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Budia
Budia
EscudoPaís España • Com. Autónoma Castilla-La Mancha • Provincia Guadalajara • Comarca La Alcarria • Partido judicial Guadalajara Ubicación • Altitud 814 msnm • Distancia 50 km a Guadalajara Superficie 66,10 km² Núcleos de
poblaciónBudia, Monte Membribe, Peñarrubia, Picazo y Valdelagua Población 222 hab. (INE 2008) • Densidad 3,36 hab./km² Gentilicio Budiero-a Código postal 19133
Alcaldesa (2007) Ana María Sánchez García Sitio web www.budia.es Budia es un municipio de la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha, España).
Contenido
Geografía
Su emplazamiento es en cuesta sobre varios barrancos bien surtidos de fuentes, entre la llanura elevada de la Alcarria y el valle del Río Tajo, embalsado por las presas de Entrepeñas y Buendía. Bellos paisajes en un entorno de piedra caliza y clima mediterráneo del interior. Vegetación de ribera en el fondo de los barrancos, que mantienen pequeñas huertas; restos de bosque mediterráneo y cultivos de secano de campos abiertos en el resto, que es la mayor parte del término municipal.
Historia
Sus orígenes son oscuros, aunque la zona es de muy antigua ocupación histórica, desde tiempos prerromanos. Las primeras certidumbres vienen con su conquista por el Reino de Castilla junto a los territorios de la línea del Tajo a finales del siglo XI. Se incorpora a la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza, y al subdividirse ésta correspondió a la Comunidad de Villa y Tierra de Jadraque, dentro del sexmo de Durón, población limítrofe con Budia.
Durante la peste del siglo XIV la despoblación de hasta cuatro núcleos cercanos, como El Peral, donde sólo quedó la ermita, beneficiaron la continuidad de Budia, que resistió.
Compartiendo destino con Jadraque, se concedió en señorío a los Carrillo en tiempos de Juan II, y así sigue en 1478, engrosando el Condado del Cid como uno de los títulos de la familia Mendoza, luego incluido en el Ducado del Infantado cuya casa solariega fue el famoso Palacio del Infantado, de estilo plateresco que aún se conserva en Guadalajara.
El régimen señorial no afectaba a los asuntos cotidianos de Budia, que se resolvían por un Concejo que en 1434 obtuvo privilegio real con el que obtiene título de villa. Las relaciones con los Duques se limitaban a una ofrenda de vasallaje por Navidad (siete arrobas y media de miel y veintiocho capones bien cebados).
Los siglos de la Edad Moderna ven prosperar sus actividades agrícolas e industriales, con famosas tenerías y cordobanes. La tradición afirma que el judío Don Adán fue su fundador. Además de cuatro ermitas situadas en distintos lugares del término, el lugar de culto principal es la iglesia parroquial (San Pedro Apóstol), reconstruida en el siglo XVI sobre la original de la época de repoblación; tras la quema de su retablo en la guerra civil destaca entre sus atractivos la presencia de dos tallas de Pedro de Mena. La sociedad local demostró ser muy dinámica. Una larga nómina de altos clérigos y funcionarios salieron de Budia.
El paso de los siglos fija el trazado urbano, dejando un peculiar espacio triangular a la Plaza que hará de centro de las actividades locales. Población y riqueza eran suficientes para mantener un Hospital y un convento de carmelitas (Nuestra Señora de la Concepción), hoy en ruinas, aunque se conserva una curiosa nevera. Mientras el convento estuvo activo, entre 1732 y 1835 (desamortización), organizaba la fabricación de paños para la confección de hábitos, que se distribuían por las demás fundaciones de la Orden.
La situación en el centro peninsular no libró a Budia de los peligros de la guerra: en 1710, en el contexto de la Batalla de Brihuega (Guerra de Sucesión española), el ejército del Archiduque Carlos de Habsburgo, que se retiraba hacia Aragón, se acantonó cuatro días en el lugar y lo saqueó, valorándose los daños en 44.000 ducados (más de 14.000 raciones de pan, el tesoro y ornamentos de la iglesia, y la quema de más de 6.000 colmenas). No obstante, el pueblo se recuperó y prueba de ello es que del siglo XVIII datan la mayor parte de las portadas ennoblecidas con dinteles de piedra y distintas inscripciones presentes por todo el pueblo.
La Guerra de Independencia (1808-1814), que por un lado acabó con el régimen señorial, por otro marca el comienzo de la decadencia de la población, que habiendo llegado quizá a 1600 habitantes apenas llegaba a los 1000 tras la Guerra Civil Española de 1936-1939, periodo que Budia sufrió en la zona republicana, no muy lejos de las líneas del frente y encogida ante el paso de los aviones. El Franquismo supone la mayor despoblación, con emigraciones masivas que dejan reducido a un tercio el censo, así como la actividad económica, reducida a una agricultura que al final del periodo acaba mecanizándose y manteniendo el nivel de subsistencia de los que se quedan a costa de la emigración de la mayoría. También algo influyó la concentración parcelaria. Las antiguas tenerías siguieron funcionando a escala artesanal, y surtieron de pieles a los encuadernadores de la famosa enciclopedia de Los Toros de José María de Cossío. En la actualidad, el declive demográfico continúa, aunque el envejecimiento de la población contrasta con la revitalización de actividades terciarias, turísticas y de construcción.
Budia y Cela
Budia ha pasado a la literatura sobre todo por su presencia en el Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela el 9 de junio de 1946, donde describe la plaza: "parece la de un pueblo moro", y la fachada del ayuntamiento: "está enjalbegada y tiene una galería con unos arcos graciosos en la parte alta".[1] En ese momento, el autor se autocensuró las verdaderas peripecias que le sucedieron y lo mal que se le recibió, aunque años más tarde las recordaba:
Hubo lugares donde todo se complicaba de repente. El alcalde de Budia, que era un animal, me metió en la cárcel. Cuando abandoné la mazmorra me fui a despedir del gobernador, que era gallego y teniente coronel de Veterinaria militar. Cuando supo lo que me había ocurrido me dijo que si yo quería le daba el cese al hombre aquél, pero que no le gustaría hacerlo porque era el menos burro del pueblo. De modo que así quedó la cosa.
Cela volvió a visitar Budia con ocasión del Segundo Viaje a la Alcarria en el año 1986, cuarenta años después del primero.
Evolución demográfica
En el Catastro de Ensenada se detecta la vitalidad demográfica y económica de la localidad, enumerándose las actividades agrícolas, ganaderas, artesanales y muy detalladas informaciones sobre población, casas, y asuntos impositivos y jurisdiccionales. Los vecinos (concepto que sólo incluía a los cabezas de familia) eran 467, de ellos 378 varones, entre los que 17 eran hidalgos y 88 mujeres entre viudas y solteras, "sin entrar en ellos criados de villa, médico y cirujano". Había "cuatrocientas sesenta y ocho casas de alquiler habitadas... veintisiete corrales separados y algunos solares o muladares sin incluir casa Ayuntamiento, Hornos, Cárcel, Pósito, Hospital ni Carnicería". El ayuntamiento ya tenía "reloj y campana".[3]
Estimando que el número de habitantes suele considerarse un múltiplo cercano a tres o cuatro del de vecinos, la población a mediados del siglo XVIII había alcanzado ya el máximo de los censos posteriores. En cuanto a la comparación con otros núcleo, permite considerar que Budia ya actuaba como centro de la comarca próxima a pesar de ser Durón la cabeza del sexmo, pues contaba con más del doble de vecinos que ésta (175 vecinos en el mismo Catastro), y una presencia de hidalgos y actividades económicas muy superior.
La evolución demográfica desde el siglo XIX fue en sentido marcadamente descendente, como indican los datos siguientes: [4]
Censo Población de hecho Población de derecho Hogares 1842 ... 1530 430 1857 1416 ... 376 1860 1430 ... 372 1877 1256 1287 390 1887 1155 1157 351 1897 1025 1045 310 1900 999 1101 315 1910 1136 1149 326 1920 1041 1074 280 1930 1012 1045 253 1940 1007 983 236 1950 997 1017 289 1960 939 955 236 1970 478 489 144 1981 427 424 138 1991 318 335 125 2001 ... 269 120 Referencias
- ↑ Pasajes citados por RANZ YUBERO, José Antonio y LOPEZ DE LOS MOZOS, José Ramón
(2003) La toponimia en el Viaje a la Alcarria y estudio de algunos topónimos menores, en Revista de Folklore pgs. 55-72 [1] Utilizan la edición siguiente CELA, Camilo José, Viaje a la Alcarria por... Fotografías de Karl Wlasak, Barcelona, Eds. Alfaguara, S.L., (Puerto Seguro, 1), septiembre de 1966, 254 págs. El episodio de Budia corresponde a la parte VII. Del Tajo al arroyo de la Soledad (págs. 137-167), en que el citado estudio localiza los siguientes topónimos: Budia- Budia, plaza de- Budia, posada- Cork, alcalde de- Campo de Criptana- Madrid, gobierno militar- Budia, fachada del ayuntamiento- Real, calle- Boteros, calle de- Estepa, calle de la- Hastial, calle del- Bronce, calle del- Lechuga, calle de la- Hospital, calle del- Budia, villa de- Guadalajara, Establecimiento Tipográfico de Antero- Concha, plaza de San Esteban (Correos), número 2.- Cuesta Cabeza, cerro de- Propios, montes de- Tobilla, fuente de la- Nueva, fuente- Soledad, arroyo de la- Cuerno, (fuente) del-
En la siguiente parte VIII. Del arroyo de la Soledad al arroyo Empolveda (págs. 169-188), ya alejándose del pueblo, aparecen: Lapelos, arroyo de- El Olivar- Trascastillo, ladera del- Durón-
- ↑ Testimonio citado por Eduardo Chamorro: El viaje de la consagración, en El Mundo, 16 de julio de 1995 [2]
- ↑ Documentos digitalizados de la Respuestas Generales de Budia al Catastro de Ensenada La respuesta 21, relativa al número de vecinos, en la imagen nº 76; la 22, relativa a las casas, en la 77.
- ↑ Instituto Nacional de Estadística
Bibliografía
- FALCÓN, Andrés y HERRERA, Antonio (1991). Budia, breve noticia de su historia. Guadalajara: Excmº Ayuntamiento de Budia. ISBN 84-87743-07-2.
- BERMEJO, Juan José y HERRERA, Antonio (2005). Budia, corazón de la Alcarria. Guadalajara: Excmº Ayuntamiento de Budia. ISBN 84-96236-39-0.
Enlaces externos
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