- Marcha sobre Roma
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La Marcha sobre Roma (en italiano: Marcia su Roma) fue una marcha organizada por el entonces dirigente del Partido Nacional Fascista entre el 27 y el 29 de octubre de 1922, que le llevó al poder italiano. La marcha marca el principio del régimen fascista y el final del régimen parlamentario precedente, pero la manera de la cual Benito Mussolini se convirtió en jefe de gobierno estaba paradójicamente de acuerdo con el Statuto Albertino (constitución italiana). La dictadura entró en vigencia más adelante, con el asesinato de Giacomo Matteotti y la prohibición de partidos de la oposición.
Contenido
Antecedentes
Benito Mussolini había desarrollado el movimiento fascista desde 1919 incrementando la virulencia de su discurso contra los socialistas y comunistas, así coo alentando una exaltación de la violencia como arma política y una dura oposición al liberalismo y a la democracia. Sus militantes habían sido organizados como "escuadras de acción" o squadristi encargados de atacar y amedrentar a sus opositores en espacios públicos de toda Italia, recurriendo a la violencia más extrema posible.
Los incendios, apedreamientos y grescas callejeras que protagonizaban los fascistas los convirtieron en un movimiento marginal dentro de la política italiana pero bastante temido en razón de sus ideas populistas que seducían a ex soldados y obreros descontentos tras la Primera Guerra Mundial. A medida que la violencia fascista aumentaba en el país, Mussolini conseguía un escaño en el parlamento italiano en las elecciones de 1921. Inicialmente la élite conservadora de Italia aceptaba al fascismo como un "mal menor" ante el peligro de un gobierno socialista o comunista, pero a lo largo de 1922 fue evidente que Mussolini y sus militantes tenían proyectos propios que amenazaban el propio parlamentarismo que era el sistema político italiano vigente desde los días de la unificación italiana.
Temiendo que los exaltados fascistas causaran una guerra civil, el gobierno de Luigi Facta buscó el apoyo del escritor ultranacionalista Gabriele D'Annunzio para encabezar una manifestación patriótica el 4 de noviembre de 1922 para festejar el triungo italiano en la Gran Guerra, lo cual motivó a Mussolini a actuar rápidamente para no ser opacado por D'Annunzio.
Desarrollo de la marcha
Mussolini ordenó a mediados de octubre de 1922 que todos los militantes del Partido Nacional Fascista se preparasen para ejecutar manifestaciones públicas masivas en todas las ciudades principales de Italia, recurriendo a toda la violencia posible, de ser preciso. Para esa fecha los fascistas habían conseguido, con amenazas y agresiones varias, forzar la renuncia de casi todas las autoridades socialistas del Norte de Italia, región que dominaron en pocos días, ante la pasividad del ejército y la policía.
Dominando los sucesos, Mussolini reunió a cerca de 10,000 fanatizados camisas negras en Nápoles y declaró ante ellos Nuestro programa es muy simple: solo queremos gobernar Italia, y amenazó ordenar a los camisas negras de todo el país a marchar hacia Roma para forzar la designación de Mussolini como primer ministro. El mismo Mussolini viajó a Milán para organizar allí a una masa de casi 50,000 militantes dispuestos a marchar con él.
Ante una orden de Mussolini, masas de fascistas se lanzaron a carreteras y trenes para dirgirse a Roma, con el fin de tomar el poder para su líder. Armados apenas con algunas pistolas, mazas de acero y armas caseras, los camisas negras acudieron a la capital italiana desde el 22 de octubre, amenazando con provocar una guerra civil si las autoridades les cerraban el paso. Los manifestantes fascistas acudieron en ferrocarril, en automóviles o camiones, e inclusive a pie los que residían en regiones cercanas.
Posición de Víctor Manuel III
Hacia el 25 de octubre una gran masa de camisas negras había llegado a las afueras de Roma y su número aumentó en escasos días. Para disolver la amenaza que presentaban los fascistas que llegaban a las afueras de la ciudad, el gobierno del primer ministro Luigi Facta pidió el estado de sitio para Roma.
El Rey Víctor Manuel III, sin embargo, rechazó firmar la orden. Esto significó que no ordenaron al ejército, que pudo haber detenido a Mussolini y sus seguidores, oponerse por la fuerza a los fascistas. Las razones de la negativa del monarca se han discutido; se ha sugerido que temió perder su trono si rechazaba cooperar con los fascistas (por entonces el partido más fuerte del país), que deseó evitar una guerra civil que estallaría si ordenaba reprimir con la violencia a los camisas negras, o inclusive que esperaba neutralizar en algún momento a los fascistas "asociándolos" al gobierno nacional.
Desenlace
Mussolini, ahora seguro de su control sobre los acontecimientos, estaba decidido a no aceptar nada que no fuera el control del gobierno, y el 29 de octubre el rey le pidió que fuera primer ministro y que formara un gabinete. Viajando desde Milán en tren, Mussolini formó gobierno en Roma el día 30 de octubre. Cerca de 25.000 camisas negras fueron transportados a la ciudad en ese solo día, en donde marcharon en un triunfante desfile ceremonial el 31 de octubre.
Al día siguiente, Mussolini instaló su gobierno en Roma. Formalmente la dictadura mussoliniana no empezó de inmediato, sino que los fascistas recurrieron a diversos mecanismos en los meses siguientes para asgurarse el control de todos los mecanismos del poder político. No obstante, la Marcha sobre Roma fue un evento muy exaltado por la propaganda del fascismo y sirvió de hecho como la victoria política más trascendente de Mussolini al forzar mediante el terror su nombramiento como jefe del gobierno.
Referencias
- La entrada en Roma del 30 de octubre en un artículo del New York Times (en inglés)
- «El gran ejército fascista dispuesto a entrar en Roma», artículo del New York Times del 30 de octubre (en inglés)
- Lepre, Aurelio (1997). Mussolini l'italiano: il duce nel mito e nella realtà. Milán: Laterza. ISBN 88-04-42682-9.
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