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Amelia Bence
Amelia Bence.Nombre real María Amelia Batvinik Nacimiento 13 de noviembre de 1919 (92 años)
Buenos AiresOcupación Actriz Ficha en IMDb Amelia Bence (Buenos Aires, Argentina, 13 de noviembre de 1919) es el seudónimo de la actriz argentina María Amelia Batvinik.
Se inició, al igual que muchas otras estrellas del espectáculo, en el teatro,[1] desempeñándose posteriormente en radio y televisión, aunque fue principalmente en el cine donde se destacó, integrando la denominada «época de oro» junto a Mirtha Legrand, Delia Garcés y Mecha Ortiz. Popularizada por la belleza de sus ojos de tonalidad violeta, hasta la fecha filmó casi 50 películas.[2]
También trabajó en España y en diversos países de Latinoamérica como México, tanto de actriz protagónica como de reparto en películas como La fuga (1937), La guerra gaucha (1942), Los ojos más lindos del mundo (1943) y A sangre fría (1947).[3] Durante su trayectoria de más de siete décadas, acompañó a figuras de la talla de Tita Merello, Pedro López Lagar y Ángel Magaña; por la interpretación de sus papeles, fue relacionada por la crítica cinematográfica con Bette Davis, Glenda Jackson, Simone Signoret y Elizabeth Taylor.[4] Desde la década de 1960, se destacó en televisión en exitosos ciclos como Show Standard Electric y Las 24 horas.[2]
Entre 1996 y 2010, encarnó a la escritora Alfonsina Storni, de quien era discípula, en varias obras de teatro e incluso, con anterioridad, en 1957, la había representado en el medio cinematográfico.
Contenido
Biografía
Infancia y juventud
Descendiente de inmigrantes judíos europeos pasó su infancia en una vivienda de la calle Paraguay 1913, en la Capital Federal.[5] A la edad de 5 años, en 1925, debutó en el Teatro Infantil Lavardén alentada por las hermanas Paulina y Berta Singerman y bajo la enseñanza de la reconocida poetisa Alfonsina Storni.[2] Posteriormente, estudió actuación en el Conservatorio Nacional de Arte Escénico y reemplazó a la actriz Amanda Varela (hermana de Mecha Ortiz) en una obra teatral.[5] Ya adulta, Bence comentó las dificultades que padeció con su familia, quien se oponía rotundamente a que se dedicara al medio artístico:
Es algo muy importante poder realizar la propia vocación. Yo peleé contra mi familia porque no me dejaban ser actriz. Luché y lo conseguí, pese a que a los diez años me sacaron del Lavardén porque querían apartarme de este oficio, pero a los doce logré volver.[5]A pesar de la oposición familiar a esta actividad, Bence convenció a su madre y, a falta de vacante en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático, decidió aprender danzas clásicas junto a Mecha Quintana en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, donde concurrió breve tiempo. Con solamente 13 años, participó de la obra Wunder Bar, protagonizada por Armando y Enrique Discépolo.[5]
Comienzos y consagración en cine
Alternando el género teatral, debutó en cine con una pequeña labor en 1933 con la segunda película sonora de Argentina: Dancing, de Luis José Moglia Barth, que no tuvo la misma repercusión que su antecesor, ¡Tango!.[2] Esta producción aún no pudo recuperarse y Bence demoró bastante en incluirla dentro de su filmografía.[6] En 1937 intervino en el filme dramático La fuga, donde secundó a Tita Merello y Santiago Arrieta interpretando a Sara. En el mismo, el autor Enrique Cadícamo editó rápidamente el tango «Nieblas del Riachuelo» a pedido del director para que pudiera ser interpretado por Merello en el filme.
Simultáneamente estuve en la película Dancing: a esta filmación llegué como extra, pero el director Moglia Barth se fijó en mí, se ve que le gustó mi presencia y me dio una escenita de dos palabras. Entonces, yo estaba trabajando en la obra de teatro y en la película, y un día me despierto a la mañana, confusa, sin saber qué me tocaba hacer. Y ahí decidí que nunca más iba a estar en dos cosas a la vez, para mí era demasiada exigencia. Y lo cumplí hasta el presente.
Amelia Bence.[5]A finales de la década de 1930, Leopoldo Torres Ríos, informado de su capacidad para la fotogenia, le concedió su primer protagónico cinematográfico en Adiós Buenos Aires, donde compuso a Luisita, una corista de vida bohemia.[2] El mismo director la dirigió en La vuelta al nido, cuyo papel de ama de casa, según un archivo del escritor Abel Posadas, no le tocaría de nuevo en su vasta trayectoria. En Los caranchos de La Florida, una versión de la novela de Benito Lynch, su actuación se vio opacada por la de José Gola, su compañero en el filme.[6] Por otra parte, el estreno de El matrero en 1939 (filmada en los exteriores de Tucumán) no recibió el éxito esperado, aunque sí se elogió la fotografía a cargo de John Alton.
Habiendo actuado en varias ocasiones con Tito Lusiardo, volvió a reencontrarse con él en 1941 cuando actuaron en Novios para las muchachas, la versión fílmica de Las de Caín, dirigidos por Antonio Momplet y con un elenco que incluía a Mirtha y Silvia Legrand, Silvana Roth, Nélida Bilbao, entre otras. Roth, años más tarde, definiría a Bence como una colega «competitiva» al saberse ya primera figura, mientras que Bilbao admitió que se «comportaba con una corrección admirable».[6]
En 1942 tuvo varias propuestas de trabajo, siendo partícipe de El tercer beso, dirigida por Luis César Amadori por la cual obtuvo el premio de la Asociación de Cronistas a la Mejor Actriz; En el viejo Buenos Aires, con la protagonización estelar de Libertad Lamarque para los estudios San Miguel; y Cruza, filmada en Neuquén con Fernando Ochoa. Sin embargo, adquirió popularidad con La guerra gaucha, donde compartió cartel con Enrique Muiño, Francisco Petrone y Ángel Magaña.[7] Dirigida por Lucas Demare, la película fue considerada una de las más importantes en la historia del cine argentino.[8] La trama, que transcurre en 1817 en la provincia de Salta, estaba basada en las acciones de guerrilla de los gauchos partidarios de la independencia, bajo el mando del general Martín Güemes, contra el ejército regular realista que correspondía a la monarquía española. Por su papel aquí, recibió el premio a la Mejor Actriz por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.[2]
En 1943, ya con relevante prestigio, fue una de las protagonistas femeninas de Los ojos más lindos del mundo, título con el que se la asocia incluso hasta la actualidad.[2] Tiempo después, incursionó en filmes basados en obras de relevantes autores como Miguel de Unamuno (Todo un hombre-1943), Stefan Zweig, Alejandro Casona, August Strindberg (El pecado de Julia-1946), Ángel Guimerá (María Rosa-1946), etc.[2] El escritor Luis Cortés Bargalló, en uno de sus libros, publicó: «Amelia Bence ruega a Alberto Closas en El pecado de Julia: "Dime que me quieres, es lo único que te pido". Mediante esa retórica llegamos al amor como discurso, según la idea de Julia Kristeva. Así, todo lo que es amor se dice a través de palabras».[9]
Junto a Homero Cárpena, fue parte de Nuestra Natacha (estrenada en 1944 y basada en la obra de Alejandro Casona) y encabezó 24 horas en la vida de una mujer, de Carlos Borcosque (adaptación en la que contribuyeron Arturo Cerretani y Tulio Demicheli), que se creía desaparecida aunque luego se transmitió por cable. En 1946 interpretó a Eugenia de la Fuente en Las tres ratas, donde se relata la historia de tres hermanas (Mecha Ortiz, Amelia Bence y María Duval) que, al quedar huérfanas, una de ellas se encarga del cuidado de las otras dos abandonando su felicidad.[10] El director Carlos Schlieper puso en evidencia durante el filme la coquetería y la frivolidad de Bence.[6]
Dirigida por el francés Daniel Tinayre, intervino en A sangre fría (1947), destacada película por la cual recibió el premio a la Mejor Actriz de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina.[2] A continuación, contratada por EMELCO, no solo incursionó en Radio El Mundo junto a Elisa Christian Galvé sino que también protagonizó Danza del fuego, que le valió nuevamente el premio de los cronistas y además, fue el filme ganador en el Primer Certamen Hispano Americano de Cine de Madrid, en España.[2]
Tras contraer matrimonio con el actor Alberto Closas en 1950, se dedicó asiduamente al teatro pero igualmente alcanzó a filmar nueve películas en esa década: Romance en tres noches (1950), con Herminia Franco; Mi mujer está loca (1952), de Carlos Schlieper; Siete mujeres (1953); El hombre que debía una muerte (1955); entre otras. Por aquellas épocas a su vez, su labor en La parda Flora originó críticas mixtas, hay quienes creen que cumplió un buen trabajo mientras que otro difieren en ello; Las tres Elenas, rodada en México, debido a su mala distribución, no fue vista por el público argentino pero fue proyectada en el Cineclub Godard en DVD en septiembre de 2006.[6]
En 1957 rodó su película preferida: Alfonsina, que relata la biografía de la escritora Alfonsina Storni. Su caracterización, sin modificaciones físicas, fue premiada por la AACCA.[11] También recibió galardones como protagonista: premio Cóndor de Plata a la Mejor Actriz por El tercer beso, y como actriz de reparto fue premiada por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina por su labor en La casa de los cuervos.
En España filmó dos películas (entre ellas, De espaldas a la puerta), en Chile una y también se lució en México.[2] En el medio televisivo se destacó desde finales de la década de 1950, cuando fue convocada para encarnar a Madame Curie en la miniserie Los premios Nobel y en 1960 para actuar en Topaze, por Canal 9. Una de sus últimas labores importantes en cine la cumplió en La cigarra no es un bicho en 1963 con un rol central, componiendo a una prostituta. Tras ser dirigida por Fernando Ayala, Leo Fleider y Enrique Carreras en dos comedias de 1965 y 1969, fue contratada para realizar su primer filme en colores en 1973, titulado Adiós, Alejandra.[2]
Labor teatral
Para la década de 1930 ya era conocida por sus trabajos en radio y teatro, siendo una de las partícipes en 1932 de Un baile en el Saboy, opereta con música de Paul Abrahám según el libro de Alfred Grünwald y Fritz Cohnerque que se brindó en el Teatro Odeón con Florencio Parravicini, Mecha Ortiz, Miguel Faust Rocha y Juana Sujo.[6]
De extensa trayectoria en teatro, una de sus principales obras teatrales llevadas a cabo en su época de esplendor fue Mujeres, de Claire Booth, con la compañía de Mecha Ortiz y la participación de Rosa Rosen.[12] Ahí, recreó a Crystal, personaje del que Rosen diría años después: «Yo no tenía el físico para dar vida a Crystal y Amelia era de veras hermosa. En un primer momento se pensó en mí para ese rol pero no me iba. Por otra parte, se desempeñaba muy bien como la contrafigura de Mecha Ortiz. En cine, y esto lo digo positivamente, fotografiaba como ninguna otra».[6] También hizo teatro en Estados Unidos con temporadas de La valija y Doña Rosita, la soltera.[4]
El redactor Osvaldo Pellettieri, refiriéndose a los exponentes teatrales, explicó: «Una revista publicó una nota intitulada "¿Qué opina usted de los vocacionales?" en la que se entrevistaba a cinco exponentes del llamado "teatro profesional": Narciso Ibáñez Menta, Ulyses Petit de Murat, Silvia Nolasco, Alberto de Mendoza y Amelia Bence. Con diferentes grados, los cinco entrevistados coincidieron en minimizar la importancia de la labor de los "vocacionales" en el sistema teatral argentino. Por su parte, Amelia Bence tuvo un tono mucho más amable pero, lejos de considerar que el ser parte del llamado "teatro vocacional" era una elección ética y artística, entendió que éste era una suerte de "entrenamiento" para ingresar luego a la escena profesional».[13]
Entre 1959 y 1960 obtuvo éxito con la obra teatral Maribel y la extraña familia de Miguel Mihura, encabezando el elenco con Juan Carlos Mareco y Malisa Zini en el Teatro Odeón; en 1960 fue dirigida por Cecilio Madanes en Así es la vida, que protagonizó junto a Luis Arata y Eva Franco.[14] Con la compañía que encabezaba junto a Roberto Escalada y Guillermo Bredeston coprotagonizó ¿Que hago con dos maridos? de Almeida y Santana,[14] y para 1966 reemplazó a Malvina Pastorino en el estelar de El proceso de Mary Duggan, rol que luego sería otorgado a su amiga, la actriz Mirtha Legrand. Anteriormente, a fines de la década de 1950, había acompañado a Duilio Marzio en la pieza Trampa para un hombre solo.
A su vez, regresó a los escenarios porteños con Rosa Rosen en Solo 80, pieza de Colin Higgins representada en el Teatro Blanca Podestá sobre la Avenida Corrientes, donde Bence compuso a la madre de Harold.[15] Casualmente, a pesar de la reducida diferencia de edad entre Rosen y Bence, a la primera le correspondió el papel de una octogenaria y a la segunda, a la alocada madre de un adolescente.[6] En 1991 encabezó en teatro Cartas de amor, donde se reencontró con Alberto Closas, su primer marido.[4]
Desde hacía varios años se presentaba en diversos teatros de América Latina con su unipersonal Alfonsina y el mar,[16] dedicado a recorrer la vida y obra de la reconocida poetisa alternando distintos géneros como la poesía o la música.[4] Fue asesora artística de la representación Así de perras de Lito Cruz y actuó en Los millones de Orofino, con Tino Pascali respectivamente.[17]
Última etapa
Desde la década de 1980, tras un largo período de inactividad, trabajó asiduamente en el medio teatral y televisivo, en el que ya había estado con anterioridad en ciclos como Alta Comedia o Show Standard Electric, que contaba con la dirección de Fernando Ayala y un elenco de notables artistas como Olinda Bozán o Iris Marga. En 1980 participó en la serie dramática Romina con Arturo Bonín y Dora Baret y hasta 1981 fue requerida para Bianca, transmitida por ATC (Argentina Televisora Color), mientras que por 1985 aún continuaba participando en Las 24 horas con Hilda Bernard.
En 1983 recibió el premio Santa Clara de Asís en reconocimiento a su trayectoria y posteriormente, se alejó de la actividad artística temporalmente aunque se la podía apreciar en notas periodísticas o televisivas.
En 1989 se le otorgó el premio Cóndor de Plata a la Trayectoria, sucesivamente con la actriz Sabina Olmos.[18] Obtuvo el premio Pablo Podestá en reconocimiento a su carrera en 1992, en una ceremonia donde estuvieron presentes, entre otros, Niní Marshall y Marcos Zucker.[4]
Por suerte, sigo realizando mi sueño de chica gracias a que poseo una memoria privilegiada, y un físico en forma porque me muevo, hago mucha gimnasia, y no estoy sentada ni bordando ni tejiendo ni mirando televisión todo el tiempo. Quizás no tengo todo el trabajo que querría, pero está bien, porque tanta actividad quizás no me conviene y, como suelo decir, soy bastante haragana.
Amelia Bence.[5]En 1993 retornó a la actuación con Esos que dicen amarse, encarnando a Milena al lado de Raúl Taibo y Carolina Papaleo con guiones de Alberto Migré y Micaela Castroman. En 1994, con motivo del deceso de Alberto Closas, figuró en distintas revistas de interés general con entrevistas en donde lo recordaba, confesando: «[Alberto Closas]... marcó mi corazón»,[19] y cuatro años después, en 1998, recibió el premio de la Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas junto a Libertad Lamarque.[20]
En 1999, convocada para realizar una obra en el XIV Festival Internacional de Teatro Hispano, ésta debió ser cancelada por diversos problemas técnicos. En 2000, tras 26 años sin hacer cine, filmó La loma del diablo y en 2002 convenció a Osvaldo Cattone de dirigir la obra Venecia en la ciudad de Lima en Perú, de la que fue protagonista durante más de seis temporadas.[21] [22] En 2003 interpretó a una directora de un colegio en el programa cómico No hay dos sin tres, con Pablo Granados y Pachu Peña e incursionó en el género infantil, haciendo de un hada mágica en Amor invisible junto a Gustavo Monje, en 2003.[23]
Actualidad
En los últimos años, Bence recibió variados reconocimientos por su larga trayectoria. En 2006, por ejemplo, fue homenajeada por la Obra Social de Actores (OSA),[24] en 2007 recibió el premio Javolandia,[25] obtuvo un diploma de reconocimiento durante la ceremonia de los María Guerrero[26] y en 2008 recibió el premio Trinidad Guevara a la Trayectoria al igual que Jorge Rivera López.[27] A su vez, en 2009 participó del programa radial Viva la radio, transmitido por Cadena 3, expresando: «Las actrices somos atemporales».[28]
A fines de 2009, se le montó un homenaje durante la entrega de los premios Podestá y la delegación Zona Norte de la Sociedad Argentina de Escritores realizó un acto, al que concurrió el intendente de San Isidro Gustavo Posse, durante el cual se presentó una antología y se rindió homenaje a Amelia Bence con la inauguración de una sala con su nombre.[29]
En abril de 2010 sufrió un accidente doméstico mientras ensayaba la obra Alfonsina, el mar y yo en el Maipo Club con Martín Wullich, que le provocó una fractura de cadera por lo que debió ser intervenida quirúrgicamente en la clínica Los Arcos y las funciones fueron suspendidas.[30] Desde entonces, está en un proceso de muy lenta recuperación, que realiza asistida en su propia casa con ayuda de un andador. El doctor Alejandro Druetto, responsable de su operación como así también de las de China Zorrilla y Susana Giménez, se encargó de transmitir a los medios los avances sobre su estado de salud.
En noviembre, el periodista de espectáculos Daniel Gómez Rinaldi publicó su libro: Los ojos más lindos del mundo que contiene la biografía de la actriz.[31] En junio de 2011 fue declarada Personalidad Destacada de la Cultura Argentina gracias a una iniciativa del diputado Juan Pablo Arenaza, perteneciente a la Coalición Cívica, pero debido a su delicado estado no pudo concurrir a recibir el honor.[32] Paralelamente, los medios informativos informaron que la actriz no se había recuperado de su operación y que no había salido siquiera una vez de su vivienda en lo que iba del año, debiendo movilizarse con grandes dificultades en andador. «Estoy peor que antes... El año pasado salí tres veces para ir al médico. Pero en lo que va del 2011 todavía no pisé ni la vereda», dijo.[33] Poco después, con ayuda de Raúl Etchelet, editó sus memorias, tituladas La niña del umbral (Ed. Corregidor); sobre el proceso de redacción, Etchelet comentó: «Muchas veces la encontraba leyendo y marcando un capítulo entero, dispuesta a rehacerlo y no guardarse nada, como quien da un primer paso y eso la anima... Lo hace auténtico y visceral. No escrito para quedar bien con nadie. Sino en paz con el corazón.»[34]
Vida privada
Agraciada por el particular color de sus ojos de tonalidad violeta, fue considerada como la mujer de «los ojos más lindos del mundo» por Chile, título similar al que le fue concedido al actor norteamericano Paul Newman.[4] A pesar de que jamás tuvo hijos, confesó en variados medios que le agradan mucho los niños.
Con respecto a su familia, su hermana, Esther Bence, estuvo vinculada al medio artístico e incursionó como actriz en nueve películas argentinas entre 1938 y 1950.[35] Estuvo casada tres veces, primeramente con el actor Alberto Closas, con el que convivió siete años; con Carlos «Charly» Paz, con quien se casó hacia 1980; y brevemente con el actor y director Osvaldo Cattone, que la dirigió en Doña Rosita, la soltera, pieza de Federico García Lorca.[4]
Fijate qué cosa curiosa: yo lo extraño horrores (a Alberto Closas). Después del alejamiento, del paso del tiempo, me falta. Así como siento nostalgia de mi último marido, también víctima del cáncer por el cigarrillo...Los extraño porque, sin que yo me lo proponga, a través de los años voy perdonando lo que me hicieron sufrir, no soy rencorosa. Me quedo con las cosas buenas.
Amelia Bence.[5]Hasta su seria fractura de cadera, practicaba gimnasia manteniendo una vitalidad asombrosa.[36] En la actualidad, con 92 años, ya no se la puede apreciar en televisión ni participando en homenajes.
Legado
A modo de reconocimiento, la delegación Zona Norte de la SAE y el Complejo Tita Merello (cerrado en 2010) llevan una sala con su nombre. En la actualidad, Bence es considerada una de las figuras del espectáculo más importantes y prolíficas por su prestigio y trayectoria de 78 años de carrera.[37] La redactora Ana Laura Lusnich, analizando sus trabajos, escribió: «Amelia Bence asume con inteligente comprensión la responsabilidad de su papel, encarnando a la joven emprendedora y valiente que se aventura».[38] Por su parte, el escritor Alfredo Pareja la definió como «una actriz de gran prestigio en su época de esplendor, al igual que María Duval o Mecha Ortiz».[39]
Durante su período de esplendor, fue calificada como «el rostro más cinematográfico del cine argentino» junto a José Gola,[2] y hasta la actualidad es conocida en su país natal como la «mujer de los ojos más bellos del mundo». Su filmografía comprende aproximadamente 50 películas principalmente dramáticas, entre ellas La guerra gaucha, una de las producciones más destacadas de la historia cinematográfica argentina.
Filmografía
- El día que cambió la historia (2010)
- La loma del diablo (2000)
- Adiós, Alejandra (1973)
- Los debutantes en el amor (1969)
- La industria del matrimonio (1964)
- La cigarra no es un bicho (1963)
- Dos basuras (1958)
- Alfonsina (1957)
- El hombre que debía una muerte (1955)
- La Parda Flora (1952)
- Mi mujer está loca (1952)
- Romance en tres noches (1950)
- La danza del fuego (1949)
- La otra y yo (1949)
- La dama del collar (1948)
- El pecado de Julia (1947)
- A sangre fría (1947)
- Lauracha (1946)
- María Rosa (1946)
- Las tres ratas (1946)
- Camino del infierno (1945)
- 24 horas en la vida de una mujer (1944)
- Todo un hombre (1943)
- Los ojos más lindos del mundo (1943)
- Son cartas de amor (1943)
- La Guerra Gaucha (1942)
- Cruza (1942)
- En el viejo Buenos Aires (1942)
- El tercer beso (1942)
- La casa de los cuervos (1941)
- Novios para las muchachas (1941)
- El haragán de la familia (1940)
- El matrero (1939)
- Hermanos (1939)
- Los caranchos de la Florida (1938)
- La vuelta al nido (1938)
- Adiós Buenos Aires (1938)
- El forastero (1937)
- La fuga (1937)
- Dancing (1933)
Véase también
Referencias
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- ↑ a b c d e f g h i j k l m Blanco Pazos, pp. 36-37
- ↑ «Amelia Bence» Argentina: Archivoshistóricos.com. Consultado el 10 de enero de 2011.
- ↑ a b c d e f g «Amelia Bence: los ojos más lindos del mundo». revista Caras (590). 1993.
- ↑ a b c d e f g Soto, Moira. «Personajes: Amelia Bence» (en español). Argentina: diario Página/12. Consultado el 8 de diciembre de 2010.
- ↑ a b c d e f g h Damas para la hoguera: Amelia Bence (pp. 6-33) (PDF). Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Autoría: Abel Posadas. Consultado el 6 de julio de 2011.
- ↑ «"Posee una actualidad enorme"». Argentina: diario La Nación (20 de noviembre de 2002). Consultado el 14 de mayo de 2011.
- ↑ Di Núbila, p. 392
- ↑ Cortés Bargalló, p. 775
- ↑ Posadas, p. 23
- ↑ Bence, Amelia (4 de enero de 2009). «Alfonsina, el mar y yo». Argentina: diario Página/12. Consultado el 14 de mayo de 2011.
- ↑ «Testimonio de Amelia Bence» Argentina: Sitio web oficial de Rosa Rosen. Consultado el 10 de enero de 2011.
- ↑ Pelletieri, p. 266
- ↑ a b Massa, pp. 423-434
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- ↑ Daniel Gómez Rinaldi: Los ojos más lindos del mundo, Buenos Aires, 2010.
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- ↑ Pareja, p. 17
Bibliografía
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- Pareja Diezcanseco, Alfredo (2007). Las tres ratas: novela. Libresa. ISBN 9789978490167.
- Pelletieri, Osvaldo (2006). Teatro del Pueblo: una utopía concretada (1 edición). Argentina: Galerna. ISBN 950-556-061-3.
- Massa, Cristina (2003). «Compañías y teatros». Historia del teatro argentino en Buenos Aires (IV edición). Argentina: Galerna. ISBN ISBN 950-556-447-3.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Amelia BenceCommons.
- Ficha de Amelia Bence en inglés y en español en Internet Movie Database.
- En cinenacional.com
- En alternativateatral.com
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