- Goleta Covadonga
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Virgen de Covadonga Banderas Historial Astillero Arsenal de la Carraca
Cádiz, EspañaClase Clase Covadonga (8 buques) Tipo Goleta Autorizado 10 de junio de 1857 Iniciado 13 de febrero de 1858 Botado 28 de noviembre de 1859 Asignado 8 de octubre de 1858 Destino Armada de España: Capturado por Chile
Armada de Chile: Hundida por Perú, en ChancayCaracterísticas generales Desplazamiento 630 toneladas Eslora 48,5 metros Armamento 1865: • 3 cañones
• 3 cañones de 40 lb(*)
1879: • 2 cañones de 70 lb
• 2 cañones de 9 lb(*)
(*) Instalados después del 21 de Mayo de 1879Propulsión Calderas tubulares a carbón, con 480 tubos con un total de potencia de 160 caballos de fuerza Potencia 160 C.V. Velocidad 7 nudos (12,96 km/h) La Virgen de Covadonga, conocida también como Covadonga, fue una goleta construida en España y botada en 1859. Durante la Guerra Hispano-Sudamericana (1863-1866), fue capturada por las fuerzas chilenas a término de la acción naval de Papudo, e incorporada a la Armada de Chile. Tras ser destinada a misiones de exploración, más tarde fue asignada a la escuadra chilena que participó en la Guerra del Pacífico (1879-1883). Resultó hundida el 13 de septiembre de 1880, tras explotar durante un ataque frente a la costa peruana de Chancay, en el que falleció su comandante y 31 miembros de su tripulación.
Contenido
Construcción y Puesta en Servicio
Su construcción fue ordenada por Orden Real el 10 de junio de 1857. Su quilla fue puesta en grada, en el arsenal naval de Cádiz, España el 13 de febrero de 1858. Fue lanzada el 28 de noviembre de 1859. La nueva embarcación fue comisionada por Orden Real el 8 de octubre de 1858. El costo total de la construcción ascendió a 5 millones de reales de Vellon. Fue destinada originalmente como buque correo entre Manila y Hong Kong, siendo su puerto la base naval de Manila en las islas Filipinas.
La Covadonga en la marina española estaba artillado con 2 bomberos u obuses de 20 centímetros, que disparaban proyectiles de 68 libras. Estaban montados en el centro, con un sector de fuego de 46 grados, 23 a cada lado perpendicular a la quilla. Cuando fue capturado por Chile, se le agregó un cañón de ánima lisa de 68 libras en la proa.
Cuando se inició la Guerra del Pacífico, la Covadonga estaba artillado con 2 cañones Armstrong de 70 libras. En septiembre de 1879 se le agregó 3 cañones Armstrong de 40 libras y 2 de 9 libras. En 1880 se le agregó un cañón de tiro rápido Hotchkiss de 37 milímetros.
Características generales
La Covadonga tenía casco de madera de 48,5 m de eslora que desplazaba 630 t. Su sistema de propulsión era mixto, máquina a vapor y vela. Su máquina, construida por la Factoría Nº 4 del Ferrol, era capaz de generar 160 CV, lo que le permitía alcanzar un andar de 7 kn. Sus calderas eran tubulares, con 480 tubos.
Usada en exploraciones
En septiembre y octubre del año 1874, el capitán de fragata don Ramón Vidal Gormaz, al mando de la Goleta Covadonga efectuó una exploración de las islas Desventuradas, como asimismo algunos estudios hidrográficos y oceanológicos, emitiendo al respecto un amplio e interesantísimo informe, publicado en 1875 en el "Anuario Hidrográfico de la Marina de Chile".[1]
"El 15 de septiembre de este año, después de entregar el mando de la estación de Mejillones i de haber esperado inútilmente por diez días la llegada del naturalista, que me anunciaban las instrucciones, me dirijí en demanda de las islas San Félix y San Ambrosio. Vientos variables i calmosos del segundo cuadrante sólo me permitieron llegar a las islas a la madrugada del día 26. Al reconocerlas demoraba San Ambrosio por la serviola de estribor i San Félix por la de babor, en circunstancias que gobernaba al N. 50E E. Distaba la primera según la fantasía, 21 millas. En este momento San Ambrosio se dibujaba en el horizonte como una masa oscura de laderas abruptas i de cima lijeramente encorvada. San Félix, que distaba como 11 millas, sólo alzaba sobre el horizonte su morro N.O.; abriéndose hacia el oriente el pequeño espinazo del islote González, afectando ambos la forma cónica".
Capitán de fragata don Ramón Vidal Gormaz[2]Operaciones Bélicas
Guerra Hispano-Sudamericana (1863-1866)
Véase también: Combate Naval de PapudoLa goleta Covadonga sirvió como embarcación auxiliar a la flota española del Pacífico. Fue capturada por la corbeta Esmeralda, comandada por el capitán Juan Williams Rebolledo, en el combate naval de Papudo el 26 de noviembre de 1865.
Su captura motivó el suicidio del almirante español Juan Manuel Pareja. Por Decreto Supremo del 4 de diciembre de 1865, se dispuso que la goleta conservaría su nombre original. La Covadonga fue comisionada en la Armada de Chile el 4 de diciembre de 1865. Participó, ya con bandera chilena, en el Combate Naval de Abtao.
Guerra del Pacífico (1879-1883)
La Covadonga participa en el bloqueo del puerto de Iquique, al mando de Carlos Condell de la Haza. El 16 de mayo, Juan Williams Rebolledo, decide atacar el puerto peruano de El Callao, zarpando desde Iquique con todos los buques disponibles, a excepción de la goleta Covadonga, la corbeta Esmeralda y el transporte Lamar. Williams deja como Jefe de Bahía al Comandante Arturo Prat Chacón. El 21 de mayo de 1879 la Covadonga participa brevemente en el Combate naval de Iquique. Ese mismo día la fragata blindada peruana Independencia encalla mientras perseguía a la goleta en el denominado Combate Naval de Punta Gruesa.
A mediados de 1879, el mando de la Covadonga recae en el capitán de corbeta Manuel Jesús Orella, con el que participa en el combate naval de Angamos.
La Covadonga participó en el bloqueo de Arica desde abril de 1880. Después de la batalla de Arica, se le envía al bloqueo del Callao, en donde es comisionado, el 21 de agosto, al bombardeo de Ancón. El 1 de septiembre se le comisiona el bombardeo de Chancay, para relevar a la cañonera Pilcomayo. A los pocos días, el capitán Orella deja el mando de la Covadonga para asumir el de la corbeta O'Higgins, quedando al mando de la Covadonga un oficial de la O'Higgins, el capitán de corbeta Pablo de Ferrari.
Hundimiento peruano de la Covadonga
Para evitar que algún buque se pierda por alguna trampa o torpedo, el contraalmirante Galvarino Riveros, Comandante General de la Escuadra de Chile, había instruido el 7 de julio de 1880 a todos los comandantes de los buques que no se reconociese ninguna embarcación sin permiso previo de la nave de la insignia.
El 13 de septiembre de 1880, la Covadonga estaba a 500 m de la playa de Chancay, disparando para destruir el puente ferroviario, pero al no divisarlo, se decidó disparar sobre una lancha y un bote elegante que estaban a 300 m del puerto. A las 3:40 pm todavía quedaba el bote a flote, por lo que el capitán Ferrari, comandante de la Covadonga, mandó a examinarlo y mientras se izaba la embarcación, explotó a su costado. En esta acción mueren su Comandante Pablo Ferrari y 31 hombres de su tripulación, dentro de los cuales estaba el contramaestre Constantino Micalvi, sobreviviente del Combate naval de Iquique. Fueron hechos prisioneros 48 sobrevivientes y otros 29 se salvaron en un bote que llegó hasta Ancón a las 10 pm, siendo recogidos por la cañonera chilena Pilcomayo.
La Covadonga sumergida
En días posteriores al hundimiento de esta nave, los primeros en bucear y explorar sus restos fueron los propios chilenos, quienes extrajeron parte de la artillería y otros objetos de valor del buque; luego de ello, procedieron a dinamitar lo que quedaba de él a fin de evitar fueran visitados por buzos peruanos.
Concluida la guerra, el primer esfuerzo para rescatar objetos de valor de la cañonera chilena, fue autorizado por el Gobierno peruano mediante resolución suprema del 10 de octubre de 1885, la misma que otorgó un permiso para que privados extrajesen diversos objetos del pecio, con la obligación que dejaran limpio el bajo ocasionado por la nave hundida. Estos trabajos ocasionaron que además de los daños sufridos por la nave al momento de ser hundida, la misma fuera depredada, así como sometida a diversas explosiones con la finalidad de demolerla y aclarar el fondo marino para que no constituyera un peligro a la navegación.
En el año 1959, la Capitanía de Puerto del Callao autorizó a los señores Diego Cordero y Alfredo Biffi para extraer objetos que aún pudieran existir, los mismos que luego fueron entregados en mayo del mismo año al Museo Naval del Perú sede Callao para su restauración y exhibición. Para efectuar tales trabajos, la Marina apoyó con la grúa “Alcatraz” y los remolcadores BAP Dueñas y BAP Olaya. Entre los mismos se encontraban dos cañones y el cabrestante de la nave chilena.
Posteriormente, en 1987, la Marina de Guerra del Perú dispuso que el Servicio de Salvamento con la Dirección de Hidrografía y Navegación inspeccionaran el pecio, a fin de determinar la viabilidad de su reflotamiento. En aquella oportunidad, de los estudios in situ efectuados por buzos y especialistas de ambas dependencias de la marina, se informó que las posibilidades de reflotamiento o la recuperación del casco eran absolutamente negativas dado que se pudo apreciar la ausencia total de la superestructura, cubierta principal, compartimentos, así como la inexistencia del forro del casco y estructuras en ambas bandas, existiendo solamente la quilla, los maderos de la roda, el codaste, la parte inferior del casco y algunas cuadernas que se hallaban bastante débiles.[3]
Quedó en claro en aquella ocasión y así fue informado, que cualquier intento de reflotar los restos de la Covadonga, ocasionarían que se deterioraran aún más, lo que se complicaba también por la inexistencia de puntos firmes de donde se pudiera efectuar una maniobra de izado.En el año 1993, la Municipalidad de Chancay, recibió varios objetos extraídos de los restos de la Covadonga por pescadores locales, entre ellos el medallón de bronce obsequiado por la juventud de Santiago y Valparaíso con ocasión del Combate de Punta Gruesa; una tetera de peltre, proyectiles de diversos calibres; una perilla y bisagra de bronce, así como un lastre de plomo. Dichos objetos fueron restaurados por técnicos especialistas contratados por la Marina de Guerra del Perú y luego entregados al museo de sitio existente en Chancay.
Finalmente, entre los años 1997 y 1999, un grupo de especialistas integrado por oficiales, personal y miembros de la Asociación Nacional Pro-Marina (entre ellos el finado Rómulo Rubatto, uno de los impulsores de la recuperación de sus restos), efectuó diversos trabajos para extraer y poner en valor los objetos que aún existían entre los remanentes del casco de la Covadonga. De manera coincidente con los trabajos efectuados, una bolichera de la compañía pesquera Austral, halló accidentalmente una de las anclas de la cañonera chilena, la misma que fue entregada para su restauración, la que se pudo efectuar con apoyo de la industria privada.
Hoy en día, los restos de la que fuera alguna vez la goleta Covadonga, aún se hallan descansando en el fondo de la bahía de Chancay, y la mayor parte de las piezas extraídas a lo largo del tiempo, se hallan principalmente en tres lugares, en el Museo Naval del Perú, sede Callao, en el Museo de la Fuerza de Operaciones Especiales (en la Base Naval del Callao) y en el Museo de Sitio de la Municipalidad de Chancay.
Comandantes de la Covadonga
Véase también
- Combate Naval de Papudo
- Anexo:Buques retirados de la Armada Española
Referencias
- ↑ Vidal Gormaz, Ramón: "Exploración de las islas San Félix y San Ambrosio por la cañonera Covadonga". Anuario Hidrográfico de laMarina de Chile, año I. Santiago de Chile, Imprenta Nacional,1875
- ↑ LAS ISLAS DESVENTURADAS Jaime Rivera Marfán *
- ↑ Rodríguez Asti, John (28 de agosto de 2010). «La cañonera chilena Covadonga: una breve historia de los intentos por recuperar sus restos y su estado actual» (en español). Consultado el 28 de agosto de 2010.
Bibliografía
- Bulnes, Gonzalo (1914). Guerra del Pacífico, Tomo II. Valparaíso: Sociedad Imprenta y Litografía Universo.
- Fuenzalida Bade, Rodrigo (1978). La Armada de Chile: Desde la Alborada al Sesquicentenario (1813-1968), Tomo III. Santiago de Chile: Empresa Periodística Aquí Está.
- García Martínez, José Ramón (1994). El Combate del 2 de mayo de 1866 en el Callao. Madrid: Editorial Naval.
- Yábar Acuña, Francisco (2001). Las Fuerzas Sútiles y la defensa de costa en la Guerra del Pacífico. Lima: Fondo de Publicaciones Dirección de Intereses Marítimos.
- Vicuña Mackenna, Benjamín (1881). Historia de la Campaña de Lima. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes.
- Chile, guerra y corazón cápitulo 21. (Libro 3)
Enlaces externos
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