Alonso de Quintanilla o Alfonso Álvarez de Quintanilla (Paderni de Cagijal, Oviedo; 1420 - Medina del Campo; 1500) fue un político y estadista español.

Biografía

Es la personalidad más sobresaliente de Asturias en el siglo XV. Su vida entera estuvo ligada a la Corte de los Reyes de Castilla, comenzando con Juan II para seguir con Enrique IV y muy especialmente con los Reyes Católicos, al servicio de los cuales puso de manifiesto su talento de gobernante extraordinario. Fue hijo de Luis Álvarez de Paderni y de Orosia Álvarez de Quintanilla. Se trasladó a Valladolid en 1440, entrando de doncel en la Corte de Juan II. Algunos biógrafos dicen que recibió una esmerada cultura, especialmente Humanidades y Derecho, en el convento benedictino de San Vicente, en Oviedo, único que existía como centro de enseñanza en aquel entonces en Asturias. Fue preceptor del príncipe, que más tarde sería Enrique IV. Durante cierto tiempo, estuvo de secretario del marqués de Villena. En 1460 vuelve al servicio del rey Enrique IV, que le nombra regidor de Medina del Campo, y en 1462 contador de Acostamientos, cargos que desempeña con rectitud y honradez, poco acorde con la corrompida corte del indolente Enrique IV. Ante este estado de cosas, Quintanilla se pasa al partido del infante Alfonso, pretendiente al trono de Castilla. Proclamado éste rey en Ávila, nombra a Quintanilla contador mayor de Cuentas y alcaide mayor del Adelantamiento de Castilla. También es escribano mayor de Privilegios y Confirmaciones. En 1467 se le conceden facultades para fundar, dirigir y administrar una fábrica de moneda en Medina del Campo. Al morir el rey, Quintanilla pasa a servicio de la princesa Isabel, más tarde Isabel la Católica, entregándose por completo a la defensa de los intereses de la princesa contra las ambiciones desmedidas de los señores feudales, principalmente contra el marqués de Villena. Debido a su habilidad de fino diplomático, no sólo logró defender su patrimonio, sino acrecentarlo. En 1473 logra que Segovia y su alcázar pasen a dominio de Isabel. En 1474 él es el artífice de la conquista de Tordesillas, que quedó bajo su gobierno hasta 1476. Organizó el ceremonial para la proclamación de Isabel como reina de Castilla, 13 de diciembre de 1474, en Segovia. En 1475, ante la grave situación provocada por los partidarios de la Beltraneja, los reyes le nombran alcaide del Castillo de la Mota, desde donde tiene que salir para enfrentarse con el ejército portugués, partidario de los derechos al trono de la supuesta hija de Enrique IV, y los aliados españoles. Más que como guerrero, pone a prueba sus facultades de diplomático, y conquista la villa de Arévalo. Y viendo cómo las arcas reales se encontraban faltas de recursos fiduciarios, entra otra vez en función el diplomático, proponiendo reunir inmediatamente unas Cortes en Medina del Campo, donde logra que el alto clero y la nobleza castellana aporten su ayuda económica para defender la causa de Isabel y Fernando. Organiza un ejército bien equipado, capaz de sostener una larga campaña. Ante la situación anárquica del país, crea las fuerzas de orden público de la Santa Hermandad. En las Cortes de Dueñas propone el empadronamiento militar. En 1480 aporta una fuerte suma de su propio patrimonio para llevar a cabo la conquista de Canarias, concediéndole los reyes notables privilegios sobre los beneficios detal empresa. Siguió siendo el mentor real de Isabel y Fernando en la conquista de Granada. Él fue el gestor del reclutamiento de gente, obtención de recursos económicos y aprovisionamiento de las tropas. En 1483 es también el organizador de las expediciones para someter Navarra a la obediencia de los Reyes Católicos. Al año siguiente de la conquista de Granada, crea el ejército regular y permanente. En el descubrimiento de Indias por Cristóbal Colón, tuvo un papel preponderante, pues no sólo apoyó ante los Reyes el proyecto del futuro descubridor, sino que también le ofreció su apoyo moral y económico. Reorganizó la Hacienda, y bajo su dirección se llevó a cabo el primer catastro realizado en España, pudiendo por él tener una noticia de la riqueza nacional. Fue el contador mayor de los reyes y su primer consejero. Rehusó en todo momento los títulos de nobleza. Ya anciano, a finales de 1494, renunció a todos los cargos de la realeza, retirándose a Medina del Campo, y creó en 1497 un mayorazgo en la persona de su primogénito Luis, que fue luego maestresala de Carlos I. Los homenajes tributados a esta primera figura de la vida política española de la segunda mitad del siglo XV, se redujeron a bien poco; sólo una calle que perpetúa su memoria en la ciudad de Oviedo y otra en Medina del Campo. Se conservan de él dos discursos, uno de cuando las Cortes de Dueñas, y otro en ocasión de la Orden de empadronamiento militar.

Referencias

• Nombres y cosas de las calles de Oviedo (1992).- Ed. Ayuntamiento de Oviedo.- ISBN:84-606-1.037-3