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Ducado de Bretaña
El Ducado de Bretaña (en idioma francés, Duché de Bretagne; en idioma bretón, Dugaelez Breizh) fue una entidad política feudal de la Edad Media, creada por los reyes merovingios en el siglo VI como dependencia del Imperio Franco, pero suprimida por la fuerza durante la dinastía carolingia para más tarde ser de nuevo reinstaurada, tras la disolución del Reino de Bretaña, en el siglo X, en el territorio aproximado de los cuatro departamentos de la región francesa de Bretaña y del departamento de Loira Atlántico.
Contenido
Primer Ducado de Bretaña (s. VI)
Según la tradición de la dinastía merovingia que reinaba sobre el reino franco, la autoridad real fue delegada. San Gweltaz (493-570) compuso De excidio Britanniae (La ruina de Bretaña), donde explica las causas de la emigración masiva de los celtas y habla de las primeras organizaciones británicas en Armórica. Domnonia fue gobernada de buenas a primeras por un tal Riwal, tío de San Tudal. Cuando sus sucesores, poco se sabe que sea realidad y no ficción, como su descendiente Judaël y su esposa Prizel, que tuvieron tres hijos: Judicaël, Josse y Winok, que se repartieron el reino.
Judicaël fue proclamado rey, pero se retiró a un monasterio pronto y fue sustituido por su hermanastro Haëloc, hombre muy sanguinario. Pero Judicaël volvió del monasterio y lo destituyó; entonces combinó la piedad de las luchas carniceras contra los francos, cosa que provocó una embajada de Eloy, consejero del rey Dagoberto I, que negoció el tratado de Clichy. Finalmente, murió en 652, y no se sabe quién le sucedió.
Hacia el año 500 fueron atacados por Clodoveo I, pero en sus incursiones de respuesta atacarían Orleans y Berry. Alano I Judual fue nombrado caudillo de los bretones de 540 a 594, pero éstos se dividían en diversos condados independientes, y uno de ellos, Kanao de Vannes, en 559 acogió a Chramne, hijo de Clotario I. Éste se enfrentó a su padre en Saint-Malo, pero fue vencido y Clotario, como represalia, ocupó todo el condado de Vannes. No obstante, en 577 el conde Waroc’h (577-593) de Broërec (Morbihan) recuperó Vannes, expulsó a los francos de Chilperico hasta Rennes y en 579 proclamado rey, ofreció una alianza a los francos con pago de tributo. Pero en 590 los francos recuperaron Vannes.
Algunos caudillos conocidos de este periodo fueron Aldroenus (fl. 510), Bude I (516-556?), Chanau I (fl. 560), hijo de Waroc’h y hermano de Santa Trifina, rey de Broërec, muy sanguinario que dio asilo a Chramne, hijo rebelde de Clotario I, razón por la cual lo mató; Macliau (fl. 570), sucesor de Chanau, había sido obispo; Cunomor el maldito (fl. 550) de Bro Leon, conquistó Cornualles y Poher; Hoel I de Dumnonia (fl. 570), Chanau II (fl. 590), Hoel II (fl. 590), y otros.
Se cree que del año 594 al 612 gobernaría Hoel III, que hizo coincidir el año 600 con el nombramiento del irlandés Similiano como obispo de Nantes, al mismo tiempo que Gradlon se proclamaba rey de Cornualles (Kernev). De 612 a 632 fue nombrado duque Salaün II, que tras su muerte fue enterrado en la ciudad de Rennes. Sus sucesores, Judhael (de 632 a 638) y Alano II (de 638 hasta quizá 690) se vieron eclipsados por la formación del casi mítico Reino de Domnonia, que ocupaba la actual Bretaña, Cornualles y Devon, y estaba relacionado con todas las leyendas del círculo artúrico (aunque parece que Arturo era anterior y quizá era galés). También algunos afirman que la capital del reino, Condate (Rennes), también era la capital de Arturo.
A la muerte de Alano II el ducado se dividió en numerosos condados independentes, que poco a poco irían enfrentándose entre ellos y caerían bajo la soberanía merovingia, aunque de buenas a primeras los francos se contentaran sólo con un vasallaje nominal. Algunos de los jefes importantes fueron Cunoberto (fl. 680), Bude II (fl. 700), Teodorico II (fl. 720), Rómulo (fl. 740), Daniel Redeye (fl. 760), Arecstan (fl. 780) y Morvan (muerto en 795),
En 786 Carlomagno estableció una Marca de Bretaña en los límites de Armórica (en la actual Alta Bretaña, zona gallófona), con la cual consiguieron autonomía dentro del reino franco, pero ya en 799 se sublevarían para independizarse de los francos y fundarían el efímero Reino de Bretaña.
Segundo Ducado de Bretaña
En 992 murió Conan I el tuerto, último rey y primer duque bretón. A pesar de la soberanía nominal francesa, el ducado fue casi independiente hasta 1532, año en que fue incorporado definitivamente a Francia. Los duques de Bretaña hasta 1532 fueron:
- Godofredo I (992-1008)
- Alano III (1008-1040)
- Konan II (1040-1066)
- Hoel de Cornualles (1066-1084)
- Alano IV Fergent (1084-1119)
- Conan III el Grande (1119-1148)
- Bertha (1148-1154)
- Eudon de Porhoet (1148-1154) (regente)
- Konan IV el Negro (1154-1166) (abdica)
- Constancia (1166-1201)
- Enrique II de Inglaterra (1166-1189) (regente)
- Godofredo II Plantagenet (1171-1186)
- Arturo I de Bretaña (1201-1203)
- Alix (1203-1221)
- Pedro I Mauclerc (1203-1236)
- Juan I de Bretaña (1236-1286)
- Juan II de Bretaña (1286-1305)
- Arturo II de Bretaña (1305-1312)
- Juan III de Bretaña (1312-1341)
- Guerra de sucesión de Bretaña (1341-1364)
- Juan IV de Bretaña (1341-1345)
- Juan V de Bretaña (IV para los franceses) (1364-1399)
- Juan VI de Bretaña (V para los franceses) (1399-1442)
- Francisco I de Bretaña (1442-1450)
- Pedro II de Bretaña (1450-1457)
- Arturo III de Bretaña (1457-1458)
- Francisco II de Bretaña (1458-1488)
- Ana de Bretaña (1488-1514)
- Claudia de Francia (1514-1524)
- Francisco III de Bretaña (1524-1536)
Incorporación a Francia
En 1532 se decidió que todos los infantes herederos al trono francés también fueran duques de Bretaña, y se promulgó el Edicto de Plessis-Mace, por el cual se prohibía el bretón en la administración, que será substituido por el francés (de hecho, ya se había iniciado la sustitución cerca de un siglo atrás). Al mismo tiempo, los Estados Generales fueron sitiados por los franceses en Gwened, e incluso desviaron el curso del río Nançon con tal de apresarlos. En los Estados se enfrentarían Pierre de Argentre, jefe del partido bretón ("nacionalista"), y los Désert, dirigentes del partido profrancés, y que a la larga se impondrían.
Finalmente, el mismo 1532 se dictaría el Acta de Unión de Bretaña, merced a la cual el ducado quedaba definitivamente unido a la corona francesa a cambio del mantenimiento de los derechos y privilegios propios del país, como se había hecho en Provenza (el Coutumier de Bretagne todavía era la fuente de ley). No pagarían los impuestos que no fuesen aprobados por los estados bretones, únicamente se aplicarían excepciones en la defensa del país, los bretones no serían nunca juzgados fuera de la Bretaña y la nobleza bretona no serviría fuera de Bretaña si no era en caso de necesidad extrema. No obstante, el registro de la secretaría de los Estados Generales sería debida a París, aunque mantuvieron la independencia en el derecho fiscal, leyes, milicias y constitución. Al mismo tiempo, en 1539 se dictaría el Edicto de Villiers-Cottêrets, que obligaba que toda la documentación de toda Francia, y por tanto, también de Bretaña, se hiciera en vulgare françois, confirmando lo que ya se había establecido en 1532.
Como siguiente medida de asimilación, en 1552, la sede del Parlamento bretón fue trasñadada de Brest, en territorio bretófono, a Naoned, en zona francófona. El duque, que era el ren de Francia, sería ayudado por un Procurador General (más tarde gouverneur), que haría las funciones del mismo, y por un Conseil. Siglos más tarde será substituido por un lieutenant general. En 1554 el Parlamento bretón fue reformado, y quedó constituido por dieciséis juecesfranceses, dieciséis jueces bretones y un presidente francés. Se procuró el desarrollo de la agricultura, la ganadería y las industrias del vino, la pesca y la sal, muy importante para el rey de Francia. La burguesía y la nobleza pronto son afrancesadas y se identificarán con la burguesía francesa del Antiguo Régimen.
En 1582 fue nombrado gobernador de Bretaña el príncipe Felipe Manuel de Lorena, nombrado duque de Mercoeur, el cuali, alegando derechos por parte de su mujer, que era heredera directa de la familia de Penthièvre, se proclamó independiente en Bretaña, a pesar de que no se consideraba separatista, ya que lo hacía para oponerse al futuro Enrique IV, que era hugonote. Implicó a la Bretaña en las guerras de los hugonots, y así en 1590 recibiría ayuda española (unos 5.000 soldados) y el apoyo de la Iglesia y los campesinos, de manera que en 1592 venció a los francesesen Craon. Pero siempre le fueron hostiles el Conseil d’Etat de Nantes y el Parlamento que él mismo había reunido, y por ello en 1597 se hubo de someter a Enrique IV de Francia. Ello significaría la derrota definitiva del partido bretón, que hasta entonces había dominado el Parlamento.
A pesar de ello, los reyes franceses respetaron en general el particularismo bretón, razón por la cual las revueltas de la Fronda no tuvieron allí gran importancia, si bien el jefe de los protestantes franceses Enrique de Rohan, era bretón.
El siglo XVII
En 1626, el entonces gobernador de Bretaña, el futuro Cardenal Richelieu, hizo construir el puerto de Brest, desde donde se desarrollaría un importante comercio marítimo y que facilitará el enriquecimiento de algunas familias de armadores y de corsarios, pero al mismo tiempo se esquilmarían los bosques bretones de cara a la consecución de madera para la construcción de barcos. Algunos marineros bretones destacarían en la historia francesa de aquellos años: Jacques Cartier (1491-1557) exploraría por primera vez las costas de Canadá; René Duguay-Trouin (1673-1736) lucharía contra los piratas argelinos y los ingleses en Brasil, y fue corsario durante la Guerra de Sucesión; y Robert Surcouf (1773-1827), que lucharía con Napoleón I contra los ingleses.
No obstante, desde 1661 fueron víctimas de la fuerte política fiscal de Jean-Baptiste Colbert, que les aclaparía a impuestos y a la larga, arruinaría a la burguesía bretona y subdesarrollaría el país. Ello provocaría en 1675 la Revuelta del papel sellado, impuesto instituido sin permiso de los Estados Bretones, igual como hicieron con las tasas sobre el tabaco, la vajilla de plata y el estaño, y los derechos de aduana sobre tejidos ingleses que arruinarían a muchos pequeños burgueses bretones; conjuntamente estallaría la revuelta campesina de los Bonnets Rouges (Revuelta de los bonetes rojos).
El siglo XVIII
Durante el siglo XVIII también se producirían revueltas y luchas entre el poder real y el Parlamento Bretón, debido a la fuerte política antiprovincial de los Borbones. Este fue el detonante de la llamada Conspiración de Pontcallec del 15 de septiembre de 1718. También un incendio destruyó Rennes (Resnn en galo) en 1720, razón por la cual hubo de ser reconstruida, y al mismo tiempo en 1750 Nantes se convirtió en un importante centro del tráfico de esclavos.
Una nueva crisis se produciría en 1753, cuando el comandante en jefe de Bretaña, el duque de Aiguillon, impuso tasas abusivas y presionó y obligó a exiliarse al procurador general del parlamento, La Chalotais, y tres consejeros más por oponérsele. El conflicto acabaría, no obstante, con la destitución de Aiguillon, y el permiso de retorno para los exiliados en 1770. Por otra parte, en 1757 se fundaría la primera Sociedad Agrícola de Bretaña, de cariz ilustrado.
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