- Selva
-
En idioma español, el concepto de selva se aplica a las florestas densas con gran diversidad de especies arbóreas y, por lo general, denso sotobosque y diversos "pisos", "estratos" o "niveles" de vegetación: desde árboles que pueden superar los 20 metros en los pisos altos hasta los musgos y mohos al ras del suelo, al cual difícilmente llega la luz solar (por este motivo también abundan los hongos). Estas condiciones suelen darse en las áreas cálidas y húmedas intertropicales del planeta Tierra; por tal motivo en la actualidad, cuando se habla de selva lo más usual es que se aluda a las llamadas selvas tropicales; riquísimas en biodiversidad y grandes retenedoras de agua dulce ya sea por su clima perhúmedo merced a la sombra y al "efecto esponja" de las densas vegetaciones o ya sea por el agua misma que contiene la enorme masa vegetal de las selvas tropicales.
Una selva tropical es un bioma de la zona intertropical con vegetación exuberante, en regiones de clima isotermo con abundantes precipitaciones y con una extraordinaria biodiversidad. Hay muchas especies vegetales diferentes (como puede observarse en la imagen con la floración de distintas especies), pero con pocos ejemplares de cada especie en cada unidad de superficie. Este tipo de bioma se da en climas intertropicales, especialmente en la franja ecuatorial, y algunas veces en las regiones subtropicales, en este último caso, en condiciones muy específicas y favorables. El nombre de selva tropical no es muy apropiado, aunque de uso muy extendido. Es preferible el nombre de selva ecuatorial, mucho más apropiado desde el punto de vista de su localización latitudinal.
Las selvas son el hábitat de 2/3 partes de toda la biodiversidad de fauna y flora del planeta. Aún quedan por descubrir millones de especies de plantas, insectos y microorganismos. Las selvas tropicales se suelen llamar "la mayor farmacia mundial" debido a la gran cantidad de medicinas naturales que provienen de ellas. Según los científicos, la cura de muchas enfermedades actuales, se conseguirá en el futuro gracias a la riqueza de sustancias químicas vegetales existentes en estos ecosistemas. Su vegetación es muy variada.
Contenido
El balance entre oxígeno y dióxido de carbono en las selvas
El oxígeno es el elemento más abundante en la naturaleza de acuerdo con su masa. Forma parte de las rocas de la litósfera, de la atmósfera (el oxígeno y el nitrógeno constituyen alrededor del 99 % de la atmósfera), de la hidrósfera (el agua tiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno), de los animales (formados también por una gran proporción de agua) y, desde luego, de las plantas. La masa de todos los seres vivos está formada en su mayor proporción por oxígeno y carbono. Pero la diferencia entre los animales y las plantas es que los primeros son consumidores y los vegetales son productores de alimentos. Ello significa que los animales sólo pudieron aparecer en la Tierra después que aparecieran los vegetales. La diferencia que explica este hecho es que los vegetales producen biomasa a través de la fotosíntesis, que es el proceso por el cual los rayos solares proporcionan la energía suficiente para transformar, el dióxido de carbono y los minerales y agua del suelo o de la atmósfera, en hidratos de carbono, que vienen a ser las materias primas que los seres vivos utilizan para alimentarse, crecer y reproducirse. En el proceso de fotosíntesis se libera oxígeno libre que casi en su totalidad va a parar a la atmósfera o al agua (por la fotosíntesis de las plantas acuáticas).
Se ha calculado que el 28 % del oxígeno que consumen los seres vivos en nuestro planeta procede de las selvas intertropicales ([1] ). El resto procede, evidentemente, del resto de la vegetación tanto silvestre como cultivada que hay en el mundo, mucho más extendida en superficie, aunque no tan productiva como la que hay en las selvas en la zona intertropical que es donde la acción de los rayos solares tiene su máximo nivel. La mayor parte del oxígeno liberado por los vegetales procede del fitoplancton, es decir, de la materia vegetal existente en los mares a la profundidad donde llegan los rayos solares. Entre las plantas acuáticas se encuentran las de mayor biomasa existente en la naturaleza y algunas variedades de algas pueden alcanzar varios km de longitud.
Las selvas son conocidas como "los pulmones de la Tierra", basándose en que los pulmones son los órganos encargados de suministrar el oxígeno necesario para la respiración, desechando el anhídrido carbónico. En realidad, el efecto es el inverso: los vegetales se alimentan de CO2 y liberan oxígeno mientras que los animales absorben el oxígeno y liberan la mayor parte del anhídrido carbónico. A largo plazo y a escala global, el balance entre los niveles de dióxido de carbono y oxígeno suele ser bastante estable por dos razones principales: la que establece el principio de Lavoisier de que la naturaleza no se crea ni se destruye, sino que sólo se transforma y la de que la absorción de anhídrido carbónico (o dióxido de carbono) es mucho mayor en las selvas de lo que se pensaba ([2] ). La producción de biomasa en las selvas es enorme: unas 500 toneladas por hectárea cada año.
El estrato herbáceo es escaso en la selva, ya que el espeso dosel vegetal que forman los distintos niveles de árboles impide que llegue gran parte de la luz del sol al suelo. Por el contrario, si se abre un claro, el suelo rápidamente queda colonizado por una densa maraña de arbustos y árboles de rápido crecimiento (yagrumo, por ejemplo), que forman la vegetación pionera.
Ecología
El balance de CO2 y O2 sin perturbar en la selva del Amazonas no es neutro, lo que significa que siempre consume más CO2 y libera más oxígeno del que consume, al revés de los animales. El problema es que este balance parece estar equilibrado cada año si tomamos en cuenta sólo la biomasa que produce la selva. Pero para que las plantas sigan viviendo, aún sin producir nueva biomasa, requieren gran cantidad de energía que toman de la atmósfera y agua del suelo. Esto se evidencia en las imágenes infrarrojas tomadas desde el espacio, de las selvas y bosques, donde la vegetación aparece de color rojo, lo que demuestra la producción de energía que pasa de esa vegetación a la atmósfera en forma de calor a través del proceso conocido como transpiración o evapotranspiración lo cual evidencia fácilmente el consumo de dióxido de carbono y la liberación de oxígeno, proceso que hace posible la vida de animales y seres humanos en nuestro planeta. La selva contiene una enorme cantidad de biomasa y convierte el CO2 de la atmósfera en alimentos, es decir, en los hidratos de carbono que constituyen la base de esa biomasa. En definitiva, la vegetación, tanto terrestre como aérea o acuática es la responsable de mantener la proporción de dióxido de carbono en un 0,046 % a escala global, porcentaje cuyo bajo nivel no se explicaría sin la existencia de los vegetales.
Infortunadamente las selvas tropicales han sido objeto de clareos y talas indiscriminadas desde hace más de un siglo, lo que está reduciendo rápidamente su área por todo el mundo. En la década de los 90, se estima que hubo una reducción anual de 58.000 km². El 14% de la superficie de la Tierra estaba cubierto de selvas primarias, mientras que en la actualidad, este porcentaje se ha reducido tan sólo al 6% y al ritmo actual de deforestación, éstas habrán desaparecido alrededor del año 2050. Las selvas primarias son reemplazadas por vegetación secundaria de crecimiento rápido pero de menor valor desde el punto de vista de la conservación de los ecosistemas. Los biólogos consideran que gran cantidad de especies están siendo abocadas a la extinción —posiblemente más de 50.000 al año— debido a la eliminación de su hábitat. Sin embargo, tampoco se sabe cuál es el número de especies nuevas que aparecen cada año. Más aún, tampoco se ha estudiado la extensión de zonas desérticas o inundadas que son rescatadas para el uso agrícola cada año. Si observamos imágenes de satélite del Sáhara veremos en algunas zonas que la extensión bajo riego va aumentando cada año, como puede observarse en Waddan, Libia, donde las parcelas marginales están cada vez más alejadas de la población y son más grandes y mejor delimitadas ([3] ). Y también están proliferando los cultivos mecanizados (cultivos circulares) con riego automático por aspersión en pleno desierto del Sáhara ([4] ). En resumen, el consumo de CO2 en las selvas es enorme y ello ocasiona que este gas se mantenga en niveles relativamente bajos. Obviamente, los niveles o proporciones de CO2 en las grandes ciudades son mucho mayores que en los paisajes de selva, pero ello es un problema local y no global.
Características de las selvas
Podríamos resumir las características de la vegetación de selva como:
- Clima: Cálido húmedo (Af en la nomenclatura de Köppen).
- Temperatura media anual: Oscila entre los 27º y los 29º C, hasta los 400 m de altitud o algo más.
- Altitud: Se dispone normalmente en el piso de la tierra caliente. Si se encuentra en pisos superiores, debe hablarse de selvas montañas o nubladas o bosques nubosos.
- Precipitación media anual: Oscila entre 1500 a 2000 mm y los 3000 mm o más. En el caso del límite inferior debe aclararse que estas lluvias tienen que estar muy bien repartidas durante el año, lo cual sólo hace referencia a climas con una localización muy específica.
- Estacionalidad de las lluvias: Casi imperceptible: según el índice xerotérmico de Gaussen todos los meses son lluviosos. Puede presentarse un período de lluvias por debajo del promedio anual pero, por lo general, en todos los meses los montos pluviométricos son suficientes para el desarrollo de este tipo de vegetación. Como consecuencia de ello, los ríos, aunque sean relativamente cortos son de caudal considerable. En las zonas de transición con la vegetación de sabana puede presentarse una breve época de sequía en donde la enorme variedad y riqueza de la vegetación va disminuyendo progresivamente.
- Suelos: son poco profundos, ácidos y pobres si los analizamos con criterios de la zona templada. Sin embargo, esta pobreza no es ningún obstáculo para la vegetación, como podemos observar en el desarrollo de las plantas epífitas de la imagen, donde se da el caso extremo de especies vegetales que no necesitan de ningún tipo de suelo. La escasa profundidad de los suelos queda contrarrestada con lo somero de las raíces de los grandes árboles, que tienen contrafuertes para sostener sus troncos y ramas, con la adaptación a las condiciones ambientales y con la extraordinaria biodiversidad, que aprovecha de manera muy eficiente, el agua, la temperatura y la energía solar.
- Latitud: 0-5° latitud N y S (continua) y 5-10º de latitud N y S (discontinua).
- Número de especies: Es la zona que posee mayor número de organismos, tanto vegetales como animales. Sin embargo, hay que señalar que no abundan las especies animales de mediano y gran tamaño. Y algunas de estas especies (jaguar y puma en América, danta, etc.) se limitan a las áreas de selva tropófila o de sabanas. En el caso de las hormigas herbívoras de la imagen es bueno señalar que no es exactamente así siempre. Son más bien hormigas agricultoras, que traen al subsuelo grandes cantidades de hojas, no para alimentarse directamente con ellas, sino para generar un alimento que pueda fermentarse y servir de nutriente para bacterias, microorganismos y fundamentalmente hongos que, a su vez, les sirven a ellas de alimento.
Tipos de selvas
- Selva ecuatorial (selva macrotérmica) es la que se presenta en la zona ecuatorial, ya explicada arriba. También llamada selva umbrófila.
- Selvas montanas. En algunos casos puede hablarse de selvas nubladas. Suelen presentarse, dentro de la zona intertropical,en las laderas de las montañas expuestas a los vientos dominantes, entre los 1000 y 2200 metros de altitud, aproximadamente, que es la zona en la que el grado de la condensación de la humedad es más intensa. Existen gran cantidad de árboles y plantas de todo tipo y su biodiversidad rivaliza con la de las selvas ecuatoriales.
- Selva tropófila. Es una selva con árboles que pierden sus hojas durante la época de sequía que puede durar varios meses. Se presenta en zonas de sabana (clima Aw) en las condiciones más favorables del nivel freático. En algunos casos puede confundirse con las selvas de galería. Contiene las especies maderables de mayor valor (maderas finas, muy pesadas, como la caoba y otras especies). Tiene menos especies por hectárea pero, en cambio, un mayor número de ejemplares de cada especie, lo que la hace atractiva para la explotación comercial (muy a menudo, excesiva, si no se va reforestando con las mismas especies a medida que se explotan).
- Selvas de galería. Son las que rodean a los ríos de las llanuras en la zona intertropical, en las zonas de vegetación de sabana. Como las orillas de los ríos presentan mayor altura que el resto de la llanura (por la acumulación de sedimentos en los diques naturales), es allí donde crecen los árboles que vienen a formar una selva bastante espesa que a menudo suele continuarse con los ríos próximos. En una imagen de satélite de WikiMapia pueden verse selvas de galería en varios ríos del Estado Apure (Venezuela) en el área cubierta por médanos procedentes de las arenas acarreadas por el río Orinoco.[5]
- Selva alisia. En algunos países (Venezuela, por ejemplo), este tipo de selva se identifica para las zonas en las que el efecto orográfico actúa sobre los vientos alisios incrementando la pluviosidad permitiendo la vegetación selvática en lugares en los que, de otra forma, tendrían vegetación de sabana.
Principales selvas
- Selva Amazónica, en América del Sur
- Selva del Congo
- Selva de Papúa-Nueva Guinea
- Selva de Borneo
- Selva de Darién, en Panamá y Colombia
- Selva Lacandona, en México y Guatemala.
- Selva de Madagascar
- Selva Paranaense o Bosque Atlántico en Argentina, Paraguay y Brasil.
- Selva Tucumano-Oranense o "Las Yungas", en Argentina
- Selva de Petén o Petenera, en Guatemala.
- Selva misionera, en Argentina
- Selva Valdiviana,en Chile
La selva y el cambio climático
La vegetación de selva no sirve para fundamentar un supuesto proceso de cambio climático, ni siquiera tomando sólo en cuenta la intervención antropogénica en su desaparición o transformación. Ello se debe a la extraordinaria estabilidad de la vegetación de selva: los árboles y plantas más antiguos que aparecieron en la Tierra siguen todavía creciendo en esta formación ecuatorial. Así, en las minas de antracita, el carbón de formación más antiguo y en otros restos de vegetales fósiles pueden distinguirse troncos, materias leñosas y hojas de helechos arborescentes, lo cual fundamenta la idea de que el ambiente climático ha seguido siendo el mismo a lo largo de cientos de millones de años, por lo menos, en las regiones intertropicales. Lo que ha sucedido en dichas regiones es una diversificación creciente de especies vegetales y adaptaciones de las mismas al clima. Además, las especies vegetales de la selva tienen su propia manera de defenderse de la intervención humana y no siempre el hombre ha triunfado ante su idea de la explotación de las selvas para hacerlas económicamente rentables convirtiéndolas en monocultivos de una sola especie de árboles.
Véase también
- Bosque
- Bosque templado húmedo
- Canopea
- Ciclo del oxígeno
- Bosque nuboso o nimbosilva
- Orinoquia
- Jungla
- Laurisilva
- Pluviselva (selva lluviosa)
- Ripisilva o bosque galería
- Selva Amazónica
- Selva tropófila
- Selva umbrófila
- Sotobosque
- Zona intertropical
Bibliografía
- Postigo, Luis. Ciencias Naturales. Barcelona: Editorial Ramón Sopena S. A., 1976
- Vila, Pablo. Geografía de Venezuela. Tomo II, en especial, los capítulos XVII y XVIII. Caracas: Ministerio de Educación, 1965.
Referencias
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre selvas. Commons
- Las pluviselvas / los bosques tropicales
- Comunidad Nativa de Queros Selva Perú Cusco
- Portal Selva Lluviosa (en inglés).
- Coalición de países con selvas lluviosas (en inglés).
- La selva como sujeto en la literatura latinoamericana, artículo Asfixia orgánica, en el Centro Virtual Cervantes, por Karim Taylhardat, sección Rinconete
- La selva es.mongabay.com
Categorías:- Bosques
- Términos botánicos
Wikimedia foundation. 2010.