- Guaraníes
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Guaraníes, Avá
Familia guaraní contemporanéaPoblación total ? Idioma Avá ñe'e Los guaraníes son un grupo de pueblos sudamericanos, cuyos habitantes viven en Paraguay, noreste Argentino (Entre Ríos, Corrientes, y Misiones y parte de las provincias de Chaco y Formosa), sur y suroeste de Brasil (RS, SC, Paraná y Mato Grosso del Sur),sureste de Bolivia; en cuanto al estado del Uruguay aunque su nombre es de origen guaraní en su actual territorio no vivieron guaraníes sino pámpidos como los charrúas, chanás, arachanes, tapés etc. que entre los siglos XV y XVIII sufrieron un gran influjo lingüístico desde el idioma guaraní.
La auto denominación étnica original de los hoy llamados guaranies es avá, que significa "hombre" (palabra etnocéntrica) que rebajaba a la categoría de "no-hombre" a las otras etnias indígenas. Fueron llamados por los españoles carios, chandules, chandrís y landules, al parecer el muy difundido nombre "guaraní" les fue dado por los españoles al escuchar los gritos de guerra de este pueblo en los cuales existiría la frase guará-ny -combatir-les-. Otra version afirma que la denominación se tomo de la deformación de una palabra guaraní, "guariní" que significa precisamente guerra o guerrear (ver Nuevo diccionario español-guaraní/guaraní-español, autor Antonio Ortiz Mayans, ed. eudeba 1980),al parecer los mismos indios se denominaron de esa manera, indicando con ello que se consideraban guerreros.
Son un pueblo nativo sudamericano, originario de la región amazónica, que se estableció en distintas regiones del continente, especialmente en el Paraguay y en Argentina. Según multiples consideraciones realizadas por el investigador Dick Edgar Ibarra Grasso, concluyé que el solar de los guaranies estaría en una zona circuncaribe, supone la isla de Marajó, en la desembocadura del río Amazonas, por ultimo estudios hechos de la lengua guaraní la emparentarían con las lenguas de la familia Chibcha,(ver Sudamerica Indígena, autor D.E. Ibarra Grasso, ed. tea 1994, pag. 634).
Las causas de su migración hacia el sur fueron principalmente la necesidad de ocupar nuevas tierras aptas para el cultivo y la presión de otros indígenas.Además de creencias religiosas que impulsaban su nomadismo."En cuanto a lo sobrenatural, participan...de la noción de la "Tierra sin Mal".Esta idea omnipresente en la cosmovisión guaraní es posible que haya llevado a estas comunidades de las costas del Paraná a migrar..."(Nuestros paisanos los indios", autor Carlos Martinez Sarasola, ed. EMECE 1992)
Los guaraníes se establecieron en el territorio que actualmente pertenece al Estado Paraguayo(la palabra Paraguay, deriva de un vocablo guaranì, paraguà-y, con la que se denominaba a una regiòn, llamada después por los geografos el paraguay natural, y que comprendia la actual region de Asunciòn hasta los limites marcados por los rìos, Parana, Paraguay y Apa); entre fines del siglo XV y comienzos del XVI. Se subdividieron en distintos grupos dependiendo de la zona donde habitaban, como los chandules o guaraníes de las islas del Delta del río Paraná, desaparecieron poco después de la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, en 1580; los del río Carcarañá o carcarañáes; los guaraníes de Santa Ana (en el norte de Corrientes En Misiones y zonas aledañas del Paraguay y Brasil, se encuentran actualmente los mbyá que son descendientes de guaraníes que no aceptaron formar parte de las misiones jesuíticas. En la provincia de Misiones, junto a los mbyá viven grupos de paí tavyterá y de chiripás.
Los tapietés comenzaron a llegar a la zona de Tartagal en la provincia de Salta hacia 1920, procedentes de Bolivia y del Paraguay, migración que se acentuó durante la guerra del Chaco. En la zona de Tartagal viven aproximadamente unos 500 tapietés.
Su población se estima en 1,5 a 2 millones.[1] [2] Actualmente se estima que aún existen cientos de miles de guaraníes y su idioma es hablado por 5 a 12 millones de personas, principalmente gente de origen mestizo, en Paraguay, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Rondonia (oeste y centro de Brasil), Santa Cruz, Beni y Pando (al este de Bolivia) y en Misiones y Corrientes y en menor medida Entre Ríos y Formosa (en el noreste argentino).
Contenido
Organización religiosa
Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamó la atención de los conquistadores y colonizadores el hecho de que los guaraníes no poseyeran templos, ni ídolos o imágenes para venerar, ni grandes centros ceremoniales.
No dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin ningún tipo de creencias religiosas. La verdad era otra, la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos tallados.
Ñanderuguasú (nuestro Gran padre) o Ñamandú (el primero, el origen y principio) o Ñandejára (nuestro dueño) eran los nombres que hacían referencia a una divinidad que era concebida como invisible, eterna, omnipresente y omnipotente. Una entidad espiritual concreta y viviente que podía relacionarse con los hombres, por ejemplo bajo la forma perceptible de Tupâ, el trueno. Se manifestaba en la plenitud de la naturaleza y del cosmos, pero nunca en una imagen material. Ñamandú no era el dios exclusivo de los guaraníes, era el dios padre de todos los hombres. Estas denominaciones son solo epìtetos con los cuales se nombraba a Dios entre los guaranìes, al igual que en otras religiones del viejo mundo se evitaba usar el nombre propio,Tupà; con la llegada de los sacerdotes cristianos, al observar que estos epìtetos coincidian con los que se usaba para mencionar a Dios en la Biblia, le dieron mayor relevancia, desplazando al verdadero nombre, también las formas de manifestaciòn de Dios, como el trueno, el rayo etc. no se consideraban que fueran el dios mismo, sin embargo los sacerdotes cristianos asociaron Tupà al trueno para disminuir su importancia con respecto al Dios de la Biblia; la centralidad de Tupà como dios esta marcada por ej.:en que los templos fueron denominados por los indios Tupà-ò o Tupà-roga, es decir la casa de dios."La similitud que se manifestaba en ciertos casos entre la primitiva religión guaraní y la cristiana fue aprovechada como recurso por los sacerdotes misioneros para conseguir la conversión de los indios", (ver Lecciones de Hist. Paraguaya autor V.N. Vasconsellos ed. del Centenario de la Epopeya Nacional, pag. 17).
Frente a Ñamandú, el padre bondadoso, el dador de vida y sustento del equilibrio del orden universal, estaba la otra dimensión de la realidad espiritual, el mal, expresado en el concepto de Añá. Esta fuerza maléfica era la generadora de la muerte, la enfermedad, la escasez de alimentos y las catástrofes naturales. Sin embargo el mal solo tenia existencia en el mundo, no en el cosmos, no eran maniqueistas, el mal comenzò su existencia luego del castigo del diluvio (otra coincidencia con los mitos cristianos), después de lo cual los hombres fueron desplazados de la Tierra sin Mal, a la cual buscaban sin cesar para retornar a ella.
Fundamentaron el origen y la existencia de los dioses, los hombres y la naturaleza, mediante mitos. Creen en la continuidad de la vida después de la muerte. Por eso a sus muertos le proveen todo lo necesario para que pueda realizar sin carencias, el largo y peligroso viaje a la tierra sin males. Los guaranies creian en el mas alla, realizaban ritos funerarios y enterramientos, pero el cuerpo no era importante en la vida futura del alma, sus enterramientos quedaban cuando ellos migraban, pero se podian comunicar con el alma de sus muertos.
La Tierra sin Mal no constituía un mito para los guaraníes. Era un lugar real, concreto, que se ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá del Gran Mar (océano Atlántico). Esta creencia en la Tierra sin Mal generaba periódicamente grandes migraciones en su búsqueda, inspiradas por el mesianismo de algunos chamanesdenominados en guaranì Payè o Avá-payé.
Creen con firmeza que son muchos los peligros que acechan al viajero. Los niños gozan de protección divina quedando exceptuados de todo peligro.
El alma proviene del paraíso de Tupá Rueté,palabra esta que en guaranì significa, Dios Padre verdadero. Al morir, el alma del muerto vuelve a su lugar de origen.
Los entierros se realizan en un pozo, o en urnas de barro y el túmulo en la misma casa del muerto. Quien además, lleva consigo armas, ropas y trofeos.
La costumbre obliga a una práctica rígida de culto permanente a los antepasados, manteniendo una relación estrecha y continua entre la comunidad de los vivos y los muertos que se traducen en ayuda recíproca. Estas relaciones implican prácticamente derechos y obligaciones recíprocas: Por ejemplo los muertos proveen de alimentos a sus deudos, les envían lluvia que favorece las plantaciones, velan constantemente por su bienestar. Los deudos, a su vez, deben tributarles ofrendas; además celebran en honor a los muertos una gran fiesta cada año. Los espíritus se mantienen vivos en el corazón de la comunidad.
La práctica espiritual
Se cree que el chamán o payé posee poderes sobrenaturales y desempeña una función directriz, la de conductor de su pueblo en todos los actos comunitarios.
El chamán, mediante su gran poder, entra en comunicación con los espíritus buenos y con los malignos, defendiendo a su comunidad contra estos últimos. Él intermedia entre el hombre y dios, además de ser adivino, hechicero, médico, sabio, profeta, jefe espiritual, director de las danzas y ceremonias de la comunidad.
A diferencia del cacique, cuyo poder era temporal, el payé se imponía al grupo por sí mismo.
El consumo de hierbas y hongos de propiedades alucinógenas es utilizado por el payé y genera una atmósfera que arrastra a los integrantes de la comunidad a vivir experiencias semejantes a los de tipo místico.
Los Guaraníes, practicaron la antropofagia ritual, "el canibalismo formaba parte de la lógica de la venganza, la que era el núcleo principal de la sociedad tupinambá. El hecho de matar y comer al enemigo era un proceso único, donde solo se tenía por venganza el comer al contrario, no meramente el hecho de matarlo. Por lo tanto, la venganza por excelencia era la muerte ceremonial en el terreno, en que un prisionero después de haber vivido algunos meses o años entre sus captores era abatido en la plaza pública. Decorado de plumas y pintado mantenía con su matador, también decorado, diálogos llenos de arrogancia que expresaban una cierta familiaridad entre el atacante y su víctima (Fausto 1999). Esta familiaridad se lograba porque un cautivo de guerra era adoptado por la familia de su futuro verdugo, que lo alimentaba y protegía, y la futura víctima se encontraba en la posición de tomador de esposa dentro del régimen uxorilocal. La posición social del cautivo cambiaba en vísperas de su ejecución: sus captores lo detenían, separándolo de su familia adoptiva, y en ese momento le obligaban a asumir la posición de un enemigo y lo sometían a un rito de captura (Fausto 1999). Preso por varias cuerdas amarradas a su cintura debía ser idealmente muerto con un único golpe con un palo de madera que debía romper el cráneo" (Warfare, cannibalism and colonial vengance: the mocoví and guaraní cases. Macarena Perusset y Cintia N. Rosso)[3]
Vestimenta
Antiguamente los hombres prácticamente no usaban ropa,[cita requerida] en cambio las mujeres usaban una especie de tapa triangular de plumas o algodón tejido por ellas mismas. Desde la llegada de los misioneros los hombres comenzaron a utilizar un chiripá y una especie de taparrabos (baticolas) confeccionadas con la chala u hojas del maíz, fibra de ortiga o algodón; las mujeres comenzaron con el uso del typoi (túnica del algodón sin mangas, hasta los tobillos), para los días fríos se utilizaba el killapy' una especie de manto hecho con pieles como las del roedor acuático llamado killá o quillá. ( "KYJÁ" es el nombre correcto )
Hombres y mujeres utilizaban adornos, tatuajes con pinturas fabricadas con la mezcla de especies vegetales, complementado con plumas de aves, amuletos colgados en el cuello, collares confeccionados con huesos de animales y semillas.
Los distintivo entre varones y mujeres consistía en que los varones a partir de la pubertad llevaban una especie de clavo (de madera, hueso o piedra) ensartados debajo del labio inferior (tembetá)
Guerra
El pueblo guaraní poseyó desde un inicio, un carácter intrusivo en la región platense. Su entrada fue violenta y determinó una existencia constantemente ofensiva y defensiva respecto a las poblaciones aborígenes no guaraníes que habitaban la región.
Los ataques se realizaban en forma masiva. Previo al ataque, se hacia caer sobre las fuerzas adversarias una lluvia de flechas y piedras. Luego venía la embestida directa con lanzas, macanas o garrotes.
La idea de la guerra pensada como predación y la concepción del enemigo como presa, donde los combates serían una forma de predación de la alteridad puede verse, por ejemplo, en el uso de las armas. La lanza, la maza y los dardos tiradores, eran las armas utilizadas tanto en la guerra como en la caza.[4] Más esclarecedor aún es la siguiente mención sobre el juego del nepun -garrote- que se llevaba a cabo durante las fiestas de bebida: " En general tienen la costumbre de tirar sus nepun o sea garrotes (con los cuales matan caza silvestre y gente), aquel que tira más lejos gana lo dispuesto" (Paucke 1943: 216). Creemos que este juego tendría relación con la demostración de las habilidades ligadas a las actividades predadoras -caza y guerra-, quizás con el manejo del instrumento y con la fuerza empleada.
Sin embargo, la diferencia entre ambas presas se daba en el plano del consumo. El acto predatorio daba lugar a dos tipos de consumo: uno propio de la guerra y del canibalismo, donde se consumía la parte predadora de la víctima (predación), y otro propio de la cocina alimenticia, en la cual se consumía la parte presa de la víctima (comensalidad)[5]
Idioma
Los idiomas hablados por estos pueblos (guaraní) pertenecen a la familia tupí-guaraní. El guaraní paraguayo es junto con el español lengua oficial en el estado del Paraguay, y el guaraní correntino es co-oficial junto con el español en la provincia de Corrientes, en Argentina. Otra particularidad de este idioma, es que después del latín es el que más ha sido utilizado en la catalogación de flora y fauna, hecho este debido a que el aborigen era un gran conocedor de su habitat, lo cual favoreció a los naturalistas al momento de catalogar flora y fauna."El guaraní es después del latín, según autorizadas opiniones, el idioma que ha dado mayor número de palabras a las ciencias naturales. Y el número de "americanismos" es tal, que el escritor rioplatense, Dr. Benjamín Solari, ha afirmado que hablamos guaraní sin saberlo".[6]
La mezcla del idioma avá ñe'é, la lengua del hombre o del indio en guaranì,(denominaciòn similar a la del quichua, Runa-Simi la lengua del hombre o del indio), con el castellano es conocido en Paraguay como una tercera lengua llamada yopará o jehe‘a / yejé'á.
Otra caracteristica destacable de esta lengua es, que posee 6 vocales orales, siendo como en el castellano: a, e, i, o, u mas la 6ta. que es de pronunciaciòn gutural, actualmente al ser dotada de grafia, este sonido es representado en la gramatica oficial del paraguay por la letra Y, (hay otra forma de grafia que utiliza la letra I, mas la crema, o sea Î), a su vez existe la nasalizaciòn de las vocales.
La llegada de los jesuitas
En el siglo XV la sociedad guaraní pasó por un período de cambio. Comenzaron a aparecer instituciones unificadoras que probablemente, en el largo plazo, hubieran llevado al surgimiento de un Estado. Los karaí, palabra guaranì que significa, Señores, que como profetas eran aceptados en todas las tekuas (aldeas) que se enfrentaban entre sí en un permanente ciclo de búsqueda de poder para la obtención del aguyé, son un ejemplo de estas fuerzas unificadoras. Estos karaís recorrían las aldeas predicando el mensaje del advenimiento de importantes cambios; y no estaban adscritos a ninguna tekua en particular, sino que eran pan-guaraníes, por así decirlo.
Cien años después, con la invasión europea en la zona, llegaron los jesuitas, que, en cierto sentido, vinieron a competir directamente con los karaí. Aunque extranjeros, traían un mensaje unificador y, sobre todo, ofrecían algo muy importante: los guaraníes que aceptasen su convivencia pasarían automáticamente a estar cubiertos por las leyes del rey de España.
La expansión del frente hispano-portugués y la amenaza real que esto llevaba aparejado llevó a un debate interno entre los partidarios de la alianza con los jesuitas, para así obtener la protección de la corona y los que preferían el enfrentamiento.
En todo caso, la política guaraní obedecía a su propia lógica y en esa lógica los jesuitas fueron vistos como la pieza clave para obtener la protección del marco jurídico que la corona española otorgaba. De hecho desde el mismo momento que los guaranies tomaron contacto con los exploradores españoles les prestaron asistencia y formaron alianza con ellos, con la llegada de los misioneros y como ya se mencionò, advertidos de las similitudes en la concepciòn religiosa, se produjo un acercamiento mayor con los españoles, que les sirviò a los conquistadores, para un apoyo militar y profundizar la evangelizaciòn.
La alianza generalizada de los dirigentes políticos guaraníes con la orden jesuita obedeció a una estrategia global, debatida y consensuada por esos dirigentes, fruto de no pocos enfrentamientos internos, para frenar o al menos limitar el avance de la agresión de hacendados españoles y bandeirantes portugueses. (Existen numerosas fuentes documentales de testigos que presenciaron estos debates de líderes políticos guaraníes).
Los jesuitas fueron utilizados por los guaraníes para mantener su idea de la política. El modelo político guaraní ya tenía un lugar reservado para ser ocupado por los jesuitas (el antiguo Karaí Pan guaraní, no en vano a los padres jesuitas también les llamaron así: karaís, incluso actualmente en guaraní correntino existe la palabra karaí). Por ello se explica la rápida consecución de la alianza y el florecimiento de las misiones. Las reducciones no eran más que tekuas o aldeas tradicionales que habían obtenido la protección de la corona, ingresando así no solo en el corpus legal sino también en una serie de intercambios económicos y culturales que se mantuvieron durante doscientos años.
Los partidarios de la guerra se opusieron a esta alianza y permanecieron indómitos, en tekuas tradicionales (sin iglesias de piedra), advirtiendo una y otra a vez a los guaraníes "cristianos" que ese no era el camino. De hecho, cuando la orden jesuita perdió la amistad del rey y fue expulsada, las reducciones fueron arrasadas. Aun antes de la expulsiòn de los jesuitas(1767), en el tratado realizado entre España y Portugal,(Tratado de Permuta, Madrid 1750)que modificaba la frontera Luso-hispana, las reducciones que quedaban en manos de los bandeirantes eran destruidas y esclavizados los indigenas.
Los guaraníes reducidos, los que habían apostado a la alianza con los jesuitas al haber sido educados y haber convivido más de 150 años con los sacerdotes, ya no eran los aborígenes que todos imaginamos con taparrabos y hablando solo su lengua, sino que habían sido instruidos para hablar latín, pintar cuadros, hacer obras esculturales, etc.; lo que hoy se llama barroco-guaraní, por lo que es importante desechar la teoría de que volvieron a la selva, porque ya ni ellos ni sus padres o abuelos habían vivido en la selva, y la mayoría lo que hicieron fue prestar servicios en las grandes estancias que se estaban constituyendo en las provincias de Santa fe, Buenos Aires, ya que ellos tenían conocimientos del trabajo rural. El escenario hacia principios del siglo XIX era otro muy distinto y los diversos grupos se aislaron entre sí.
Cabe destacar, sin embargo, que esta situación llevó a profundizar en aspectos prácticos de la religión o pensamiento filosófico guaraní, como la obtención del estado de perfección o aguye por una nueva vía, no caníbal. Es notable la evolución del pensamiento guaraní con respecto a la obtención de energía por la vía caníbal. Es probable que la experiencia jesuita haya influido en ello, no sólo porque aquellos se negaban a aceptar la vía caníbal como parte de la religión, sino también por la profunda crisis que la desaparición de la experiencia jesuita tuvo en las tekuas involucradas.
Problemas que enfrentan actualmente
Actualmente las comunidades de guaraníes de la provincia de Misiones pasan por graves problemas que podrían llevar a la desaparición del pueblo. Las principales causas son la falta de tierras, la desnutrición, la tuberculosis y la falta de ayuda por parte del gobierno provincial y federal. Son alrededor de siete mil guaraníes, agrupados en 76 aldeas.
El factor principal de la crisis es la falta de territorios, ya que esta tribu utiliza los recursos naturales en amplias extensiones de tierra, desplazándose en grandes distancias para cazar, pescar, recolectar frutos del monte. La presión demográfica sumada a la explotación forestal hizo que las comunidades vean reducido su espacio vital.
Además existe una emergencia alimentaria y sanitaria, con picos muy graves en algunas comunidades, con niños con alto índice de desnutrición y enfermedades asociadas como la tuberculosis.
En 2004, 38 de las aldeas que existen en la provincia marcharon a la Plaza 9 de Julio, frente a la Casa de Gobierno provincial, en la ciudad de Posadas haciendo oír sus reclamos en busca de una mejora y ayuda por parte del gobierno.
Guaraníes en Argentina
La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001, dio como resultado que se reconocen y/o descienden en primera generación del pueblo avá guaraní 3.268 personas (además de otras 9.089 que se autorreconocieron como guaraníes) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en los 24 partidos del Gran Buenos Aires. Otras 2.372 se autorreconocieron guaraníes en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.[7]
Los guaraníes de Brasil
Los guaraníes de Brasil, que viven en su mayor parte en el estado de Mato Grosso do Sul, han perdido casi toda su tierra y están sufriendo una oleada de suicidios sin precedentes en América del Sur [cita requerida]. El pueblo guaraní se hacina en pequeños trozos de tierra rodeados por inmensas plantaciones o haciendas ganaderas, o acampan al borde de carreteras y caminos. En 2003 fue asesinado el líder guaraní Marcos Verón. Los culpables aún están en libertad [cita requerida].
Véase también
- Idioma guaraní
- Misiones jesuíticas
- Mitología guaraní
- Reducciones jesuíticas
- Aborígenes paraguayos
- ((idioma argentino))
Bibliografía
- Hednis, Tadeo Xavier: Jardín de flores paracuaria.
- ↑ Boliviahoy.com
- ↑ Guaranis
- ↑ http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-37512009000100003&script=sci_arttext
- ↑ Paucke, Florián 1943. Hacia allá y para acá. Una estadía entre los indios Mocobíes , 1749-1767 II. Tucumán, Universidad de Tucumán.
- ↑ Fausto , Carlos 2002. Banquete de gente: comensalidade e canibalismo na Amazônia. Mana 8 (2): 2-44.
- ↑ Diccionario Guaraní-Español, autor A.O. Mayans, editorial EDUDEBA 1980
- ↑ INDEC. Censo 2001 - Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Guaraníes. Commons
- El Kunumi, Prof. Jorge Román Gómez, Ituzaingó, Corrientes
- Advierten sobre la desaparición de los guaraníes por falta de tierras, Diario El Territorio, Posadas, Misiones; 12 de septiembre de 2004
- Poema guaraní traducido
- El Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní difunde la lengua y cultura guaraní
- Información adicional sobre los guaraníes (Web paraguaya)
- Actualidad del pueblo
- Survival International
- Orígenes (de los pueblos guaraní y tupí)
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