- Pedro de Angelis
-
Pedro de Angelis
Pedro de Angelis
Retrato de Pedro de AngelisNacimiento 29 de junio de 1784
NápolesFallecimiento 10 de febrero de 1859
Buenos AiresNacionalidad Italia, Argentina Ocupación Historiador Pedro de Angelis (n. Nápoles (Italia), 29 de junio de 1784 - † Buenos Aires, 10 de febrero de 1859), historiador ítalo-rioplatense. Sus restos se encuentran en el Cementerio de La Recoleta.
Pedro de Angelis constituye una de las figuras principales de la ciencia histórica argentina, quizás la primera, a la vez que la más discutida y polémica. Fue uno de los primeros historiadores de la Argentina.[1]
Contenido
Biografía
En su infancia y adolescencia, Pedro De Angelis vivió buena parte de los acontecimientos importantes del siglo. Presenció la huida de los borbones napolitanos y la desaparición del Reino de Nápoles frente al avance arrollador de Napoleón. Y vivió su resurgimiento bajo el reinado del hermano mayor del Emperador, primero, y de su cuñado, el mariscal Joaquín Murat, más tarde.
De Angelis se enroló en el ejército napoleónico de Nápoles, el primero serio y profesional que tuvo el Reino, y llegó a ser Capitán de artillería. Sin embargo, no estaba hecho para este tipo de armas: su versación en historia y filosofía, y su asombroso manejo de varios idiomas, lo guiaban por otros caminos. Así, pronto pudo ocupar una cátedra en el Colegio Militar y fue maestro particular de los dos hijos del rey. Esta relación y su valor intelectual le permitieron ser miembro de la Academia de Nápoles y, poco tiempo después, secretario de la legación de San Petersburgo. En esa ciudad, De Angelis contrajo matrimonio con una joven institutriz suiza, Melanie Dayet, y asistió a la caída del Imperio napoleónico, hecho que rápidamente lo dejó sin trabajo.
Sin mecenas, ni aliados políticos, viajó a París. Con 40 años, en 1825, De Angelis era un hombre de reputación y residía en el centro intelectual de la época. Esto era un bocado tentador para Bernardino Rivadavia, quien, como estadista, pretendía crear en las Provincias Unidas del Río de la Plata un foco de cultura y progreso. Así, con un contrato para crear y dirigir dos periódicos, De Angelis se encontró de pronto rumbo a la Argentina.
Su llegada al Plata
Recién llegado, en 1827, se hizo cargo de la Imprenta del Estado, asociado a un ilustrado español, don José Joaquín Mora. Una vez obtenida la ciudadanía en el nuevo país, inició la publicación de dos periódicos: uno, la Crónica política y literaria de Buenos Aires, órgano de marcado tinte oficialista y buena calidad editorial; y, otro, El Conciliador, que sólo tendría un número en la calle. A fines de 1827, la caída de Rivadavia significó el final de las dos publicaciones y una nueva orfandad de aliados y mecenas para De Angelis.
Gobernaba ahora Manuel Dorrego, a quien De Angelis había criticado con vehemencia desde la Crónica, y sus caminos profesionales se hallaban, al menos, clausurados. Se dedicó a dictar clases para sobrevivir y fundó un Ateneo, que tuvo numerosos alumnos.
Su labor como periodista
Previamente, y aún cuando sus relaciones políticas se deterioraban cada vez más debido al ascenso de Juan Manuel de Rosas, quien no tenía simpatía alguna por el historiador, De Angelis había hecho otro ensayo periodístico: El Lucero, nacido en setiembre de 1829, y que fue el primer diario porteño que incluyó partes meteorológicos, movimientos de naves en el puerto, cambios de moneda y entradas diarias de ganado en la ciudad. Realizaba también críticas literarias y, en una ocasión, realizó una elogiosa critica a la obra de un desconocido poeta: Esteban Echeverría.
En sus páginas se publicaron también crónicas de la campaña de Rosas en el desierto, en especial, a medida que la figura del futuro gobernador adquiría mayor peso.
Mientras tanto De Angelis se ocupó de armar un archivo de manuscritos y otros documentos relativos a los primeros años de la Nación, que se convertiría en el más importante de su época. Este interés se extendió a la geografía, la etnografía y las lenguas indígenas. Logró así un conocimiento único del pasado rioplatense y un archivo de incontable valor, casi tan importante como el que tenía el joven Archivo General de la Nación, que luego dirigiría.
Llegado el año 1830, De Angelis publica varias biografías, inaugurando el género en el país: Ensayo histórico sobre la vida del Exmo. Dr. D. Juan Manuel de Rosas, que reeditará en 1842, Noticias biográficas del Exmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia de Santa Fe, Brigadier D. Estanislao López, Biografía del Sr. General Arenales y del eminente científico Aimé Bonpland. Las dos primeras obras le valdrían a De Angelis un profundo desprecio, no sólo de muchos de sus contemporáneos (en particular de todos los exiliados en Montevideo durante el rosismo), sino también de muchos de los historiadores posteriores: aún hoy la figura de De Angelis genera un fuerte rechazo y nunca ha tenido el reconocimiento que su labor pionera ha merecido. Esteban Echeverría y Paul Groussac fueron, cada uno en su momento, sus más enconados detractores.
Rosas lo contratará para difundir los proyectos intelectuales de su gobierno, en propuestas como el Archivo Americano y Espíritu de la Prensa del Mundo, que se editará en tres idiomas y tendrá una vasta circulación en Europa. Esta circunstancia le valió un odio sin límite de varios exiliados, con los que polemizó en duros términos desde las páginas de esa publicación.
En 1836, De Angelis comenzó su obra cumbre: la Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata, una colección de documentos de primera mano y óptima calidad que testimoniaban la epopeya civilizadora española y los primeros tiempos de la nación argentina. La obra alcanzó los seis tomos completos, realizados todos por la labor artesanal de De Angelis, y se vio frustrada por la ausencia de materiales de edición, debido al bloqueo inglés del Río de la Plata.
Después de la batalla de Caseros, y caído Rosas, no hubo lugar en el país para el historiador, que tuvo que marchar a Río de Janeiro donde fue recibido con los mayores honores.
De Angelis como científico social
El Instituto Histórico y Geográfico de esa ciudad lo nombró miembro correspondiente, lo que también harían la Royal Geographic Society de Londres, la Societé Geographique de París, el Reale Instituto d'Incoraggimiento delle Scienze Naturali de Nápoles, la Massachussetts Historical Society, la Societé Royale des Antiquaires du Nord de Copenhague y la American Philosophical Society de Filadelfia.
Sin embargo, De Angelis no pretendía quedarse en Brasil, sino regresar a Buenos Aires, algo que logró, luego de un breve paso por Montevideo, en 1855. Aunque caído en desgracia, pudo publicar valiosas obras aún, como la Memoria sobre el estado de la Hacienda Pública, de carácter económico, un Proyecto de organización para la instrucción pública de la Provincia de Buenos Aires, la monumental Recopilación de las Leyes y Decretos promulgados en Buenos Aires desde el 25 de mayo de 1810 hasta el fin de diciembre de 1835; un Reglamento para el ejercicio y maniobras de los regimientos de infantería, un Libro de lectura elemental e instructiva para jóvenes estudiantes y una Bibliografía General del Río de la Plata, obra manuscrita que se conserva en el Archivo General de la Nación. Por encargo de Rosas, también había publicado una Memoria sobre los derechos de soberanía de la Confederación Argentina a la parte austral del continente americano, que constituyó uno de los primeros estudios geográficos del país.
Esta fue la última aparición pública de Pedro de Angelis, patriarca de los historiadores argentinos.
Publicaciones
Recopiló y publicó documentos fundamentales, que habían permanecido inéditos.
Publicó los periódicos:
Publicó varias biografías, inaugurando el género en el país:
- Ensayo histórico sobre la vida del Exmo. Dr. D. Juan Manuel de Rosas
- Noticias biográficas del Exmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia de Santa Fe, Brigadier D. Estanislao López
- Biografía del Sr. General Juan Antonio Álvarez de Arenales
- Biografía de Aimé Bonpland.
Su obra cumbre, Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata, comenzó a publicarse en 1836.
Recopiló varios documentos referidos a la historia de las Provincias del Río de la Plata:
- Derroteros y viages à la Ciudad Encantada, ó de los Césares. Que se creía existiese en la Cordillera, al sud de Valdivia. Texto en Project Gutemberg.
- Colección de viages y expediciones à los campos de Buenos Aires y a las costas de Patagonia. Texto en Project Gutemberg.
Por encargo de Rosas, publicó una Memoria sobre los derechos de soberanía de la Confederación Argentina a la parte austral del continente americano, que constituyó uno de los primeros estudios geográficos del país.
Debido a sus trabajos durante el gobierno de Rosas, fue denostado por historiadores e intelectuales contemporáneos y posteriores. Durante su vejez, y siendo todavía rechazado por la mayoría de la intelectualidad nacional, fue nombrado miembro del Instituto Histórico y Geográfico del Río de la Plata, a pedido de su creador, Bartolomé Mitre.
Referencias
Bibliografía
Academia Nacional de la Historia
Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas
Categorías: Nacidos en 1784 | Fallecidos en 1859 | Historiadores de Italia | Historiadores de Argentina | Periodistas de Argentina
Wikimedia foundation. 2010.