Rosa Markmann Reijer
Rosa Markmann y su esposo Gabriel González Videla, en una visita a Estados Unidos en 1950, junto a los Truman.
Primera Dama de Chile (cargo protocolar)
4 de noviembre de 1946 – 4 de noviembre de 1952
Presidente	Gabriel González Videla
Precedido por	Marta Ide Pereira
Sucedido por	Graciela Letelier Velasco
Datos personales
Nacimiento	30 de julio de 1907  Chile, Taltal
Fallecimiento	12 de junio de 2009 , 101 años  Chile, Santiago de Chile
Cónyuge	Gabriel González Videla
Hijos	3 (dos de ellos fallecidos)[1]
Religión	Protestantismo

Rosa Markmann Reijer de González Videla (* Taltal, Chile, 30 de julio de 1907 - † Santiago, Chile, 12 de junio de 2009) fue Primera Dama de la República de Chile entre 1946 y 1952, durante el mandato presidencial de su marido, el ex Presidente Gabriel González Videla.

Para muchos fue la Eva Perón de Chile, ya que casualmente era la primera dama al mismo tiempo que Evita en Argentina. Ambas eran rubias y usaban un peinado similar compuesto por trenzas. La elegancia de la señora Rosa fue su sello personal.

Llamada La Madre del Mundo.

Tras su muerte la prensa chilena la nombró la Primera Dama más hermosa de Chile.

Biografía

Conocida por su apodo de "Mitty", proviene de una familia de origen alemán. Nació en la ciudad de Taltal y sus padres fueron Juan Markmann Villagrán (alto funcionario del Banco de Chile) y Ana Reijer Silva.^[2] Su abuelo materno fue cónsul en Suecia. Originalmente el apellido de su madre era Reicher.

Su bisabuelo paterno Guillermo Markmann, provenía de Hamburgo, era un médico cirujano, fundador del Hospital San Fernando y como la Señora Rosa lo dijo, su bisabuelo gastaba su fortuna en el bienestar de sus enfermos.

Desde que era primera dama las personas e incluso la prensa local especulaba sobre sus orígenes israelitas, no está claro si alguna vez lo confirmó o negó. Su familia paterna era protestante y ésa fue su religión hasta que se convirtió al catolicismo al momento de su casamiento, debido a que su marido era católico.

Durante su infancia sufrió algunas discriminaciones por sus orígenes alemanes y no pudo asistir al Colegio Británico, pues era la época de la Primera Guerra Mundial, y debido a que su familia paterna era protestante, tampoco el Colegio Católico era una opción. Estudió hasta los doce años con profesores particulares en casa, pero por su insistencia y la de su hermana Laura de recibir una educación formal fueron admitidas en un colegio de varones, siendo las únicas mujeres y las mejores alumnas de la institución.

Fue reina de belleza en su adolescencia, siempre moderna y adelantada a su época, aprendió a conducir un auto desde la edad de diecisiete años. Soñaba con estudiar arquitectura, lamentablemente su padre no se lo permitió.

A los catorce años se mudó con su familia a Santiago y es ahí donde conoce al abogado Gabriel González Videla. Se casaron en 1926; con él compartió los horrores de la Segunda Guerra Mundial, cuando éste fue embajador en París, y posteriormente en 1946 se convierte en la Primera Dama de Chile. La Señora Rosa fue la primera en su cargo en tener un despacho en el Palacio de La Moneda, además fue ella quien redecoró el Palacio con finos muebles, pinturas y antigüedades que había traído con su esposo de Francia. Gran impulsora del voto femenino en su país, ella convocó a las mujeres para que fueran juntas a exigir su derecho al voto en el Congreso Nacional de Chile (cuando su sede estaba en Santiago). Siempre estuvo atenta a resolver las urgencias de los más desposeídos y humildes. Creó la Asociación de Dueñas de Casa, el Comité Nacional de Navidad. Otros logros muy importantes que consiguió fue: la ley de protección a la mujer embarazada y la modificación del Código Civil para que se legalizara la mayoría de edad femenina. Anterior a ésta ley la mujer chilena no tenía derecho a firmar, el esposo decidía sobre ella y podía vender sus propiedades en contra de la voluntad de la mujer.

Amante de la alta costura europea, adoraba vestir trajes sastre, blancos en verano, oscuros en invierno. En joyas, prefería usar perlas y sobre su cabeza coronada por su ya característica trenza grandes sombreros modernos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la señora Rosa, recién llegada de París se convirtió en todo un ícono de la nueva y elegante moda europea en Chile. También durante sus años de Primera Dama, fue el espejo para el resto de las mujeres, de la perfecta dama y madre del país.

Gabriel González Videla junto a su esposa Rosa Markmann Reijer en una visita a Estados Unidos.

Acompañó a su marido a la visita del Territorio Chileno Antártico, para la inauguración de la Base General Bernardo O'Higgins en 1948; su esposo fue el primer líder en el mundo en visitar el Continente helado. Realizaron una visita de estado en los Estados Unidos, donde fueron invitados de honor por el presidente Harry S. Truman. Truman había enviado su avión privado especialmente para que llevara a los Gonzalez desde Santiago a tierra estadounidense. En esa ocasión, la prensa americana destacó la elegancia y glamour de la pareja presidencial chilena. La hermosa primera dama rubia, de conmovedores ojos claros no paró de llamar la atención ni miradas de fotógrafos.

En The Waldorf-Astoria Hotel de Nueva York le otorgaron el reconocido título de "Madre del Mundo", por el Comité Internacional de Madres de Norteamérica.

Entre otras visitas de estado se destaca su viaje a Brasil junto a su marido donde fueron recibidos con todos los honores, posteriormente se trasladaron a la Argentina, donde les esperaba en el aeropuerto el General Juan Domingo Perón.

Fue una ferviente partidaria del régimen militar del general Augusto Pinochet. Después de 1989 se alejó de la vida pública. Falleció a los 101 años, el 12 de junio de 2009 en su hogar de Las Condes.^[3]

Sus restos fueron velados en Santiago y posteriormente fueron trasladados al Museo Gabriel González Videla en La Serena, el edificio donde se encuentra el museo fue la antigua mansión donde ella y su marido habitaron. Miles de serenenses acompañaron a la familia hasta el Cementerio General donde depositaron los restos de la ex primera dama en el Mausoleo González Videla, junto a su marido.

En sus funerales, la ex primera dama Lucía Hiriart de Pinochet, la describió como "Una muy buena amiga, muy gentil y de gran sentido social".

Referencias