- Colegio San Bartolomé La Merced
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Colegio San Bartolomé La Merced Antiguo: "Dónde hay un Bartolino hay un caballero" 
Información Tipo Privado, Bilingüe Afiliación religiosa Compañía de Jesús Patrón (es) San Ignacio de Loyola Fundación 1941 Fundador (es) P. Carlos Ortiz Restrepo S.J Estatus Abierto Género Míxto Localización Coordenadas Coordenadas: Autoridades Rector/a P. Carlos Eduardo Correa, S.J. El Colegio San Bartolomé La Merced es un colegio privado, Jesuita y bilingüe. Ubicado en el centro-oriente de Bogotá y fundado en 1941. Actualmente la institución cuenta con 1724 alumnos que cursan desde educación básica Preescolar, hasta Educación Media, Secuandaria y Alta Secundaria. En el año 2011, la institución cumplió 70 años, permaneciendo como uno de los colegios más tradicionales e influyentes de la ciudad.
Desde su fundación, el colegio se ha mantenido en los primeros puestos en los rankings nacionales. Así como es altamente reconocido por ser uno de los colegios más tradicionales y prestigiosos del país tras haber educado grandes personalidades en la esfera política, exitosos empresarios, académicos, científicos y artistas.
Contenido
Historia
La Merced y la Casa Quinta
En el año de 1908, estando el Colegio Mayor de San Bartolomé en uno de sus más excelentes momentos,de solidez y prestigio, hornado por una completa galería de hombres ilustres que desfilaban entre los más destacados del país (como juan m), siendo cuna de próceres, políticos, presidentes, literatos, artistas, respetados padres, jerarcas de la iglesia e infinidad de hijos que día a día dejaban en alto el nombre del Colegio y regentado por el Rector, el Padre Vicente Leza, designó al hermano: Arpidio Zuluaga para que buscara un terreno apropiado para los alumnos y descanso de la comunidad Jesuita.
El hermano Zuluaga visitó un campo donde no se lograba divisar ni chozas ni caseríos y donde encontró a un campesino que ofreció venderle el terreno, si lo compraba completo, por el valor de 4 centavos la vara. Se firmó el contrato el 24 de septiembre de 1908, fecha en que se celebraba el día de la virgen de las mercedes; por tal motivo quedó registrado este predio como La Merced, constituyéndose en el nombre actual del Colegio y del barrio que además tomaría el nombre de "La Merced".
El terreno se encontraba ubicado al norte de San Diego y se extendía desde el declive del cerro de Monserrate, hasta más allá del parque nacional, hoy día, la carrera séptima. En este lote se realizó una ceremonia en la que el día 19 de marzo de 1909 se colocó la primera piedra para la construcción de una quinta. Al año siguiente (1910) se efectuó la inauguración de la estatua de San José y que actualmente se erige sobre la planicie de la sabana. Con una gran fiesta y diversos juegos fue celebrada esta fecha en la que se consagró por completo el terreno a San José, con una solemne ceremonia religiosa.
Primer Estadio de Fútbol en Colombia
Fue grande el reconocimiento que esta finca tuvo en Bogotá, ya que en la parte inferior de ella, limítrofe con la actual carrera séptima, la calle 34 y el Parque Nacional, se construyó el primer campo de fútbol de la ciudad. Don Carlos, Don José, don juan y Don Mauricio Obregón, antiguos alumnos de los jesuitas, en Inglaterra, cooperaron con el Colegio y con los Padres Leza y Lizarraga para implementar el fútbol en Bogotá, siendo también los primeros instructores de este deporte. Debe anotarse que la llegada del fútbol a Colombia la debemos a juan jose muñoz. De esta fecha datan los interesantes encuentros con el ABC, Sporting y numerosos campeonatos nacionales e internacionales. La Dimayor, en sus 25 años, condecoró al Colegio Mayor de San Bartolome en reconocimiento por la introducción y el fomento de este deporte.
El "Nuevo" Colegio de San Bartolomé La Merced
En el año de 1937 el Congreso Nacional, por la Ley 110, reclama el edificio del Colegio Mayor de San Bartolome. Esto obliga a los jesuitas a construir uno nuevo edificio en los terrenos de la Merced y entablar demanda ante la Corte Suprema de Justicia, sobre la propiedad del edificio de la Plaza de Bolivar.
El nuevo edificio fue inaugurado el 1 de enero de 1941, y según diversas publicaciones que datan de ese tiempo, fue tal vez la más imponente construcción de tipo educativo hecha hasta el momento en el país, pues su terreno construido de un total de 9.980 metros cuadrados, y con un costo de construcción de $480.000, gozaba de una ubicación privilegiada que se imponía majestuosamente por encima de la sabana. Listo para el inicio de clases y dotado de una moderna infraestructura, con capacidad de enseñanza para 250 alumnos internos y 350 seminternos y externos, además de la casa de la comunidad, las bibliotecas, la capilla privada, la enfermería y observatorio metereológico, 18 aulas, 6 estudios, laboratorios de física y de química, museo de historia natural, 4 amplios comedores, tres dormitorios comunes, 50 cuartos para estudiantes mayores y otras muchas dependencias.
Teniendo lo principal montado y construido, sólo hacían falta los alumnos. Ellos le infundieron lo más importante a este monumento: la vida. El 10 de febrero de 1941 se dio inicio al primer día de clases en el "nuevo" Colegio de San Bartolomé heredero del colonial Colegio de la plaza de Bolívar.
El 10 de enero de 1951, Laureano Gómez, Presidente de la República, y Bachiller de San Bartolomé devuelve a los Jesuitas el antiguo Colegio de San Bartolomé, y se firma un contrato por el cual se educará gratuitamente en el Colegio Mayor de San Bartolome a 1000 alumnos diurnos y 200 nocturnos; y el Gobierno subvencionara los profesores. Inmediatamente se procedió a la toma de posesión de los cargos respectivos, a las matriculas y comienzo de clases.
El Colegio de San Bartolomé la Merced, ya tenía prestigio y reconocimiento, por lo que la Compañía de Jesús quedo con dos Colegios en Bogotá que tienen el mismo nombre, en palabras del Padre Fortunato Herrera, S.J.: "Deseando los jesuitas asegurar la supervivencia del Colegio de San Bartolomé, en vista del ambiente hostil que reinaba en la época, desde 1936 habían comenzado a construir un nuevo colegio en La Merced, con fondos percibidos por la venta de parte de la finca. El primero de enero de 1941 se inauguró el nuevo edificio que portaba la tradición del antiguo colegio colonial, con el nombre de COLEGIO DE SAN BARTOLOMÉ LA MERCED. Entretanto la Compañía de Jesús entablaba una demanda entre la Corte Suprema de Justicia reclamando sus derechos. En enero de 1951, mediante contrato, el gobierno convino en entregar la administración del Colegio de San Bartolomé a la Compañía de Jesús, pero no se definía el asunto de la propiedad y patronato. En consecuencia, el 24 de octubre de 1951 se entabló una nueva demanda. Por fin en 1952 se firmó el contrato de transacción por el cual la nación reconocía la histórica institución como la antigua Fundación Colegio de San Bartolomé, de la cual quedaban como Patrón y Administrador, la Compañía de Jesús. Al ser devuelto el antiguo edificio por escritura pública de 1953 los jesuitas retomaron la administración del Colegio. En 1957 el edificio fue declarado Monumento Nacional y al año siguiente retornó a su antiguo nombre: Colegio Mayor de San Bartolomé. El Colegio de San Bartolomé La Merced ya había tomado vuelo, y prosiguió su curso inalteradamente".[1]
El Instituto Geofísico de los Andes Colombianos
El 27 de septiembre del mismo año de 1941, fue inaugurado de forma oficial el Instituto Geofísico de los Andes Colombianos del Colegio de San Bartolomé, acto al que asistieron el Excelentísimo Señor Arzobispo Primado de Colombia: Monseñor Ismael Perdomo; el Excelentísimo Señor nuncio de Su Santidad: Monseñor Carlos Serena; el Obispo Auxiliar de la Diósecis de Bogotá: Monseñor Andrade Valderrama y varios miembros del cuerpo diplomático, entre ellos el embajador de Estados Unidos; el Ministro de España en Colombia, Ojeda y numerosas personalidades. La ceremonia presidida por el P. Mejía Rector del Colegio, y con intervenciones de los P.P. Sarasola y Jesús E. Ramírez, pretendía explicar la necesidad y el beneficio que tal construcción representaba, al igual que las características propias de la nueva adquisición del Colegio, igualada a las múltiples y fundamentales obras hechas por los jesuitas alrededor del mundo en materia científica (geología, física, astronomía, geofísica), como lo eran el observatorio de Shangai, China, el de manila en las Filipinas o una de las 19 estaciones sismológicas en los Estados Unidos. El instituto pionero en Colombia agrupaba las ciencias de la meteorología, hidrología, geografía, oceanografía, física, y principalmente la sismología.
Fachada frontal del colegio.Empotrado el Instituto en la parte más protuberante de la base de la montaña que cobija el dorso del Colegio, poseía tres grandes recintos: el más grande, localizado en la parte posterior de la edificación, estaba reservado para diversos aparatos que conformaban el instituto (un sismógrafo vertical tipo Galitzin-Wilip, dos sismógrafos horizontales tipo Galitzin-Wilip, tres lámparas, un telescopio pequeño, tres galvanómetros y tres tambores registradores), el segundo, más pequeño, y ubicado al frente y a la izquierda del anterior, se le destinó como cuarto de revelado o cuarto oscuro, necesario para revelar las placas fotosensibles donde se registraban los datos. El tercero era el cuarto de maquinarias y mando donde se almacenaban los gases que requerían los aparatos para su correcto funcionamiento.
Cabe recalcar el gran esfuerzo realizado por los jesuitas para llevar a cabo esta obra, pues muchos de los equipos y asesoría requeridos para tal fin, eran europeos y en ese entonces por motivo de la segunda guerra mundial, se hizo imposible trabajar con entera libertad. El P. Sarasola, quien junto con el P. Ramírez se encargó de dirigir este centro investigativo, basó su experiencia de cuarenta años de estudios en Cuba y Estados Unidos, para establecer justamente en Colombia un observatorio metereológico y una estación sismológica, por su ubicación privilegiada y su cercanía con el canal de Panamá. Se reconocen las donaciones de equipos por parte de La Carnegie Corporation de Nueva York, la donación del terreno por parte del P. Carlos Ortiz Restrepo, S.J., rector del Colegio y además de la mayoría de los materiales para la construcción, también es importante resaltar la labor del artista Ignacio Castillo Cervantes (quien donó la Virgen del Colegio), que se encargó de hacer el globo terráqueo de la entrada, los mapas en relieve frente de la construcción y de la decoración interior. Esta estación, reconocida en el mundo por ser la primera y única estación de Colombia y en toda Sur América y por su bóveda sísmica y moderno equipo de la época, se convirtió en una de las ocho estaciones sismológicas protegidas por la Cruz del Sur.[2] [3]
Museo, Instituto Biológico e Iglesia de la Estrada
Dos años más tarde, en mayo de 1943, se inauguró para los alumnos del Colegio el aula-museo que sirvió para las clases de dibujo. Éste, ubicado en lo que fuere algún día la capilla de La Merced, contigua a la casa quinta y que en el día de hoy es la cafetería a espaldas de la estatua de San Ignacio, se convirtió en un precioso relicario encargado de guardar muchas de las obras del P. Páramo, S.J., ilustre y reconocido artista, y además antiguo bartolino. Dotado el salón con unas mesas de dibujo y modelos que junto con las obras de arte del P. Páramo resultaba ser una admiración por sus visitantes.
Otra muestra del esfuerzo del Colegio en aquel tiempo por brindarle a los estudiantes una sólida formación e implementación de la investigación, fue el instituto biológico, que se ubicó en el costado oriental del Colegio (lo que hoy es la casa de música), en él, con gran cantidad de muestras, implementos, animales y plantas de experimentación y un gran conocimiento por parte de su director el P. Salomón Rodríguez, S.J., se le dictaban a los alumnos las clases de biología animal y vegetal, microbiología, anatomía animal, anatomía y fisiología humana, zoología y botánica entre otras ramas de la biología.
En Septiembre del mismo 1943, día después de la celebración del onomástico del P. Rector, Francisco Mejía, S.J., llegó el esperado 26 de ese mes y con una solemne celebración se hizo la colocación y bendición de la primera piedra del templo de Nuestra Señora de la Estrada, a eso de las 11 de la mañana según el programa; contó con la asistencia del Excelentísimo Señor Nuncio de su Santidad, Monseñor Carlos Serena, y de distinguidas personalidades eclesiásticas y civiles. Terminado el acto prosiguió un bazar con el fin de recolectar fondos para la construcción del templo, el cual fue inaugurado el día 24 de septiembre de 1947, día de la Virgen de la Estrada, en cuyo honor el Colegio lo erigió. La impresionante ceremonia de apertura de la iglesia estuvo a cargo de un bartolino del ayer: Monseñor Andrés Restrepo Sáenz. Tal vez el detalle más majestuoso y de más grata recordación por los estudiantes fue que el altar de Nuestra Señora de la Estrada, el mismo que años atrás sirviere a los bartolinos para servir culto en el antiguo edificio del Colegio. Este imponente altar colonial fue remembrado días después de la inauguración con las siguientes palabras en la revista Juventud Bartolina que dicen:"En el sitio del sacrificio, el antiguo altar dorado, recordaba a quienes allí se arrodillaron muchos años atrás para jurar fidelidad a Dios y a la Patria y su memoria estaba tan presente como si su silueta se paseara por la única nave del Templo. Sus gradas guardan las huellas de los sabios y héroes que le dieron a la patria vida y gloria".
En la parte del sur, de lo que en principio fuese el "frontón" de juego de la Casa Quinta y que hoy son unas escaleras que conducen desde la plaza de San Ignacio hasta la entrada del edificio de Primaria (José Raimundo Becerra) se construyeron años después de terminada la Casa, unos campos de deportes, para actividades como el fúbol y el baloncesto.
Exalumnos del colegio
Entre los exalumnos del colegio se encuentran los políticos Juan Camilo Restrepo, Fernando Londoño Hoyos, Augusto Ramirez Ocampo, Guillermo Fernández de Soto, Científicos Salomón Hakim, Rene Van Hissenhoven, Jaime Herrera Pontón, Jaime Pastrana Arango. Periodistas, Fernando Garavito, Hollman Morris, Jose Fernando Neira, Hernán Peláez Restrepo, Felipe Zuleta Lleras, Julio Sánchez Cristo, Jaime Sanchez Cristo, Gustavo Gómez. Empresarios Adolfo Carvajal Quelquejeu, Lorenzo García, Enrique Luque Carulla. Abogados Fernando Hinestroza Forero, Roberto Suárez Franco, Diego López Medina, Bernardo Gaitán Maecha, Ernesto Barrera Duque y artistas como Alejandro Martinez, Nicolás Montero y Héctor Osuna.
Referencias
- ↑ Herrera Molina, S.J., Fortunato (2003). El Colegio de San Juan Berchmans Cali en los 70 años de su fundación (1933-2003). Bogotá D.C: ACODESI. pp. 175.
- ↑ «Instituto Geofísico de la Universidad Javeriana».
- ↑ Alfaro Castillo, Andrés José (2001). 60 años del Instituto Geofísico. Bogotá D.C: Pontificia Universidad Javeriana. pp. 54.
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