- Plan de invasión nazi al Uruguay
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Plan de invasión nazi al Uruguay
Invasión nazi al Uruguay, como su nombre lo indica, plan de invasión al Uruguay ideado por inmigrantes alemanes partidarios de dicha ideología, apoyados por el gobierno alemán y la embajada alemana en Montevideo, desarrollada durante fines de la década de 1930 y principios de la de 1940, en las ciudades de Salto (en Uruguay) y Concordia (en la Argentina).
Contenido
Inicios
En el centro de todo el asunto se encontraba un curioso sujeto llamado Arnulf Fuhrmann. Fuhrmann fue un alemán que a fines de la Primera Guerra Mundial se instaló en Salto (seguramente huyendo de una Alemania destruida social y económicamente para arribar a un Uruguay estable en los mismos aspectos, transformado por el Batllismo) para dedicarse a la agricultura y la fotografía. En febrero de 1937 fue contratado por el diario salteño La Campaña, órgano de prensa del Partido Ruralista, como administrador. Un mes más tarde fue designado director. Fuhrmann se mostró sumamente enérgico con la administración del diario, creando nuevas secciones, consiguiendo más avisos publicitarios y aumentando el número de páginas. A su vez, Fuhrmann comenzó un intenso activismo social, oficialmente en nombre del diario, pero en realidad con otras intenciones. En marzo de 1937 la colonia alemana en Salto creó el Centro Cultural Germano - Uruguayo, del que Fuhrmann fue elegido presidente.
Dos meses más tarde, participó de la conmemoración de la proclamación del Imperio Italiano por parte de Mussolini. Cabe destacar que en aquella época no estaba mal visto ser fascista o nazi. De hecho, el Ministerio del Interior autorizaba a los alemanes a celebrar el cumpleaños de Hitler y a izar la bandera alemana ese día, así como los italianos podían festejar también fechas vinculadas al régimen totalitario de su país. En julio de 1937 Fuhrmann dejó de ser el redactor responsable de La Campaña. Según el diario, con el motivo de "Dedicar sus energías a otras actividades". Fuhrmann estaba casado con la viuda de Federico Jungblut, propietaria de Foto Clave, una casa de fotografía en Salto. Una vez fuera de La Campaña, se dedicó por completo a la fotografía y al activismo nazi. Comenzó a distribuir panfletos antisemitas, y se lo señaló como líder de un grupo nacionalsocialista que militaba en Salto y en la vecina ciudad de Concordia, en la Argentina. Salto se vuelve un punto de entrada de material propagandístico.
El plan
Fuhrmann consideraba que, como Bélgica y Francia, Uruguay sería un estupendo trampolín para invadir los países vecinos (Argentina y Brasil). El plan estipulaba que la invasión terminaría en quince días, y que el Putch (Golpe de Estado) sería sumamente rápido. Se daba por sentado que ninguna fuerza haría resistencia. Las tropas de ocupación de organizarían de la siguiente manera: dos regimientos con artillería y caballería en Montevideo, dos compañías en Colonia del Sacramento, Fray Bentos, Paysandú, Rivera y Artigas, y un batallón en Salto y Bella Unión. A continuación, el plan se pone más siniestro: decía que de los dos millones de habitantes del Uruguay de aquel entonces, habría que exterminar enseguida a los judíos, los caudillos políticos y los masones. Finalizado este paso, de inmediato se encauzaría la organización del país como colonia alemana de campesinos.
Entre sus partidarios, los principales tenían misiones específicas, a saber: Julio Hotzer (comandante de las fuerzas de asalto), R. Meissner (instructor de las fuerzas de asalto), Otto Kleing (encargado de la toma de las zonas industriales), Rudolf Patz (Jefe de la Quinta Columna) y Arnulf Fuhrmann, por supuesto, el Jefe Supremo.
El fracaso
Mientras, la prensa comenzó una intensa campaña sobre el peligro alemán, cada vez más alarmista y dramática. Por ejemplo, el diario Tribuna Salteña publicó que "Salto es escenario de una intensa campaña nazi" y que "Es necesario expulsar a todos los agentes del nazismo". En 1941, mientras Hitler invadía la URSS, el diputado comunista José Cardozo, seguramente afectado por las advertencias de la prensa y por la invasión nazi del entonces único país socialista del mundo, advirtió al Parlamento de realizar una investigación, por cierto muy oportuna. Se incautaron más de 2.000 documentos, se arrestaron a una docena de implicados y se requisaron apenas seis ametralladoras livianas. Al parecer, el peligro de invasión no era inminente. En Salto, se allanó Foto Clave y la residencia particular de Fuhrmann, y a los pocos días, se capturó al alemán y es trasladado a Montevideo. La Suprema Corte liberó a Fuhrmann y a los otros detenidos por un pedido extra oficial del presidente Alfredo Baldomir. Al parecer para no alterar las relaciones entre Uruguay la Alemania Nazi.
Mientras el Estado uruguayo se enteró del plan de invasión, Fuhrmann fue detenido en Concordia y trasladado a Buenos Aires para que diera explicaciones de otro plan de conquista, esta vez de la Patagonia. Como no se encontraron motivos para detenerlo, se lo devolvió a Uruguay en septiembre de 1941 pues la justicia uruguaya lo solicitaba, para que declarase ante el Magistrado por los planes de conquista. El hecho tuvo varias repercusiones según donde se publique la noticia. Para Tribuna Salteña, era "Un megáfono ambulante de propaganda del nazismo, Para El País, era "El Jefe Supremo del vasto movimiento nazi que se realizaría en el territorio sudamericano".
Finalmente, en febrero de 1944 se dictó sentencia (el proceso comenzó en 1941). De todos los complotadores, Fuhrmann fue el que recibió el castigo mayor, doce años de prisión. En noviembre de 1946, con motivo de la visita anual de cárceles, Fuhrmann y sus seguidores fueron liberados, por buena conducta y desaparecieron de la historia.
Referencias
- El Mercosur que querían los nazis - Suplemento Qué Pasa del diario El País de Montevideo. Por Gabriel Sosa (21 de octubre de 2006)
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