- Anacleto Angelini
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Anacleto Angelini
Anacleto Angelini Fabbri (* Ferrara, Italia, 19 de enero de 1914 - † Santiago de Chile, 28 de agosto de 2007) fue un empresario chileno e italiano. Sus padres fueron Giuseppe Angelini y Adalguisa Fabbri. Se casó en 1959 con María Noceda Zambra, con quien no tuvo hijos.
En 1990 entró al ranking de los más ricos del mundo de la revista Forbes. En el ranking Forbes del año 2006 fue clasificado en el lugar 181° a nivel mundial y 10° a nivel latinoamericano; en el año 2007 fue clasificado a nivel mundial en el lugar 119º, siendo así el mayor millonario de Chile y de Sudamérica. Se caracterizó por cultivar el bajo perfil y la austeridad. Formó su propia fortuna, la que se calcula actualmente en unos 6.000 millones de dólares.[1]
Contenido
Juventud
En 1936, cuando rondaba los 22 años, se trasladó junto a su padre, un vendedor de granos, a la región de Eritrea en Abisinia (actual Etiopía, ocupada desde ese año por Italia), en compañía de sus hermanos Gino y Arturo, para estudiar comercio superior.[1] Allí se dedicaron a los negocios, vendiendo productos como trigo, harina y café. Los británicos desalojaron a las fuerzas italianas en 1941 y Angelini fue tomado prisionero en un campo de concentración británico:
"Cuando llegaron las tropas de ocupación británicas a Abisinia me tocó conocer en carne propia la realidad de los campos de concentración. Ahí viví muchas aventuras que no quisiera recordar, hasta que en 1945 logré escapar".
Anacleto Angelini, 1985.[1]Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, los Angelini decidieron volver a su Italia natal, encontrándola sumida en la ruina. Debido a esto, Angelini decidió viajar a América a los 34 años, llegando por azar a Chile, en compañía de su experiencia en el rubro de la pintura y de un capital inicial de 100.000 dólares (préstamo de un amigo que lo acompañó en África[1] ) para fundar una industria de pinturas junto a otros emigrantes, la actualmente famosa Pinturas Tajamar. En aquella época la mayoría de los italianos que emigraban a Latinoamérica, lo hacian a Venezuela, Brasil o Argentina.
Primeros años en Chile
Luego de su arribo a Chile en 1948 y ya establecida su empresa Pinturas Tajamar, se asoció al italiano Giuseppe Franchini para incursionar en el rubro de la construcción. La empresa se llamó Franchini y Angelini, dedicándose principalmente a la construcción de viviendas y locales comerciales. Poco tiempo después comenzó a diversificar sus negocios, instalando una planta de cerrajería y administrando el fundo La Fortuna, en Curicó.
Poco tiempo después de su llegada a Chile trabó amistad con el italiano José Noceda Zambra, casándose con su hija, María Noceda. Luego de este matrimonio se radicó definitivamente en el país, trayendo a su hermano Gino, hombre bohemio y descuidado, que instaló un local en el centro de Santiago -el café del Artista- mientras Anacleto tomaba un desafío mayor: la harina de pescado.
La harina de pescado
Por el año 1953 ingresó al negocio de la industrialización de la pesca, trasladándose a Arica y comprando una muy pequeña empresa pesquera llamada Eperva, propiedad del italiano Ricardo Varenne. Debido al gran éxito que tuvo, decidió vender su participación en la constructora e incrementar su participación en el rubro pesquero.
La zona norte de Chile estaba dominada por la cesantía y pobreza debido al cierre de las salitreras, pero a pesar de eso, Angelini decidió invertir todo su capital para profesionalizar la industria, adquiriendo una flota de barcos de madera, redes y grúas. Al poco tiempo ya era el principal exportador de harina de pescado del país y dominaba cerca del 70% del rubro en el norte de Chile.
La harina de pescado estaba destinada principalmente a la producción masiva de pollos. En esos tiempos se vivía la "revolución del pollo", que pretendía introducir cambios en la cultura alimentaria. Todo esto llegó de frente durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva.
Por el año 1976 ya controlaba el Astillero Arica, Maestranza Iquique, Aeropesca, Corpesca y Eperva, teniendo participación en Indo y Maderas Cholguán, consolidándose como uno de los más importantes grupos económicos del país.
Paralelamente, en los años 1970 incursionó en el negocio de los seguros con la empresa Cruz del Sur, que fundó junto a Benjamín Davis.[1]
Década de los 1980
El mayor crecimiento del grupo Angelini sucedió en los años 1980. En esto influyeron dos factores; en primer lugar, la caída del importante grupo económico chileno conocido como "los Pirañas", caracterizados por la agresividad en la toma de control de las empresas y al cual pertenecían Manuel Cruzat, Fernando Larraín Peña, Javier Vial y otros, lo cual produjo una mayor participación del grupo Angelini en la vida económica nacional. En segundo lugar, la fuerte competencia de pesqueras peruanas y algunos cambios climáticos y la sobrepesca comenzaron a perjudicar a la industria pesquera, lo que provocó que Angelini diversificara sus negocios, entrando de lleno en el área de combustibles y forestal; incursionó también en el negocio lechero con Soprole y Copalca; los aceites (Anagra); la AFP Summa y el yacimiento Sancarrón.[1] Además, Angelini no se vio mayormente afectado por la crisis financiera de 1983, al haber evitado el endeudamiento.[1]
En 1986 adquiere el 41% de Copec, empresa que en ese instante era manejada por el grupo Cruzat. Pocos años después Copec se consolidó como la empresa líder en el rubro de combustibles del mercado chileno.
Últimos años
Actualmente el grupo Angelini es uno de los mayores productores mundiales de harina de pescado, controlando también el rubro de combustibles y forestal. Su mayor activo, Empresas Copec, es hoy una empresa diversificada con una importante participación en el negocio forestal a través de su filial Celulosa Arauco, siendo además la mayor empresa chilena medida por capitalización bursátil.
Anacleto Angelini, hasta el momento de su muerte mantuvo su sobriedad y sencillez en su modo de vida, así como su lucidez y claridad en el trabajo. Se caracterizaba por pasear en su Mercedes Benz del año 1980 por el centro de Santiago, por no usar guardaespaldas, y por su bajo perfil y austeridad. Sólo dio una entrevista en su vida, a la revista Gestión en 1985.[2] Entre sus distinciones se encuentran el Premio Icare (1982), Comendador de la Orden de San Gregorio Magno (dado por el Papa Juan Pablo II en 1995) y la Orden al Mérito del Trabajo, otorgada por el gobierno de Italia junto con el título de "Caballero del Trabajo" (Cavalieri del Lavoro).[2] Mantuvo a su secretaria Elena Leiva por 50 años.
La sucesión de Angelini es un misterio, ya que al no tener descendientes directos, no hay claridad sobre el destino de su fortuna. En los últimos años se incorporó a las empresas su sobrino Roberto Angelini Rossi, posible heredero.
En 1994 el presidente de Chile Eduardo Frei Ruiz-Tagle le otorgó la nacionalidad chilena por gracia, siendo una de las últimas veces que se le ha visto en eventos públicos. No renunció nunca a su nacionalidad italiana.
Fallece a la edad de 93 años, el 28 de agosto del 2007, en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile, donde estuvo internado una semana, tras ingresar por una gripe que se agravó por un enfisema pulmonar.
Su personalidad
Admirado por su personalidad recta y sencillez, Anacleto Angelini se caracterizó por su sobriedad, generosidad y perseverancia. Destacado como un buen planificador y empresario con visión de largo plazo. En su vida se mantuvo ajeno a la vida social y medios de comunicación.
Referencias
Enlaces externos
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