- Megatherium americanum
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Estado de conservación Extinto (fósil) Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Pilosa Familia: Megatheriidae † Género: Megatherium † Especie: M. americanum † Nombre binomial Megatherium americanum †
Cuvier, 1796Megatherium americanum (en latín: mega, grande y therium, bestia) es una especie extinta de mamífero placentario desdentado del orden Pilosa que vivió durante el Pleistoceno (desde hace 15 millones de años) en América, siendo de las pampas argentinas de donde proceden los principales esqueletos conocidos. Extinto hace 9.000 años, se cree que su pariente más cercano vivo es el perezoso. Fue descrito en 1796 por Georges Cuvier.[1]
Contenido
Características
Un ejemplar adulto superaba los 6 metros desde la cabeza hasta la cola y medía casi 2 m desde el suelo hasta el lomo. Presentaba huesos más robustos que los del elefante, un cuerpo muy voluminoso y una cabeza relativamente pequeña, carente de dientes y colmillos, salvo por 4 molares a cada lado de ambos maxilares que eran de crecimiento continuo, carecían de esmalte y tenían una forma prismática. Con ellos trituraba ramas, hojas, frutos y flores, pero también utilizaba las uñas para escarbar la tierra en busca de raíces y tubérculos. Su enorme cuerpo estaba cubierto de un espeso pelaje cuyo color variaba según la edad y el sexo. Estaba provisto de patas cortas, pies muy grandes, robustas garras encorvadas y una cola de 50 cm de diámetro en su nacimiento. Por lo que se deduce de su tamaño y hábitos solitarios, no era arborícola y se alimentaba manteniéndose sobre sus patas traseras. Aunque solía llevar un andar cuadrúpedo apoyándose en los nudillos.[1]
Descubrimiento y primeras investigaciones
En 1785, se realizaban obras a orillas del Río Luján, en lo que hoy es la Provincia de Buenos Aires, Argentina, cuando Fray Manuel de Torres descubrió entre los sedimentos los primeros huesos del esqueleto de un animal desconocido. Éste se encontraba casi completo y en buen estado de conservación. Para apreciar mejor su tamaño, se lo montó en su posición original sobre una estructura de madera, siendo el primer fósil exhibido de esta forma.[2] Este lugar es llamado actualmente "Barrancas de Monte Hermoso", "Farola Monte Hermoso" o simplemente "Las Rocas".
Habiendo tenido contacto con los restos de un gliptodonte enviado a Europa en 1788, Charles Darwin decidió visitar el yacimiento de Punta Alta en septiembre de 1832, pasando también por Monte Hermoso. En una de sus obras (Geological Observations on South America de 1846), Darwin realizó una detallada descripción del perfil de la barranca que encontró en Punta Alta, que en aquel entonces tenía unos 6 metros de altura y se extendía algo más de un kilómetro a lo largo de la costa del Mar Argentino. De ella extrajo un gran número de huesos fosilizados de mamíferos gigantes y muchas conchillas. Entre los restos de mamíferos se incluían algunos fósiles de ejemplares ya conocidos por los investigadores de la época, como los del "megaterio", el gliptodonte y el mastondonte, junto con otros desconocidos hasta ese momento, como el toxodón y el milodonte. En su honor, desde 1990 funciona en Punta Alta el Museo de Ciencias Naturales "Charles Darwin".[3]
Inspirado por Darwin, el paleontólogo argentino Florentino Ameghino y su hermano Carlos visitaron la zona en 1887, publicando luego (en 1890), sus descubrimientos bajo el nombre de "Exploración geológica en la Patagonia". De sus viajes surgiría la teoría de que el hombre moderno surgió en Sudamérica (actualmente rechazada) y que fueron los indígenas quienes extinguieron, con una caza excesiva, la antigua megafauna.
Posibles megaterios en el Amazonas
Una leyenda del Amazonas cuenta que un chamán descubrió el secreto de la inmortalidad y que por ello quedo convertido en el Mapinguarí, una criatura recubierta de pelo rojizo, con facciones humanas, huellas parecidas a las nuestras pero invertidas y una piel tan gruesa que no puede perforarse. También se dice que tiene una segunda boca en el abdomen que despide un mal olor con el que atrae a las moscas.
El paleontólogo estadounidense naturalizado brasileño, David Oren (nacido en 1954), afirma haber realizado entrevistas a 80 personas que dicen haber visto al Mapinguarí y a otras 7 que dicen haberlo cazado. Lleva estudiando el ecosistema en el Amazonas desde 1977 y es el descubridor de 5 especies de aves.[4] Desde 2004 desempeña el cargo de coordinador científico del Programa de Conservación del Amazonas de The Nature Conservacy no Brasil, que en 2006, en asociación con el gobierno de Brasil y WWF, inició el Plan de Gestión del Agua Dulce; el primero en su tipo en Sudamérica y que abarca los objetivos, metas y directrices para el uso sostenible del agua dulce hasta 2020.[5]
Para Oren, lo que los lugareños vieron no fue un ser mitológico sino un bradípodo al que se considera extinto, pero que pudo haber sobrevivido en lo profundo de la selva. La leyenda menciona un fuerte olor que desprende por una segunda boca que estaría localizada en vientre, lo que para el científico sería una glándula abdominal que utilizaría cuando se siente en peligro. Y por último afirma que le mostraron trozos de piel y garras, pero que por superstición no quisieron cederle. En diciembre de 2001 la Agencia Reuters publicó un artículo donde lo comparó con "un cazador que busca del Monstruo del lago Ness", lo que le causó una gran ofensa, y a causa de ello realizó declaraciones para el diario Journal do Commercio de Brasil.[4]
"Esse tipo de comentário é absurdo porque não se pode relacionar uma lenda baseada em dinossauros, extintos há 65 milhões de anos, com preguiças-gigantes, que desapareceram há cerca de dez mil anos, ou seja, muito recentemente"
David Oren, 6 de enero del 2002"Ese tipo de comentarios es absurdo, no se puede comparar una leyenda basada en dinosaurios, extintos hace 65 millones de años, con perezosos gigantes que desaparecieron hace unos 10.000 años, o sea, recientemente"
David Oren, 6 de enero del 2002Distribución y Ecología
Perezosos terrestres sólo se conocen desde Norte y Sudamérica y todos habían extinguido finales de la última glaciación, 10.000 a 12.000 años. Este corresponde al período cuando humanos modernos colonizaron las Américas.
La desaparición final del perezosos terrestres y la aparición de humanos muy probablemente estar vinculado, aunque esto es todavía un tema controvertido entre paleontólogos y arqueólogos.
Megatherium Americanum se conoce de Late depósitos Pleistoceno en la región Pampas de Argentina y países vecinos. Parece tener sido uno de los última especie de perezoso terrestre a extinguirse.
En términos ecológicos perezosos terrestres cumplido muchas de las mismas funciones elefantes, rinocerontes y caballos. Ellos especializados en alimentarse de muy gruesa, materia vegetal bajo grado, derivando lo que necesitaban sobrevivir consumiendo enormes cantidades de alimentos lugar de comer nada particularmente nutritivos.
Somos capaces descubrir mucho acerca su alimento de grandes depósitos de estiércol izquierda por especies cavernícolas de perezoso terrestre en ambas Norte y Sudamérica.
Hábitat
El Megatherium vivía en los bosques y pastizales del centro y sur de América
Referencias
- ↑ a b Enciclopedia Ilustrada de la Lengua Castellana. tomo II (quinta edición). Buenos Aires, Argentina: Editorial Sopena Argentina. 1953.
- ↑ «La gran bestia americana que habitaba la tierra de Pehuen-Có». Consultado el 09 de enero de 2010.
- ↑ «Yacimientos paleontológicos de Pehuen-Có». Consultado el 09 de enero de 2010.
- ↑ a b «Biólogo crê em preguiça lendária» (en portugués) (periodístico) (enero de 2002). Consultado el 08 de enero de 2010.
- ↑ «Brazil Adopts Freshwater Ecoregions in First National Freshwater Management Plan» (en inglés) (junio de 2006). Consultado el 17 de enero de 2010.
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