- Batalla de Sacsayhuamán
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Batalla de Sacsayhuamán
Batalla de Sacsayhuamán Parte de Conquista del Imperio Inca
Sacsayhuamán, escenario de la batalla.Fecha 1536 Lugar Sacsayhuamán Resultado Triunfo español Beligerantes Imperio Inca Reino de España
Indígenas auxiliaresComandantes Manco Inca Yupanqui
Cahuide†Hernando Pizarro
Juan Pizarro†Fuerzas en combate Entre 20 000 y 30 000 hombres 180 españoles y 15 000 indios cañaris y chachapoyas Bajas Desconocidas Desconocidas La batalla de Sacsayhuamán fue uno de los escenarios donde se enfrentaron españoles, cusqueños (entiéndase por "cusqueños" a los leales a Manco Inca) y rebeldes. Un día, la fortaleza quedó desprotegida por parte de los españoles, quienes habían dejado su cuidado a los indios cañaris. El momento fue aprovechado por las huestes cusqueñas que procedieron a asaltar la fortaleza, ganándola luego de una larga lucha. Desde ahí se inició lo que sería el sitio del Cusco (un cerco cusqueño que duró varios días y en el cual las tropas atacantes eran entre 20 000 y 30 000 hombres, mientras que la ciudad era defendida por 180 españoles y 15 000 indios cañaris y chachapoyas, entre otros).
Hernando Pizarro reagrupa a sus hombres y consulta con Páscac Inca, hermano de Huayna Cápac, acerca de tomar la fortaleza, a lo cual el indio accede. Inmediatamente, el capitán español dirige a sus tropas hacia el camino a la Ciudad de los Reyes, con lo cual los indios pensaron que los españoles emprendían la huida, saliendo de prisa en su persecución. Sin embargo, Hernando, hábilmente, maniobra en dirección de la fortaleza, llegando a ella tras eliminar a cuanto cusqueño tratara de cerrarle el paso.
Contenido
Desarrollo
Una vez roto el cerco, impetuosamente se dirige el ataque a la fortaleza, chocando muchas veces con las enormes murallas del complejo. En la recia lucha cae el valeroso Juan Pizarro, hermano de Francisco y Hernando, producto de una fuerte pedrada arrojada desde uno de los torreones de la fortaleza. Muchos españoles cayeron de la misma forma y tuvieron que ser retirados de la lucha en dirección al Cusco.
La lucha había sido tan intensa que comenzó a disminuir el número de flechas y piedras que llovían de la fortaleza. El agua, así mismo, empezó a escasear y el ánimo de los cusqueños comenzó a decaer. El Sumo sacerdote inca Willaq Uma dispuso que se abandone la lucha, pero muchos capitanes decidieron permanecer ahí. Uno de ellos fue el conocido "Cahuide" o llamado por otros "Inca Cullash", que murió tras lanzarse desde lo alto de la torre de Muyucmarca para no caer en manos del enemigo.
Dado esto, los españoles apreciaron que un gran número de soldados se retiraban, por lo que presionaron con mayor continuidad hasta ganar las terrazas y llegar a los torreones de la fortaleza. A la hora de llegar al segundo torreón, se toparon con un capitán cusqueño que iba de un lado a otro del cubo con una espada en un brazo y una adarga y un mazo en el otro, estorbando a cualquier enemigo que tratara de trepar por escaleras o arrojando del lugar a sus compañeros si es que estos caían en la desesperación.
Entonces, cuando Pizarro gritaba para que lo tomen por prisionero, reconociendo su valor, el guerrero arrojó sus armas contra sus adversarios y, envolviéndose en su manto, "se arrojó al vacío donde se hizo muchos pedazos".
Desenlace
Finalmente, Hernando consiguió retomar el control de la fortaleza, con lo que se contuvo en algo el ímpetu de los sitiadores, mas no la intención, puesto que el acecho al Cusco siguió por muchos meses más desde la fortaleza de Ollantaytambo.
Milagros
Es curiosa la versión existente en las crónicas sobre milagros en la Batalla de Sacsayhuamán. Según Guamán Poma, el apóstol Santiago se apareció sobre el cielo de la fortaleza, impidiendo la derrota de los cristianos. Antes, la Virgen María había impedido el incendio del edificio donde los españoles se encontraban escondidos. Otros autores contemporáneos, como el Inca Garcilaso y Martín de Murúa afirman lo mismo. Según Juan José Vega, estas visiones fueron producto del temor que sintieron los españoles al ser sitiados. Lo mismo afirman José Antonio del Busto y Edmundo Guillén. David Franco afirma que fueron producto de una creación de la década de 1550, en el contexto de la derrota de la rebelión de Gonzalo Pizarro, y habría tenido como objetivo deslegitimar el reclamo de los encomenderos por encomiendas perpetuas negando sus méritos de Conquista. Sin embargo, el Padre Vargas Ugarte en su libro Historia del Culto de la Virgen María (1947) señala que los milagros, sobre todo el de la Virgen, habrían sido ciertos. Muestra de ello serían la actual Iglesia del Triunfo, al lado de la Catedral, levantada en el lugar de los milagros y en memoria de ellos. Además, afirma que fueron numerosos los testigos que vieron las apariciones, entre ellos indígenas.
Referencias
- Vega, Juan José (1963). La guerra de los Viracochas. Lima: Populibros Peruanos.
- Del Busto Duthurburu, José Antonio (2001). Pizarro, tomo II. Lima: Ediciones COPÉ. ISBN 9972-606-22-8.
- Franco Córdova, David (2008). "Los milagros en el Sitio del Cuzco y la construcción del discurso religioso colonial sobre la conquista de los incas (1536-1664)" (Artículo).. Lima: Revista Tiempos, N° 3..
Véase también
- Ejército Inca
- Batalla de Ollantaytambo
- Imperio Inca
- Cahuide
- Manco Inca Yupanqui
- Conquista del Imperio Inca
Enlaces externos
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