- Exposición Universal de Barcelona (1888)
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Exposición Universal de Barcelona (1888)
La Exposición Universal de 1888 tuvo lugar en la ciudad española de Barcelona (Cataluña). La exposición estuvo abierta entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888, y recibió un total de 400.000 visitantes procedentes de todo el mundo.
La inauguración oficial tuvo lugar el 20 de mayo de 1888 a las 16 horas. Fue presidida por Alfonso XIII (que tenía dos años), la reina regente María Cristina, la princesa de Asturias María de las Mercedes, la infanta María Teresa, el presidente del consejo de ministros Práxedes Mateo Sagasta, y el alcalde de Barcelona Francesc Rius i Taulet.
Contenido
Contexto histórico
Archivo:Parcdelaciutadella.jpgEn 1888, Barcelona tenía 530.000 habitantes y era la segunda ciudad más importante de España en el plano político, aunque la primera a nivel industrial. España vivía el período de la Restauración borbónica. En 1888 gobernaba Práxedes Mateo Sagasta bajo la regencia monárquica de María Cristina de Habsburgo-Lorena, viuda del rey Alfonso XII de España (fallecido en 1885) y madre de Alfonso XIII.
Se considera que la organización de la Exposición Universal de 1888 fue el reflejo de la buena relación entre la restaurada monarquía y la burguesía industrial catalana, que había apoyado el regreso monárquico, en busca de una paz social que permitiese un desarrollo económico.
Las Exposiciones Universales, iniciadas en Londres en 1855, vivían un momento de gran apogeo. Eran consideradas los mayores eventos políticos, económicos y sociales del mundo, en los que cada país exponía los avances tecnológicos, y hacía gala de su potencial económico e industrial. Organizar una Exposición era una oportunidad de desarrollo económico para la ciudad organizadora y de gran prestigio internacional.
Impulsores de la Exposición
La idea inicial de organizar una Exposición Universal en Barcelona la tuvo el empresario gallego Eugenio Serrano de Casanova. Pero ante la imposibilidad de Serrano de llevar a cabo el evento en solitario, asumió el proyecto el alcalde de Barcelona Francesc Rius i Taulet, que se rodeó de un grupo de empresarios de la ciudad que, junto al alcalde, formaron el llamado "Comité de los Ocho". Eran, además de Rius i Taulet, Elies Rogent, Lluís Rouvière, Manuel Girona i Agrafel, Manuel Duran i Bas, Josep Ferrer i Vidal, Claudio López Bru (2º Marqués de Comillas) y Carles Pirozzini.
El recinto
La exposición se desarrolló en un recinto de 380.000 metros cuadrados que englobaba la superficie desde el Arco del Triunfo (construido como entrada al recinto), el Parque de la Ciudadela, el zoológico, y parte de la actual Estación de Francia hasta el lugar donde hoy se ubica el Hospital del Mar, en la Barceloneta.
El proyecto de remodelación del parque de la Ciudadela, donde se desarrolló principalmente la exposición, se encargó a Josep Fontserè, que contó con la colaboración de Antoni Gaudí, especialmente en la Gran Cascada, donde intervinieron además varios escultores, como Rossend Nobas (La Cuádriga de la Aurora) y Venanci Vallmitjana (El nacimiento de Venus). Asimismo, se reaprovecharon diversos edificios de la antigua ciudadela militar, como la capilla (actual Parroquia Castrense), el palacio del gobernador (actualmente un instituto de educación secundaria, el IES Verdaguer) y el arsenal, actual sede del Parlamento de Cataluña.
Una cuarta parte del recinto estaba ocupada por edificios diseñados por los arquitectos más prestigiosos del momento, siendo un campo de pruebas para la arquitectura modernista que comenzaba a florecer en la ciudad condal. El edificio más importante fue el Palacio de la Industria, de 70.000 metros cuadrados, obra de Jaume Gustà; desmantelado en 1930, ocupaba el espacio donde actualmente se encuentra el Zoo de Barcelona. También destacaron el Palacio de las Ciencias y el Palacio de la Agricultura, obras de Pere Falqués i Urpí.
La mayoría de los edificios de la exposición han desaparecido. Tan sólo permanecen en pie: el Arco del Triunfo, obra de Josep Vilaseca; el Castillo de los Tres Dragones (café-restaurante de la exposición, actualmente Museo de Zoología), de Lluís Domènech i Montaner; el Museo de Geología, de Antoni Rovira i Trias; el Hivernáculo, de Josep Amargós; el Umbráculo, de Josep Fontserè; y una parte de la llamada "Galería de las Máquinas", hoy ocupada por los servicios del zoo.
Como anécdota, cabe anotar que el ingeniero francés Gustave Eiffel presentó a los organizadores de la Exposición Universal su proyecto para construir en Barcelona la Torre Eiffel, pero a los responsables del ayuntamiento barcelonés les pareció una construcción extraña y cara, que no encajaría en la ciudad, y prefirieron construir como entrada al recinto el Arco del Triunfo, de estilo más clásico. Tras la negativa del consistorio barcelonés, Eiffel presentó su proyecto a los responsables de la Exposición Universal de París, que se hizo un año más tarde, en 1889. Éstos aceptaron construir la torre, pese a que en un principio pensaron que la tendrían que desmontar una vez acabada la exposición. Sólo la voluntad popular evitó que se desmantelase.
Mejoras en Barcelona
Pese a que las actividades de la Exposición se desarrollaron en el interior del recinto ferial, la "Expo" contribuyó a la mejora de Barcelona en general. Por una parte, la celebración de la exposición sirvió como acicate para finalizar obras iniciadas muchos años antes y que habían quedado inacabadas, y por otra, se aprovechó para poner en marcha nuevas infraestructuras y servicios que no sólo mejorasen la vida de los ciudadanos, sino que dieran una imagen de modernidad de la ciudad a ojos de los visitantes.
Algunas de las novedades que trajo consigo la Exposición de 1888 fueron:
- Urbanización del Parque de la Ciudadela, que tras la finalización de la Expo se convirtió en el parque más grande de la ciudad.
- Se finalizó la urbanización de todo el frente marítimo de la ciudad, entre el parque de la ciudadela y Las Ramblas, construyendo el paseo de Colón y un nuevo muelle: al actual Moll de la Fusta.
- Se construyó el Gran Hotel Internacional en un terreno ganado al mar en el nuevo paseo de Colón, frente al edificio de la Capitanía General. El hotel, diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, fue construido en el tiempo récord de 69 días. Tenía planta y tres pisos, y ocupaba un solar de 5.000 metros cuadrados. Con capacidad para 2.000 huéspedes, fue concebido como instalación temporal para acoger a los visitantes. Fue derruido tras la finalización de la Exposición.
- Se construyó el Palau de Belles Arts (en castellano, "Palacio de Bellas Artes"), obra de August Font i Carreras, donde actualmente están los juzgados, junto al Parque de la Ciudadela y en el Paseo de Lluís Companys. Fue el lugar donde se celebró la inauguración oficial de la Exposición con asistencia de la Familia Real. Fue destinado a exposiciones artísticas, conciertos y eventos culturales. Tras la exposición, siguió abierto hasta 1942.
- Se construyó el Palacio de Justicia, en el Paseo Lluís Companys, obra de Enric Sagnier i Villavecchia y Josep Domènech i Estapà.
- Se construyó el Monumento a Colón en la Plaza Portal de la Pau, punto de unión del paseo de Colón y la Rambla, obra de Gaietà Buïgas; la escultura fue obra de Rafael Atché. El monumento se inauguró el 1 de junio de 1888, en plena celebración de la Exposición.
- Se urbanizó la zona contigua al recinto de la exposición, en la zona del Born.
- Se inauguró el Mercado del Born, de Josep Fontserè, construido entre 1884 y 1886.
- Se inauguraron "Las Golondrinas", embarcaciones de recreo que salían frente a la estatua a Colón y daban un paseo marítimo a los visitantes.
- Se dotó de iluminación eléctrica a las primeras calles de Barcelona (La Rambla, Paseo de Colón, Plaza de Sant Jaume e interior del recinto de la exposición).
Consecuencias de la Exposición
La Exposición Universal fue considerada un éxito, tanto por el número de visitantes como por el rendimiento económico, y la proyección internacional que le dio a Barcelona. Además, ayudó a urbanizar una gran zona de la ciudad.
La exposición, planteada en un momento de depresión económica, revitalizó el sector de la construcción, y el número de visitantes proporcionó grandes ingresos a todos los sectores de la ciudad.
Económicamente se considera la Exposición de 1888 como el primer gran paso de la economía catalana hacia la europeización. En 1886, dos años antes del evento, se fundó la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona, con el objetivo de velar por los intereses de los industriales catalanes y aprovechar la Exposición para fomentar el flujo comercial con el extranjero, y los países europeos en particular, en un momento en que la economía catalana se había limitado a comerciar con el mercado español.
Políticamente, la organización, desarrollo y éxito de la Exposición confirmó el clima de buena relación entre la burguesía catalana y la monarquía recientemente restaurada en Madrid, pese a las críticas que generó entre el proletariado y los líderes republicanos y catalanistas.
La Exposición de 1888, el primer gran evento que se organizó en Barcelona, pasó a la historia como un modelo de desarrollo que posteriormente, en diferentes momentos históricos, volvió a aplicar la ciudad, organizando grandes eventos internacionales (como la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 o, más adelante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992).
Críticas sociales y políticas a la Exposición
Pese a que la Exposición transcurrió con normalidad y fue valorada como un éxito, no estuvo exenta de críticas:
- La gran cantidad de obras llevadas a cabo durante los meses anteriores a la Exposición, no sólo en el recinto ferial sino en otros puntos de la ciudad, movilizó a miles de trabajadores que trabajaron incansablemente y, en ocasiones, en difíciles condiciones. Todo ello contribuyó a incrementar la concienciación de los trabajadores que debían unir sus fuerzas para defender sus intereses y mejorar sus condiciones laborables. Muestra de ello es que en agosto de 1888, en plena celebración de la Exposición, se fundó en Barcelona el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), y poco después, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), celebró en Barcelona el primer congreso de su historia.
- La Exposición provocó una gran inflación de precios en Barcelona, según publicaron los medios de comunicación de la época. La subida de precios generó insatisfacción en los ciudadanos y numerosas críticas en los periódicos.
- Intelectuales y políticos republicanos y catalanistas, liderados por Valentí Almirall, se manifestaron públicamente en contra de la Exposición, por considerarla la expresión del pacto de la burguesía catalana con la monarquía centralista que, afirmaban, sería perjudicial para los intereses de Cataluña.
Otras muestras de 1888
Aquel 1888 se celebraron otras cuatro grandes muestras internacionales, aunque ninguna otra llevó el nombre de "Exposición Universal": fueron la "Centennial International Exhibition" celebrada en Melbourne (Australia); la "International Exhibition" de Glasgow (Escocia); el "Grand Concours International des Sciences et de l'Industrie" de Bruselas (Bélgica); y "Exposição Industrial Portugueza" de Lisboa (Portugal).
Véase también
- Exposición universal
- Lista de exposiciones universales
- Acontecimientos internacionales en Barcelona
- Historia de Barcelona
- Modernismo catalán
Enlaces externos
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