- Romanización (aculturación)
-
Romanización (aculturación)
La Romanización es el proceso de aculturación de las zonas conquistadas por Roma durante la República Romana o durante el Imperio.
Mediante este proceso los pueblos autóctonos conquistados empezaron a usar tecnologías, instituciones políticas y religiosas, formas organizativas o principios de derecho de tipo romano, y en muchos casos también pasaron por un proceso de sustitución lingüística por el cual pasaron poco a poco a usar latín.[1]
Contenido
Fases
La romanización casi siempre, como otros procesos de colonización posteriores empezaron por las élites locales. Eso significa que las personas que disfrutan de mayor poder e influencia en la sociedad conquistada lo son por ser aliados políticos de los conquistadores romanos. La relación entre las élites más poderosas y los colonizadores romanos lleva en primera instancia al uso del latín por parte de las élites en instancias oficiales. Además de la lengua las élites adoptaron frecuentemente las formas exteriores distintivas de los romanos, vestido, estilo, religión, costumbres formales, etc. Esa adopción de elementos materiales romanos requiere frecuentemente el uso la importación y/o producción de productos típicamente romanos, lo cual frecuentemente implica también la importación de la tecnología para producirlo localmente.
En resumen las fases serían:
- Adopción del latín, primero de forma oficial e incialmente por parte de las élites.
- Penetración de las costumbres: ropas, arquitectura, etc.
- Penetración de las religiones existentes en Roma, tanto la propia como las orientales: cultos a Cibeles, Mitra y cristianismo.
- Adopción de bienes materiales romanos y progresiva introducción de las materias primas y tecnologías necesarias para producirlos. Eso comporta además la adopción de la moneda y el sistema de unidades de medida romano, etc.
- Adopción progresiva del latín por parte de los estratos populares.
- Aceptación generalizada del derecho romano.
- Abandono definitivo de ciertos elementos autóctonos y homogeneización de la cultura material con la metrópoli romana.
El culmen de la romanización llegó en algunos lugares con la concesión del la ciudadanía romana a los habitantes del lugar, que fue general en el año 212.[1]
Abandono de las lenguas autóctonas
Los testimonios del abandono de las lenguas indígeneas difieren grandemente de un lugar a otro:
- En la Galia existe un cierto número de inscripciones en galo hasta bien entrado el bajo imperio.
- En cambio en Etruria la lengua etrusca cesó rapidamente, probablemente estaba extinguida en el siglo I o II.
- En el norte de África el uso del púnico se extendió al menos hasta el siglo IV, tal como es mencionado por Agustín de Hipona.
- Por otra parte, en regiones como Aquitania, Palestina, Grecia o Egipto las lenguas autóctonas fueron continuamente usadas y jamás se dio la substitución total por el latín.
En muchos lugares donde la lengua autóctona era una lengua usada en inscripciones epigráficas, la desaparición de las mismas, fue precedida de una fase de amplio bilingüismo como testimonian un número importante de inscripciones bilingües.
Referencias
- ↑ a b Microsoft. «Artículo Romanización en la enciclopedia Encarta». Consultado el 25 de marzo de 2008.
Véase también
Categorías: Cultura de la Antigua Roma | Asimilación cultural
Wikimedia foundation. 2010.