- Ernesto Miranda
-
Ernesto Miranda
Ernesto Miranda Rivas (n. San Carlos 1911, Chile - † 17 de octubre de 1978, Chile). Dirigente obrero chileno.
Comenzó su militancia en el movimiento obrero chileno en 1932, a la edad de 20 años, donde conoció tempranamente el anarquismo, desempeñándose laboralmente en la industria del calzado como cortador de forros. Se destacó en las luchas contra el nazismo criollo, en las luchas callejeras, como asimismo en la acción organizativa de los obreros chilenos. Fue detenido y relegado innumerables veces. Además de ser Secretario General de su gremio (cuero y calzado) fue dirigente de la CNS, de la Confederación General de Trabajadores (CGT) de inspiración anarcosindicalista y de innumerables comités unitarios. Ernesto Miranda fue el fundador de la Unión del Cuero en 1932; organización que duró hasta el año 1934, fecha en la cual se fundió con la recién constituida Federación de Sindicatos del Cuero y Calzado, más tarde, en 1953 fundará con Clotario Blest la Central Única de Trabajadores.
Contenido
Los Años 1940
La figura de Ernesto Miranda, como líder gremial, se forjó bajo el alero de los valores de esa vieja estirpe de sindicalistas ácratas que venía forjándose desde fines del siglo XIX, cuya entrega a la causa obrera era a toda prueba. Este tipo de dirigentes estuvo estrechamente ligado a las masas trabajadoras y a la militancia de sus sindicatos, sin ninguna pretensión de obtener una posición social más elevada o identificarse de algún modo con la clase media.
Durante los años cuarenta comenzará a destacar en el mundo ácrata, como líder en el gremio del calzado, propugnó una nueva línea de acción basada en el acercamiento hacia otros grupos ideológicos sindicalistas, y en la utilización de la legislación laboral como carta ‘comodín’ que también podía ser empleada por los anarcosindicalistas. La estrategia que implementó Ernesto Miranda permitió ampliar el radio de acción para el anarcosindicalismo, y esto estratégicamente facilitó el hecho de que la corriente libertaria pudiera tener una incidencia de primer orden en el movimiento obrero de la década de 1950.
Otra característica de Miranda, presente también entre los ácratas de comienzos del siglo XX, fue el incesante internacionalismo revolucionario profesado en los hechos; convicción que lo llevó a conocer personalmente y a apoyar solidariamente distintos procesos revolucionarios en Latinoamérica. Tras los acontecimientos revolucionarios de Bolivia en abril de 1952, en los cuáles se vio involucrada directamente la Central Obrera Boliviana (COB), partió desde Chile una delegación obrera solidaria, encabezada por él mismo, a conocer detalles y a apoyar el proceso de consolidación del movimiento. Posteriormente, en 1959, Ernesto Miranda viaja a Cuba a conocer la reciente experiencia revolucionaria, donde fue declarado ciudadano cubano por el Consejo de Trabajadores Cubanos. Llegado a Chile crea el Comité de Defensa de la Revolución Cubana, siendo la primera organización que apoya la gesta en el país.
La crisis del anarcosindicalismo
Durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, el predominio del ‘sindicalismo puro’ llevó directamente a la crisis del anarcosindicalismo. De la constatación de este fenómeno mundial en el anarquismo, arrancarán las críticas que hace al movimiento ácrata Néstor Makhno, en orden a la necesidad de establecer una plataforma programática que proyecte al anarquismo hacia nuevas esferas. Lo más probable, y con mucho, es que Ernesto Miranda nunca leyera los planteamientos de Makhno; pero él, en base a su experiencia e intuición, tiene que haber llegado a las mismas conclusiones prácticas que el ucraniano: la necesidad de una plataforma programática nacional. De aquí nace su inquietud por fundar una central obrera nacional, de principios revolucionarios, clasista, que no se definiera anarcosindicalista ni de otra corriente doctrinaria reforzando el carácter unitario; y de principio socialista, productivista, profundamente democrática y libertaria. Esta aspiración podrá concretarse en un contexto coyuntural determinado, a comienzos de la década del ’50; y pondrá a Miranda en abierta oposición con los anarcosindicalistas de la ‘vieja escuela’, quiénes en más de una ocasión lo acusarán de ‘hereje’, por quebrar los tradicionales planteamientos anarquistas.
Ernesto Miranda y la reestructuración del movimiento sindical: La CUT
Luego de los golpes propinados por la dictadura de Gabriel González Videla al conjunto de la izquierda y del sindicalismo; en julio de 1950 se echan las bases de lo que se denominó el Movimiento Unitario Nacional de Trabajadores (MUNT). Este movimiento se planteó como principios rectores “terminar con las viejas prácticas del reformismo sindical” y “desterrar para siempre el tutelaje político y gobiernista de las organizaciones sindicales”. Esta agrupación de doce federaciones estimuló a otras seis federaciones autónomas a reagruparse, poco tiempo después, en el Comité Relacionador de Unidad Sindical (CRUS). En octubre de 1950 estas dos organizaciones firmaron un pacto en que se comprometían a impulsar un Congreso que unificara al movimiento obrero chileno. Este acuerdo se hizo extensivo poco después a la JUNECH lo que dará lugar a la fundación de la Central Única de Trabajadores en 1953.
La estrategia que implementó Ernesto Miranda permitió ampliar el radio de acción para el anarcosindicalismo, y esto estratégicamente facilitó el hecho de que la corriente libertaria pudiera tener una incidencia de primer orden en el movimiento obrero de la década de 1950. Y justamente las gestiones unitarias, sólo cobrarán fuerza en todo el mundo sindical, una vez que Carlos Ibáñez del Campo arrasara en las elecciones del 5 de septiembre de 1952 a través de una campaña populista. Es en el marco de la crisis política y económica del éste gobierno, que la CUT convoca a una jornada de paralización indefinida el día 7 de julio de 1955, en que las fuerzas anarcosindicalistas fueron protagonistas de primera línea de la movilización, encabezándola en conjunto con los independientes y el Partido Socialista Popular desde el interior de la Central Única de Trabajadores (CUT); sin embargo esta huelga será saboteada por el Partido Comunista de Chile y el Partido Socialista de Chile, debido al acuerdo político a espaldas de la CUT alcanzado por estas formaciones con el gobierno.
La construcción de la organización política anarquista
Los problemas generados por estos acontecimientos lleva a la salida de los libertarios de la CUT en 1957, y formarán el Movimiento Libertario 7 de Julio, en honor a la huelga general efectuada en 1955. Esa orgánica agrupa a gran parte de los anarquistas y sindicalistas dispersos luego de su salida de la CUT.
A pesar a la absoluta hegemonía de los partidos políticos como referentes de masas –definitivamente a partir de 1960–, existe otro referente que va ganando paulatinamente fuerza: la Revolución Cubana. En ese sentido, se produce una diferencia profunda en como encausar los procesos sociales. Por un lado, se encuentra la legalidad político-electoralista; y, por otro lado, la vía armada revolucionaria-insurreccional. Esos dos referentes marcan los lineamientos de las alianzas políticas de esos años.
Los anarquistas, que en ese periodo se encuentran en su mayoría en el Movimiento Libertario 7 de Julio, optan por la vía insurreccional; sin embargo, no existe un referente amplio y aglutinador de los sectores radicales de izquierda. Según los testimonios recogidos y algunas fuentes que mencionan de manera vaga ese acontecimiento, durante 1960 Clotario Blest realiza una visita a Cuba para entrevistarse con el mítico Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che Guevara. Es durante esa reunión cuando le surge el germen de la vía armada como único medio de transformación social. A su regreso a Chile, Blest forma el Movimiento 3 de Noviembre (M3N), que tiene como finalidad “impulsar la revolución”. Para ello comienza a reunir a los sectores de la izquierda revolucionaria para generar un frente común contrario a la vía electoral.
De esa manera se crea en 1961 el Movimiento de Fuerzas Revolucionarias (MFR), que agrupa en su seno a anarquistas, trotskistas, maoístas, socialistas y comunistas no-alineados, dando inicio a la vía insurreccional con importante presencia en el mundo sindical. Hacia el 15 de agosto de 1965 confluyen el MFR, el Partido Socialista Popular (PSP), la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM) entre otros sectores, para crear un referente amplio denominado Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Sin embargo, los anarquistas se mantienen al margen de esa organización debido a diferencias políticas.
La Unidad Popular
Ernesto Miranda continúa trabajando a la interna del gremio del calzado, para recuperar la presencia y conducción perdida por medio de las maniobras del Partido Socialista, en eso estaban cuando se produce un proceso de ascenso del movimiento de masas y es así en que los anarcosindicalistas levantan el Movimiento Sindical Libertario (MSL),el que intenta incoprorarse al Frente de Trabajadores Revolucionarios, expresión de masas ligada al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)sin embrago, esto no logra concretarse. Humberto Valenzuela, militante trotskista, en su libro Historia del Movimiento Obrero Chileno relata los hechos:
En una reunión de la Directiva Nacional del FTR, se hizo presente una declaración del Movimiento Sindical Libertario, el que planteó que sus tres sindicatos, estando de acuerdo con el programa y principios del FTR, habían resuelto integrarse a éste último. Expresaron también que, si no había posibilidad de integrar con algunos de sus elementos la lista de candidatos que el FTR presentaba a la Dirección de la CUT, ellos no hacían cuestión y apoyaban dicha lista sin condiciones. Pidieron sí, participación en la Dirección Nacional del FTR y se le dieron dos cargo. A la reunión siguiente y estando presentes los compañeros designados, un compañero planteó de entrada que, por acuerdo del MIR, los compañeros no podían ser miembros de la Dirección del FTR, pues éstos eran elegidos por el Congreso Nacional, planteamiento que fue aprobado por la mayoría mirista con los votos en contra de Blest, Soto y Valenzuela. En vista de esto, los compañeros libertarios se retiraron de la reunión y posteriormente del FTR y levantaron lista propia a la Dirección de la CUT.Es así que el MSL inscribe una lista en las elecciones generales de la CUT de 1972, cuyo candidato a presidente fue Ernesto Miranda, sin embargo, esa lista tuvo carácter marginal. La elección se lleva a cabo en julio de 1972 y el MSL obtiene cerca de 1000 votos (0,35%)que si bien es una baja votación, no deja de ser significativo ante las circunstancias adversas en esa campaña electoral para los sectores anarquistas, como el mismo Miranda precisa: “(...) en esta elección sindical el resultado será el mismo de las elecciones políticas; ganarán los partidos que ya tienen el poder sindical en sus manos (....) Si a esto se agrega que dichos partidos disponen de millones de escudos para movilizar todos los medios de transporte y comunicaciones, prensa, radio, televisión (...) mientras nosotros no tenemos medios informativos ni económicos de ninguna clase y nuestros comunicados de prensa no los ha publicado nadie, ya puede calcularse cual será el resultado".
La Dictadura Militar
Hacia 1975 en plena dictadura militar, Clotario Blest invita a Miranda a participar del CODHES Comité de Derechos Humanos y Sindicales, trabajo centrado en el rescate y salida del país de dirigentes políticos. A juicio del historiador Oscar Ortiz, Miranda fue quien creó las primeras fichas de violaciones a derechos humanos que luego ocuparía la Vicaria de la Solidaridad para clasificar los casos de prisioneros políticos, pues él tenía experiencia en ese tipo de trabajo, ya que lo había realizado para refugiados de la Guerra Civil Española. Posteriormente a la articulación de organizaciones de derechos humanos más amplias, el Codehs se dedica a sacar del país a gente que no tenía apoyo partidista, como fue el caso de los integrantes de la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP).
El Codehs es también el organismo que logra en 1977 y 1978 organizar el primer acto conmemorativo del 1 de mayo, situación que va generando confianza y rompiendo paulatinamente el miedo instaurado por el gobierno militar.
Con toda una vida entregada a la lucha de los oprimidos, Ernesto Miranda Rivas deja este mundo el 17 de octubre de 1978 producto de una complicación en una operación: no se sabe bien si a la vesícula y por tanto peritonitis, o pancreatitis. Incluso hay versiones más polémicas respecto a su muerte, como que lo habrían envenenado en su operación (al igual como se cree que a Eduardo Frei Montalva, produciéndole un shock séptico) por participar en el CODHES, pero esas versiones no son plenamente verificables por ahora y caen en el terreno de la especulación; para concluir es necesario mencionar que en su funeral, ondea por última vez la bandera roja y negra del anarquismo militante con las siglas de la gloriosa Federación Obrera Nacional del Cuero y el Calzado.
Las Nuevas Generaciones
La figura de Ernesto Miranda Rivas, es rescatada en la actualidad por los comunistas libertarios chilenos; hoy este proyecto político cuenta con un órgano de expresión muralista que lleva su nombre: las Unidades Muralistas Luchador Ernesto Miranda (UMLEM).
Véase también
- Sitio web Unidades Muralistas Luchador Ernesto Miranda
- El movimiento libertario en Chile, por Larry Gambone
Categorías: Nacidos en 1911 | Fallecidos en 1978 | Sindicalistas de Chile | Anarquistas de Chile | Sancarlinos
Wikimedia foundation. 2010.