- Socialismo árabe
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El socialismo árabe (ar. الاشتراكية العربية, al-ishtirākīya al-‘arabīya) es una ideología política basada en una combinación de panarabismo y socialismo. Su influencia intelectual y política llegó a su cenit durante la década de 1950 y 60, cuando constituyó la base ideológica del Partido Árabe Socialista Baaz y, en menor grado, del movimiento de Gamal Abdel Nasser en Egipto. El concepto de socialismo árabe no debe ser confundido con la tradición mucho más amplia de pensamiento socialista en el mundo árabe, que precedió al socialismo árabe en 50 años. El socialismo árabe llegó a implementarse principalmente en Egipto, Siria, Libia, Irak y en alguna medida en los Territorios Palestinos mediante el Fatah, aunque dichos movimientos han sido variopintos.
Usualmente el socialismo árabe se encuentra enfrentado al fundamentalismo islámico patrocinado por Irán y promovido por partidos como el Hezbolá libanés, el Hamás palestino y los Hermanos Musulmanes egipcios (aliados de Irán), y enfrentado también con las monarquías conservadoras árabes en Arabia Saudí, Kuwait y los emiratos de la Península Arábiga.
El término de socialismo árabe fue acuñado por Michel Aflaq, uno de los fundadores del Partido Baaz, para distinguir su ideología socialista del socialismo puramente marxista y de otros tipos de socialismo desarrollados en Europa o en otros países no occidentales (China, URSS, etc.), y para destacar su autenticidad y originalidad. Para Aflaq, el socialismo árabe era una consecuencia necesaria de la búsqueda de la unidad y libertad árabe, pues sólo un sistema socialista de propiedad y desarrollo podría superar el atraso social y económico de los pueblos árabes, atraso considerado una herencia negativa del colonialismo, el cual a su vez era visto como un producto del capitalismo europeo. Al mismo tiempo, las tesis de Aflaq rechazaban con fuerza el marxismo ortodoxo y sus derivaciones (como la interpretación leninista establecida como ideología oficial de la URSS), pues consideraba que sus fundamentos eran materialistas, internacionalistas y promovían el ateísmo, por lo cual esta clase de marxismo era imposible de aplicar a la situación árabe.
Mientras el socialismo árabe abrazaba gran parte del programa económico y social del socialismo de estilo soviético, sus divergentes fundamentos intelectuales y espirituales impusieron algunos límites a su potencial revolucionario: la propiedad de los medios de producción sería nacionalizada, pero sin cuestionar valores tradicionales árabes como la propiedad privada y los derechos de herencia. Las estructuras sociales que el marxismo leninismo condenaba como "primitivas" como el feudalismo, el nomadismo, el tribalismo y el faccionalismo religioso serían ciertamente superadas, pero jamás permtiendo que ello cortase los lazos interpersonales que constituían la unidad de la sociedad árabe. Inclusive la importancia del Islam y de la ley religiosa islámica se mantuvieron, sin ser jamás desafiadas por los líderes del socialismo árabe en tanto constituían costumbres que habían configurado gran parte de la identidad cultural de sus sociedades.
Las manifestaciones económicas más notables del socialismo árabe fueron la reforma agraria en Egipto (1952), Siria (1963) e Irak (1970) y la nacionalización de las principales industrias y la banca en esos países, así como en Túnez y Argelia, que adoptaron de modo entusiasta varios postulados del socialismo árabe. No obstante, los resultados obtenidos fueron insuficientes, o simplemente negativos, y por ello en Egipto, Túnez, y Siria, muchas de esas políticas ya han sido revertidas a partir de la década de 1980. Tuvieron mayor éxito en Iraq, posiblemente debido a la enorme riqueza petrolera del país, hasta el comienzo de la guerra con Irán en 1980.
A medida que los partidos Baaz en Iraq y Siria se transformaron gradualmente de movimientos de liberación con fines ideológicos a aparatos puramente gubernativos, se tornaron en elementos de una burocracia administrativa cuando no aliados de simples dictaduras. Ante ello, el socialismo árabe perdió gran parte de su importancia política internacional como "fuerza ideológica" y dejó de ser la ideología básica de muchos movimientos políticos.
Otros factores ayudaron en su declive: la victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días mostró las primeras divisiones entre países que habían abrazado las ideas del socialismo árabae (como Egipto y Siria). Luego la Crisis del petróleo de 1973 mostró asimismo la gran fuerza económica y política de países árabes totalmente opuestos al socialismo, como las monarquías absolutistas de Arabia Saudita, Kuwait, o de los Emiratos Arabes Unidos, cuestionando los resultados reales del socialismo árabe.
La ruptura de Egipto con la URSS tras la ascensión al gobierno de Anwar al-Sadat, terminó por debilitar el apoyo internacional de la URSS al socialismo árabe, lo cual se vio agravado tras el inicio de la Guerra de Afganistán (1978-1992). Para esa fecha numerosas políticas del socialismo árabe aún no generaban grandes resultados en favor de los países implicados.
Hoy, el socialismo árabe ha perdido gran parte de su importancia política e ideológica, aunque sus ideas de igualitarismo social y de búsqueda de una "tercera vía" entre el capitalismo "egoísta" y el socialismo "antirreligioso" siguen siendo importantes en el pensamiento político árabe moderno.
Referencias
Categorías:- Tipos de socialismo
- Nacionalismo árabe
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