- Manuel Matallana Gómez
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Manuel Matallana Gómez General (Estado Mayor) Años de servicio 1909 - 1939 Lealtad Reino de España
II República EspañolaServicio/rama Ejército de Tierra
Ejército PopularCondecoraciones Gran Cruz de San Hermenegildo Mandos - Estado Mayor del Ejército del Centro (1937-38)
- Estado Mayor del GERC (1938-39)
Participó en Ver listaGuerra de Marruecos
Guerra Civil Española
- Batalla de Brunete
- Campaña del Levante
- Ofensiva de Valsequillo
- Rendición republicanaNacimiento 25 de diciembre de 1894
Madrid EspañaFallecimiento 1952
Madrid EspañaManuel Matalla Gómez (Madrid, 25 de diciembre de 1894 - Íbidem, 1952) fue un militar español que participó en la Guerra Civil Española, jugando un importante papel al final de la contienda. Dada su actitud dudosa en los últimos meses, ello motivó que posteriormente fuera acusado de pertenencia a la Quinta columna y colaboracionismo con agentes franquistas. Lo cierto es que en marzo de 1939 mantuvo contactos con agentes franquistas para establecer las condiciones de la rendición y, una vez fracasados los mismos, firmó la orden en que ordenaba la rendición incondicional de todas las tropas republicanas.
Contenido
Biografía
Carrera militar
Nacido en Madrid en 1894, lo hace en el seno de una familia conservadora y de alto nivel social. Como hijo de un capitán de infantería, Matallana seguirá también la carrera castrense.[1] Entre 1909 y 1912 realizó sus estudios en la Academia Militar de Infantería de Toledo, participando posteriormente en la Guerra de Marruecos durante varios periodos alternos. En 1923 marchó a la Escuela Superior de Guerra de Madrid, donde estuvo cursando sus estudios de Estado Mayor durante 3 años, licenciándose con el Diploma de Estado Mayor.[2]
Se encontraba destinado en la La Coruña (en la Capitanía General de Galicia) cuando se produjo la proclamación de la Segunda República Española, a la que pronto juró fidelidad junto a gran parte del Ejército español.[3] Por sus anteriores servicios en la Campaña de Marruecos, en ésta época fue condecorado con la Gran Cruz de San Hermenegildo.[4] Aunque durante ésta época se mantuvo en la carrera castrense y continuó con su formación militar, también se interesó por la Jurisprudencia y en 1934, tras realizar sus estudios, obtuvo la Licenciatura de Derecho.[4]
Guerra Civil Española
Tras el Golpe de Estado del 18 de julio de 1936 dio comienzo la Guerra Civil Española, manteniéndose fiel a la República y ocupando en los primeros meses de la contienda diversos puestos burocráticos de poca importancia.[5] El 21 de mayo de 1937 sustituyó a Vicente Rojo en la jefatura del Estado Mayor del Ejército del Centro, aunque volvió a colaborar con él nuevamente a propósito de la planificación de la Ofensiva de Brunete.[5] Aunque el ataque republicano fracasó, en septiembre del mismo año fue ascendido a Coronel.[5]
El 30 de abril de 1938, tras el corte en dos de la zona republicana, pasó a ocupar la jefatura de Estado Mayor de recién creado Grupo de Ejércitos de la Región Central (GERC), y desde allí planificó la defensa de Valencia frente a la nueva amenaza franquista que se cernía sobre la capital levantina.[6] Como parte del dispositivo defensivo dirigió las obras para la construcción de la Línea XYZ (también conocida Línea Matallana), un sistema de defensa en profundidad que se alargaba desde la Provincia de Teruel hasta el Mar Mediterráneo. El asalto franquista largamente esperado comenzó en junio con una gran concentración de unidades militares y aunque lanzó numerosas acometidas, las tropas republicanas lograron resistir la embestida. Por la reciente victoria defensiva en Valencia, el 16 de agosto Matallana fue ascendido al Generalato.[6] En los últimos meses de 1938 estuvo colaborando con Vicente Rojo y encargado de la planificación y organización del Plan P, una proyectada ofensiva republicana sobre los frentes de Extremadura y Andalucía que contaría con un desembarco señuelo en Motril.[7] Matallana, que al principió colaboró plenamente en su planificación, terminó oponiéndose abiertamente y después de poner numerosas quejas y negativas, el Plan se suspendió finalmente.[8] El fracasado Plan P fue sustituido por una ofensiva menor en el Frente de Extremadura, comenzada en 5 de enero de 1939, pero a pesar de los avances y el territorio conquistado el resultado fue decepcionante y a principios de Febrero las tropas republicanas habían vuelto a su punto de partida.[7] La deficiente actuación del Ejército Popular en esta ofensiva volvió a plantear numerosas dudas sobre Matallana, cuyo Cuartel General había emitido numerosas órdenes contradictorias (en especial, prohibiendo nuevas ofensivas y ralentizando el avance).[7] Matallana, por otra parte, mantenía cada vez una actitud más derrotista, en especial después de la derrota republicanas en la Batalla del Ebro y la Campaña de Cataluña.[7] Lo cierto es que desde comienzos de año la Quinta columna madrileña venía tanteando la lealtad de Matallana y otros oficiales, y Matallana empezaba a contactar con agentes secretos del servicio secreto franquista.[9]
El 16 de febrero asistió a una reunión en el Aeródromo de Los Llanos (Albacete) entre el Presidente del gobierno Negrín y los principales dirigentes militares republicanos,[10] a la que asistieron los generales Menéndez, Miaja, Escobar y Moriones, y el Almirante Buiza.[11] Se expuso la necesidad de negociar con Franco el final de la guerra, en vista de la pésima situación militar de la República. Matallana dijo que era una locura continuar la lucha y apeló al humanitarismo del Jefe del gobierno.[11] Si bien no se decidió el final de la guerra, algunos militares republicanos liderados por el Coronel Casado estaban conspirando contra el gobierno y el presidente Negrín para dar un golpe de estado, hacerse con el control del resto de la España republicana y negociar el final de la guerra con Franco.[11] [12] Hacia finales de febrero la actividad de Matallana fue intensa, en especial en el envío de informes al Cuartel general franquista en los que informaba de cuáles serían los puntos de menor resistencia en caso de lanzarse una ofensiva general contra el Grupo de Ejércitos de la Región Central.[13] [12]
Cuando la planeada sublevación se produjo finalmente el 5 de marzo (con la proclamación del Consejo Nacional de Defensa) Matallana se encontraba junto a Negrín en su cuartel general de Elda, sin manifestar entonces al presidente su connivencia con los golpistas aunque después se uniera abiertamente a ellos.[14] El 9 de marzo, en vista de la resistencia de las unidades comunistas frente a la sublevación casadista, Matallana confesó a los agentes franquistas, «casi con lágrimas en los ojos», que esperaba que una ofensiva general de Franco liberara Madrid.[15] El golpe de estado, no obstante, triunfó finalmente y a partir de entonces él y Casado se convirtieron en los principales interlocutores con agentes franquistas.[16] En las últimas semanas de marzo se encargó de la represión de los comunistas participantes en la resistencia contra el golpe de Casado y cuando se produjo la Ofensival final de los Ejércitos franquistas, el 29 de marzo emitió las órdenes y disposiciones finales por las que ordenaba la rendición de los Ejércitos republicanos, lo que facilitó en gran medida el avance franquista y el final de la guerra.[12] Mucho se ha dicho en torno a esta actitud, que parece más dirigida a obtener compensaciones y un buen trato de cara a los juicios futuros por el régimen franquista.[12]
Represaliado y últimos años
Detenido en Valencia el 29 de marzo, el 9 de agosto fue juzgado por un Consejo de Guerra sumarísimo.[17] No obstante, aunque el enemigo valoró sus anteriores servicios prestados a la causa nacional, no se libró de las represalias del bando franquista y el Consejo de guerra le condenó a 30 años de cárcel, pero por órdenes de Franco el 5 de julio de 1940 la pena le fue reducida considerablemente.[17] Después de cumplir la pena de cárcel, pasó sus últimos años de vida entre estrecheces económicas y miserias. En 1952 intentó que se le reconociera su graduación militar en el Ejército Popular aduciendo a que su causa había prescrito ya, pero todo en vano, ya que no consiguió ningún cambio. Moriría poco después, en 1952, cuando solo contaba con 58 años.[18]
Fuentes
Bibliografía
- Beevor, Antony (2005). La Guerra Civil Española. Barcelona : Crítica. ISBN 8484326653.
- Ramón Salas Larrazábal, Historia del Ejército Popular de la República. La Esfera de los Libros S.L. ISBN 84-9734-465-0
- Suero Roca, M. Teresa; Militares republicanos de la Guerra de España. Ediciones Península Ibérica, Barcelona, 1981. ISBN 84-297-1706-4
- Thomas, Hugh; Historia de la Guerra Civil Española. Círculo de Lectores, Barcelona, 1976. ISBN 84-226-0874-X.
Referencias
- ↑ M. Teresa Suero Roca, pág. 161
- ↑ M. Teresa Suero Roca, pp. 161-163
- ↑ M. Teresa Suero Roca, pág. 164
- ↑ a b M. Teresa Suero Roca, pág. 165
- ↑ a b c M. Teresa Suero Roca, pp. 165-166
- ↑ a b M. Teresa Suero Roca, pp. 166-167
- ↑ a b c d M. Teresa Suero Roca, pp. 169-173
- ↑ Hugh Thomas, pág. 932, llega a insinuar que esta negativa se debía a una abierta traición de Matallana, en connivencia con los franquistas y la Quinta Columna en Madrid.
- ↑ Hugh Thomas, pp.950-952
- ↑ R. Salas Larrazábal, Vol. IV, pp. 3.392-3.398
- ↑ a b c Hugh Thomas, pág. 957
- ↑ a b c d M. Teresa Suero Roca, pp. 175-184
- ↑ Hugh Thomas, pág. 962
- ↑ Hugh Thomas, pp. 969-970
- ↑ Hugh Thomas, pág. 974
- ↑ Hugh Thomas, pp. 976-980
- ↑ a b M. Teresa Suero Roca, pág. 190
- ↑ Hugh Thomas, pág. 1018
Enlaces externos
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