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Pieds-Noirs
Se denomina Pied-Noir (literalmente en francés, pies negros) a los ciudadanos franceses de origen europeo o judío que residían en Argelia y que se vieron obligados a salir de ese país tras la independencia en 1962. La mayor parte de ellos se trasladó a Francia, aunque un número significativo de pieds-noirs de origen español se estableció en la Comunidad Valenciana, especialmente en la provincia de Alicante.
Aunque con frecuencia se aplica el término a todos los repatriados de Argelia (e incluso de otras ex colonias), hay que señalar que entre las personas que tuvieron que salir de Argelia había musulmanes, a los que se denominaba harkis (muchos de ellos militares y sus familias) y no musulmanes, tanto aquellos de origen europeo como los pertenecientes a la comunidad judía local, de origen mayoritariamente sefardí.
El término "Pieds-Noirs" se aplica con propiedad a estos dos últimos grupos.
Contenido
Aparición del término
La aparición de este término data al parecer de principios de siglo denominando pieds-noirs a cualquier ciudadano no argelino residente en esta colonia francesa. Otros sin embargo opinan que el término se empezó a usar entre 1951 y 1952, en los cuarteles franceses antes de que el término llegara a Argelia, para designar a los soldados franceses originarios del Magreb. Antes de la guerra de independencia no existía en Argelia ninguna palabra para designar a los franceses de Argelia, sólo había denominaciones normales, como "argelinos" o "norteafricanos", términos referidos a la población de origen francés, ya que los indígenas eran llamados "árabes" o "musulmanes". En cambio, los franceses de Argelia sí que llamaban "Frankaoui" o "Pathos" a los franceses de la metrópoli.
Posibles explicaciones del término
De origen incierto, podría remontarse a principios del siglo pasado. Denominando pieds-noirs a cualquier ciudadano no argelino residente en esta colonia. Hay distintas explicaciones acerca del uso de este término: se alude a los zapatos lustrados o a las botas negras de los primeros inmigrantes, al calzado de los soldados del ejército de África, a los pies de los colonos ennegrecidos limpiando las zonas pantanosas... Probablemente todas sean falsas.
Para designar a los franceses de Argelia, este término tuvo desde 1958 una clara connotación peyorativa en Francia. Pero los propios interesados se apropiaron de este término para hacerse estandarte de la resistencia y de la defensa de su identidad.
Comunidades
Los Pieds-Noirs de Argelia eran en el momento de la independencia alrededor de un millón de personas.
La comunidad de origen europea resultaba de una mezcla de poblaciones de orígenes variados, principalmente franceses, españoles, italianos, malteses, alemanes y suizos, que se habían entremezclado y adoptado el francés como lengua primera.
A estos se añadía la comunidad judía, instalada desde antes de la conquista árabe. Los judíos habían acogido a los franceses como liberadores en 1830 y se les fue otorgado en bloque el estatuto de ciudadanos franceses en 1870 (decreto Crémieux). Los judíos adoptaron desde entonces masivamente la cultura y la lengua francesas.
Al principio de la colonización hubo tensiones raciales entre los franceses y los otros europeos por un lado, y entre los europeos y los judíos por otro. En 1886, el 49% de los europeos de Argelia eran extranjeros (no franceses). Sin embargo, el gobierno francés decidió integrarlos con la población francesa, y a partir de las leyes de 1889 y 1893 se naturalizó automáticamente a todos los hijos de extranjeros nacidos sobre suelo argelino (ius soli), privilegio del que sin embargo no disfrutaba la población autóctona musulmana.
Así, los pieds-noirs adoptaron el sentimiento de ser una comunidad de destino en el marco de un sistema colonial, con todos los derechos de ser nacionales franceses (como el derecho de voto), frente a la población indígena musulmana árabe o bereber.
Sin embargo, ninguna fusión se produjo con los argelinos de cultura musulmana. Esto resultaba por un lado del estado de dominación en el que se encontraban, pero también por la barrera que constituía la religión en una población islamizada desde la antiguedad.
Los Pieds-Noirs durante la guerra de Argelia
A partir del 1 de noviembre de 1954, fecha conocida como la del levantamiento de Todos los Santos, Argelia cae de lleno en la violencia. Aunque las reivindicaciones independentistas de mayo de 1945, duramente reprimidas, representaron una ruptura clara entre los argelinos de cultura musulmana y la comunidad de origen europeo, a partir de los atentados de agosto de 1955 en la región de Constantina Argelia se sumerge en el caos. El asesinato de varios centenares de Pieds-Noirs por parte del FLN el 20 de agosto de 1955 en dicha región, en especial en Philippeville y El-Halia, tendrán una gran repercusión en el desarrollo posterior del conflicto. En ese momento se habla sólo de "acontecimientos" para designar un conflicto que evoluciona poco a poco hacia una auténtica guerra civil.
En 1959, los Pieds-Noirs eran 1.025.000 y representaban al 10,4 % de la población residente en Argelia. Su peso relativo iba a la baja tras haber alcanzado un máximo del 15,2 % en 1926. La mayor natalidad de la población musulmana estaba invirtiendo esta situación. A pesar de todo, la distribución de la población daba lugar a regiones con fuertes concentraciones de Pieds-Noirs como Annaba, Argel y sobre todo Orán, que había permanecido bajo control europeo desde el Siglo XVII. La población de Orán era europea en un 49,3 % en 1959. En la región de Argel, los Pieds-Noirs representaban un 35,7 % de la población. En Annaba eran un 40,5 %.
Éxodo
En los pocos meses que transcurrieron entre el final de la primavera y septiembre de 1962, 900.000 franceses, europeos y judíos abandonaron Argelia en medio del caos y de la desesperación. El gobierno había calculado que podían llegar a Francia 200.000 o 300.000 refugiados, para los que además no había previsto nada. Muchos se vieron obligados a dormir por las calles, puesto que ni habían ido nunca a Francia ni tenían familia ni apoyo.
En septiembre de 1962, Orán, Annaba, o Sidi-bel-Abbès habían quedado medio abandonadas. La administración, la policía, las escuelas se detuvieron durante tres meses. La población se trasladó masivamente a Francia, aunque un grupo significativo viajó a España, principalmente a la región de Alicante, donde se instalaron unos 30.000. Otros viajaron hasta más lejos, Canadá o Argentina. La mayor parte de los judíos se trasladó a Francia, aunque unos pocos se desplazaron hasta Israel.
Situación en Francia
El gobierno francés legó todos los archivos administrativos al nuevo gobierno argelino. Esto significó para los Pieds-Noirs el no poder acceder a sus partidas de nacimiento ni al resto de su documentación oficial, y a algunos les costó poder demostrar que eran franceses. Debido a la incongruencia de la situación, en los años 1970 el gobierno francés decidió finalmente enviar una misión en los grandes municipios de Argelia para copiar los registros del estado civil. Los ayuntamientos de los pequeños municipios no fueron visitados, lo que explica los problemas encontrados frente a la administración hasta ahora por algunos pieds-noirs.
Generalmente los pieds-noirs se sintieron discriminados a su llegada a Francia. Tuvieron que afrontar invectivas racistas, sobre todo procedente de los comunistas, que los caricaturizaban como colonos explotadores. En el verano de 1962, los Pieds-Noirs, desesperados y desprovistos, llegados en barcos sobrecargados, fueron recibidos por pancartas hostiles ("los Pieds-Noirs al mar") a su llegada al puerto de Marsella.
Los prejuicios que tenían algunos políticos (como el alcalde de Marsella, Gaston Defferre, que declaró en julio de 1962: "Marsella tiene 150.000 habitantes de sobra, que los pieds-noirs se vayan a otro sitio") frente a una población que no conocían, catalogada como constituida de colonos, racista, violenta y machista, y cuya estructura socio-profesional no podría adaptarse a la integración en una economía moderna.
En realidad, la vasta mayoría de los pieds-noirs pertenecían a la clase obrera a un proletariado urbano de empleados. La población era urbana en un 85%, compuesta de pequeños funcionarios, artesano y comerciantes, cuyo salario medio era inferior en un 15% al de la Francia metropolitana. El nivel de estudios superaba extrañamente el certificado de estudios primarios. Solamente el 5% eran agricultores propietarios y las grandes fortunas eran escasas.
Sin embargo, tras la áspera recepción que tuvieron en Francia, los pieds-noirs se integraron rápidamente, contribuyendo al desarrollo económico de los años 1960. Especialmente en Provenza y en Languedoc-Rosellón, ciudades anteriormente adormecidas conocieron un impulso económico que contribuyó a su dinamismo actual (Montpellier, Perpiñán, Niza, y particularme Marsella).
La integración de los pieds-noirs, y en cierto modo su asimilación total, se completó en unos pocos años.
Bibliografía
- Antoni Seva: Alacant, 30.000 pieds-noirs. Ed. 3i4, València, 1970
- Marie Cardinal, Les Pieds-Noirs, Place Furstenberg éd., Paris, 1994.
- Raphaël Delpard, L'histoire des pieds-noirs d'Algérie (1830-1962), Michel Lafon, Neuilly-sur-Seine, 2002.
- Pierre Nora, les Français d'Algérie, Julliard, Paris, 1961.
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