- Agustín Pío Barrios
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Agustín Pío Barrios Nacimiento 5 de mayo de 1885
San Juan Bautista, ParaguayFallecimiento 7 de agosto de 1944 (59 años)
San Salvador, El SalvadorNacionalidad Paraguaya Área Música Agustín Pío Barrios, también conocido como "Nitsuga Mangoré" (nacido el 5 de mayo de 1885 en San Juan Bautista Misiones, en Paraguay - fallecido el 7 de agosto de 1944 en San Salvador, El Salvador), fue un guitarrista clásico y compositor paraguayo de origen Guaraní.
Primeros años
Nació en la ciudad de San Juan Bautista Misiones, en Paraguay. Fue miembro de una numerosa familia con gran interés en la música, prueba de ello es que sus siete hermanos tocaban un instrumento cada uno y formaban la Orquesta Barrios. Su padre fue el argentino Doroteo Barrios, cónsul de su país en Misiones, y su madre Martina Ferreira, profesora (directora) de la escuela de niñas de Villa Florida.
Hasta los 13 años Agustín integró la Orquesta Barrios y un día de 1898 luego de un concierto se acercó Gustavo Sosa Escalada y lo acogió como pupilo y fue introducido formalmente al repertorio de la guitarra clásica. Bajo la influencia de su nuevo guía, Barrios pasó a estudiar las obras más conocidas de los compositores más importantes de guitarra clásica hasta ese momento, como: Francisco Tárrega, José Viñas, Fernando Sor, Dionisio Aguado, Julián Arcas y Joaquín Parga. Sosa Escalada estaba tan impresionado con su nuevo alumno que convenció a los padres del joven Agustín para que lo dejasen mudarse a Asunción para continuar su educación musical y académica en el Colegio Nacional de la Capital, donde tuvo como Instructor a Nicolino Pellegrini, donde además de música, estudió matemáticas, periodismo y literatura.
Primeras presentaciones
Luego de graduarse en el Colegio Nacional de la Capital, en Asunción, comenzó a presentarse en conciertos y a componer. Su primera presentación como solista fue en 1907 en un espectáculo organizado por Sosa Escalada. En 1908 ya era conocido en todo el Paraguay por sus presentaciones con su hermano, el poeta Francisco Martín Barrios. Agustín tocaba la guitarra y Francisco recitaba.
En 1910 Barrios salió por primera vez del país para ofrecer un par de presentaciones en Corrientes (Argentina), y debido al gran éxito que tuvo, aquel regreso planeado para la semana siguiente de los conciertos se pospuso por 2 años. De Corrientes pasó a Buenos Aires y de allí viajó a Uruguay en 1912, Brasil en 1916, y a Chile. Pertenecen a este periodo obras notables como: La Catedral (1921), Estudios y Preludios, Madrigal, Allegro Sinfónico y Las Abejas (1921). La crítica internacional lo calificaba como uno de los más grandes concertistas del mundo y lo llamaban mago de la guitarra.
Falso rumor de su muerte
Cuando Agustín Barrios se encontraba en São Paulo, Brasil, El Diario de Asunción, anunció el 13 de septiembre de 1918, su fallecimiento. El artículo decía: En Melo, en la República del Uruguay, le sorprendió la muerte al eximio artista paraguayo, en los primeros días del mes del corriente. Con el alma llena de melodías y repleto el pecho sonoro de su guitarra de toda la música de nuestras selvas y el dolor melancólico y huraño de la raza, se fue por el, mundo, como una rapsodia, para decir a los hombres su dulce, su triste canción, hasta que le alcanzó la muerte, como a un pájaro la honda. Tuvieron que pasar más de 30 días para que la noticia fuera desmentida.
Regreso a Paraguay
Luego de 12 años, Agustín y su hermano Francisco retornaron al Paraguay que se encontraba en una guerra civil, a pesar de la cual realizó varias presentaciones tanto en Asunción como en el interior. El musicólogo Juan Max Boettner menciona: Lo recuerdo allá por 1922, en una noche de luna en San Bernardino. Él con su guitarra embrujada deleitándonos horas enteras. Su hermano recitaba "Oyendo a Beethoven" y el ejecutaba como música de fondo "Claro de luna" en una adaptación propia.
En enero de 1925 hizo su penúltima presentación en Paraguay, en la Plaza Uruguaya, donde el mismo ayudó a construir el escenario y acarrear las sillas, porque dice cierta gente que no le dejaba el gobierno dar una presentación en el teatro municipal. En esa ocasión presentó su obra El Bohemio. El 25 de febrero de 1925 se alejó definitivamente del Paraguay.
Presentaciones en el exterior
En 1929 inició una gira por varias ciudades del Brasil, por lo que el carnaval del año siguiente lo encontró en Río de Janeiro donde conoció a Gloria quien sería su compañera hasta el final de su vida. Entre 1932 y 1934, Barrios dio presentaciones en Republica Dominicana, Venezuela, Trinidad, Panamá, El Salvador, Colombia, Costa Rica, México, Guatemala y Honduras.
A fines de 1932 decidió presentarse en Europa y Estados Unidos, pero recién se concretó lo primero en 1934 cuando Tomás Salomoni, embajador del Paraguay en México, realizó gestiones para su presentación en Bélgica, en el Conservatario Real de Bruselas, en septiembre de 1934. De Bruselas pasó a París, Berlín y Madrid. Tras últimas investigaciones realizadas por Lito Barrios, encontramos que Tomás Salomoni fue compañero de aula de Agustín Barrios, en el Colegio Nacional de la Capital, en todos los cursos realizados por Agustín. Esto concuerda con que Salomoni haya auspiciado a Mangoré su viaje, no sólo por ser Barrios un eximio artista, sino porque eran amigos de infancia.
El nombre de artista "Nitsuga Mangoré"
El 14 de agosto de 1932 se presentó, en Bahía, Brasil, como Nitsuga Mangoré, el Paganini de la guitarra de las selvas del Paraguay, donde la palabra Nitsuga corresponde a Agustín, escrito al revés; y Mangoré viene de un legendario jefe guaraní que peleó ante la conquista española; además del nombre, adoptó también la idea de presentarse en concierto con trajes tradicionales de Paraguay.
Fue tanto el éxito obtenido con el personaje de "Mangore" que en varios países fue más conocido con el nombre del cacique que con el nombre propio. Además él mismo se encargó de divulgar la leyenda que fue educado en las reducciones jesuíticas, que desaparecieron antes de 1800.
De esta etapa de su carrera corresponde el siguiente escrito: Tupá, el espíritu supremo y protector de mi raza, encontrome un día en un bosque florecido y me dijo: "Toma esta caja misteriosa y descubre sus secretos". Y encerrando en ella todas las avecillas canoras de la floresta y el alma resignada de los vegetales, la abandonó en mis manos. Tomela, obedeciendo el mandato de Tupá, poniéndola bien junto al corazón; abrazado a ella pasé muchas lunas al borde de una fuente. Y una noche, Jasy, retratada en el líquido cristal, sintiendo la tristeza de mi alma india, diome seis rayos de plata para con ellos descubrir sus arcanos secretos, y el milagro operó: desde el fondo de la caja misteriosa, brotó la sinfonía maravillosa de todas las voces vírgenes de la naturaleza de América. Mangoré.
Talento y personalidad
Barrios estaba interesado no sólo en la música, se acercó a la filosofía, poesía y teología. Además de castellano y guaraní, la lengua nativa de Paraguay, tenía cierto conocimiento en inglés, alemán y francés.
Barrios fue muy reconocido por sus interpretaciones, en vivo y en grabaciones -fue el primer guitarrista clásico en grabar de forma comercial en discos de 78 rpm-.
Su conocimiento de la teoría musical le permitió componer en varios estilos: barroco, clásico, romántico y descriptivo. Su música se caracteriza por ser de carácter folclórico, imitativo y religioso.
Sus composiciones se basan en cantos y danzas de toda América Latina, entre otras: cueca, chôro, estilo, maxixa, milonga, pericón, tango, zamba, zapateado, polca paraguaya, etc.
La mayor parte de sus obras se pueden considerar de carácter Romántico tardío, a pesar de haber vivido musicalmente en la primera mitad del siglo XX. Compuso preludios, estudios, valses, mazurcas, tarantelas y romanzas.
Su creatividad le permitió componer más de 300 piezas para guitarra, las cuales son fuertemente impulsadas y defendidas por Berta Rojas, César Amaro, John Williams, David Russell, Laurindo Almeida, Abel Carlevaro, Jesús Benites, Alirio Díaz, entre otros, además de ser consideradas ampliamente de las más importantes en el repertorio de la guitarra clásica.
Jesús Benites [1932-2007], guitarrista peruano que ha grabado varios álbumes de Barrios expresó: "Barrios tuvo que bañarse en la fuente del arte para componer como compuso, y así fue; sus obras han prevalecido y prevalecerán para siempre."
Barrios tenía un carácter excéntrico y ciclotímico. Pasaba por largos periodos depresivos en los que no componía ni tocaba la guitarra y por etapas en las que estaba tan eufórico que se encerraba a componer y practicar sin considerar el tiempo. Fue reconocido además como un buen atleta.
Sus últimos años en El Salvador
Barrios regresó de su gira europea en 1936 y se presentó en Venezuela, Haití, Cuba, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, México y Guatemala. Nunca pudo cumplir su sueño de tocar en Estados Unidos porque la visa a su compañera Gloria le fue negada.
Estando en México sufrió un infarto y un paro respiratorio y los médicos le recomendaron alejarse de las preocupaciones. Unos amigos le invitaron a radicarse en Costa Rica pero aceptó la invitación del general Maximiliano Hernández Martínez, entonces presidente de El Salvador, quien le ofreció una estadía permanente en 1939.
Después de su recuperación, como favor personal el General Martínez le pidió aceptar el nombramiento como profesor de guitarra del Conservatorio Nacional de Música de El Salvador.
El 7 de agosto de 1944 sufrió un infarto que le ocasionó la muerte a los 59 años. El sacerdote que lo acompañó en su agonía comentó que Barrios dijo: "No temo al pasado, pero no sé si podré superar el misterio de la noche"[cita requerida].
Fue enterrado en el Cementerio de Los Ilustres en San Salvador.
Su legado: Los doce discípulos de Mangoré
Entre tantos países que visitó, El Salvador fue el que escogió el maestro:
1. Para recuperarse, sin saber que en realidad pasaría los últimos días de su vida.
2. Para enseñar sus técnicas, El Salvador fue el único país donde impartió su cátedra de guitarra. Tuvo sólo 12 alumnos (Todos salvadoreños), a los que llamaron "Los discípulos de Mangoré" en la "Escuela Nacional de Música y Declamación Rafael Olmedo".
En su libro "Agustín Barrios Mangoré: Genio de la Guitarra" su autor Cándido Morales, uno de los doce discípulos de Mangoré señala que fue recibido como un gran artista y maestro, aclamado y vitoreado por grandes multitudes.El virtuoso guitarrista de origen paraguayo dejó un legado universal de la guitarra clásica en varias naciones latinoamericanas. Pero como parte de su herencia, privilegió y honró con su muerte al país que lo acogió y lo admiró desde el primer día de su llegada. [1]
Desde 1958 fue fundada la Fundación Mangoré de El Salvador.
En la década de los '70 la Asamblea Legislativa de El Salvador declaró la tumba del Agustín Barrios Mangoré como monumento nacional.
A los 50 años de su muerte el Palacio Legislativo le nombró "Noble artista, amigo meritísimo de la República de El Salvador".
Véase también
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