Manuel Barros

Manuel Barros Chantada (Meis, Pontevedra, 28 de octubre de 1910 - Buenos Aires el 12 de diciembre de 1987), campesino español, participó en la Guerra Civil Española (1936-1939).

Antecedentes familiares

Nació el 28 de octubre de 1910 en el seno de una familia campesina en la parroquia de San Salvador de Meis (Meis, Pontevedra). Fue el mayor de los 6 hijos que tuvieron Manuel Barros Torres y Carmen Chantada. Su familia tenía casa y fincas propias y varios miembros con capacidad de trabajar, aunque no podían evitar las penurias y privaciones como la inmensa mayoría de las familias rurales gallegas de su tiempo. Su padre fue una persona con influencia entre los vecinos del municipio y en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fue elegido teniente de alcalde, cargo que desempeñó entre 1931 y 1936. Dos días después de estas elecciones, el 14 de abril de 1931, se proclamó la Segunda República Española. Por esta razón y por haber defendido más tarde las instituciones de la República frente al golpe de estado de Franco, fue encarcelado 3 años en la isla de San Simón durante la Guerra Civil.^{[indicar años][cita requerida]}

Manuel Barros Chantada tuvo en su padre un referente que lo marcaría en su trayectoria política e intelectual. Desde niño vivió injusticias que se cometían con los más desfavorecidos y especialmente el atraso secular del sector rural.

El pronunciamiento del 18 de julio de 1936

En 1932, durante el servicio militar y la efervescencia política de principios de la Segunda República, entró en contacto con distintas organizaciones sindicales de izquierda que se movían dentro del Ejército. En mayo de 1936 se afilió a la sociedad agraria Fraternidade Obrera de Agricultores de Meis con el número 96 del registro de militantes de este sindicato labriego de orientación comunista y principal motor del Frente Popular en Meis, que el 16 de febrero había ganado las elecciones generales de 1936. Se dedicaba hasta ese momento al oficio de labrador.

Tras el pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 que desencadenó la Guerra Civil Española, Manuel Barros Chantada participó de una forma decidida^[1] en proteger el sistema democrático de la Segunda República Española en la requisa de armas y acompañando a muchos republicanos de Meis en un camión que salió del Mosteiro hacia Pontevedra para ponerse a las órdenes del Gobernador Civil. A la altura de la parroquia pontevedresa de Alba fueron informados de la caída de Pontevedra ante los sublevados y decidieron volver a Meis. A los pocos días fue detenido y llevado al cuartel de la Guardia Civil en Cambados donde fue sometido a una brutal paliza y luego abandonado en la cuneta de un camino. Ver artículo de Jabois, Manuel (15 de Julio 2.011). «Un 18 de Julio de 1.936». "Diario de Pontevedra". http://diariodepontevedra.galiciae.com/nova/101829.html. 

Prisionero de guerra

El día 6 de noviembre de 1936 fue llamado a filas por el ejército franquista y obligado a incorporarse como reservista. El 10 de noviembre fue destinado a Ferrol, donde permanecío movilizado hasta que el 1 de enero de 1937. Fue asignado al Regimiento de Infantería Mérida nº 35 en Asturias para luchar contra la República. Durante algunos meses, su batallón se movió por el frente de Asturias participando en algunas escaramuzas menores, durante una de las cuales fue herido de bala en una pierna. Fue juzgado en la causa 1057/37,^[1] junto con dos docenas de vecinos de Meis acusados por el delito de “auxilio a la rebelión” por el episodio de la requisa de armas y posterior viaje en camión a Pontevedra para luchar contra el golpe de estado.

El 7 de octubre se enteró por un oficial de que iba a ser fusilado junto con su vecino y primo Marcial Chantada Barros (teniente de alcalde de Meis durante el gobierno municipal del Frente Popular) debido a los informes en su contra llegados desde la retaguardia, del cura y los falangistas de su pueblo. Manuel Barros huyó del lugar y se afilió al ejército republicano aprovechando la cercanía del frente de batalla. Lamentablemente, su pariente no tendría la misma suerte, ya que murió (presumiblemente ejecutado)^{[cita requerida]} en circunstancias nunca aclaradas.

Al desertar del ejército franquista fue declarado en rebeldía, en la causa mencionada anteriormente, el 23 de noviembre de 1937 por lo que sería condenado a una pena de 12 años y un día de reclusión, aunque en 1940 se le rebajaría a 6 años y 1 un día de prisión.

Después de huir del fusilamiento, en octubre de 1937 se incorporó al Ejército Republicano en el frente de Asturias, concretamente al Batallón 241 Compañía de Ametralladoras en la ciudad de Gijón. Poco duraría su servicio a la República Española, ya que el día 20 de octubre cayó la ciudad en manos de los franquistas. El 23 de ese mes fue detenido junto con el resto de las tropas regulares de la República y ocultó sus datos personales bajo el nombre falso de Julián Martínez Uvilla, para evitar ser identificado como desertor del ejército franquista.

Este cambio de nombre lo acompañaría durante todo el período en que permaneció como prisionero de guerra, en el que pasó por diversas cárceles y campos de trabajo, siempre bajo la amenaza de que se descubriera su verdadera identidad. El 24 de febrero de 1938 salió de Asturias para ingresar en la cárcel de San Marcos (León).

Del 30 de julio al 27 de agosto de 1938 permaneció en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, que se había convertido en campo de concentración. El 1 de septiembre llegó a la localidad de La Muedra (Soria) a un campo de trabajos forzados para construir la presa hidráulica Cuerda del Pozo [1], donde permaneció 42 meses y aprendió el oficio de cantero.

La clandestinidad

Terminada la Guerra Civil, el 11 de mayo de 1942 fueron puestos en libertad los soldados regulares del Ejército de la República y, como bajo el nombre de Julián Martínez Uvilla no había cargos en su contra, regresó a Meis, donde se lo había dado por muerto. Allí se reencontró en secreto con su familia después de varios años de separación y, trascurridos unos días, regresó nuevamente a Soria bajo su identidad falsa para trabajar como cantero.

En 1943 volvió definitivamente a Meis por miedo a que se descubriera su verdadera identidad, ya que el Gobierno había incrementado los controles sobre la documentación de las personas. Permaneció oculto en su pueblo natal en la casa de sus padres, pero aprovechó el tiempo para realizar propaganda política antifranquista (folletos, pintadas, etc.) por todo el municipio de Meis y alrededores bajo las siglas de la Unión de Hijos Proletarios (UHP). Una de esas pintadas fue realizada en el mismo edificio del Ayuntamiento de Meis (Casa do Concello, en gallego).

El exilio

El 23 de noviembre de 1945 solicitó el indulto que le sería concedido extinguiendo su pena por el delito de “auxilio a la rebelión”. En 1947 marchó a Argentina, después de que le fuera denegada la visa de entrada a Venezuela por sus antecedentes políticos. En Buenos Aires siguió relacionado con el movimiento sindical y con las organizaciones de emigrantes gallegos republicanos. Allí conoció a la que sería su mujer, Basilisa González Alvarez, con la que tendría un hijo.

En 1972 visitó su tierra natal después de 25 años de ausencia y recuperó el cuaderno de notas que había escrito durante su etapa de cautiverio y donde reflejaba sus experiencias. En el año 1980, durante la dictadura del General Videla, se basó en esas notas para escribir un libro con sus memorias del que se hicieron unos 500 ejemplares repartidos en Argentina, y el resto más tarde en Galicia durante un viaje que realizó en 1985.^{[cita requerida]}

Falleció en Buenos Aires el 12 de diciembre de 1987. Por expreso deseo de su esposa, sus restos fueron enterrados, junto con los de ella, en el Parque Cementerio de la Paz, en Madrid.¿Alcobendas?^{[cita requerida]} En su epitafio podían leerse unos palabras extraídas de unos versos de Rosalía de Castro “Airiños da miña terra, leváime a ela”.

El 13 de Enero de 2.011 Las cenizas de ambos fueron trasladadas a la parroquia natal de Manuel Barros Chantada, San Salvador de Meis, donde descansan en el panteón familiar.

Referencias

• Martínez Rodiño, M. Carmen (14-4-2006), Moión do Bloque Nacionalista Galego Encol da celebración do "2006: Ano de Memoria"
• Recuperando "a memoria histórica" de Meis (en gallego), Boletín informativo de BNG (mayo de 2006), Meis, España.
• Amoedo, Gonzalo y GIL, Roberto. Episodios de terror durante a Guerra Civil na provincia de Pontevedra. A illa de San Simón. Edicións XERAIS de Galicia S.A. ISBN 978-84-9782-604-4. Pág 320.