aproximadamente 200 personas en el bar esa noche. Los clientes que nunca habían experimentado una redada policial estaban confundidos, pero algunos reconocieron lo que estaba ocurriendo y corrieron hacia las puertas y ventanas de los baños. La policía bloqueó las puertas y la confusión aumentó. Uno de los presentes, Michael Fader, recuerda el momento así: "Las cosas pasaron tan rápido que te quedabas sin saber nada. De repente había policías por todas partes y nos dijeron que formáramos fila y tuviéramos lista nuestra identificación para que nos llevaran afuera."[51]
La redada no sucedió como se había esperado. El procedimiento de costumbre era enfilar a los clientes, revisar su identificación, y que policías mujeres llevaran a los clientes vestidos de mujer al baño para comprobar su sexo, y arrestar a cualquier hombre vestido de mujer. Los que iban vestidos de mujer se negaron a ir con las oficiales esa noche. Los hombres comenzaron a negarse a mostrar su identificación. Los agentes decidieron llevar a todos los presentes a la comisaría y separaron a los travestis en un cuarto en la parte de atrás del bar. Maria Ritter, conocida por su familia como Steve, recordó, "Mi mayor miedo era que sería arrestada. Mi segundo mayor miedo era que mi fotografía estaría en un periódico o reporte de televisión, ¡en el vestido de mi madre!"[52] Tanto clientes como policías recordaron que la sensación de incomodidad creció rápidamente, agravada por unos policías que comenzaron a manosear inapropiadamente a algunas de las lesbianas al cachearlas.[53]
«¿Cuándo has visto que un maricón contraataque?... Ahora los tiempos estaban cambiando. El martes fue la última noche de sandeces... Predominadamente, el tema era, "¡esta mierda tiene que parar!"»
-Particpante anónimo de los disturbios[54]La policía había decidido transportar el alcohol del bar en coches celulares. Se decomisaron veintiocho cajas de cerveza y diecinueve botellas de bebidas destiladas, pero los coches celulares todavía no habían llegado, por lo que los clientes tenían que esperar en fila por unos 15 minutos.[52] Los que no fueron arrestados fueron echados por la puerta y dejados en libertad, pero no se despejaron rápidamente como era usual. La gente se quedó frente al bar y se formó una muchedumbre de personas que observaban el acontecimiento. Dentro de pocos minutos, entre 100 y 150 personas se habían congregado cerca del bar. Algunos habían salido del bar y algunos se acercaron tras notar los vehículos de policía y la muchedumbre. A pesar de que los policías echaron a algunos de los clientes a empujones y golpes, algunos clientes liberados por la policía entretuvieron a los espectadores haciendo poses y haciendo el saludo militar de manera exagerada. Los aplausos de los observadores les animó a seguir: "Las muñecas estaban flojas, los cabellos atusados, y las reacciones a los aplausos eran clásicas."[55]
El Inspector Pine recordó que cuando llegó el primer coche celular, la muchedumbre, formada mayormente por homosexuales, había aumentado al menos diez veces el número de personas inicialmente arrestadas, y todos se callaron de repente.[56] Debido a confusión en las radiocomunicaciones, el segundo coche celular se retrasó en llegar. Los policías empezaron a subir a miembros de la Mafia al primer coche y los espectadores vitorearon. Acto seguido, subieron a los empleados regulares del bar al coche. Uno de los presentes gritó, "¡Poder gay!", alguien más empezó a cantar We shall overcome, a lo que la muchedumbre reaccionó con regocijo y buen humor mezclado con "hostilidad creciente e intensiva".[57] Un agente empujó a un travesti y éste le golpeó al agente sobre la cabeza con su bolso mientras los observadores empezaron a abuchear. El escritor Edmund White, quien había estado paseando por el barrio, recordó, "Todos están agitados, molestos, y vivaces. Nadie tiene un eslogan, nadie tiene siquiera una actitud, pero algo se está gestando."[58] La muchedumbre arrojó monedas, y después botellas de cerveza, al coche celular en respuesta a rumores de que los clientes que todavía estaban adentro del bar estaban siendo agredidos.
Se inició una riña cuando una mujer esposada fue escoltada varias veces desde la puerta del bar hasta un coche celular. Se escapó repetidamente y luchó contra cuatro policías, insultando y gritando, durante unos diez minutos. Descrita como una "típica marimacho neoyorquina", había sido golpeada sobre la cabeza con una cachiporra tras, según un testigo, quejarse de que sus esposas estaban demasiado apretadas.[59] Los presentes recordaron que la mujer, cuya identidad no se conoce,[nota 2] animó a los observadores a luchar cuando miró a los presentes y dijo, "¿Por qué no hacen algo?" Cuando un agente la levantó y la subió al coche,[60] la muchedumbre se convirtió en un turba y se volvió caótica: "Fue en ese momento que el ambiente se hizo explosivo".[61]
"El colmo"
La policía trató de contener la muchedumbre, y derribaron a algunos de los participantes, lo cual instigó aún más a los presentes. Algunos de los arrestados se escaparon del coche cuand la policía los dejó desatentidos (deliberadamente, según algunos testigos).[nota 3] [62] Mientras la muchedumbre trataba de volcar el coche celular, dos vehículos de policía junto con la furgoneta, que tenían los neumáticos pinchados, se fueron de inmediato y el Inspector Pine pidió a los agentes que volviera cuanto antes posible. La conmoción atrajo a más personas recién enteradas de lo que ocurría. Algunos participantes declararon que el bar había sido acosado porque no habían pagado a los policías, a lo que alguien más grito, "¡Paguémosles!"[63] Las monedas volaron por el aire hacia los policías y los rebeldes gritaron "¡Cerdos!" y "¡Polizontes maricones!" Arrojaron latas de cerveza y los policías reaccionarion al tratar de dispersar la muchedumbre. Los participantes encontraron un sitio de construcción cercano donde había pilas de ladrillos. Los policías, cuyo número era inferior al de los manifestantes por entre 500 y 600 personas, agarraron a varias personas, como el cantante de folk Dave Van Ronk, quien había llegado a la revuelta desde un bar vecino del Stonewall. Aunque Van Ronk no era gay, había experimentado violencia policial cuando participó de las manifestaciones antiguerra: "A mi forma de pensar, cualquier persona que se opusiera a los polizontes por mí estaba bien, y es por eso que me quedé... La policía constantemente cometía atrocidades de todo tipo."[63] Diez agentes de policía, entre ellos dos mujeres, se atrincheraron junto con Van Ronk, Howard Smith (un periodista del The Village Voice), y varios detenidos esposados dentro del Stonewall Inn para su propia seguridad.
"Rebelión abierta"
Durante el acoso a Stonewall, Craig Rodwell llamó al The New York Times, The New York Post, y el The New York Daily News para informarles de lo que sucedía. Los tres periódicos cubrieron los disturbios; The New York Daily News puso la información en su primera página. Las noticias sobre los disturbios se extendieron rápidamente por todo Greenwich Village, alimentadas por los rumores de que habían sido organizados por los Students for a Democratic Society, los Black Panthers, o iniciados por "un policía homosexual cuyo compañero de piso se fue a bailar al Stonewall contra sus deseos".[49] Todo el día del sábado 28 de junio, la gente acudió a mirar cómo quemaban y tiznaban el Stonewall Inn. Aparecieron grafitis en las paredes del bar, tales como "Drag power", "They invaded our rights" ("Invadieron nuestros derechos"), "Support gay power" ("Apoya el poder gay"), y "Legalize gay bars" ("Legalicen los bares gays"), junto con acusaciones de saqueo de los policías y (en relación al estado del bar) "Estamos abiertos".[49] [64]
A la noche siguiente, los disturbios de nuevo rodearon la calle Christopher Street; los participantes recordarían de distinta manera qué noche fue la más violenta o frenética. Muchas de esas personas venían de la noche anterior (chaperos, jóvenes de las calles, "reinas"), pero se les unieron "provocadores policiales", curiosos e incluso turistas.[65] Lo más impactante para muchos fue la espontánea exhibición de afecto homosexual en público, tal como describe un testigo: "De ir a lugares en los que había que llamar a una puerta y hablar con una persona a través de un agujero para poder entrar. Estábamos sencillamente fuera. Estábamos en las calles."[66]
Miles de personas se reunieron enfrente del Stonewall, que había abierto de nuevo, atascando Christopher Street hasta que la marea de gente comenzó a ocupar también las calles adyacentes. La masa rodeó autobuses y coches, molestando a sus ocupantes hasta que admitieran que eran gays o indicaran su apoyo a los manifestantes.[67] Sylvia Rivera vio a una amiga suya saltar encima de un coche cercano que intentaba atravesar la zona; la marea de gente movió el coche de un lado para otro, aterrorizando a sus ocupantes. Otra de las amigas de Rivera, Marsha P. Johnson, trepó a una farola y soltó una pesada bolsa en el capó de un coche de policía, rompiendo el parabrisas.[68]
Legado
Después de los disturbios de Stonewall, ya no existía ninguna razón para seguir ocultando las ideas y fuerzas que se había cocido a fuego lento en los años anteriores. La comunidad aglutinada durante dos décadas en torno a las pequeñas organizaciones homófilas se sintió, de pronto, más fuerte y unida que nunca. En este caldo de cultivo surgiría una organización unida y de vocación nacional. Tan sólo unas semanas tras los disturbios, a finales de julio de 1969, la ciudad de Nueva York veía nacer el Frente de Liberación Gay (GLF). La elección de su nombre se explica por la cercanía ideológica con las luchas anti-imperialistas en Vietnam y Argelia. A final de año, el GLF ya contaba con grupos en ciudades y universidades por todo el país. En poco tiempo surgieron organizaciones similares en Canadá, Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Argentina, Australia y Nueva Zelanda.
Con objeto de conmemorar el primer aniversario de la revuelta de Stonewall, el GLF organizó una manifestación pacífica desde Greenwich Village hasta Central Park, con una concurrencia de entre 5.000 y 10.000 hombres y mujeres. Desde entonces y hasta hoy, la mayor parte de las festividades del Orgullo Gay se celebran alrededor de la efeméride, definida por D’Emilio como “la caída de una horquilla oída en todo el mundo”. En 1998, un grupo estadounidense pro derechos LGTB formó una plataforma política denominada los “Demócratas de Stonewall” (afiliada al Partido Demócrata). El grupo fue fundado por Barney Frank, un parlamentario gay.
El bar Stonewall Inn cerró a finales de 1969. A lo largo de los siguientes veinte años, el local fue ocupado por varios establecimientos, incluyendo una tienda de bocadillos, un restaurante chino, y una zapatería. Muchos visitantes y nuevos residentes del barrio desconocían en aquella época el carácter histórico del edificio y su conexión con los disturbios. A principios de los 90, el lugar fue renovado por primera vez y reabierto como un bar gay llamado, simplemente, “Stonewall”. Una segunda renovación a finales de los 90 (incluyendo una nueva distribución en varias plantas) atrajo a una mayor clientela. El club siguió siendo bastante popular hasta que el equipo de gestión perdió sus derechos sobre el local en 2006. Nuevos propietarios volvieron a abrir con éxito el local a la clientela gay en febrero de 2007, bajo el nombre original, “The Stonewall Inn”.
Impacto posterior
Los disturbios que sucedieron en el bar fueron un ejemplo literal de la lucha de gays y lesbianas, además de una llamada simbólicas a las armas a mucha más gente. El historiador David Carter remarca en su libro sobre los disturbios de Stonewall que el bar podía representar muchas cosas (un centro comunitario, una casa, una oportunidad para la Mafia para chantajear a sus propios clientes e incluso un lugar de "explotación y degradación").[69] Pero el verdadero legado de los disturbios de Stonewall, insiste Carter, es "la lucha por la igualdad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales".[70] El historiador Nicholas Edsall escribió:
Stonewall se ha comparado con muchos actos de protesta y desaafío radical en la historia de América como el Motín del té. Pero la comparación más acertada es cuando Rosa Parks se negó a sentarse en un asiento para negro del autobús de Montgomery, Alabama, en diciembre de 1955, que provocó el movimiento pro derechos civiles moderno. Meses después de Stonewall grupos radicales de liberación gay y revistas surgieron en numerosas ciudades y campos universitarios de América y después en el norte de Europa.[71]Los historiadores Dudley Clendinen y Adam Nagourney describieron como eran los homosexuales antes de la rebelión de Stonewall Inn:
eran una legión secreta, conocidos pero ignorados y despreciados. Y el secreto era una ventaja y una desventaja, teniendo una gran diferencia respectos a otros grupos minoriatarios de Estados Unidos. Eran invisibles. A diferencia de afroamericanos, mujeres, nativos americanos, judíos, irlandeses, italianos, asiáticos, hispanos, o cualquier otro grupo cultural que luchó por el respeto y la igualdad de derechos, los homosexuales no tenían marcas físicas o culturales, ni un idioma ni dialecto común que pudiera identificarles entre sí... Pero esa noche, por primera vez, la habitual aquiescencia se convirtió en violenta resistencia... Desde esa noche la vida de millones de gays y lesbianas, y la actitud hacia ellos de la cultura en la que vivía, cambió rapidamente. La gente empezó a aparecer en público como homosexuales, pidiendo respeto.[72]La historiadora Lillian Faderman llama a los disturbios "un disparo que se escuchó en todo el mundo", explica, "La Rebelión de Stonewall fue crucial porque indicó la marcha del movimiento. Se convirtió en un emblema del poder de gays y lesbianas. Recuerriendo a la drámaatica llamada a las protestas violentas como otros grupos oprimidos, los sucesos de Stonewall sirvieron para mostrar a los homosexuales con tantas razones para sentirse oprimidos como los otros grupos".
Joan Nestle fundó los Lesbian History Archives en 1975 diciendo que "es una creación para esa noche y el valor que encontró su voz en las calles".[73] Sin embargo se mostró cautelosa a atribuir el comienzo del activismo gay a los disturbios de Stonewall:
Ciertamente no veo la historia de gays y lesbianas empezando con Stonewalll... y no veo que la resitencia comience con Stonewall. Lo que veo es una histórica unión de fuerzas, y los cambios producidos en los sesenta, cuando los humanos se negaron a soportar cosas de esta sociedad... Sin duda ocurrió algo especial esa noche de 1969, y lo hemos hecho aun más especial en la necesidad de tener lo que llamo un punto de origen... Es mucho más complejo que decir que todo empezó con Stonewall.[74]Los sucesos de la madrugada del 28 de junio de 1969 no fueron la primera vez en que los homosexuales se enfrentaron a la polícia, tanto en Nueva York como en otros lugares. Ya había habido disturbios en la cafería Compton's en 1966 y en la Black Cat Tavern de Los Angeles por una redada en 1967.[75] Sin embargo, diversas circunstancias conviertieron en memorable a los disturbios de Stonewall. La ubicación del lugar lo favoreció, con calles estrechas que daban ventaja a los manifestantes sobre la policía.[76] Muchos de los participantes y residentes de Greenwich Village estaban involucrados en organizaciones políticas y pudieron movilizar a una gran y cohesiona comunidad gay en las semanas posteriores a los sucesos. Pero la faceta más importante de los disturbios de Stonewall fue la conmemoración de ellos, convirtieńdose en los eventos anuales del Orgullo Gay por todo el mundo.[76]
Véase también
- Stonewall (película)
- Anexo:Festividades LGBT
Notas
- ↑ Cada estado en EE. UU. excepto Illinois penalizaba el sexo homosexual entre adultos que consintieran al acto en el ámbito privado en 1961: "Un adulto acusado del crimen de tener sexo con otro adulto de manera consensuada en la privacidad de su casa podría tener una multa ligera o llegar a pasar cinco, diez o veinte años -incluso toda su vida- en prisión. En 1971 veinte estados mantenían leyes sobre 'sexo psicopático' que permitían la detención de homosexuales por esa sola razón. En Pensilvania y California los ofensores sexuales podían ser encerrados en instituciones mentales de por vida, y [en] siete estados podían ser castrados."(Carter, p. 15) La castración, emética, hipnosis, terapia de electroshock y las lobotomías eran usadas por los psiquiatras para intentar "curar" a los homosexuales de sus deseos durante la década de 1950 y la de 1960.(Katz, p. 181–197.)(Adam, p. 60.)
- ↑ Los relatos de testigos, incluyendo cartas e informes noticieros de la mujer que luchó con la policía, se contradicen. Mientras que algunos testigos afirman que una mujer que luchó contra su maltrato por parte de la policía causó enfado de la muchedumbre, algunos recuerdan que varias "lesbianas machonas" habían empezado a contraatacar desde cuando todavía estaban en el bar. Al menos una mujer ya estaba sangrando cuando fue sacada del bar (Carter, p. 152–153). Craig Rodwell (in Duberman, p. 197) afirma que el arresto de la mujer no fue el incidente principal que provocó la violencia, sino que era uno de varios acontecimientos simultáneos.
- ↑ El testigo Morty Manford declaró, "No me cabe ninguna duda de que esas personas fueron desatendidas deliberadamente. Presumo que hay algún tipo de relación entre los gerentes del bar y la policía local, entonces realmente no querían arrestar a esa gente. Pero tenían que por lo menos aparentar hacer su trabajo." (Marcus, p. 128.)
Referencias
- ↑ Carter, p. 143.
- ↑ Carter, p. 15.
- ↑ a b c Duberman, p. 183.
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- ↑ "Pride Marches and Parades", in Encyclopedia of Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender History in America, Marc Stein, ed. (2004), Charles Scribner's Sons.
- ↑ Adam, p. 56.
- ↑ Edsall, p. 277.
- ↑ Adam, p. 58.
- ↑ Edsall, p. 278.
- ↑ Adam, p. 59.
- ↑ Edsall, p. 310.
- ↑ Marcus, p. 58–59.
- ↑ Marcus, p. 24–25.
- ↑ Adam, p. 62–63.
- ↑ Adam, p. 63–64.
- ↑ Marcus, p. 42–43.
- ↑ Marcus, p. 21.
- ↑ Gallo, pp. 1–5, 11.
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- ↑ Marcus, p. 80–88.
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- ↑ Adam, p. 72–73.
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- ↑ "Police Again Rout Village Youths: Outbreak by 400 Follows a Near-Riot Over Raid", The New York Times, 30 de junio de 1969, p. 22.
- ↑ Carter, p. 184.
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- ↑ Carter, p. 186.
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- ↑ Carter, p. 264.
- ↑ Carter, p. 266.
- ↑ Edsall, p. 333.
- ↑ Clendinen, pág. 12.
- ↑ LaFrank, p. 17.
- ↑ Deitcher, p. 74.
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