- Mameluco
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Los mamelucos fueron esclavos, en su mayoría de origen turco, procedentes de Asia Central, de las zonas del Mar Negro y más al norte, islamizados e instruidos militarmente y que en sus inicios ejercían como soldados a las órdenes de los distintos califas abásidas.
Más tarde constituirían en 1250 un sultanato en Oriente Medio, que en el momento de ser conquistado por los otomanos (1517) se extendía por Egipto y Siria.[1] Un precedente de dicho sultanato fue el Sultanato de Delhi, fundado en 1210 en el norte de la India por el general gúrida Qutb al-Din Aybak, un esclavo de origen turco que a la muerte de su señor, Mu`izz ad-Dîn Muhammad Guri, se independizó dando inicio a un régimen de mamelucos, denominados "de los reyes esclavos". Este régimen, a diferencia del mameluco egipcio, disponía de un territorio recientemente conquistado por el Islam, y donde, por consiguiente, la mayoría de la población era de otra religión (la hindú); aparte, era de una cultura y lenguaje predominantemente persa, diametralmente opuesto al egipcio, donde sus súbditos eran, en su mayoría, árabes musulmanes.
La palabra procede del árabe مملوك mamlūk, «poseído», participio pasivo del verbo ملك malaka, «poseer, tener algo en propiedad».
Contenido
Historia
Los mamelucos eran esclavos guerreros, exclusivamente blancos, de origen eslavo, turco o circasiano. Los africanos o los asiáticos no podían, en ningún caso, formar parte de ellos.
Esta práctica comenzó en el Irán oriental con la dinastía Samánida, la cual estaba en constante conflicto fronterizo con los entonces turcos paganos de Asia Central y empezó a utilizar a sus enemigos turcos (prisioneros o comprados a otros turcos) en sus fuerzas. Estos primeros mamelucos turcos resultaron ser de vital importancia por sus aptitudes militares y llegaron a ocupar importantes puestos políticos de confianza en el régimen samánida. De aquí saldría la dinastía Gaznávida.
Un hecho similar sucedió en el centro del Califato Abásida, Bagdad, donde, en el siglo IX, la guardia califal comenzó a ser nutrida, gracias a la lealtad samánida, de mamelucos turcos. Aquí, a medida que los califas se debilitaban, los esclavos empezaron a ganar poder, dando lugar a un caso similar a lo que sucedió en el Imperio romano con la Guardia Pretoriana. Uno de estos mamelucos de Bagdad, Ahmad ibn Tulun, independizando a Egipto, fundaría una dinastía hereditaria, la de los Tuluníes.
Pero el caso de mayor importancia sería el ejemplo dado en Egipto durante el siglo XIII.
Los mamelucos de Egipto
Los mamelucos egipcios eran importados de Ucrania y Rusia meridional. En un principio, con sujetos provenientes del pueblo turco Kipchak o Cumano, y más tarde con poblaciones guerreras del Cáucaso, en su mayoría circasianos. La comercialización de los mamelucos del Mar Negro estaba a cargo de los mercaderes genoveses.
Llegado a Egipto, y una vez admitido en una escuela (Hilqa o Tibaq) cuya misión consistía en convertirlo en mameluco, el joven cautivo pasaba a estar bajo un instructor que sería el responsable de su formación militar (al-furusiya), y bajo su supervisión se le sometía a un adiestramiento especialmente riguroso.
Una vez recibida la instrucción militar por el Sultán o sus jefes, pasaban de ser esclavos a hombres libres, si bien sujetos por lazos que recuerdan las fórmulas de servilismo del sistema feudal europeo. Entre los mamelucos estaban los pertenecientes a una elite especial, la del cuerpo de mamelucos reales, quienes habían sido comprados, instruidos y liberados por el propio sultán, y tenían una guarnición en la ciudad del El Cairo.
Su igual procedencia, el uso por ellos de la misma lengua distinta de los territorios donde se instalaban, su misma condición militar, su reconocido prestigio en el arte de la guerra y la historia personal de cada uno, similar a sus compañeros, les hicieron convertirse en un poder en sí mismo que no tardó en formar su propio sultanato. Hubo un total de 54 sultanes, la mitad de ellos bahríes (turcos) (1250–1382) y la otra mitad burŷíes de origen caucasiano (1382–1517).
Su papel fue crucial a la hora de proteger Siria (que reconquistaron), Egipto y Palestina del Imperio mongol, así como de expulsar a los cruzados cristianos. Mantuvieron la custodia de las ciudades santas de La Meca y Medina y se instalaron en El Cairo. No persiguieron a las iglesias coptas ni a las comunidades judías, aunque fueron guardianes del Islam en el conjunto social. El final de la dinastía llegó con la derrota en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano, pero ya con anterioridad la pérdida del control del tráfico comercial con Asia -como consecuencia de las nuevas rutas establecidas por Portugal a través del Cabo de Buena Esperanza- habían mermado su capacidad económica. Los mamelucos quedaron relegados al puesto de beys como gobernadores o en segundos niveles de la administración, aunque nuevamente irían recuperando su importancia hasta que, oficiosamente, controlaban Egipto en el momento de la conquista por Napoleón en 1798.
Sultanato mameluco de Egipto
En 1240, el sultán al-Salih de la Dinastía ayubí se dispuso a utilizar masivamente mamelucos de origen turco provenientes del Mar Negro, tras fracasar utilizando como mercenarios al exiliado ejército del Imperio corasmio, y ante la amenaza latente de los cruzados cristianos y de los mongoles. Estos esclavos acrecentaron su poder, y a los diez años, tras rechazar la Séptima Cruzada, encabezada por Luis IX de Francia (el cual cayó prisionero junto a sus hombres), tomaron el poder.
Con el asesinato del sultán ayubí Turan Shah (1250), llegó al poder la viuda del al-Salih, Shajar al-Durr con el apoyo de los generales mamelucos. Poco después es asesinada por dichos jefes y el general Muizz Izz-al-Din Aybak se proclama monarca del nuevo sultanato mameluco de Egipto. El tercer sultán mameluco Saif ad-Din Qutuz, apoyado por su general Baibars, tendría que enfrentarse a la invasión mongola de Siria y Palestina, derrotando a Kitbuqa, el mejor general del il-jan de Irán Hulagu, en la decisiva Batalla de Ain Jalut el 3 de septiembre de 1260. Una vez más los mamelucos logran salvar al Islam.
El régimen mameluco alimentaba las intrigas y los complots, ya que cada sultán que llegaba al poder lo hacía ayudado por su clan. Cuando asumían el poder, apartaban de todos los cargos importantes a los hombres de confianza de su predecesor, los cuales por su parte no pensaban en otra cosa que en vengarse. De los cuarenta y cinco sultanes del período mameluco, veintidós accedieron al poder por métodos violentos.
Lista de los sultanes mamelucos de Egipto
Dinastía Bahri (turcos -kipchak-)
- 1250 Shajar al-Durr (Viuda de al-Salih Ayyub)
- 1250 al-Muizz Izz-al-Din Aybak
- 1257 al-Mansur Nur-al-Din Ali
- 1259 al-Muzaffar Saif al-Din Qutuz
- 1260 al-Zahir Rukn-al-Din Baibars al-Bunduqdari
- 1277 al-Said Nasir-al-Din Barakah Khan
- 1280 al-Adil Badr al-Din Solamish
- 1280 al-Mansur Saif-al-Din Qalawun al-Alfi
- 1290 al-Ashraf Salah-al-Din Khalil
- 1294 al-Nasir Nasir-al-Din Muhammad ibn Qalawun primer reinado
- 1295 al-Adil Zayn-al-Din Kitbugha
- 1297 al-Mansur Husam-al-Din Lajin
- 1299 al-Nasir Nasir-al-Din Muhammad ibn Qalawun segundo reinado
- 1309 al-Muzaffar Rukn-al-Din Baybars II al-Jashankir
- 1310 al-Nasir Nasir-al-Din Muhammad ibn Qalawun tercer reinado
- 1340 al-Mansur Saif-al-Din Abu-Bakr
- 1341 al-Ashraf Ala'a-al-Din Kujuk
- 1342 al-Nasir Shihab-al-Din Ahmad
- 1342 al-Salih Imad-al-Din Ismail
- 1345 al-Kamil Saif al-Din Shaban
- 1346 al-Muzaffar Zein-al-Din Hajji
- 1347 al-Nasir Badr-al-Din Abu al-Ma'aly al-Hassan primer reinado
- 1351 al-Salih Salah-al-Din Ibn Muhammad
- 1354 al-Nasir Badr-al-Din Abu al-Ma'aly al-Hassan segundo reinado
- 1361 al-Mansur Salah-al-Din Muhammad Ibn Hajji
- 1363 al-Ashraf Zein al-Din Abu al-Ma'ali ibn Shaban
- 1376 al-Mansur Ala-al-Din Ali Ibn al-Ashraf Shaban
- 1382 al-Salih Salah Zein al-Din Hajji II primer reinado
Dinastía Burŷí (caucasianos -circasianos-)
- 1382 az-Zahir Saif al-Din Barquq, primer reinado
- 1389 Hajji II segundo reinado (con el título honorífico al-Muzaffar o al-Mansur) - temporal reinado bahrí
- 1390 az-Zahir Saif al-Din Barquq, Segundo reinado - restauración burŷí
- 1399 An-Nasir Nasir al-Din Faradj
- 1405 Al-Mansour Azz al-Din Abd al-Aziz
- 1405 An-Nasir Nasir al-Din Faradj (segunda vez)
- 1412 Al-Adel Al-Mustayn (califa abásida, proclamado sultán)
- 1412 Al-Muayad Saif al-Din Shayh
- 1421 Al-Muzaffar Ahmad
- 1421 Az-Zahir Saif al-Din Tatar
- 1421 As-Salih Nasir al-Din Muhammad
- 1422 Al-Ashraf Saif al-Din Barsbay
- 1438 Al-Aziz Djamal al-Din Yusuf
- 1438 Az-Zahir Saif al-Din Djakhmak
- 1453 Al-Mansour Fahr al-Din Osman
- 1453 Al-Ashraf Saif al-Din Enal
- 1461 Al-Muayad Shihab al-Din Ahmad
- 1461 Az-Zahir Saif al-Din Khushkadam
- 1467 Az-Zahir Saif al-Din Belbay
- 1468 Az-Zahir Temurbougha
- 1468 Al-Ashraf Saif al-Din Qaitbay
- 1496 An-Nasir Muhammad
- 1498 Az-Zahir Qanshaw
- 1500 Al-Ashraf Djanbulat
- 1501 Al-Adel Saif al-Din Tumanbay I
- 1501 Al-Ashraf Qansuh al-Ghawri
- 1517 Al-Ashraf Tumanbay II
Bajo Napoleón
El primer escuadrón de mamelucos fue formado en 1801 por 240 soldados, que regresaron con el Ejército de Oriente de la expedición en Egipto. Numerosos mamelucos formaron parte del ejército napoleónico, entre ellos Rustam Raza, quien sería el sirviente personal y guardaespaldas de Napoleón Bonaparte. Constituyeron un escuadrón adscrito a los cazadores a caballo de la Guardia Imperial y sirvieron en Bélgica. Tras la batalla de Austerlitz, se convirtieron en un regimiento.
Los mamelucos entraron en España en marzo de 1808, llegando a Madrid. Formaron parte de la escolta de honor del Gran Duque de Berg, Joachim Murat, y fueron acuartelados en Carabanchel, donde les sorprendió el levantamiento del 2 de mayo. Tras la caída del Primer Imperio, se dispersaron. Muchos de ellos fueron asesinados en Marsella durante el Terror Blanco.
Solían ir muy bien armados: disponían de un trabuco, una cimitarra, dos pistolas que solían llevar al cinto junto a un puñal, y una maza de armas o un hacha que llevaban pendiente del arzón de la silla de montar.
Arte mameluco
La decoración se realiza con incrustaciones de piedras de diferentes colores, así como con un exquisito trabajo en madera que consistió en incrustaciones de motivos geométricos radiantes hechos en marquetería. Se utilizó también el esmalte y el vidrio, y lo que es más importante, las incrustaciones de metal. De este período datan el Baptisterio de San Luis, uno de los objetos islámicos más famosos, realizado por el orfebre Muhammad ibn al-Zayn y el Cubilete de Rothschild.
El final de los Mamelucos
Cuando Mehmet Alí tomó el control de Egipto en 1806, descubrió el enorme problema que representaban los antiguos príncipes esclavos. Decidió librarse de ellos invitando a los principales príncipes mamelucos a su residencia, con ocasión de la investidura de su hijo Tussum como general de las tropas de Arabia el 1 de marzo de 1811.
Veinticuatro príncipes vestidos con uniforme de gala respondieron a la invitación, en compañía de unos cuatrocientos hombres. Todos ellos fueron emboscados y masacrados, aunque según las leyendas, un príncipe mameluco logró escapar.
«Mamelucos» brasileños
Quizás con la misma etimología árabe (mamlūk: «poseído») aunada por la similitud fonética a una palabra aborigen (maloka: «aldea»), en Brasil se llamó mamelucos o mamalucos (o, luego, malucos) a los conjuntos de guerreros aborígenes (principalmente tupíes) o mestizos que luchaban a las órdenes de los portugueses o de los bandeirantes brasileños, especialmente efectuando incursiones (malocas) para capturar esclavos de otras etnias aborígenes (en especial los de orígenes guaraníes que vivían en las Misiones).
Bibliografía
Ayalon, David, Le Phénomene mamelouk dans l’Orient islamique, París, PUF, 1996. ISBN 2-13-047806-9.
Referencias
Enlaces externos
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