- Historia de los taínos en Santo Domingo
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Historia de los taínos en Santo Domingo
Archivo:Canoa.JPGLos arawacos taínos fueron los primeros habitantes de la región del Caribe y primeros habitantes de La Española, los cuales llegaron procedentes de Sudamérica, específicamente de la desembocadura del río Orinoco, en Venezuela.
Cuando los primeros navegantes europeos llegaron a las islas los taínos estaban siendo vencidos por una etnia rival, los Caribes. En ese entonces la sociedad taína se dividía en unos cinco cacicazgos controlados por caciques, a quienes tenían poder absoluto. Para el año de 1508 quedaban unos 60.000 taínos en isla de La Española. Para 1531 la explotación y las enfermedades habían reducido el número a 600.
Contenido
Sociedad
Archivo:Tainos.JPGLos taínos estaban organizados en los claros de la selva, tierra adentro. Estos tenían dos clases de habitáculos: el bohío que era circular; y el caney, más grande y rectangular donde habitaba el cacique con su familia. Estas viviendas se construían con hojas de hinea, y maderas de los árboles de capa prieta y canela cimarrona. Para dormir usaban hamacas tejidas de algodón.
Se dividían en cuatro clases sociales distintas: el cacique, conocido también como guare que era el jefe de la tribu o yucayeque; los nitaínos, considerados los nobles de las tribus eran también los guerreros y familia del cacique; los behiques o sacerdotes que representaban las creencias religiosas; y los naborias o aldeanos trabajadores de la tierra.
Los grupos de aborígenes que habitaban la isla de Santo Domingo, estaban dividido cinco cacicazgos.
Los cacicazgos eran independientes uno del otro, y cada uno tenía como gobernante un cacique o jefe.
Este gobierno era hereditario y era totalmente absoluto, a la población se le exigía obediencia y sumisión ante el cacique. Los límites de cada cacicazgo eran claros y precisos, ya que los primeros pobladores de la isla utilizaban elementos naturales que con simple observación, permitían establecer hasta dónde llegaba el dominio de un cacicazgo, y el territorio que comprendían cada uno de ellos.
Los cacicazgos con sus caciques eran los siguientes:
Marién - Guacanagarix
El Marién, uno de los 5 grandes cacicazgos de la isla de Santo Domingo, era gobernado por el cacique Guacanagarix, dividido en 14 nitaínos. Se extendía por toda la porción Noroeste, teniendo su asiento en un lugar conocido como El Guarico, cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano, en Haití. Este abarcaba las provincias Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde y parte de Puerto Plata, en la República Dominicana, y todo el territorio localizado al Norte del río Artibonito, en Haití.
Maguá - Guarionex
El cacique Guarionex era jefe del cacicazgo de Maguá, dividiéndose en 21 nitaínos. Este cacicazgo comprendía todo el Nordeste de la isla, teniendo su asiento cerca del actual lugar del Santo Cerro, en La Vega, República Dominicana. Este abarcaba, las provincias Puerto Plata, Espaillat, Salcedo, Duarte, Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez y Samaná, y parte de las provincias de Santiago, La Vega y Monseñor Nouel.
Maguana - Caonabo
El cacique Canoabo era gobernado de Maguana, el cual estaba dividido por 21 nitaínos. Comprendía el centro de la isla, teniendo su asiento en el lugar denominado Corral de los Indios, en Juan de Herrera, de San Juan de la Maguana. Este cacicazgo abarcaba, las provincias de Elías Piña, San Juan, Azua, San José de Ocoa, Peravia, y San Cristóbal, además, las zonas montañosas de las provincias de Santiago, La Vega y Monseñor Nouel, en la República Dominicana.
Higüey - Cayacoa
Este cacicazgo era gobernado por el cacique Cayacoa, estaba dividido en 21 nitaínos. Su superficie abarcaba toda la porción Sureste de la isla. Tenía su asiento donde se ubica la actual ciudad de Higüey. Este cacicazgo se extendía desde Cabo Engaño hasta el río Haina, abarcando el espacio que comprenden las provincias de Monte Plata, Hato Mayor, El Seibo, La Altagracia, La Romana, San Pedro de Macorís y el Distrito Nacional.
Jaragua - Bohechío
Jaragua era gobernado por el cacique Bohechío, el cual se dividía en 26 nitaínos. El cacicazgo gobernado por Bohechío era avanzado en términos culturales. Tras la muerte de Bohechío, ocurrida antes de 1502, su hermana Anacaona le sucedió en el cargo. El cacicazgo se extendía por todo el Suroeste de la isla de Santo Domingo. Era el de mayor extensión superficial de la isla, teniendo su asiento en un lugar llamado Yaguana, cerca de la actual ciudad de Puerto Príncipe, capital de Haití. Este cacicazgo abarcaba las provincias de Baoruco, Independencia, Barahona y Pedernales, en República Dominicana, y todo el territorio localizado al sur del río Artibonito, en Haití.
Archivo:Casabe.JPGArchivo:Tainos.JPGReligión
Los taínos eran politeístas, creían en múltiples dioses. El dios principal era Yocaju Bagua Maorocoti, quien fue hijo de la diosa Atabey Yermao Guacar Apito Zuimaco. Anteriormente se creía que Juracán era el dios malo, puesto que fue interpretado por la creencia dual de los españoles católicos. En realidad eran varios dioses, que cuando se unían, causaban destrucción al pueblo taíno. Juracan era el nombre que le daban los taínos a todos los fenómenos destructivos que todavia se usa en la actualidad mas bien conocido como Huracán.
El mundo taíno estaba dividido en cuatro partes y un centro que gobernaban respectivamente el sol y su gemelo Guatauba, ambos hijos del dios Yocahú, creador de las montañas y del fuego. Coastrique, gemelo nocturno de la muerte, gobernaba las trombas de agua, apareciendo el mito del diluvio que apunta a la influencia continental.
En la estructura socio-política, de carácter teocrático-guerrero, el cacique y el bohique representan los poderes sobrenaturales del día y la noche. La palabra cacique, por ejemplo, contiene el morfema ca, de cauni, oro porque el cacique representaba el poder solar del dios del fuego; por su parte, bohique tiene sus raíces en boa, coa, o toa, y en la casa rectangular, el bohío, asociada a la mitad serpiente de la tribu, en su ordenamiento con principio de la dualidad. Parece probado que el ciclo mitológico del Popol-Vuh ejerció un fuerte influjo en las Antillas.
Sin embargo, el rasgo más característico de la mitología taína fue considerar a los espíritus respecto a los hombres y animales, plantas y seres inanimados. Este animismo confería al chamán grandes poderes al ser el único capaz de domeñar a los espíritus. Para este fin confeccionaban ídolos de algodón, piedra, hueso, concha, etc., que recibían el nombre de cemíes. Los cemíes tenían poderes sobre el hombre al residir en ellos los espíritus que regulaban las actividades humanas.
En 1907 Fewkes estudió los ídolos taínos llegando a la siguiente conclusión: Los taínos creían en dos seres sobrenaturales llamados cemíes que eran los progenitores de los demás. Estos dos padres creadores estaban simbolizados por ídolos de piedra, madera o barro, a quienes los indígenas rezaban sus oraciones, y en cuya presencia celebraban los ritos para implorar la abundancia de frutos y la dicha de la raza humana. Un grupo de estos seres sobrenaturales, los cemíes, tutelaban y representaban a los antepasados del clan.
El culto de estos ídolos se hallaba supeditado a las familias y sus imágenes eran guardadas en la casa-templo del cacique. Ramón Pané, fraile que entre 1494 y 1498 vivió entre los taínos de Santo Domingo, es tajante respecto a las creencias religiosas: Yocahú (el padre creador) vive en el cielo, es un ser inmortal al que nadie puede ver, y aunque tiene madre no tiene principio. Su madre, diosa sin principio también, tiene varios nombres: Atabex, Yermaoguacar, Apito y Zuimaco. Oviedo, cuando habla de la pareja divina, dice: El cemí es el señor del mundo, del cielo y la tierra. Yocahú es la divinidad suprema, hijo y abuelo mítico invisible e intangible como el fuego, como el viento, el sol o la luna. En los museos puertorriqueños hay abundantes muestras de estos curiosos ídolos, los cemíes, cuya forma ha suscitado entre los ovniólogos muchas creencias y especulaciones.
Economía
La principal actividad económica de los Taínos era la agricultura; para lo cual realizaban sembrados que llamaban conucos.
Cultivaban mandioca en sus variedades dulce y amarga, para lo cual empleaban abonos y sistemas de riegos; otros cultivos importantes eran la papa, maíz, cahuate, pimienta, piña, batata, algodón, maní y tabaco.
Cazaban pequeños roedores, iguanas, algunas variedades de pájaros y serpientes; pescaban con varias técnicas empleando anzuelos, redes, veneno, etc.
Fabricaban objetos como la hamaca, camas de leña o coyes como le llamaban. Fermentaban la yuca para obtener una bebida embriagadora llamada uicú, y el cazabe (o casabí) que es una especie de pan de yuca o torta circular de yuca tostada al sol formaba parte de su dieta regular y es consumido aún hoy día en la zona del Caribe. (Aun se fabrica en República Dominicana utilizando una especia de yuca que es amarga).
Entretenimiento
Tenían varias maneras de entretenerse como el baile, la música y el juego de pelota. Este último era conocido como batú y se jugaba en un espacio llamado batey. El juego despertó el interés de los colonizadores españoles debido a que la pelota que utilizaban rebotaba por estar hecha de goma, hoja y resinas, y este fenómeno era desconocido en Europa. El juego de pelota se jugaba entre 2 equipos de hasta 30 jugadores (hombres y mujeres) que tenían que mantener la bola en el aire con sus hombros, codos, caderas y cualquier otra parte del cuerpo excepto las manos.
Religión
La religión ocupaba un papel de primer orden en la cultura taina. Dividían sus dioses en fuertes y débiles, considerando a los caciques como los únicos que estaban formalmente autorizados a comunicarse con ellos.
Lo hacían a través de un rito designado con el nombre de Rito de la Cohoba, precedida por la inhalación de una droga halucinógena que hacía perder la razón a quien la tomaba y lo ponía, por ende, en "capacidad de comunicarse con los dioses".
Estas manifestaciones religiosas dieron lugar a que se fuera formalizando un grupo de personajes cuya especialidad era la de servir de dirigentes en ritos religiosos y en la curación de enfermos. Estos personajes eran llamados behiques y gozaban de muchos privilegios otorgados por los caciques.
Los behiques poseían capacidad para comunicarse con el mundo de los espíritus llamados cemíes, aunque en ese aspecto los caciques tenían mayor importancia religiosa que estos arcaicos sacerdotes.
Las ceremonias religiosas de los taínos estaban divididas en dos etapas: el rito de la cohoba y la celebración de los areítos. Los areítos eran fiestas en las que se bailaban cantos legendarios en honor del poderío de los cemíes.
Véase también
- Cacicazgos de Quisqueya
Categoría: Historia de la República Dominicana
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