- Pendón de San Isidoro
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El pendón de San Isidoro o pendón de Baeza es un emblema vexilológico del siglo XIV (probablemente elaborado en su configuración primitiva entre 1350 y 1375), que muestra a Isidoro de Sevilla como caballero guerrero y refleja una leyenda sobre la toma de Baeza en una batalla que ayudó a ganar el santo letrado consolidada a finales del siglo XIII. Las fuentes históricas primarias fiables confirman, por contra, que Baeza se rindió por capitulación, y no mediante una batalla. Por otro lado, la versión legendaria que databa el pendón en tiempos de Alfonso VII es falsa, pues el pendón fue elaborado con motivo de la refundación de una cofradía que, inicialmente, solo fue de ayuda y sufragio a los difuntos de esta sociedad, y no tenía ningún cometido militar. Además el pendón es posterior a la leyenda hagiográfica del siglo XIII, y es esta leyenda la que proporcionó los elementos que se reflejaron en la segunda mitad del siglo XIV en la elaboración del pendón isidoriano. En el año 1900 se reestructuraron los elementos figurados del pendón, originalmente dispuestos en una bandera farpada, entre los que destacan la imagen del santo sevillano armado a caballo, una nube de la cual sale una mano, que empuña una espada y una estrella, en alusión a Santiago el Mayor y representaciones heráldicas de Castilla y León. Estos elementos se dispusieron en un paño de tafetán carmesí adamascado.
La presencia de las armas del Reino de Castilla, que son posteriores a 1231, constituían un anacronismo en el planteamiento tradicional de situar su datación bajo Alfonso VII, que había sido soslayado mediante el recurso de explicar su presencia como producto de una interpolación posterior, si bien esta no fue demostrada.
El pendón refleja una leyenda historiográfica del siglo XIII que relata que en el verano de 1147, cuando las tropas de Alfonso VII, que avanzaban hacia Almería, se vieron frenadas por la resistencia musulmana en la ciudad de Baeza, el ejército cristiano preparó un cerco militar en torno a la ciudad con el fin de conquistarla, pero la resistencia musulmana desbarató las expectativas de Alfonso VII. Cuenta la leyenda que cuando las huestes leonesas estaban a punto de levantar el cerco a la ciudad, intervino San Isidoro en apoyo de los cristianos y de esta forma el emperador entró triunfante en Baeza.
Actualmente el pendón es considerado reliquia nacional con honores de Capitán General y alférez perpetuo en la persona del Jefe del Estado Español: Juan Carlos I.
Debido a su gran importancia histórica para León, una de las calles de la ciudad de León lleva su nombre: calle del Pendón de Baeza.
Se conserva bajo estrictas medidas de conservación y de seguridad en el Museo de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, en León.
Fuentes
- Alberto Montaner Frutos, «El pendón de san Isidoro o de Baeza: sustento legendario y constitución emblemática», Emblemata, 15 (2009), págs. 29-70. ISSN 1137-1056
Categoría:- Banderas históricas de España
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